Title: Vómito, café, y otras cosas extrañas…

Chapter: El límite de lo normal y lo anormal

Autor: Otoha Koneko

Serie: South Park

Iniciado: 31 de agosto del 2009

Finalizado:

Status: En progreso (1/¿?)

Pairings: Style, Creek, Bunny, Candy, Stan x Gary, ¿Stan x Tweek? ¿Craig x Kyle? Y más conforme vaya improvisando xD

Warnings: Slash, Lemon en capítulos posteriores, tal vez.

Disclaimmer: South Park no me pertenece, es propiedad de Trey Parker y Matt Stone T-T Starbucks tampoco me pertenece (nunca he probado ese café, y debo decir que me da curiosidad xD)

Music: Brave Hearth-Ayumi Miyazaki

»•·.·´¯`·.·•VÓMITO, CAFÉ, Y OTRAS COSAS EXTRAÑAS•·.·´¯`·.·•«

A South Park FanFic

Capítulo Uno

El límite de lo normal y lo anormal

No, no, no, y NO

¡Esto no era normal! ¡No había manera en que esto pudiera hacerse un huequito en la categoría 'normal'! Es decir, era cierto que en South Park podía suceder un montón de cosas extrañas, e incluso eran más extrañas en la preparatoria, pero está definitivamente se salía de todo parámetro.

Y es que para Stan Marsh, era anormal estar vomitando por esa razón. Lo más extraño es que la razón no era Wendy Testaburguer, no, no, no, de ninguna manera, no desde que ella lo había botado para salir con Cartman.

¿Qué de normal tenía vomitar por tu súper mejor amigo? ¿Qué de normal tenía vomitar por Kyle Broflovski? Si, ese chico judío pelirrojo era la razón. La razón por la cual Stan ahora se encontraba vomitando en el piso ante la preocupada y atónita mirada de la susodicha razón, y las asqueadas miradas del resto de los estudiantes que pasaban por el pasillo.

─Hey, amigo ¿Estás bien?─le preguntó Kyle. Stan abrió la boca para contestar, pero tuvo que volverse para no vomitar en la cara de su amigo. Sintiendo como la sangre se agolpaba en su cara, salió corriendo de allí, en dirección a los baños.

─Hey, eso fue raro─ dijo Kenny, que había visto toda la escena, y hacia un esfuerzo por no reírse─. ¿Qué crees que tenga Stan?

─No lo sé─ Kyle se encogió de hombros, y caminó al lado de Kenny en dirección a la cafetería─. Tal vez esté enfermo o…

─ ¡GAH!

Los dos se volvieron al escuchar ese grito familiar y un sonido estruendoso. Tuvieron que cubrirse la boca para no soltar una carcajada.

Tweek estaba tirado sobre el charco que había dejado el vómito de Stan, y a eso se le sumaba que se había derramado todo el café caliente encima de él, por lo que se retorcía en el suelo por el ardor que le provocaba la bebida.

Clyde y Token se echaron a reír sin poder contenerse, al ver el espectáculo que estaba ofreciendo su nervioso amigo. Todos en el pasillo también lanzaron unas estruendosas carcajadas que taladraban los oídos de Tweek y tornaban su visión nublada por las lágrimas de humillación.

─ ¡Ya cállense, no es gracioso!─ gritó un enfurecido Craig, enseñándoles el dedo de en medio a todos. Kyle, Kenny, Token y Clyde pararon instantáneamente, y lo mismo ocurrió con los demás.

Tweek no pudo aguantar las lágrimas que ya comenzaban a desbordarse de sus ojos, y trató de levantarse.

─ ¿Estás bien?─ le preguntó Craig preocupado, tendiéndole una mano.

─ ¡GAH!─ gritó Tweek apartando la mano de un manotazo, y se echó a correr, seguido por las miradas de los demás. Craig se quedó paralizado casi un minuto, y lo que hizo a continuación fue salir corriendo a buscar a su rubio amigo, no sin antes hacerles su famoso ademán grosero.

