El siempre necesitó ser protegido y yo me acostumbré a protegerlo.

'H-haruna-san es…. ¡ge-genial!...pe-pero es mi c-ompe...tencia y no perderé c…contra él'

Mihashi había dicho esas palabras sin ningún rastro de duda en sus ojos, su voz temblaba pero era extrañamente firme a la vez.

Esa…fue la primera vez que lo vi de manera diferente. Siempre creí que era un tonto y un débil, si sabía que era bueno como pitcher, pero nunca creí que podría evolucionar sus habilidades...

¡¿En qué diablos estaba pensando?!.

En nuestro segundo año en el club él había mejorado bastante, su velocidad, su control y su técnica...a pesar que nuevos integrantes se habían unido, no dejaba de ser el indiscutible ACE; pero su personalidad aún era bastante tímida, aunque gracias a Momokan y su insistencia de que hiciéramos cosas juntos había logrado que nuestra relación mejorara, creo que entendía mejor a Mihashi y dejando mi ego, el sentimiento de "Me gustas " que tuve alguna vez se hacía más grande cada día que pasaba, ahora no quería solamente ayudarlo como pitcher sino realmente como persona.

Era descuidado, pero no era ningún tonto, aprendí que él pensaba más las cosas que cualquiera de los miembros del club, él era, de hecho, muy inteligente.

— ¡Mihashi! -lo llamé de pronto mientras caminábamos de regreso después de una de nuestras prácticas-

— A-abe-kun -balbuceó, ya me había acostumbrado al flaqueo de su voz-

— ¿Quieres ir por una bebida? También, tengo algo que decirte sobre tus lanzamientos.

— ¿Eh? ¡Claro! -dijo firmemente, recientemente había momentos en los que podía hablar con claridad-

Lo esperé fuera de los vestidores mientras me despedía de todos, ya sabía que él siempre era el último en salir, así que no lo apresuraba. Luego de un momento salió y me miro nerviosamente, como solía hacerlo.

"Aún ahora, es tan inseguro" -pensé- "me gustaría que no me tuviera miedo"

Comenzamos a caminar rumbo a un restaurante, cerca de la escuela.

— ¿Tienes hambre? -pregunte mirándolo-

— Eh... Ummm... Un po-co -respondió con un pequeño sonrojo en sus mejillas-

— Bueno, entonces pide algo para comer, yo pagaré

— ¿Eh? N-no es necesario A-abe-kun y-yo…

— Yo pagaré -reiteré firmemente-

El pareció asustarse por el tono de mi voz pero término aceptando. Nos sentamos y mientras esperábamos comencé a hablar.

— Has mejorado bastante tu control y velocidad con tus lanzamientos 58 de 65 tiros, ¡estoy realmente feliz! - dije atento a su reacción-

Su sonrojo se hizo más notorio y sonrió por lo bajo sin verme a los ojos.

— Es g-gracias a Abe-kun -dijo débilmente-

— ¿Que dices? Esto es claramente por tus logros, yo no hice nada para que mejoraras…

A pesar de que lo que decía era cierto, escuchar su voz dándome las gracias hacían que me sintiera inmensamente feliz.

— Eso... No es verdad...Abe-kun... Siempre me ha a-ayudado en... Todo -respondió- si…no fuera por Abe-kun, y-yo no p-podria ser pitcher…

Sus palabras me conmovieron bastante por que pude ver que tan profunda era su confianza en mí y de pronto Mihashi se me hacía lindo...es decir…más

Porque hacía un tiempo que me parecía tierno y de alguna manera me gustaba, pero ahora su cabello, su mirada baja, su sonrojo y su respiración me parecieron cosas extremadamente lindas... Entonces pensé "yo quiero protegerlo siempre" quería cuidarlo de tal manera que me mostrara más esa sonrisa que me enseñó cuando prometimos unir nuestras fuerzas.

La sonrisa de Mihashi era preciosa, aunque fue algo que solo vi una vez, me gustaría verla siempre.

— Mihashi -le nombré luego de un corto silencio- ¿has estado comiendo y durmiendo bien?

No podía evitar pensar que de alguna manera se miraba más cansado, no quería que enfermera, sería el acabose de nuestro equipo...

...pero no era solo por eso ¿cierto?

— Si... Abe-kun he dormido muy bien...

— ¿Cuánto pesas?

