Nota: Los Teen Titans no me pertenecen, son marca registrada de DC Comics.

El Comienzo

El amanacer estaba proximo y el tibio calor que provocaban los primeros rayos del sol ya acaecian en los hermosos tejados del pueblo. Las aves eran las primeras en recibir al sol y darle la bienvenida entre cantos. Solo restaban unas horas para el despertar de todos los habitantes.

-Robin (lo mecio levemente) Robin despierta (abrio la cortina que cubria la ventana) ya es momento de levantarse, ¡arriba, arriba!- dijo una señora que cruzaba los 37 años de edad, era de contextura ancha y era de estatura media, unos ojos azules y una tez sonrosada. Su pelo era largo y un poco rizado, de color cobre.

-Mamá...dejame dormir unos cinco minutos mas, tengo mucho sueño...(se tapo la cabeza con las cobijas y se dio vuelta) solo cinco minutos- rogo un muchacho de 16 años, su piel era blanca y tenia unos ojos identicos a su madre. Su pelo estaba alborotado y tenia un color negro intenso. Tenia una contextura delgada y atletica, era de estatura alta.

-No puedes, recuerda que hoy debemos ir al Obelisco (Robin saco su cabeza de las cobijas) debemos apresurarnos. Levantate y baja a tomar desayuno, apresurate.- la señora salio de la habitacion, se escucharon sus pasos al bajar la escalera.

Robin no tardo en salir de su cama y buscar ropa en los cajones del armario. Se puso un traje negro que consistia de: una camiseta manga larga, pantalones de cuero al igual que unas botas que llegaban hasta la mitad de la pantorrilla y una sotana larga (hasta los talones) que llevaba un simbolo de sol en la parte del medio. Salio de la habitacion y bajo las escaleras.

-Ve a lavarte y sientate a la mesa- ordeno su madre.

Robin obedecio, salio de la sala del comedor y atraveso un pasillo para llegar al lavatorio, tomo agua entre sus manos y se mojo la cara, luego mojo un poco su pelo y lo puso en puntas. Salio del cuarto del lavatorio y se dirigio a la mesa. Al sentarse llego su madre.

-Bien hijo, aqui tienes (le puso un plato con tostadas y dos huevos fritos, y un vaso con jugo de naranja) eso nesecita un chico como tu para ser fuerte.- su madre sonrio y se alejo a la cocina.

-¡Gracias!, esta genial el desayuno...- parecia desanimado.

-¿Te sucede algo?- pregunto su madre preocupada.

-No, es solo que...(revolvio sus huevos) hoy llega papá- dijo melancolico.

-Si, el ejercito lo ha mantenido muy ocupado ultimamente, pero animate, ¿no querras recibir a tu padre con esa cara?-

-No, es mejor que me apresure.- su madre sonrio.

Al cabo de unos minutos Robin ya habia terminado su desayuno, al igual que su madre. Despues de que su madre arreglara unas cosas salieron de la casa, el ambiente estaba algo frio, el calor de la mañana habia desaparecido y el cielo amenazaba con comenzar a llorar.

El Obelisco se encontraba en el centro de una plaza, alrededor de aquella plaza se encontraban las mejores tiendas, preciosos animales, tiendas de magia (negra y blanca), centros de comida y todo lo que alguien nesecitara se encontraba ahi. Era por eso que todos los dias la plaza del Obelisco se llenaba de gente, de todo tipo: magos, brujos, hechiceros, monjes, etc. Cuando llegaron a la plaza le dijo que primero irian a pedir a los Dioses y luego irian a comprar, Robin accedio no de muy buena gana pero hizo lo que pudo.

-Dioses de la Tierra, del Fuego, del Agua y del Aire, os pido a vosotros sus bendiciones, tambien os pido que cuideis de mi familia, ayudadme a ser mejor y traedme a mi esposo a salvo. Humildemente os pido eso en vuestro gran Obelisco. Os he traido de ofrenda a este gallo, espero lo acepteid.- termino de articular la madre de Robin, este supuso que eso era lo que su madre estaba arreglando.

Al salir del Obelisco se dirigieron a las tiendas de las plazas. Robin le rogo a esta que le diera algo de dinero para comprar articulos e inciensos, ella acepto solo poniendole una condision.

-No debes alejarte de la plaza por ningun motivo, nos reuniremos aqui en 30 minutos, no lo olvides.- Robin asentio y se alejo de su madre a las tiendas a las cual el conocia.