─ Coño, eso fue aún más raro─ expresó Kenny, y todos asintieron.

─ ¿A dónde habrá ido Tweek?─ preguntó Clyde.

─Conociéndolo, debió haberse ido a esconder, o a buscar una manera de irse a su casa─ dijo Token encogiéndose de hombros.

─Cambiando de tema ¿hoy habrá entrenamiento del equipo de fútbol americano?─ preguntó Clyde, mientras ahora los cuatro retomaban el camino a la cafetería, escuchando las maldiciones del conserje, que había llegado a limpiar todo el batidillo que habían dejado Stan y Tweek.

─Se supone─ dijo Kenny, abriendo la puerta, y buscando con la mirada alguna mesa libre, hasta que hallaron una─. Aunque no sabemos si Stan irá, porque hoy estuvo vomitando. Está muy jodido.

─Y con lo que pasó con Tweek, no sabemos tampoco si Craig asistirá al entrenamiento─ añadió Token, sentándose en la mesa.

─ ¿Qué carajos está pasando con todos? ─ preguntó Kyle, pensando en la extraña actitud de su amigo ¿Dónde mierdas estaría Stan?

***

En el baño del gimnasio se escuchaban las arcadas de Stan, que trataba de parar su vómito, que se había prolongado tanto, que ahora lo que regurgitaba era pura bilis. Carajo. ¿Por qué tenía que pasarle esto a él? Para colmo había manchado su suéter café. Maldición, pensaba mientras se lo quitaba

Cuando acabó de vomitar, escuchó a alguien sollozando, y girando la manija de la puerta. En el umbral apareció Tweek, con la ropa totalmente embarrada de algo que reconoció como su propio vómito, y un líquido que había mojado toda su ropa.

─ ¡Mierda, Tweek! ¿Qué fue lo qué te pasó?─ le preguntó.

─ ¡Ah! ¡No me veas! ¡Todo esto fue tu culpa!─ le acusó con el dedo, limpiándose las lágrimas.

─ ¿Mi culpa?

─ ¡Sí! ¡Si no hubieras estado vomitando el pasillo, yo no me habría resbalado! ¡Gah! ¡Para colmo tiré mi café cobre mí!

─Vaya, lo siento─ se disculpó Stan frunciendo el ceño, y entonces recordó algo─. ¿Quieres que te preste mi ropa? Mira, traigo aparte la ropa con la que entreno, aunque esa es más grande y holgada. Supongo que necesitas un baño ¿no? Cuando acabes de bañarte te pasaré la que traigo puesta.

Tweek parecía sopesar la oferta, y acabó aceptándola. Así que los dos se dirigieron a las duchas del gimnasio, donde Tweek se bañaba mientras Stan se quitaba la ropa para ponerse la del entrenamiento. Cuando Tweek salió, Stan le tendió sus jeans y su camisa negra, sin darle el suéter café, pues también estaba manchado de vómito, así que la ropa sucia la pusieron en una bolsa de plástico.

─Bueno, yo creo que ya me voy a mi casa, Tweek. Nos vemos mañana y te traigo tu ropa lavada.

─ ¡Gah! ¡Espera un segundo! ¡Aún tenemos clases!

─ ¿Y qué?─ preguntó Stan restándole importancia─. No pienso volver a la clase para ser el hazmerreír.

─ ¡Ah, lo olvidaba! ¡Todo el mundo se reirá de mí! ¡Gah! ¿Y si las burlas siguen durante todo el año? ¡Gah! ¡Demasiada presión!

─ ¡Cálmate Tweek! ¡Eso no pasará!─ exclamó Stan, tratando de tranquilizarlo. De todas maneras, pensó el pelinegro, Craig no dejaría que los demás se burlaran de él─. ¿Qué te parece si nos vamos los dos a casa? Llevo el auto de mis padres hoy, así que si quieres puedo darte un aventón.