—... -apretó sus labios tímidamente antes de contestarme- 55 kilos...

— Ummm... Creo que aún te falta peso, pero al menos no has bajado lo que has ganado, eso es bueno -acerqué mi mano para despeinar su cabello un poco en forma de aprobación-

Él sonrió aun sin verme, de alguna manera, me gustaba tocar su cabeza y creo que no había objeción de su parte.

— Mihashi, vamos, te llevaré a casa

— Si..

Ambos nos levantamos y llegamos a nuestros hogares. Esa noche fue la primera vez que no dejaba de pensar en Mihashi... En su cabello, en su piel blanca, que...que…

¡¿Que me estaba pasando?!

Había aceptado que Mihashi era lindo... Pero no tenía por qué... Pensar...

Mierda.

Se me había parado...

Pero…. ¿Cómo? ¿Por qué? No estaba pensando en nada...

De pronto todas esas veces que lo había visto sin camiseta, mojado y llorando cruzaron en mi mente sin piedad...

¡¿QUE?! ¡NO! no puede ser esto...

Comencé a sentirme más excitado, tenía que tenía que terminar eso, sino me volvería loco

Puse mis manos en mi erección y decidí atenderlo no importándome otra cosa.

Gimiendo... respirando dificultosamente

Mis manos cubiertas de semen...

La imagen de Mihashi siendo atacado por mí me había dejado sin palabras...

Como... Y cuando pasó todo esto ¿?...

Yo acababa de correrme pensando en mi compañero de equipo.

Me levante y limpié mis manos rápidamente, queriendo con eso desaparecer la imagen de Mihashi en mi mente y tratando de pensar en otra cosa me quedé dormido.

-Al día Siguiente-

Me levanté y me aseé como de costumbre, sin pensar algo en específico, di buenos días a mis padres y luego salí rumbo a clases. Llegué bastante temprano, así que no había muchas personas, luego se fue llenando hasta que alguien de quien no quería acordarme entró.

MIHASHI.

Y de pronto todo lo que había pensado de él mientras me masturbaba salió a flote, supuse que me sonrojé, mi cuerpo y cara se sentía caliente, tenía temor de que mi 'amiguito' hiciera acto de presencia. Por desgracia estábamos en el mismo salón, pero agradecía al cielo que nuestros lugares no estuvieran juntos, sin embargo el me saludo a lo lejos, agitando su mano nerviosamente, yo le respondí conteniendo todo lo que podía ese sentimiento, porque de cualquier manera, no quería que se diera cuenta.

Las clases pasaron, y al momento de ir al club había decidido no mirar a los ojos a Mihashi, tal vez así podía retenerme más tiempo.

No sabía que estaba pasando. Pero tenía que enfocarme en lo que hacía.

— ¡Abe-kun! -grito Mihashi a lo largo-

— ¿Qué sucede? -dije sin mirarlo, mi voz sonaba furiosa-

— Eh... N-no es n-nada... L-lo siento

Mihashi había sentido mi hostilidad...

"Lo siento Mihashi", pensé, yo no quería alejarme de él pero...

Tenía que calmar estos pensamientos...

Después de la práctica, Mihashi, Tajima y Hanai fueron asignados para guardar los equipos. Mientras me cambiaba note que Mihashi entró al vestidor cargando una caja bastante pesada...

Estuve seguro que él me miró, pero no dijo nada, supuse que era por mi actitud de hoy...

Sé que lo que me pasaba no era culpa de Mihashi, sino mía... No quería desquitarme con él, tenía que disculparme.

— Mihashi –dije de pronto, dándome la vuelta-

Y cuando lo vi mi corazón empezó a latir fuertemente pero no por esos pensamientos, sino por lo que hacía: Trataba de colocar la caja en un estante arriba y estaba sobre una pequeña banca nada estable y tambaleaba al tratar de colocarla.

— MIHASHI! –corrí hacia él-

Con el corazón en la mano, me moví rápidamente a evitar que se cayera pero era tarde así que me enfoque en su seguridad protegiéndolo de la caída y de la caída de la caja.

— ¡Uwah!

Ambos caímos al suelo mis manos protegieron su cabeza, y yo caí encima de él.

Me levante lentamente, yo no tenía dolor alguno, pero me preocupaba Mihashi, levante mi rostro y mire el suyo.

