Disclaimer: Los personajes y lugares de este y los siguientes capítulos no me pertenecen. Todo lo pertenece a JKR, lo único mío es la trama.

EDITADO 09/03/2011: Esta historia tiene algún tiempo escrita. "Algún tiempo" por no decir "muchísimo tiempo" y "muchísimo tiempo" por no decir tres largos años. Muchas cosas han pasado y mucha agua ha corrido debajo del puente. Yo ya no tengo la misma actividad en esta página (si bien ver HP7 me puso en una productividad de escritura increíble xD) y la calidad de algunas de las cosas que subí acá me avergüenza bastante (y no las borro por respeto a la gente que dejó un rr). Sin embargo le tengo cariño al fin y seguiré subiendo cosas en él :) Si querés mi consejo, mis one shoot favoritos y de los que me siento especialmente orgullosa son del 6 -mucho muchísimo, modiestia aparte xD-, 7, 8 y 9. En fin, que quería decir eso y agradecer muchísimo a los que por algún motivo u otro han llegado a esta historia. Un beso a todos :)

AVISO: Puede haber viñetas con spoilers de HP7, en ese caso avisaré en la viñeta con anticipación y un cartel BIEN grande xD.

Buenas! Cómo pasaron la navidad? Yo la pasé con fiebre y vómitos, así que me fui a la cama temprano ¬¬

Les paso a explicar, este es el primer capitulo de una serie de one shot, drabbles y viñetas sin relación unas con otras de regalo de navidad para las chicas del foro;) Las parejas son variadas y diversas, así que no se asusten :P

Para vos, Yezzie, que pediste un Oliver Katie.

Y también para vos Dry, por crear ese foro de gente tan increíble, por siempre tener el consejo exacto, o una palabra de apoyo en la punta de la lengua. Tengo entendido que el sábado es tu cumpleaños. Así que ¡Feliz cumpleaños! Que lo pases lindo, te lo mereces ;)


Entrenamientos, cumpleaños y besos

-¡Katie Bell, sal de ahí en éste instante!-

-¡No nos obligues a arrastrarte en pijama!-

Silencio.

-¡No seas niña y sal de ahí!-

-Pasen y dejen de gritar, me interesa seguir durmiendo - Leanne, la compañera de cuarto de Katie, les abre la puerta a Angelina y Alicia.

-Bell, vas a levantarte, vestirte, asearte y bajar al campo con nosotras. ¡Ahora!-

-Claro, porque no es de sus cumpleaños de los que se olvida - murmura contra la almohada, en un vano intento de huir de lo que le espera.

-Sé sincera con nosotras, lo que te jode es que él no se acuerde. Pero no creo que se haya olvidado... -

-De seguro es una sorpresa o algo parecido. Nunca lo sabrás si no bajas... -

Duda, y duda mucho. ¿Y si fuese un sorpresa? No del todo convencida manda una mirada de falso enojo a sus compañeras de equipo y se dirige al baño por una buena ducha. Va a ser un día muy largo.

-O-

-¿Qué tal nuestra quinceañera favorita?- un gruñido es lo único que obtienen como respuesta.

-Fred, George, no es un buen momento para chistes.-

-Pero si no es un chiste, Angelina. ¿Te das cuenta, George?-

-Increíble, Fred, increíble. Nadie nos toma en serio.-

-Como si nunca habláramos seriamente.-

-O como si fuéramos unos gamberros.-

-O como si pasáramos todo el día gastando inocentes bromitas.-

-¿¡Pueden callarse ya! - los gemelos se miran entre ellos y miran a Angelina, que les susurra un 'Se los advertí' y se encoge de hombros.

Arrastrando pesada y cansinamente sus escobas, llegan hasta el campo de quidditch, donde su entrenador, Oliver Wood, los espera.

-Buenos días, equipo - es increíble que mientras ellos bostezan, se restriegan los ojos y quieren volver a su cama, Wood parece levantado hace horas, perfectamente peinado, arreglado e incluso recién afeitado.

-¿Buenos días, Oliver? Querrás decir buenas noches. ¡Son las 6 de la mañana! Ni siquiera amaneció.-

- Mejor, hay que aprovechar el día. Además hay que estar preparados para jugar en cualquier situación-.