─ ¿En serio? ¡Gah! ¡Me harías un gran favor si lo hicieras!─ aceptó Tweek.

Así que los dos salieron de las duchas, observados por la recelosa mirada de un chico de gorra azul.

***

De vuelta a la cafetería.

Ya el receso había terminado, y ahora todos regresaban a sus clases. A Kyle y Kenny se les sumó Butters, que tenía clase con ellos, al igual que Cartman, para mala suerte del pelirrojo. Aunque debía admitir que el carácter de Cartman había cambiado ligeramente desde que salía con Wendy, lo que hacía más soportable su compañía, aunque aún seguía teniendo discusiones con Kyle.

Craig, Token y Wendy se despidieron los demás, no sin que la chica le diera un corto beso a Cartman antes de marcharse.

─Cartman, eres un gordo hijo de puta suertudo─ dijo Kenny y Kyle y Butters se echaron a reír.

─ ¡No me jodas, maldito pobre!─ contraatacó Cartman─. Por cierto ¿Dónde está Stan?

─No lo sé─ dijo Kyle encogiéndose de hombros─. Vomitó un poco y se fue corriendo. Estará enfermo o algo.

─Deberías tener más control sobre tu novio el hippie─ se burló Cartman─. Un día sin que te des cuenta, te lo bajarán.

─ ¡Ya deja de chingar con eso!

Kenny tocó la mano de Butters, haciendo el amago de tomarle la mano, soltándolo enseguida. El pobre chico se sonrojó un poco y desvió la mirada hacia la ventana. Al parecer algo captó su atención, pues le dio un codazo a Kenny, para que mirara en dirección al estacionamiento. Los dos rubios estaban con la boca abierta, sin poder creer lo que veían sus ojos.

─ ¿Y ahora que coños tienen, maricas?─ les preguntó Cartman, frunciendo el ceño. Ellos se limitaron a señalar hacia el estacionamiento, y Cartman y Kyle también miraron hacia donde señalaban Kenny y Butters. Cartman quedó con los ojos como platos, y Kyle… simplemente no lo podía creer:

Stan y Tweek caminaban juntos en dirección al auto de los padres del pelinegro. No sería la gran cosa si no fuera por algunos detalles; es decir ¿por qué Stan iba dándola palmaditas en la espalda diciéndole lo que parecían ser palabras que tranquilizaban al rubio, que trataba de aferrarse del brazo de Stan, nervioso, con las ropas de su acompañante puestas? Era la pregunta más larga que Kyle había formulado nunca. ¿Y por qué se dirigían al auto? ¿Por qué Stan le abría la puerta tan caballerosamente? ¿Por qué Tweek llevaba puestas las ropas de su súper mejor amigo, impregnándose con su aroma?

Sin pensar en nada más, Kyle echó a correr hacia el estacionamiento, dejando aún más atónitos a Cartman, Kenny y Butters. Pero Kyle tenía que alcanzarlos. Era su obligación como mejor amigo detener a su mejor amigo.

¿Qué por qué?

En primera… ¡estaban por saltarse todas las clases que quedaban! ¿Y qué diría la gente si supiera que ellos estaban juntos? ¿Qué diría Craig? ¡Oh, Dios, le partiría la cara a Stan en cuanto se enterara! Para Kyle no era un secreto que Craig estuviera atraído por Tweek. ¡Mierda! ¡Era más que obvio! Kyle sintió un ardor en el estómago, inundándolo de una sensación extraña que lo hacía sentirse incómodo. ¿Por qué Stan hacia esto? ¿Por qué le hacía esto?

─ ¡STAN!─ gritó en vano cuando llegó al estacionamiento, pues el carro ya estaba muy alejado como para que lo escucharan, o por lo menos lo vieran.

