Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, son de Masashi Kishimito. La imagen tampoco me pertenece. La historia si es completamente mía (asi de cursi y todo) :'3

Rated: M escenas sexuales +18 (si no es de tu agrado no leas, por favor!)

Pareja: Sasuke Uchiha y Hinata Hyuuga.

"Hablan"

"Piensan"

..."Recuerdan..."


Amar lo In-Amable

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Capitulo I: ¿Que somos?

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_ La mentira es la vieja amiga del pretexto perfecto para conocernos. Se necesita de más de uno para que exista.

El que miente, y los que creen.

Por ello es que no hay nada más triste que... aquel que se miente así mismo_

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La tenía en paños menores bajo su cuerpo. Acostada. En su propia cama, invadiéndola con su aroma, ¿Cuántas veces había querido tenerla así? Callada. Comprendiendo que las personas, el mundo, no son una paleta de pinturas completa con colores, sino todo lo contrario, una gama de grises que en contadas, pocas, casi nulas ocasiones, pueden considerarse que se ven arcoíris con un sol ficticio. Un sol que día a día se va a pagando. Como la humanidad. Como ella, quien se veía más pequeña de lo que realmente era, y el morbo de aquel detalla le impedía apartar su mirada oscura del nácar de la joven.

Dejo un camino húmedo con su lengua, desde la hendidura del cuello hasta el hombro izquierdo. Los jadeos de la joven, quien rondaba recién en sus veintiún años, eran la manifestación necesaria para saber que lo estaba disfrutando tanto como él. Había un miedo inherente en aquellas pupilas transparentes, debido, quizás, a la oscuridad de la alcoba. Llevando sus manos por detrás de la espalda suave y curvilínea, se dispuso a desprender aquel corpiño sin armazón que rebelaría sus pezones erectos.

"Quédate quieta" Ordeno.

El cuerpo menudo se retorcía a cada toque, únicamente se estaba tiesa cuando él se detenía. La mujer no se daba cuenta del poder que con aquella simple acción le otorgaba. El moreno si lo sabía. Lo supo desde la primera vez que conversaron, donde su voz rasposa consiguió sonrojarla y su característico gestos pedantes hacían que ella desviara su rostro ovalo del de él. Adoro, desde la primera vez, hace ya dos años, como aquellas hebras lacias de tonos índigos como las noches despejadas –como esta noche– se contorneaban cual cortina de seda en los pómulos redondeados, ocultándole sus sonrojos.

Ahora, aquella cortina de cabello se hallaba apelmazada bajo ambos. Enredada. El sudor de ella y los tirones de él y de sus roses, desasieron aquella defensa revelando el brillo de lágrimas nerviosas que se acumulaban en los parpados inferiores de la menor.

"Nunca he hecho esto" Confeso inquieta. Las manos femeninas se mantenían aún aferradas a las sabanas de la cama. No había podido tocarlo luego de que los pasos de los dos, él dirigiéndola a ella, los condujeron hasta el dormitorio del departamento. Sus dedos delgados y finos se encontraban sudorosos tanto como sus palmas y su… "Yo-"

"Lo sé. Basta con ver cómo te relacionas con los demás hombres para notarlo" Gruño. "Eres virgen"

No fue una pregunta, pero ella decidió tomarla como si lo fuera.

"Si, lo soy…" Jadeo. El contacto de las miradas de ambos fue roto por ella quien desvió su vista hacia algún punto lejano entre las brumas de los ángulos de las paredes del cuarto. Quiso explorar algo más de la vida privada del hombre que tenía encima. Pero no hallo nada.

No había nada para conocer.

Él consiguió desprender finalmente el brasear blanco. Una prenda tan simple y poco provocativa. "Mírame, Hinata... Has estado de acuerdo con venir conmigo, y entregarte a mí, así que mírame."

"¿Dolerá?" La duda fue humilde. Transparentaba el hecho que ella quería esta situación, pero temía. El miedo a lo desconocido, es propio de quien valora su vida.

"Un poco" Susurro al momento de retirar completamente la última prenda superior. Arrojo el corpiño hacia alguna parte del piso, junto con la demás ropas. Acerco sus labios hasta los de ella "La próxima vez, ya no dolerá."

