"Esa noche de luna"
"Caitulo I: Esa noche inolvidable...
(SesshomaruxKagome)
En lo personal no se si sea bueno este FF pero me animé a publicarlo simplemente porque esta parejita me encanta (si fuese Rumiko hace mucho que hubiera hecho que estos dos quedaran juntos en el anime e.e), por favor díganme lo que piensan de esta historia sean sinceros, acepto criticas y quejas sugerencias, consejos lo que gusten, desde ya gracias por leer =)
By: No Taisho Kagome
Aclaracion:
Pensamientos: Con comillas ( "..." ) .
Recuerdos: Letra Cursiva.
Cambio de escena:
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Esta historia ha sido publicada
en otras paginas, Cualquier parecido
o plagio de esta ha sido hecho sin consentimiento del autor( )
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La maldecía...la maldecía una y otra vez, una y mil veces más, la odiaba, si, la odiaba más que a nadie en el mundo, incluso la odiaba más que a su estúpido medio hermano, estaba molesto, furioso y no solo la odiaba a ella se odiaba a si mismo… ¿cómo había caído tan bajo?, ¿como es que dejó que su orgullo fuera dañado?, ¿cómo esa maldita humana había logrado lo impensable? su corazón y su razón no estaban a la par, ya varios días habían pasado y no dejaba de pensar en ella a cada momento y a la vez cada que lo hacía su orgullo era herido mas y mas.
Una noche mas había pasado pensándola, observando indiferente la luna que se apreciaba en ese momento, una suave y fresca brisa inundó el lugar trayendo con él, el peculiar aroma a flores silvestres y un toque a rosas que solo podía tener la extraña miko anunciando que se acercaba donde estaba el. Con los ojos cerrados esperaba su llegada, la azabache no tardó en aparecer, parándose frente a él con su extraña vestimenta, observándolo, gravando cada detalle del Daiyoukai en su memoria.
-Sesshomaru… - dijo la miko casi en un susurro pero que para los sensibles y agudos oídos del youkai no fue difícil escucharlo.
El nombrado no se movía hasta que abrió sus hermosos y ambarinos ojos, mirándola fijamente, como siempre su mirada era fría y seria, pero esta vez mostraban algo más, algo que el odiaba sentir pero que ni siquiera él podía evitar por más que lo intentara. Deseo por tener a esa humana… y haría lo que fuera para que solo le perteneciera él, no importaba, ella sería solo suya y de nadie más, ni siquiera su estúpido medio hermano podría interponerse en su camino y si lo intentaba lo haría pagar por osar retarlo. Ya se había decidido lo que pasaría esa noche.
Se levantó del suelo donde su cuerpo descansaba recargado en el tronco de un árbol y lentamente con su andar elegante se acercó a ella, esta ni se inmutó al verlo tan cerca de ella, quedó hipnotizada al chocar su mirada con la del youkai, no había dudas, estaba decidida, ya había tomado su decisión y no se arrepentía de ello, sabía que tendría consecuencias, pero ¿ya que importaba? se preocuparía de eso después, tal vez los demás no la entenderían, incluso tal vez se enojarían y la juzgarían, pero eso tampoco importaba, ni siquiera el hecho de que sabía que inuyasha enfurecería al darse cuenta, pero eso no la detenía, su corazón ya no le pertenecía al hanyou, y el no tendría más que aceptarlo.
Se acercó y habló en un susurro al oído de la chica, como si alguien mas lo fuera a escuchar- Ahora me perteneces, mujer.- con tono frio y serio lleno de autoridad como era común en el.
Sin esperar respuesta por parte de kagome posó su única mano sobre el cuello de la miko y clavó sus colmillos atravesando la suave y tersa piel, la azabache se tensó solo un instante al sentir los colmillos de sesshomaru en su cuello sujetando el kimono del albino apegando su cuerpo mas a él, retuvo un pequeño quejido de dolor mordiéndose levemente el labio inferior, de un momento a otro el dolor fue disminuyendo hasta desaparecer por completo, sesshomaru se separó poco a poco de su cuello, estaba hecho, al momento que quitó sus colmillos del cuello de kagome en el lugar de la herida, una pequeña luna color azul tomó su lugar.
Kagome aun se encontraba aferrada en las ropas del youkai sin atreverse a verlo a la cara, podía sentir su fría mirada sobre ella, sabía que esperaba que hablara, pero ¿qué podía decir? con esa acción ya todo estaba dicho, ahora ella le pertenecía, era solo de él y nadie más debía atreverse a acercarse o tocarla, al pensar en eso y lo que haría el repugnante mitad bestia a sesshomaru le provocó mostrar una sonrisa un tanto tenebrosa, era su victoria, le había arrebatado lo que el más amaba.
La azabache tocó su cuello donde se encontraba la marca sintiéndola, un sonrojo apareció el rostro de la joven que hasta ese momento no había reaccionado,ocultaba su rostro con su flequillo, sesshomaru lo notó de inmediato, la miko se armó de valentía y levantó su rostro mirándolo fijamente mostrando en su mirar lo fuerte que podía ser, poco a poco fue perdiéndose en la impenetrable y fría pero cálida mirada que solo a ella le regalaba ese youkai frente a ella, el brillo en los ojos de la chica le mostraba todo el amor que sentía por él.
-¿Ka…Kagome?.- Escucharon el Daiyoukai y la miko, sin duda era la voz de la persona que menos esperaban, o al menos la azabache; pues fue la única que no se había percatado de que inuyasha la había seguido al encuentro con su ahora Amo.