El pelirrojo se quedó ahí parado, viendo el casi punto que era el auto, alejándose de su vista.

─ ¡Puta madre!─ se escuchó una maldición. Y no había sido Kyle.

─ ¿Craig?

***

─ ¿Ya estás mejor, Tweek?─ le preguntó Stan mientras conducía.

─ ¡No! ¡Gah! ¡Oh, Jesús! ¡Necesito un café!─ exclamó retorciéndose el cabello, temblando. El pelinegro suspiró. Tweek era un chico muy adorable, pero su lado lindo era demasiado problemático al mismo tiempo.

Aparqué el carro enfrente de un Starbucks que acababan de inaugurar.

─Vamos, pidamos algo─ dijo Stan, sentándose en la mesa, mientras leía la lista de cafés que vendían. Tweek lo miró agradecido por el gesto, y enseguida pidió un café cargado con extra crema y canela. Stan pidió lo mismo, pero no tan cargado.

─ ¿Y por qué vomitaste?─ preguntó Tweek dejando de temblar, tranquilo por tener un café que beber que pronto llegaría a sus manos─. La caída fue ¡Gah! un poco dura.

─Yo no…

─ ¿Estás enfermo? ¡Dios mío! ¡Morirás!

─ ¡Calma! ¡No voy a morir!─ espetó Stan, enfurruñándose─. Suelo vomitar cuando estoy nervioso por algo. Es como tú y tu dichoso café.

─ ¿Y por qué estabas nervioso? ¡Pero si sólo estabas con Kyle y…!

Tweek se detuvo, comprendiendo de repente. Stan solía vomitar cuando estaba enamorado de Wendy y ella se le acercaba. Así que…

─ ¡Te gusta Kyle! ¡Gah!

─ ¡Shhhhhhh!─ le chitó Stan, mirando hacia a su alrededor y luego masculló entre dientes, muy bajito─. ¡Se supone que nadie se entere de esto, carajo! Anda ¿no quieres gritárselo al jodido pueblo?

El pobre rubio lo miró asustado, temblando por la reacción de su amigo. Stan lo notó y se arrepintió.

─Lo siento, Tweek.

─ ¡Ah! ¡No pasa nada, en serio!

Los dos recibieron el café y lo sorbieron en silencio. Stan sintió como si un gran peso se aligerara en su interior tras haberle confesado a Tweek que estaba enamorado de su mejor amigo. No era tan malo como había imaginado, y estaba seguro de que Tweek era lo suficientemente discreto como para no estar contándolo (si es que no todos ya se habían dado cuenta). Confiaba en él.

─ ¿Y bueno?

─ ¿Qué?─ la voz de Tweek sacó a Stan de sus pensamientos.

─ ¿Qué piensas hacer?

─No tengo por qué hacer nada─ murmuró el pelinegro encogiéndose de hombros.

─ ¡Por supuesto que sí!─rebatió el otro chico─. ¿No le dirás nunca nada a Kyle? ¿Y qué pasa si él te corresponde? ¡Gah! ¡No puedes dejarlo así como así!

─ ¿Y qué hay de ti y Craig?─ contraatacó Stan─. ¿Cuándo le vas a decir que llevas años babeando por él?

─ ¡Oh, Jesús! ¡Demasiada presión! ¿Cómo es que tú…?

─Se nota a leguas que babeas por él, Tweek, en serio amigo, la discreción no es tu segundo nombre.

Tweek pudo sentir como la sangre se agolpaba en su cara, haciendo que le ardiera sospechosamente.

─ ¡Por favor, no le digas nada a Craig!─ le pidió con desesperación, jalándose su camisa mal abotonada. Había ciertas mañas que nunca cambiaban, por mucho que pasaran los años.

─ Vamos, no te alteres─ imploró Stan, sorprendido al comprobar que Tweek podía estar todo un día nervioso, y que no era solo una leyenda urbana difundida por Clyde Donovan─. No tengo por qué decirle nada a Craig, eso te corresponde sólo a ti. Confía en mí.

