Viaje movidito - Por Airam Viña Gómez ( TokiKiriyama o Airamcena)

El despertador de la mesilla de noche estaba haciendo un ruido horrible. De debajo de la manta, Toki sacó el brazo para intentar aporrearlo y desconectarlo pero a ciegas era casi imposible, estaba demasiado dormido y eran las siete de la mañana. No tenía ganas de trabajar aun, da igual cuanto ames tu trabajo, nunca querrás levantarte temprano para ir.

-Estúpido cacharro mecánico...algún día el Jefe me dejará ponerte en el campo de tiro- dijo enfadado mientras se levantaba.

Lo apagó de un puñetazo y abrió su ropero. Por suerte, era un agente especial y tenía habitación propia pero aun no tenía suficiente categoría para ir a la planta personal de Wesker y Sherry. Bastante era ya que le dejaran tener en su habitación varias armas, CDs de música, videojuegos y pósters en las paredes. Era casi un mimado por el jefe y Wesker muchas veces se preguntaba como demonios le había consentido tanto.

De una percha descolgó una camiseta con una frase muy sugerente, unos pantalones de camuflaje y del cajón de zapatos tomó sus botas militares. Abrió su baúl de armas y se equipó con la Beretta estándar de Umbrella en una cartuchera y en la otra una USP.

Tras mirarse en el espejo y ver su melena moderadamente lisa, decidió no peinarse e ir ya a desayunar. Abandonó la sala y bajó las escaleras, donde se cruzó con su amigo Steve.

-¡Steve! ¡Steve!- dijo para atraer la atención de este, que también estaba medio dormido.

-¿Como es posible que ya tengas puestas esas botas y lleves las pistolas? Tío, son solo las siete de la mañana.

-Hay que estar prevenido y cuando doce balas no son suficientes, mejor tener otras doce de reserva- dijo somnoliento- ¿Wesker y Sherry ya se han levantado?

-Ni idea, yo acabó de despertarme, ni me he vestido aun para trabajar.

-Ya me doy cuenta ya- Toki lo miró de arriba a abajo, una camiseta de tirantes, pantalones de pijama y pantuflas no eran lo mejor para ir a una misión ni para hacer papeleo- De todos modos, ahora toca desayunar, ya luego si eso te vistes.

Siguieron andando por el pasillo hasta la cocina. Allí coincidieron con HUNK, que estaba ya despierto desde las cinco y con los guardias de seguridad del turno de madrugada, que se quejaban del ruido que emitían algunos BOWS durante la noche.

-Mira a esos quejicas- dijo Steve con una taza de café en la mano- Se quejan de los BOWS a los que ni siquiera ven.

-Son unas nenas. No se como el jefe los tiene de vigilantes, nosotros nos enfrentamos a bichos más duros y ni mu pero estos que solo los escuchan y apenas ya se quejan- Toki dio un sorbo de su café con leche y abrió la encimera para buscar algo de comer, donde encontró una bolsa de magdalenas.

-Mira que majas ¡Magdalenas con pepitas de chocolate!

Mientras Toki se regocijaba por encontrar las magdalenas, Sherry entró en la cocina. Ando hasta los dos revoltosos agentes y los saludó con la mano, ella también estaba media dormida y buscó en la nevera algo de leche para preparar un cola cao.

-Buenos días Sherry ¿El Jefe aun duerme?- preguntó Toki con una magdalena en la mano.

-No, se ha levantado y ha ido a la oficina, cuando me lo crucé parecía enfadado por una llamada que acababa de recibir así que te recomendaría que te cambiases esa camiseta tan "graciosa" que llevas- Sherry le quitó la magdalena de la mano y Toki miró su camiseta.

-No se que tiene de malo, a mi me parece graciosa.

-Ya te digo tío, es la leche- Steve y Toki chocaron el puño.

Sherry sonrió esperando la reacción de Wesker cuando viera a Toki con esa camiseta. No le haría gracia leer en uno de sus agentes la frase "Tengo dos tickets al paraíso...en mis pantalones" y menos en un día donde le habían dado una mala noticia. Se sentó a tomar el desayuno en la barra de la cocina.

Wesker hizo acto de presencia en la cocina y todos se pusieron de repente derechos como velas. Miró a todos lados y llamó a HUNK, Steve, Sherry y Toki, al cual miró más serio.

-Buenos días jefe- dijo Toki.

-Toki, hazme el favor y en cuanto acabemos esta reunión irás a quitarte esa estúpida camiseta. Ningún agente de Umbrella vestirá como un fantoche aunque estemos aquí adentro- Wesker respondió severo y Sherry le dio un leve codazo al pistolero.

