Indudablemente perder a Henry la tenía desecha, no se permitía siquiera pensar que algo le llegara a suceder. Él era su pequeño niño, la única persona aparte de su padre y Daniel que había podido amar, y por quién tenía fuerzas para vivir.
Deseaba con todo su ser poder hallarlo rápido para poder tenerlo de nuevo entre sus brazos tal como había sucedido en la mina. Ahora solo dependía de esperar llegar a Neverland.
En el Jolly Roger podía decirse que habría una batalla campal en cualquier momento, la tensión se sentía fuertemente en el aire. Hook y Gold, se pasaban lanzándose miradas de muerte y maldiciéndose a alta y baja voz. Los Charming pasaban su tiempo demostrándose su amor de familia, queriendo aún unirse más como tal. Solo que una de sus miembros parecía no quererlo de esa manera.
Emma se pasaba el día como todos los demás haciendo las tareas que se le habían asignado, y el resto del tiempo tratando de evitar en una pequeña medida a sus padres, nada parecido a lo había podido vislumbrar en la mina. Un par de veces la había podido ver apoyada en la baranda mirando el paisaje.
Podía sentir su tristeza al verle aquellos ojos verdes, que no parecían tener ya la calidez que la caracterizaba. Si bien ella pensaba desde el primer momento en que vio a aquella mujer, que era terca, algo torpe y desmesuradamente sin modales.
Pero pese a todo aquello le estaba agradecida, por haberle dado a Henry, aunque haya sido por su llegada a Storybrooke que cambió su relación. También por salvarla un buen número de veces, como aquella vez que la sacó del incendio, cuando la salvo del Dr. Whale, del espectro y recientemente de Owen y Tamara.
Podía ver que Emma era más que la figura del Sheriff o la hija de Blanca Nieves y el Príncipe Azul, había visto su lado tímido, inocente y debía reconocer muy a su pesar que también protector y maternal, ya que peleaba ante todos por el bienestar de su hijo.
Y no podía dejar de lado que tenía las mejores virtudes de sus padres, y no solo eso era lo bueno que había sacado por ser el "producto del amor verdadero", sino también, que habían engendrado a una hermosa mujer. Y principalmente por haberle creído en un principio sobre la muerte del doctor Hopper, aunque todo después haya tomado un giro de 360 grados.
Aunque no quisiera que nunca hubiera pasado, el último tiempo, desde que se preocupó por su bienestar cuando el espectro la asechaba, y le tomó la mano para ayudarla, se había despertado un sentimiento indescriptible en su interior, entre una especie de magia y calidez, que hicieron que mirara a la rubia desde otro ángulo.
La llegada de su madre, no ayudó mucho con la nueva especie de relación cordial que había desarrollado con Emma, sino todo lo contrario la llevó muchas más atrás de lo que siempre había estado.
Y he aquí, pudiendo divisarla, como la mayoría de las veces la había encontrado, contemplando silenciosamente el paisaje. Tan absorta se notaba que estaba en sus pensamientos, que no noto de su presencia hasta que la llamó un par de veces y tuvo que tocarle su brazo.
A lo que ella respondió sobresaltándose, y la miró asustada. En ese momento podía ver el parecido que compartía con su madre, tenía la misma expresión que tenía Blanca Nieves cuando montaba su caballo, pero alejo rápidamente ese pensamiento de su mente, ya que ella sabía que Emma a pesar de ser hija de su enemiga, no eran lo mismo, ella muchas veces lo había podido contemplar.