-Claro, porque obviamente el próximo partido contra Ravenclaw se jugará a plena noche.-

-Basta de tonterías. ¡Todos a sus escobas! Potter, intenta capturar la snitch antes de los 50 puntos. Bell, debes mejorar tus pases-.

Nadie se mueve. Fred, George, Alicia y Angelina se miran entre ellos, como animándose unos a otros a hablar. Sólo Harry y Oliver que parecen quedarse por fuera de la incomodidad del resto. Y Katie, porque si se ha olvidado después de todo, y lo único que quiere es irse de allí.

-Oliver... ¿No te parece qué es un día especial?...¿qué se te olvida algo... hoy?-

-No te entiendo, Alicia. ¿De qué hablas?-

-¡De que es mi cumpleaños, Wood! - La voz sulfurada de Katie resuena por todo el campo, porque está harta de la situación. Harta de estar siempre en segundo plano.

-Mierda, lo olvidé - Murmura Harry de fondo, llevándose una mano a la cabeza.

-Pero claro, que le va a importar al gran capitán Wood si es mi cumpleaños, si mejor puede machacarnos en base a entrenamientos - Está furiosa, tanto que sigue ignorando por completo a Harry -. ¿Sabes algo? Que te den, Wood. Yo me marcho - Se va pisando fuerte. Inhalando dolor, exhalando furia.

-O-

Entra al vestuario, con pisadas suaves, intentando ser discreto.

Se la encuentra sentada en los bancos. Cabeza gacha, mirada perdida.

-Katie - murmura, acercándose un paso- Katie...

-Wood, ya te escuché. Estoy intentando ignorarte.-

Wood... le gusta más cuando le llama Oliver

-No entrenamos, envié al equipo a la torre.-

-Que bueno- Está intentando controlarse y no gritarle que es un imbécil y que por su propio bien se vaya lo antes posible. Lo sabe porque la ve levantar la cabeza, tensar los hombros y apretar la mandíbula. Lo sabe porque conoce el significado de sus gestos. Los ha aprendido cuando la observa, y es que últimamente la observa demasiado.

-No te entiendo, Katie, de verdad. Harry se olvida pero no le montas éste espectáculo.-

-¡Tú eres en que no entiende! Me importa un cuerno si Harry se acuerda de mi cumpleaños o no. Lo que me duele es que no te acuerdes tú. Pareces ciego - Hace una pausa y toma aire- Me gustas. ¿Te lo deletreo, a ver si lo captas? M-E-G-U-S-T-A-S, Oliver y estoy harta, HARTA de que tu atención se centre en tu escoba y unos aros. No imaginas lo feliz que hubiese sido si en vez de 'Bell, debes mejorar tus pases' me recibieras con un simple 'Feliz cumpleaños, Katie'. Pero a menos que tenga forma de pelota o esté sobre una escoba es imposible que me prestes atención. Ni que hablar de que te des cuenta de que me gustas.-

Esa es la Katie que conoce, la que le gusta. La que le grita sobre la escoba que se deje de mandonear desde el suelo porque 'te apuesto diez ranas de chocolate a que te meto cinco tantos'.

Y quiere reír, saltar, bailar. Quiere decirle que sí le presta atención, demasiada. Que ella también le gusta. Que si no se ha dado cuenta de que es reciproco es porque vive en sus nubes, pensando en ella. Que le encantaría besarla hasta no saber ni que es una quaffle.

Pero no hace nada de eso. Porque ¡mierda! Ella tiene catorce años y él casi dieciocho. Ella empieza a vivir su pubertad y él es un adolescente con demasiadas hormonas cuando de Katie se trata.

Así que se queda callado, guardando todo lo que quiere decir y hacer. Y las palabras se le atascan en la garganta, impidiéndole respirar, haciéndole daño.

-¿No piensas decir nada? - No está histérica o enojada. Está dolida y lo parte al medio -. Está bien, Oliver. No te preocupes - Se va. O al menos eso intenta. Cómo ha dicho su nombre es lo que lo impulsa a detenerla, porque aunque odia que ella le diga Wood, más aun como suena ese Oliver. Triste, decepcionado.

Jala de ella hasta tenerla cerca. Demasiado para que sus facultades mentales funcionen al máximo.

