¡Hola, sempais! Aquí estoy nuevamente, presentándoles otro trabajosobre mi pareja favorita de Kuroko...aparentemente, no importa las veces que traté y los berrinches contra el mundo, amo el AkaMido hasta lo huesos (u-u). Además, creo que sólo busco darle momentos felices a esta pareja (cada vez que empiezo un nuevo fic, tengo la sensación de que terminarán separados por el destino). En fin, sigamos:

Kuroko no Basuke no es y nunca será de mi propiedad. Le pertenece a Tadatoshi Fujimaki. Yo sólo estoy buscando entretenerme y quizá, darles un buen rato a ustedes (nwn).

Advertencias:

1) Veamos, bueno, en primer lugar aclaro que quiero hacer un compendio de drabble u one-shot, aunque ignoro el número (supongo que dependerá de la inspiración y las ganas de derrocharla en AkaMido, de manera que también no hay una fecha para publicar xD). No tienen relación temporal uno con otro (podrá ser shonen-ai o yaoi...es decir, como viñetas de antes de ser novios o después). La pareja principal es AkaMido, pero de cualquier manera, estoy abierta a utilizar otras conforme las cosas avancen.

2) Quisiera decir que puedo conservar a los personajes en sus personalidad, pero es difícil y quiero disculparme de antemano si salen OoC.

Ahora, sin más, espero que les gusten mis pequeñas contribuciones.


((*~* [TIMELESS] *~*))

.ͼͽ.

« Mantenemos este amor en una fotografía. Creamos recuerdos para nosotros mismos, donde nuestros ojos jamás se cierran, nuestros corazones no se rompen y el tiempo se congela para siempre ».

Ed Sheeran, Photograph.

.ͼͽ.

I

Akashi no siente culpa mientras le roba ese instante a Midorima. La expresión del vice-capitán, tan relajada y suave, hace que sus manos busquen automáticamente el celular; registra a tientas la mochila, sin apartar los ojos del peliverde, asegurándose de grabar la escena en caso de que Shintarou despierte antes de tomar una fotografía.

Las comisuras de sus labios se extienden hasta formar una larga sonrisa cuando por fin, después de lo que parece una eternidad, halla el teléfono. Se mueve rápidamente y apunta hacia su objetivo con la determinación tan característica en él.

Momentos después, su atención únicamente reparaba en la imagen de la pantalla: Shintarou acostado en el césped, rodillas contra el pecho mientras abraza un conejo negro (el ítem era uno de los más pequeños y tiernos que había sugerido el famoso horóscopo de Oha-Asa, pues tenía unas grandes orejas, cargaba una zanahoria y lo adornaba un bonito listón azul cielo, que resaltaba en el cuello). Midorima lucía sorprendentemente tierno y joven, como un niño.

Guardó el celular y volvió a recostarse en el pasto, echándose de lado en dirección al peliverde. Lo observó: El mohín de su nariz, igual que un ratoncito; el temblor de sus largas pestañas; la respiración acompasada; el juego de luz y sombras que proyectaba el sol a través de las hojas danzantes y daban una apariencia más fascinante a Shintaro (si es que eso era posible).

Un extraño sentimiento floreció en su corazón, pero antes de darle nombre, lo obligó a desaparecer.

(*~[*]~*)

La segunda fotografía que tomó, no pasó inadvertida por Shintarou, aunque al pelirrojo igual le gustaba. Esa —calurosa— tarde regresaba de una junta con Nijimura. Él hacía lo posible por no evidenciar el bochorno, pero cada vez estaba más tentado de utilizar los documentos del club como abanico. Empero, la idea murió cuando reconoció a Midorima sentado en una banca, sosteniendo un par de helados.

Aprovechando que el de lentes se mantenía cabizbajo, sacó el celular. Hizo como que revisaba la hora y, al faltar escasos metros para alcanzarlo, llamó:

—Shintarou.

Oír su nombre pareció sacudirle violentamente de lo que fuera que lo traía ensimismado. Midorima levantó la cabeza en una respuesta rápida, abriendo los ojos un poco más de lo usual, sonrojado por alguna razón desconocida. Seijuurou presionó el botón de la cámara y el teléfono hizo un ruidito que dejó al descubierto su intención.

—¡Akashi! —Exclamó el otro, levantándose como un resorte—. ¿Por qué has hecho eso?

—Oh, pensé que te veías adorable esperándome aquí, Shintarou —admitió con una sonrisa.

—Borra esa foto-nanodayo. —La respuesta que le dio fue meter el celular a su bolsillo—. Akashi…

—Está bien. Nadie esculca mis cosas —prometió, encogiéndose de hombros—. Será nuestro pequeño secreto.

Midorima alzó una ceja.

—Haces que piense cuán ridículo debí salir en ella-nanodayo —rezongó, pero el capitán desvió el tema.

—¿Dónde están los otros?

—No sabíamos cuánto ibas a tardar, así que se adelantaron al karaoke. Esperaban que nosotros los alcanzáramos allá-nanodayo —explicó, pasándole el cono de limón.

—Oh, Shintarou. No tenías que molestarte —dijo con una sonrisa complacida mientras tomaba el helado. En ese momento, quizá por la inclinación, tal vez consecuencia del calor o ambas, la bola de nieve cayó como una plasta a su pie. Ambos jugadores se quedaron observando los zapatos de Seijuurou—. Bueno, es muy refrescante.

La expresión del pianista le hizo desear tener de el celular en mano. Parecía genuinamente avergonzado y sus mejillas estaban coloradas, pese a que Akashi nunca tuvo intención de mortificarlo.

—Lo siento, Akashi… yo…

—Está bien —cortó amablemente y lo repitió cuando Shintarou le extendió una servilleta de tela con unas flores bordadas (era el ítem de Cáncer esa tarde).

—Puedes usarlo-nanodayo.

Él sacudió la cabeza negativamente y se limitó a tomar la mano del peliverde como apoyo. Levantó la pierna y con un movimiento de mano, empujó la bola de nieve al suelo. Después sacó una servilleta de su mochila, limpió la punta de su zapato y recogió el helado. Midorima lo observó en silencio.

—No pienso ensuciar tu objeto de la suerte —se justificó el pelirrojo. Shintarou frunció el ceño.

—Tú no crees en esas cosas.

—Pero tú sí —arremetió, no carente de amabilidad—. Y eso es suficiente para mí. —Hizo una pausa—. Ahora, vamos al karaoke.

De camino, Midorima volvió a comprarle un helado.

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¡Eso es todo por ahora! De verdad, espero que les haya gustado el "primer capítulo" y me permitan ofrecerles una "continuación".

A quien corresponda: ¡Gracias! El rectángulo de abajo los está esperando (:D)