─…

─…─ Stan frunció el ceño, comenzando a indignarse por la poca confianza depositada, y mirando al rubio, que se había quedado estático.

─… Ok.

─Vaya que sí que te tomas tu tiempo.

─Es que no sé qué hacer con e-esto─ tartamudeó Tweek, terminando con su café, y mirando a la mesa como si esta le hubiera recordado algo triste.

─Estoy en las mismas que tú─ dijo Stan estirando el brazo para darle una palmadita amistosa al chico. Se sentía bien saber que no estaba solo en el mismo barco, y que ahora había alguien en quien podía confiar.

Este pequeño momento de amistosa comprensión fue quebrantado por el timbre del celular de Stan, cuya melodía sólo estaba predestinada para cierto rubio pervertido y prácticamente inmortal e indestructible, para eterno deleite de Dios.

─Hey, Kenny─ saludó en cuanto contestó.

Hey, amigo. ¿Qué pasó?

─Bueno, Tweek y yo nos saltamos las clases.

¡Eso ya lo sé! ¡Preguntaba el motivo, pendejo!

─Sólo se nos dio la gana y ya. Espera ¿no deberías de estar en clase de Química?─ le preguntó Stan frunciendo el ceño, recordando el horario.

Me bebí una cosa extraña que estábamos preparando por veinte dólares que Token me pasó─ contestó como si fuera cosa de todos los días. Y es que así era─. Estallé, morí, y ahora estoy vivo de nuevo y fuera de la escuela con una buena excusa para faltar a clases. ¿Mi presencia es mal recibida con ustedes?

─No, ven, y luego nos vamos a ver a dónde.

Vale. Ah por cierto, una cosa: Craig te partirá la cara en cuanto te vea, así que estate prevenido. Mira que tus sí que tienes putas agallas, secuestrar a Tweek, honestamente…

─ ¡Urgh! ¡Mira todo esto no es lo que parece! ¡Te explicaré en cuanto llegues!

Ok, bye, entonces.

Stan colgó resoplando un poco preocupado por lo último que había dicho Kenny, y miró a Tweek, que lo miraba también, interrogante.

─ ¿Q-qué pasa?

─Oh bueno, parece que vamos a tener a un jodido invitado.

***

─Vaya, así que se trata de eso.

Los tres chicos estaba sentados en la acera de la casa de Kenny, donde sabían que ninguno de los chicos pasaría. Tenían grandes conos de helados que se habían comprado, y ahora casi acababan con ellos.

─ ¿Qué crees que podamos hacer?─ le preguntó Stan a Kenny. Él y Tweek le habían explicado lo sucedido y las razones, en espera de un consejo del chico.

Kenny se quedó pensativo un momento, sopesando la situación en la que se encontraban los dos chicos, y todo el raudal de acontecimientos que habían sucedido esta mañana en la escuela. Una sonrisa perversa se dibujó en sus labios, y le dio la última mordida al cono de galleta.

─ ¿Y si les dijera que tengo un plan en el que pueden hacer que Craig y Kyle se sientan celosos? Y que la cosa mejor aún: no necesita que se involucre más gente aparte de ustedes

─ ¿Cómo?

─ ¡Gah!

***

Notas de la Autora:

Bueno, este capítulo del fic ya tendrá bastante que lo tengo en una libreta (en colaboración con una amiga mía de la prepa, que me dio algunas ideas), antes incluso de que publicara mis otros fic de Code Geass, así que decidí publicarlo.

¿Qué más puedo decir? Bueno, en este fic habrá todo un sinfín de enredos amorosos, protagonizados principalmente por Tweek, Stan, Kyle y Craig jojojojojo.

Eso es todo, aún tengo que terminar el capítulo de otro fic, o puedo ser asesinada ^^U

¡Gracias por leer! =D