"Esta, bien…" Hinata entendió que habría una segunda vez, o más. El contacto de la boca del uno y el otro prosiguió al punto de robarse el aire. No había gentileza en el beso, la lengua de él se adentraba a la cavidad luchando por el dominio. Ganando inminentemente. Él solo quería satisfacerse así mismo. Marcarla, y si era posible, destrozarla. Eso ella, lo sabía perfectamente. Ambos separaron sus labios del uno y el otro para respirar. "Confió en ti, Sasuke"

No eran pareja. No era siquiera amigos, al menos como ella entendía el concepto de amigos. ¿Qué relación abría entre ambos? No lo sabía. ¿Profesor y alumna? ¿Dos conocidos que se cruzaban en los pasillos de la facultad para saludarse y platicar? Realmente no importaban lo que eran. Si no, quienes eran; personas rotas antes los ojos del uno y el otro. Y solo uno de los dos, era quien verdaderamente estaba completo.

"Hmf..." El moreno no replico, a sabiendo que aquella confianza no se la merecía. Nadie debería confiar en quienes tratan de destruirte para volver a rearmarte por mero capricho. Pero ella, como algunas pocas personas que llegan a creer en la gente, lo hacía. Era tan honesta, tan ingenua, que llegaba a lacerarle el alma. Ella usurpo sus pensamientos, y él estaba dispuesto a mostrarle el mundo como realmente es. Como él lo ve.

Bajando del rostro de ella, se posición sobre su pezón derecho, el cual tomo con sus labios. Amamantándose de aquella piel sensible de tono rosado. Lo aprisiono, succiono con ahínco y lamio repetidas veces mientras conducía su mano diestra hasta el seno izquierdo. Reacomodo su propio torso, mucho más pesado y amplio, sobre el de la joven. Sus pelvis se rozaron, y fue el primer gemido que emitió aquellos labios que se cerraban por voluntad propia. La femineidad humedecida de ella había hecho contacto por sobre las ropas con el miembro erecto de él.

"Iaah…" No fue exactamente un genuino gemido. Se escuchó como el chirrido propio de un sobresalto, pero aun así, a él le valía.

El hombre sonrió y masajeo con mayor presión y succión, quizás lastimando en el acto, los pezones. La mano aún libre de él, tomo una de las de ellas jalándola para que soltase la frazada y siguiera el curso que deseaba. Llevo aquella mano sudorosa, que se prendía como la de una niña a la suya, hasta el bulto de su pantalón.

En todo aquel acto, mantuvo su mirada clavada en la de su ex-estudiante de hace dos años.

"Despréndeme el pantalón"

"¿Q-que?" El dueto de ojos aperlados y turbados, revelaban confusión.

Sasuke se irguió con sus rodillas, despegando su tórax al descubierto y fornido del curvilíneo. Acerco lascivamente su boca hasta el oído de ella "Despréndeme el pantalón."

Tragando saliva dificultosamente, mirando aquellos iris ónix que volvían apoderarse de todo el campo de su visión, vacilo. Sus dedos fueron lentamente separándose de la mano de él y tomo el cierre del jean. Le pareció escucharlo suspirar aliviado cuando el sonido de la cremallera revelo que estaba cometiendo su pedido. Por un instante el cerro los ojos y las facciones oscas y fruncidas de su rostro se suavizaron. Sobre ella estaba un hombre de más de treinta años con la camisa de trabajo desprendida. Un adulto que aparentaba carecer de amabilidad.

Sonrió con empatía hacia él. Deshizo el agarre de su mano izquierda de las sabanas y acuno la mejilla del otro, justo en el momento de desprender el cierre y el botón que aprisionaba el miembro masculino. Rozo, no tan accidentalmente con el dorso de su muñeca derecha, la dureza que había por debajo del bóxer negro.

"Sigue"

"¿Cómo?"

"Tks…" Nuevamente la mano la guio hasta hacer que la de Hinata se colase por debajo del elástico de su prenda íntima. "Así"

Con cautela, recorrió lo que por primera vez por el tacto, reconocía como propio del sexo masculino. El concepto de falo aprendido en el primer año de la carrera de Psicología, en la asignatura de Psicoanálisis, le parecio absurdo. ¿Cómo una mujer podría desarrollar envidia del pene? Siendo que él, el primer hombre que tocaba de aquella forma, se veía como un prisionero de sí mismo ante sus deseos.