-No me olvidé - susurra con voz ronca, mientras saca de su bolsillo una cadenita con un dije en forma de K de su bolsillo -. Estaba buscando el momento para dártelo. 'Feliz cumpleaños, Katie' - La besa. La besa con dulzura, sí, pero también con la pasión de las ganas acumuladas.

Y Katie Bell no sabe como responder. Porque debe admitir que no tiene mucha experiencia en esto de los besos. Ninguna, para ser exactos. No es precisamente así como imaginó su primer beso. Pero los labios calientes de Oliver contra los suyos la hacen sentir eso que por ahí llaman maripositas en el estómago. La tierra podría dejar de girar ahora mismo que le daría igual.

Para cuando Oliver introduce su lengua en su boca, lento, como pidiendo permiso, el mundo tal y como Katie lo conoce deja de existir. No puede hacer otra cosa más que responderle con la misma fuerza y pasión.

De la nada, casi como despertando de un sueño, se rompe la magia del ambiente. Él se separa rápida y hasta bruscamente.

-Joder, joder¡joder!-

-¿Qué pasa? - No se puede arrepentir, no ahora.

-Que esto no tendría que haber pasado. Tienes catorce años y... -

-Quince.-

-¿Qué?-

-Que tengo quince, hoy es mi cumpleaños. No lo habrás olvidado¿verdad? - sonríe cómplice y Oliver no puede evitar responderle esa sonrisa. No, basta, tiene que volver a concentrarse, centrarse en lo que venía diciendo.

-Es igual, Katie. Tú eres un miembro importante del equipo... -

-El quidditch, el quidditch, el quidditch. Me importa una mierda el quidditch - Otra vez la saca de sus casillas. Es que está furiosa, furiosa y harta detener siempre el quidditch por delante.

-Aún así, es muy complicado.-

-¿Qué es lo complicado, Oliver? Quiero que dejes de poner excusas. ¿Yo te gusto? - Todas sus cartas están jugadas, no tiene nada que perder. Pero no puede, no quiere seguir así. Y él... él no sabe que hacer. Se siente desnudo frente a su mirada, que le ruega dejar los rodeos de una vez. No sabe hacer otra cosa más que asentir, no puede mentirle, no a ella.

Los ojos de Katie vuelven a brillar de esperanza e ilusión, como los de la niña que es y se siente.

-Entonces, dime por favor dónde está el problema. Yo te gusto, tú me gustas... -

-Katie, entiende... – Pero las ideas se esfuman en el instante en que ella rodea su cuello con sus brazos. Ideas, palabras, desaparecen en un soplo y lo único que saca en claro es el calor de esos brazos alrededor de su cuello y como se expande por todo su cuerpo.

-Por favor, Oliver, una oportunidad - Le ruega, le suplica. Y él ha intentado ser fuerte, resistir. Pero es demasiado.

-A la mierda con todo - Dice antes de volver a besarla como si le se fuera la vida en ella

Y si le preguntaran a Oliver si tiene motivos para estar en contra de esta relación, respondería que sí, que muchos. ¿El principal? Que de ahora en adelante no va a poder concentrarse en un entrenamiento nunca más.

Pero como él ha dicho: a la mierda con todo. Porque motivos para estar en contra le sobran, pero para seguir adelante también. ¿El principal? Que de un tiempo a esta parte, Oliver Wood, capitán del equipo de Gryffindor y obseso del quidditch, ha dejado de soñar con escobas, pelotas y jugadas. Porque Katie Bell ha decidido colarse en sus sueños y adueñarse de ellos.


Eso es todo amigos ;) Dry, Yezzie, espero que les haya gustado. A mi no me termine de convecncer ¬¬

Probablemente el próximo que suba sea el ragalo de mi beteada, Paulita, un Sirius/Hermione ;)

El "en sus nubes" en cursiva es una alusión a unos de mis fics favoritos de Oliver/Katie, de Dryadeh, lo más que recomiendo. Link de la historia y de la autora en mi profile, en favoritos :)

Besos y muy, pero muy feliz 2oo8

Las quiere

LORE

P.d: Gracias, gracias y mil gracias a Katu y a Sombrita por ayudarme con la historia ;) Son lo más.