Solo a los minutos de alejarse se escucho una explosion, Robin acudio al lugar de donde provenia la explosion. Todo el gentio estaba rodeando un pergamino, se oyeron unas palabras "El que fue encerrado en papel resucitara, ¡Enemigos, Temed!" del pergamino se levantaron varias bestias rojas, con largos cuernos y una cola enroscada, salieron muchos y la gente despavorida huyo hacia sus hogares. Entre todo el griterio se oyo un grito que destaco "Cuidado con los ¡Circuloooooos!" el grito se oyo destajador y grave, Robin huyo hacia un arbol y lo escalo, desde la copa trato de distinguir a su madre entre toda la gente. Al mirar entre todos pudo divisar circulos provenientes del suelo, de estos se levantaban grandes pilares de fuego, Robin asustado bajo del arbol y se refugio en el costado del Obelisco.

-¡Robin!, ¿¡Robin donde estas!?- gritaba su madre asustada y perturbada por lo que estaba sucediendo. Escucho una voz familiar.

-Cassandra, ¡Ven!- el sujeto que la llamaba era su esposo, era alto y bien formado. Tenia el pelo negro y los ojos azul claro, llevaba una gran gabardina de color verde y en su mano traia una gran maleta.

-Edward, querido, no puedo encontrar a Robin...- las lagrimas brotaron de sus ojos.

-Tranquila, escuchame, nada le sucedera. Debes calmarte, yo lo buscare, ve hacia el Obelisco, yo debo ayudar a destruir a esas bestias...- sin mas que decir se marcho ignorando los gritos de su alterada esposa.

Cassandra se dirigio al Obelisco y distinguio a Robin, se acerco corriendo lo mas rapido posible. Al reunirse decidieron irse hacia algun lugar seguro, como Robin era el hombre tenia que tomar las desiciones, asi que resolvio que debian ir hacia el centro religioso, quedaba cerca y era un lugar muy seguro. El gran centro Religioso no habia sufrido ninguna consecuencia, estaba hecho de marmol blanco, tenia grandes paredes construidas por magia. Para llegar solo debian atravesar por unas calles. Comenzaron a correr con aquella direccion, antes de poder cruzar una de las bestias salto encima de ellos.

-¡Robin ayudame! ¡Quitamelo de encima!- gritaba desesperada su madre al ser atacada por esas bestias, esta tenia un cuchillo de hecho de hueso, Robin reaccionando tomo una piedra y la arrojo a la bestia, esta cayo al suelo y solto su cuchillo de hueso.

-¡Madre huye!- grito extaciado por la escena.

La bestia irritada salto nuevamente en la espalda de Cassandra, con sus uñas desgarro sus ropas y parte de la carne. Todo se mezclo, la sangre la ropa y los pedazos de cuero que salian de las uñas de la bestia, Robin tomo el cuchillo y lo estaco en la cabeza de la bestia. Un charco de sangre broto de este, manchando a Robin y a su madre.

-¡Madre estas herida!- Robin estaba desesperado y no sabia que hacer.

-No te preocupes, solo son unos rasguños- se excuso ella, pero no era asi...

Al llegar al Centro Religioso cruzaron las puertas y los monjes atendieron a Cassandra, pero ocurrio un problema con Robin...

-Lo siento chico, pero tu no puedes estar aqui...-

-¡¿Que!? ¡¿Por que no puedo estar aqui!?- grito enfadado.

-Los Dioses predigieron esto, y nos dijeron "Aquel chico que llegue con la mujer pura él, y solo él, podra detener la masacre que ocurrira", aparte de ustedes nadie mas ha venido, debes cumplir con el dictado de los Dioses...Lo siento, es algo duro de aceptar-

Robin atonizado salio del centro, no sabia que hacer...Pero algo lo distrajo, la presencia de su padre al frente de sus ojos, luchando contra las bestias...

-Padre, ¿Que puedo hacer?-

-Robin, es un gusto verte, debes ayudar a tu madre-

-No puedo, los Dioses dicen que debo ayudar a detener el ataque de las bestias...-

-Eres muy pequeño, pero puedes ayudar.-

Edward y Robin se alejaron del centro Religioso, su padre le explico la situacion y comenzaron a batallar. Robin tenia una espada y sabia algo de Caballeria, algo que su padre le habia enseñado. Habian luchado contra varias bestias y parecian inacabables, pero algo les devolvio la esperanza...

-¡Lex Redemption!-

Se oyo gritar, una gran luz cayo sobre las bestias y las desintegro, pero eso no acabo ahi...

La Aldea de Grecko.

Tres años ya habian pasado desde aquel incidente...Robin desperto de sus sueños, todo lo sucedido revivia en su cabeza, hace tiempo que habia sucedido todo, su padre ya no estaba...

-¡Robin, baja, el desayuno esta listo!- grito Cassandra desde el piso de abajo.

-¡Ya voy mama!- respondio.