Corrió la tela dejando liberado el bulto. Su palma rodeo la longitud dura, sorprendiéndose esta vez con inocencia, de la vellosidad que había en la base del tronco del mismo. La sudoración en su palma tibia, recorrió en forma de vaivén, subiendo y bajando, el ancho y largo del miembro.

"¿Así está bien?"

"Si… grph… continua"

"Dime si hago algo mal, Sasuke" Pidió ella, aumentando el ritmo del movimiento de su mano. Él no contesto.

Pensó que durante el coito, al menos en la primera vez, sentiría la curiosidad inminente de saber, de ver, como era la anatomía completa del otro. Pero no. Su curiosidad de no perder los gestos faciales de él, era lo que le importaba. Incapaz de siquiera pestañear. Temiendo que fuese a hacer alguna mueca diferente… Quizás, su peculiar interés en los gestos faciales se debiera a que ella pospuso durante demasiado tiempo el mantener relaciones sexuales. O tal vez, el hecho de haber ingresado a un departamento donde no había nada que marcara que le pertenecía a alguien que vivía ahí desde hace más de una década.

No habian fotos.

No habian recuerdos.

No había nada en las paredes de tonos ocres… Paredes vacías.

Quería saber, por más ínfimo que fuese de información, quien era su antiguo profesor. Qué clase de vida tenia, Uchiha Sasuke. Alguien que se niega a ver lo hermoso que es el mundo, y las personas que están con ellos.

"Ya es suficiente" La detuvo. El sudor en su frente, y el pre-eyaculación que experimentaba, le indicaron que ya estaba en su límite. Con sumo cuidado ella soltó la extremidad, al mismo tiempo que dejaba de acariciar su rostro "Para ser la primera vez que masturbas a un hombre… lo has hecho bien."

"Etto…" Se quedó sin saber que responder. Dejo caer sus manos nuevamente a los costados. Las sabanas se sintieron frías, ante la pérdida del calor del cuerpo de él. El rubor inundo las mejillas, pómulos, hasta el cuello níveo de la chica.

"Hmf, ¿Recién ahora te sonrojas?" Sasuke quiso reírse. Bufarse de la torpeza de ella. Mas sus vocablos prosiguieron por cuenta propia. Hinata era tan… "Eres tan extraña, Hyuuga. Tan diferente al resto de las mujeres."

El moreno ya había tenido contacto, con diferente clase de personas, aunque nunca antes encontró nada peculiar en ellos. Nada que llamara su interés. Desde el sencillo, puro, y benevolente, hasta el complejo, hosco y malicioso. Toda la gente le parecía igual de insignificante. Solo para una noche. Para un polvo. ¿Por qué con Hinata sería distinto? ¿Por la situación en la que se conocieron? No. ¿Por qué ella era su opuesto? Podría ser… Había algo entre ambos, que por separado no podía explicarlo, y estando juntos era difícil sino imposible para él descifrar.

"¿Eso es malo?"

"Depende…" El Uchiha quedo en rodillas, entre medio de las piernas de ella, mirándola con superioridad. Una de sus cejas se arqueo al contemplar el torso de Hinata al descubierto. Los senos de ella, cuando la ve caminar, le parecían atrayentes. Blandos, curvilíneos. La palaba indicada sería, femeninos. "Depende desde que perspectiva lo diga."

"Ya veo…" La azulina no quiso continuar indagando. Le incomodaba él que observara sus pechos. Por instinto de pudor, llevo sus manos para cubrirse, sin embargo un firme agarre en cada uno de sus antebrazos la detuvo.

Los dedos de él recorrieron sus brazos bajando sin cuidado, contorneando la parte superior de su cuerpo hasta detenerse en la cadera. Las uñas cortas del hombre se aferraron al contorno de sus muslos. Lentamente, empezó a deslizar las bragas. "¿Usas otra clase de lencería, aparte de esta?"

