Para: Such92 (such.92 )
De: Sakura Haruno (haruno_sak23 )
Asunto: Sin asunto
Hola,
Quizás es extraño que te escriba a esta hora pero no he sabido qué más hacer. Me siento sola, Such. Aunque lo pienso y no encuentro razones para estar así. Me gusta la soledad, ¿sabes? Te lo había dicho cuando comenzamos a mandarnos emails. La soledad es muy bonita y me agrada cuando es voluntaria.
Hoy, Ino se ha ido del departamento. Soltó algunas explicaciones que no le pedí y al final se enojó aunque no haya dicho una sola palabra en su contra. Lo único que me contó es que iría a vivir con una amiga de su facultad, que es mejor que yo.
Siempre he tratado de entenderla pero, llegados a este punto, admito que no puedo. Nunca comprendí su manera de criticarme y compararme con otros. Sé que no soy tan admirable como puede llegar a serlo ella pero ¿debía recordármelo? Además, tampoco estoy tan mal… ¿o sí?
En fin. No quiero fastidiarte con mis lamentos. Ya se me pasará, como todo. Pero quise escribirte porque a esta hora de la madruga en la que, a pesar de cobijarme, el frío no mengua. Tú eres el único ser con el que puedo sentirme segura y abrigada. ¿Sabes? Durante el día estuve pensando en lo agradable que debe de ser tenerte cerca y me preguntaba: "¿Por qué no somos vecinos?" "¿Por qué no vamos a la misma Universidad?" Y deseé cosas improbables: "Ah, ojalá me topará con él en la tienda de la esquina. Lo reconocería al instante y él a mí, como como cosa del destino. Entonces lo invitaría a un café y podríamos conversar todo cuanto quisiéramos".
Pero, aunque no sepa ni siquiera tu nombre real, siento que estamos muy cerca. Eres un pensamiento constante, una tranquilidad esperanzadora como el reflejo de la luna sobre el mar. ¿También lo sientes así, Such?
Para: Sakura Haruno (haruno_sak23 )
De: Such92 (such.92 )
Asunto: RE: Sin asunto
Sakura, pequeña. Me pregunto cómo lo haces. Me refiero a que estas triste pero todavía te preocupas porque tu e-mail resulte una molestia para mí (que no lo es, por cierto. No sé de dónde sacas esas ideas). Estoy seguro de haberlo dicho muchas veces pero vale otra más para que ya no te olvides: puedes escribirme siempre que te apetezca.
Volviendo a lo de Ino, tal vez no suene agradable lo que te diré pero ahí va: ya lo veía venir. Antes, ya te había comentado que no comprendía por qué alguien como tú era amiga de esa mujer; son como el agua y el aceite. Sakura, entiende, eres excepcional y estoy seguro de que no solo a mí me lo pareces. No te imaginas lo que lograrías con un poco más de confianza. Ojalá tuvieras tanta confianza en ti misma como yo te la tengo.
Aunque no todos los días saque a relucir este tema, en mi cabeza siempre ronda tu imagen. Sakura, yo siempre te busco. Puedo afirmar que esa constante búsqueda entre nosotros nos une más. Cuando estés en un parque e imagines que sería maravilloso estar juntos ahí, charlando recostados en medio del pasto, no esquives, por favor, aquel pensamiento. Es probable que cuando yo pase por otro parque, quizá muy similar a ese, a una hora coetánea a la tuya, me tope con la imagen de una pareja de jóvenes que conversan de nada y de todo a la vez. Y pensaré que soy afortunado porque cuando llegue a casa, aunque no estemos frente a frente ni podamos oír la voz del otro, te contaré de mi visión y tú de la tuya. Y nos habremos vuelto un poquito más cercanos. Un poquito más como dos jóvenes que lo comparten todo, hasta sus fantasías.
¿Ves? Incluso ahora, solo con leer estas palabras, ambos estaremos más próximos porque imágenes similares nos envolverán; solo a nosotros, como en un secreto delicado que debemos proteger del mundo.
Espero leas este email por la mañana y que ya hayas ido a dormir. Descansa, pequeña.