-Te lo dije- susurró, Toki arrugó la cara.

Atención. He recibido una llamada esta mañana de que en el norte de Colonia, Alemania, justo en las montañas se han avistado a unas cuantas tropas de Excess merodeando. No sería tan grave si no fuera porque rondan en unas instalaciones militares abandonadas en teoría por lo que es posible que estén planeando algo. Eso no es todo, en Nueva Jersey hemos perdido el contacto con Lou, que vigilaba de cerca a un importante científico de Excess.

-¿Cual es nuestro trabajo, Wesker?- dijo Sherry apoyada sobre la palma de su mano.

-Burnside, tu y Ana coged un avión a Jersey. Si vas con Toki seguro que te distraes.

-¡Pero Jefe, Steve es mi compañero de siempre!- protestó Toki.

-Te pago por cumplir órdenes, no por protestar- respondió Wesker serio. Tu irás con HUNK a Colonia y despejaréis esa base. No quiero que Excess crea que puede prepararse, quiero esa base en llamas y que toméis todos sus datos posibles. No quiero fallos en esta misión. Id, recolectad información y cuando tengáis lo que quiero, matadlos a todos.

-¿Y yo?- preguntó Sherry

-Tu ven conmigo, tenemos papeleo en mi oficina- dijo mirándola fijamente a los ojos.

Tras esto, Wesker abandonó la sala como mismo entró, Sherry acabó su desayuno y salió aprisa para reunirse con el en la oficina.

-Bien Toki, ya has oído al jefe. Cámbiate esa camiseta y tira al aeropuerto, allí tomaremos un avión hasta una base en Alemania y de allí iremos en helicóptero hasta la base. Yo me voy, que tengo el equipo listo. No tardes.

-Estúpido HUNK, siempre preparado para todo- dijo Toki mientras se iba a su cuarto con una magdalena y aun algo de café en la boca- No se que le ven de malo a mi camiseta ¡Con lo que mola!

Una vez más, Toki estaba discutiendo solo, pero daba igual. Al entrar en su habitación se puso los pantalones de camuflaje ártico, el arnés y el gran chaquetón para misiones en la nieve. Decidió cambiar de armas y optar por algo variado, sigilo en distancias y una ametralladora por si la cosa se ponía fea por lo que tras decidir que llevaría de vestimenta fue a por el equipo. En la mochila metió los tubos para muestras y todo lo necesario para extraer datos de las terminales informáticas, así como varias bengalas y algunas raciones, nunca se sabía. También tomó una jeringuilla con suero y un botiquín simple. En el arsenal recogió una USP .45 con silenciador, dos cargadores de esta. Una Bizon 9mm con cuatro cargadores y para rematar, un rifle Artic Warfare .50, trucado para ser totalmente silencioso. Solo llevó un cargador para esta.

Aparte de esas armas, equipó un cuchillo de combate y unas granadas de gas, nunca se sabe cuando pueden ser necesarias. Tras armarse hasta los dientes, salió corriendo hacia el todoterreno que tenía en el garaje de la central, donde metió todos los bártulos junto a la chaqueta de camuflaje, le daba calor llevarla todo el rato así que se fue con una camiseta de Children Of Bodom puesta. No era lo más elegante pero daba igual, luego la chaqueta lo cubriría.

Se pasó el trayecto de la mansión al aeropuerto escuchando música en el reproductor pero en ningún momento se le ocurrió detenerse a pensar un poco en la situación a la que se enfrentaría. En Colonia se habían avistado meses antes a unas cuantas células terroristas chechenas rondando y no eran precisamente amables ¿Estaría Excess colaborando con ellos? Esperaba que no fuese así pero no lo pensó, el iba concentrado en llegar a tiempo al aeropuerto mientras marcaba el ritmo de "Hate Me!" con el índice en el volante. Al llegar, presentó su pase especial a seguridad del aeropuerto y entró con el todoterreno hasta el hangar especial de Umbrella. Nadie sabía que era de Umbrella, en el aeropuerto pensaban que era solo una asociación gubernamental del tres al cuarto ya que a Wesker no le gustaba llamar la atención con sus instalaciones pese a que la mayoría de centrales fuesen ostentosas.

En el hangar le esperaba HUNK, cruzado de brazos y con la TMP silenciada colgando del hombro. Toki se bajó del vehículo y descargó todo el contenido para la misión en el avión. Mientras lo hacía dio con una foto que metió en la cartera, pensaba que le daba suerte. Era una foto de Steve y el cuando entró a Umbrella este último. Consideró que Steve fue quien convenció a Wesker para rescatar a Toki luego de que Excella lo hubiese matado pese a que el la dejó con severas heridas.