Se oyó despectivo. La pregunta repercutía con un deje de fastidio… ¿Debía responderle? La cabeza de Hinata asintió, manifestando que si tenía otra clase de ropa interior, solo que jamás imagino que tendría que usarla justamente para hoy. Se suponía que esta noche iba a ser una juntada de conocidos y amigos. Fue una lástima que la reunión haya terminado tan abruptamente cuando él la jalo y llevo lejos del resto.

Fue una pena para los demás, quienes no estaban enterados de nada.

"Esto sí que es una sorpresa" Sasuke sonrió ante el monte de venus, el cual estaba a la mita de descubierto "Te depilas la entrepierna, pero no has tenido sexo nunca antes… ¿Umh? ¿Qué debería pensar, Hyuuga?"

"Es por higiene" Chillo en defensa.

"¿Higiene?" Repitió el Uchiha, sin encontrar conexión alguna entre la palaba dicha y la ausencia de vellosidad púbica.

"Hai…" Hinata rogo porque no le pidiera explicaciones. No sabría cómo explicarle que pese a nunca haber tenido relaciones, asistía desde inicio de la pubertad a la ginecóloga.

"Supongo que es mejor" Murmuro él, retirando finalmente la prenda.

"No entiendo… ¿Por qué sería mejor?"

Decidió ignorar la pregunta de ella.

Las piernas de la joven quedaron extendidas a los costados de las rodillas de él. Retiro la última prenda que la vestía. Inmediatamente se pus rígida, con los muslos apretados unos contra otros y las rodillas tan juntas como le era posible. Sasuke bufo. Quien hubiese dicho que Hinata era de reacciones lentas, estaba completamente equivocado.

"Separa la piernas"

"N-no creo que sea una buena idea…" Tartamudeo.

"Hinata" El tono de Sasuke salió condescendiente, y se mosqueo consigo mismo por sonar blando con ella. A su mente, vino ciertas palabras que le había dicho, hace ya dos años, justo cuando ella le entrego el examen con el que finalizo exitosamente la materia que cursaba con él: …"Hmf, las personas como tú, no sobreviven en este mundo"…

Desesperadamente quería cambiarla. Destruirla y reconstruirla. Pero, empezó a sentir, que era ella la que lo estaba desarmando a él.

"…" La aludida trago saliva duramente. Sus ojos se dirigieron por toda la habitación, escapando de los de Sasuke. Lentamente sus rodillas se fueron despegando. La braga siguió el recorrido de las otras prendas que se hallaban en el suelo. "Sea gentil"

¿Gentil? ¿Amable? Esas eran cualidades que para nada concordaban con su persona. Extrañamente no pudo negarse. "Lo seré"

Las manos ásperas, en comparación de la piel tersa de las piernas femeninas, recorrieron todo el largo del inicio de sus glúteos hasta las rodillas. Agachando el rostro, por entre las piernas de la menor, se dispuso aspirar el aroma embriagador de la vagina. Por lo general no tenía ese detalle con las mujeres que traía a su cama. Le desinteresaba a que olían. Pero ella no era una demás, ella era Hinata Hyuuga.

"¿Qué esta… que está haciendo?"

"Así dolerá menos" Mintió.

Él abrió lo máximo que le permitió las piernas de ella, la escucho contener un sollozo de espanto o miedo ante la carencia de la respuesta a su duda, Sasuke adentro su lengua por sobre los pieles de los labios mayores de la intimidad. Olía a canela. Una canela espesa y adulzada. Pero sabía a sal… como el agua pura del mar.

Lengüeteo el clítoris, y obtuvo el ansiado jadeo de placer que había esperado escuchar desde un inicio.

"Amhg…"

Personas como ella no sobreviven en este mundo.

Hombre como él, solo se engañan a sí mismos.

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Continuara...


Notas de la autora:

Este fics es un regalo de mi parte, por todos los lemons que he pospuesto… He cumplido hace poco 18 años, al fin me siento preparada para publicar mi primer historia con una temática más fuerte que las que anteriores. Espero que lo disfruten, y como siempre ¡Gracias por leer mis locas ideas! n-n

¡El siguiente capitulo, sera el ultimo!

Sayo~