Se dirigio al armario y se puso su ropa, siempre negra. Unas botas negras, camiseta manga larga y pantalones de cuero.

Bajo rapido y se lavo la cara, ahora tenia el pelo largo y se lo amarraba atras. Se dirigio a la cocina y beso a su madre, luego se sento a la mesa a tomar su desayuno acompañado de su madre, pero esta estaba algo preocupada...

-¿Que te sucede mamá?- pregunto Robin tomando su jugo.

-Robin, hay algo que debo decirte...- su rostro cambio a uno muy serio

-Dimelo, no te apresures...-

-Ya tienes 20 años...eso significa algo muy importante (lagrimas brotaron de sus ojos), pero deberas marcharte...-

-¿A que te refieres?- pregunto preocupado.

-Tu padre pertenecia al ejercito del Rey, tu deberas hacerlo tambien, pero no quiero que lo hagas ya que nuestra aldea esta en guerra...(ahora lloraba inconsolablemente) prefiero que huyas y no te unas al ejercito, que perderte en aquella guerra al igual que tu padre...-

-Al ejercito (susurro)...madre, confio en ti, y lo hare. ¿Pero adonde puedo huir?- pregunto desentendido.

-Deberas ir hacia el Sur, tengo unos amigos en la Aldea de Kry. (le paso un papel con unos nombres anotados en él) buscalos y diles que vas de mi parte, ellos te ayudaran. Toma tu espada por si hay peligro, lleva algunas pociones y antidotos. (Lo abrazo) deberas cuidarte mucho, te escribire todos los dias...-

-Muy bien...yo tambien te escribire...- Robin tambien lloraba abrazado a su madre, pero el sonido de la puerta los interrumpio.

-(golpes en la puerta) Sr. Robin, hijo de Edward Frijuuk, abrid.-

-Robin ¡huye!- dijo su madre, Robin obedecio y salio por la puerta trasera.

-(abren la puerta) ¿Donde esta el Sr. Robin?-

-Nunca lo sabran, no vive aqui.- dijo con firmeza Cassandra.

-(la tomo del brazo) dime mujer, ¡¿Donde esta tu hijo?!-

-No se a que te refieres, el ya no vive aqui, no lo veo desde hace dos años- dijo sin dudar.

-(Vio la puerta de atras abierta) muy bien, no nesecitamos que nos digas nada, ya sabemos donde esta...- atraveso la casa a largas zancadas y salio por la puerta trasera.

-Robin por favor cuidate y ten cuidado...- susurro para si Cassandra.

Robin huia a toda velocidad a traves de los campos, sintio una voz que lo llamaba lejos por atras, se subio a un arbol y pudo observar a dos sujetos del ejercito, bajo rapidamente y siguio corriendo. Al cabo de unos minutos se adentro en un bosque, podia oir que los gritos se acercaban, corrio aterrorizado a traves de la espesura del bosque, como estaba muy oscuro tropezo y cayo estrepitosamente, los personajes del ejercito lo escucharon y se acercaron a él.

-Ya no corras mas Robin, ven, te llevaremos al ejercito...-

-¡No!, no ire a su estupido ejercito...-

-(saco su espada) Si dices eso de nuevo te asesinare como a un cerdo-

-(se puso de pie y empuño su espada) N-O I-R-E A S-U E-S-T-U-P-I-D-O E-J-E-R-C-I-T-O. -dijo mirando a los ojos a los dos personajes.

-Muy bien, no olvides que te lo advertimos.-

El sujeto del ejercito comenzo a luchar, las espadas chocaban entre si y los ataques esquivados hacian de la batalla interesante. Ninguno utilizo habilidades especiales, solo lucha cuerpo a cuerpo, al ir luchando y moviendose se acercaron a un "acantilado" donde habian muchas raices de arboles y hojas, al final se podian divisar varias piedras. Al cabo de unos minutos ambos estaban cansados, Robin no dudaba que iba a morir, pero sin embargo debia hacer que eso fuese dificil.

-Muy bien, esto ya tardo mucho...- dijo lanzando una estocada, Robin se agacho, dispuesto a atacarlo pero las palabras que escucho hizo que todo fuese en vano -¡Push!- Robin cayo al acantilado arrojado por una fuerza invisible, mientras iba pensando en su madre...

-Es una pena, era un buen guerrero...- dijo el otro sujeto del ejercito -vamonos...-

Robin iba cayendo, todo estaba echado y nada podia hacer, cerro los ojos esperando su final, pero no sintio su caida, eran unas manos con las que impacto antes de llegar al final del acantilado...

Ese fue el primer capitulo, si quieren seguir leyendo, envien muchos reviews (eso depende de ustedes, pero si llegan muchos sera mejor).