-A buenas horas ¿Nos ponemos ya en marcha? El piloto se aburre- dijo HUNK subiendo.

-Calla anda, me estoy quedando dormido de nuevo y eso que he tomado un café esta mañana.

-No pasa nada, de aquí a Alemania hay aun seis horas de vuelo, duerme tres y las otras tres planearemos que hacer.

-¿Tres horas para hacer planes? Es un puto asalto a una base, no la carta de los Reyes Magos- respondió Toki. El quería dormir al menos cinco horas y no tres.

-Hay detalles que quiero limar antes de que nos metamos ahí, no quiero estar expuesto por lo que tu me ayudarás, pero primero duerme, se te cierran los párpados.

Toki le hizo caso y casi inmediatamente se quedó dormido en el asiento del avión. HUNK para pasar el rato desmontó la TMP y la volvió a armar tras limpiarla y comprobar un mecanismo de última generación que le había añadido. No lo había probado en batalla pero creía que funcionaría aunque el no fuese fabricante de armas. Según el, era una pena que no pudiese patentar su invento porque es ilegal pero si pudiera, se haría de oro.

Al cabo de una hora, el busca de HUNK parpadeó. Era Wesker que le mandaba un mensaje, al parecer de urgencia.

-Parece que tenemos un ligero problema HUNK, no tenéis más de dos horas ahora para prepararos- dijo Wesker.

-¿De que se trata? ¿Las autoridades atacarán la base o que?

-No sería preocupante, pero nos acabamos de dar cuenta de que vuestro avión está en el punto de mira de los chechenos que se ocultan en las montañas de Colonia. Siento comunicaros que tenéis que tomar el equipo y preparar un paracaídas, no queda nada para que sobrevoléis ese área y ellos tendrán listo el Sistema Antiaéreo de Misiles. Pese a que sea un equipo portátil puede derribar ese avión así que prepararos para saltar cuanto antes. Corto y cierro.

Con esto se cerró la llamada de Wesker y HUNK se levantó para despertar a Toki, que casi se estaba babeando en el asiento. Lo zarandeó y este se despertó.

-¿Que pasa?- dijo semidormido.

-Ponte un paracaídas, rápido, y coge el equipo, pronto tendremos un puto aterrizaje de emergencia.

-No me jodas, putos SAM, siempre molestando a quien no debe.

Toki se levantó y corrió a prepararse para la misión. Activó su radio conectada con la de HUNK y se pusieron de pie. El piloto ya había sido advertido por Wesker y también estaba listo. En cuanto el misil impactase contra el ala, el avión se partiría en dos y ellos tendrían que saltar.

HUNK miró por la ventana y vió el destello venir de la nieve hacia ellos velozmente. No pasaron más de dos segundos hasta que impactó contra el ala y la destrozó, abriendo un gran boquete por el que saltó Toki con la misma mientras HUNK amartillaba su TMP, no descartaba que disparasen de abajo.

-Life feels like hell should, this hell so cold. Put another knife out!- cantaba Toki mientras bajaba en picado antes de abrir en paracaídas, HUNK sabía que era su acto reflejo cuando estaba nervioso, el odiaba las alturas y más aun saltar de un avión.

-¡No es momento de cantar! ¡Saca tu arma y ataca a esos chechenos antes de que carguen de nuevo el puto lanzacohetes!

De abajo comenzaron a venir balas de AK 47 de fabricación rusa, Toki distinguía todos los tipos de AK y esta era de las que llamaba "AK puras" ya que venían de Rusia, su lugar originario. En el aire, el avión estalló como una traca de fuegos artificiales, era señal de que las balas disparadas habían destrozado lo que quedaba de ala y alguno alcanzó el depósito de queroseno.

Abajo, uno de los guerreros tomó una PKM de una caja y tras colocarle una cinta de balas intentó abatir a los paracaidistas, destrozando el paracaídas de Toki a pocos metros del suelo que acabó cayendo por una ladera y perdiendo parte del equipo por el camino. Un golpe fuerte con una roca lo dejó K.O. Por otro lado, HUNK aterrizó lejos de la zona objetivo.

-Toki, responde a la radio ¿Me recibes Toki?- dijo cubierto tras unos matorrales y colocando el silenciador a su TMP. El solo contra más de veinte terroristas sería algo totalmente suicida hasta para el.

Por al lado de HUNK pasaron dos tipos con camuflaje ártico y armas soviéticas. No cabía duda, esta gente había tomado el exterior de la base y buscaban algo dentro de ella. Se situó tras ellos y los siguió sigilosamente, escuchando la conversación que mantenían.

-¿Entonces dices que uno de esos tipos tiene adentro una ametralladora pesada?

