EGOÍSTA

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N/A: Este es un Drabble, que salió de mi cabeza luego de ver varios Fanarts de esta pareja.

DISCLAIMER: Ninguno de los personajes aquí mencionados me pertenecen. Todos y cada uno de ellos son propiedad de TOEI. Tampoco me pertenece la imagen de portada.

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Porque el ir a pasear por el mundo en busca de "un lugar especial" para resguardar el Hope ring de Koyomi, era una simple excusa.

Un pretexto que ocultaba sus verdaderas intenciones.

Sus amigos lo sabían…

…Él no sería capaz de deshacerse de ella.

Koyomi lo era todo para él.

Por eso no podía dejar atrás el Hope Ring, era el objeto… era la promesa que lo ataba a ella.

Muchas veces recordaba como ella le agradecía por haberla salvado; pero para él, había sido ella quien lo había salvado, quien lo había rescatado de la desesperación.

¿Por qué no dejarla ir?

Ya había sufrido suficiente en vida, ahora él quería seguir aferrándose a su recuerdo.

Sí, era un maldito egoísta.

Un egoísta por pensar en sí mismo, sin siquiera detenerse a pensar en los demás.

Un egoísta por declarar con sus acciones a Koyomi como de su "propiedad".

También era un masoquista.

Se lastimaba así mismo al recordarla, al seguir pensando en ella.

Ella siempre sería su fuerza y debilidad, así que… ¿De qué manera protegerla?

En su mente, donde sus recuerdos junto a Koyomi estaban. Esa era la solución.

Mantenerla dentro de sí para que nadie le hiciera daño. Para así mantener viva la esperanza dentro de su corazón.

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― ¿Enserio tienes que irte? ―

― Sí Koyomi, debo continuar con el viaje ―

La aludida bajó la mirada e hizo un mohín de desagrado. Haruto sonrió y se le aceró, levantando con delicadeza su mentón para volver a obtener su mirada. ― Volveré en cuanto pueda, ¿confías en mí, cierto? ― Le cuestionó con ternura.

Ella asintió con lentitud. ― Te espero esta noche ― Musitó.

Él sonrió y entrelazó sus manos con las de ella, elevándolas a la altura de su cara. Besó su mano donde portaba el anillo de color rosa. Ella se sonrojó. ―… Esta noche y las que siguen por toda la eternidad ― Recitó con los ojos cerrados.

Ella sonrió. ― ¡Te quiero Haruto! ― Exclamó lanzándose a sus brazos.

Él se aferró a ella con fuerza, disfrutando del tacto. ―…Yo también te quiero Koyomi― Le susurró, mientras acariciaba su cabello con suavidad.

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En sus sueños, él y Koyomi tenían sus reencuentros. Uno de esos que desde hace mucho anhelaban con tener.

Y sí, Haruto era un egoísta. Porque todo lo anterior había sido una fachada. Jamás sería capaz de desligarse de Koyomi. Y menos ahora que ella era parte de él.

No era correcto. Pero mientras ambos sean felices, lo valía.

FIN