-Da, y por lo que dice Stroganov, resiste las balas como si fuese invulnerable- esto llamó la atención de HUNK ¿Quedarían lugartenientes de Excess?

-Pronto sacaremos a ese atontado de ese sitio, Oleg tiene un plan que no fallará.

-Oleg es un maníaco, sus planes siempre acaban saliendo mal.

-De momento no hay nada mejor así que...¡Mira!¡ Uno de los de ese avión!

HUNK había encontrado lo que buscaba, Toki estaba en el suelo con todo su equipo por el suelo. Un checheno agarró un tubo de muestras que guardaba Toki para llevárselas del laboratorio.

-¡Este tipo es un espía!- el otro había abierto la mochila y sacó todos los USB para robar información, acto seguido los destrozó- ¡Viene a por los datos!

De detrás de ellos vino una ráfaga de seis balas que los hirió, parecían llevar ropajes bastante gruesos para amortiguar golpes y balas además de evitar el frío por lo que se dieron la vuelta aunque doloridos y sangrando algo por las balas. Uno amartilló el AK y disparó contra HUNK pero este rodó y de dos zancadas lo desarmó y se puso frente a el, el otro se quedó mirando pensando que su compañero acabaría pronto con su oponente. El duro soldado de Umbrella le quitó el AK, le golpeó en la barbilla con el y ametralló a su antiguo dueño, para luego disparar al arma del otro.

-¡Bastardo! -dijo el soldado desarmado, que sacó del cinturón un cuchillo de combate que dirigió a la garganta de HUNK pero este lo agarró por debajo del brazo y lo tumbó con una llave de judo

-¡Toki, despierta! No es momento de siestas

Tras unos segundos y algunos zarandeos de HUNK, se despertó y comenzó a recoger todo el equipo. Su PDA estaba brillando, Wesker intentaba ponerse en contacto con ellos.

-¿Ha salido bien la maniobra anti misiles?- preguntó Wesker al responder Toki la llamada.

-No...me he dado un buen golpe contra el suelo y casi me abro la cabeza.

-Eso es una nimiedad, pronto se te pasará. Los objetivos han cambiado- respondió su jefe- Tenéis que acabar con todos los terroristas de la zona y cumplir vuestra misión anterior.

-¿Cuantos hay fuera de el edificio que tenemos que asaltar?- Preguntó HUNK por detrás.

-Con el satélite podemos ver unos diez alrededor y quince rondando por la montaña. Acabad con todos, no quiero excusas.

Dicho esto se cortó la llamada y ambos soldados siguieron su camino, armados para enfrentar la amenaza. Toki iba cargando el pesado Artic Warfare, deteniéndose en algunos puntos para observar. Finalmente llegaron hasta un pequeño camino asfaltado con varios jeep volcados y numerosos cadáveres, todos soldados de Excess y algunos doberman que soltaron estos para hacer frente al ataque terrorista. Frente al edificio se reunían los diez que contó Wesker, todos en fila mientras llegaban más terroristas de una ladera, bajando en un camión preparado para la nieve.

-¡Soldados!- Dijo el que parecía ser su líder- Oleg va a detonar este muro. En cuanto lo haga, quiero que todos os pongáis en formación. Los laboratorios están en el sótano y los ordenadores en la planta siete ¡Los de las M 85 a los ordenadores, los de los AK a los laboratorios y los demás buscad al tipo de la ametralladora pesada! Lo quiero empalado en una pica antes de dos horas.

-HUNK, yo disparo a los de las AK, tu a los de las M85 ¿trato?- dijo Toki apuntando por su rifle, pero HUNK no estaba.

De pronto se escuchó una TMP. Había bajado hasta las filas enemigas y estaba disparando a todos los enemigos, que caían abatidos. Toki empezó a disparar a todos los que podían poner en peligro a HUNK, teniendo en su mano una velocidad considerable para cargar una y otra bala con el cerrojo del rifle.

-¡Replegaros, replegaros a la base!- Dijo uno de los supervivientes corriendo hacia el interior mientras disparaba su Zastaba.

La escarcha estaba ahora pintada de carmesí por la sangre de los soldados y se contaban catorce cuerpos en el suelo.

-Quedan seis y dos heridos sin contar los que puedan haber en el resto de las montañas- dijo Toki- Si nos dividimos en la base los encontraremos antes. Tu baja al laboratorio y yo me encargo de los ordenadores.

Tras cruzar la entrada, ambos se dividieron. Toki fue por las escaleras hacia la planta informática dejando atrás el Artic Warfare y tomando un AK enemigo subió mientras que HUNK iba a los laboratorios únicamente con una TMP y el cuchillo.