— A-abe-kun... -su voz, gimió mi nombre y no pude evitarlo más, me sentí muy excitado con lo que vi-

El rostro de Mihashi con lágrimas adornando sus mejillas, sonrojado y con su boca tratando de articular algo, su camisa desaliñada producto de la caída... Su cuerpo que era realmente pequeño y delicado estaba un poco sudado lo que hacía que su ropa contorneara su figura.

Y su rostro estaba tan cerca y sus labios, parecían irresistibles ahora.

Me acerque, sin tener pensamientos razonables en mi mente, poco a poco para tocar esos labios que me llamaban y solamente posé los míos en los suyos...

Cuando el grito de Tajima llamando a Mihashi me hizo volver a la realidad, me alejé rápidamente, sonrojado, respirando irregularmente,

¡¿QUE DEMONIOS ACABABA DE HACER?!

Mihashi me miraba seguramente, pero yo no podía hacerlo después de que acababa de be-besar...

— Abe-kun... ¿Estás bien? -eso me sacó de mis pensamientos-

— S-si... - tartamudeé-

—...Gracias... Abe-kun...

Su voz sonaba tranquila, acaso... ¿Acaso no estaba asqueado de lo que acababa de hacerle?... Quería preguntarle pero Tajima llegó buscándolo y luego salieron…

Tajima me dijo algo... No sé qué era... Porque mi mente solo estaba pensando en una cosa:

"Mihashi verdaderamente me gusta"

-En mi habitación-

Tenía que hacerlo... Tenía que...dejar de verlo.

Peo probablemente era imposible, pues tendría que dejar el club...y no abandonaría a los demás en nuestra meta...

Además Mihashi no me había hecho nada...

Sólo tenía que calmarme, tal vez simplemente me estaba precipitando, no había forma que me enamorara de otro hombre.

Pero ahora, ¿qué podría decirle? Como encararlo después que lo b-be-besé.

Pensar eso mi cara ardía y los recuerdos de esa tarde en los vestidores se hicieron vívidos en mi mente de nuevo.

¡NO NO! Tenía que pararlo de alguna manera. Tal vez, necesitaba juntarme más con chicas...

¡SHINOOKA! ella es del club y podría estar con ella sin problemas. Si, tenía que intentar despojarme de estos sentimientos lo más pronto posible.

— Ya sé lo que tengo que hacer -susurré-

Y poco a poco caí dormido.

Al día siguiente me sentí muy bien, con mi mente decidida en un plan 'infalible' me sentía más seguro. Llegue al salón en tiempo y forma, recibí un saludo de Tajima y Hanai, quienes se sentaban junto a mí.

Tome mi silla y me senté, luego vagamente deslicé mi mirada al lugar de Mihashi y ahí estaba, tan callado como siempre, con sus ojos perdidos al frente. Esta vez no hubo un saludo de su parte.

Al terminar las clases decidí hablar con él...si quería seguir mi plan tenía que hacerlo.

— MIHASHI -lo llamé-

Note de inmediato un pequeño estremecimiento en su espalda y luego lentamente volteo hacia mí con su mirada cohibida y cabizbajo.

—A-be... Kun - respondió temeroso-
— Quiero hablar contigo, vamos

Comencé a caminar sin esperar una respuesta de él, pero me aseguré que me siguiera. Llegamos a un punto con poca gente al rededor y cuando me detuve voltee hacia él que de inmediato detuvo su paso y sus ojos trataron de encontrarme.

— Mi-

— Abe-kun ¡lo siento! –me interrumpió y se inclinó hacia mí-

Lo mire algo sorprendido, pero no pensé mucho en mi respuesta.

— ¿Por qué te disculpas?

— p-porque.. A-be Kun está... e-está…m-molesto...

Lo mire sin creer aun lo que me decía, pero luego suspiré pesadamente y puse una mano en su hombro, tratando de comprender su lógica...

— No estoy enfadado, Mihashi...

— Pe-pero a-ayer...

— Ah... Eso... - mi corazón palpitó con fuerza pero tenía que seguir con lo que tenía que hacer- yo... quería pedirte disculpas...por eso

— ¡Ah.! ¡N-no! A-abe - Kun no tiene...

Sabiendo lo que diría lo interrumpí.

— Si tengo...no estuvo bien...quiero decirte que...fue un mal entendido... R-resbalé a-así que no pude en esquivar tus la-labios

TOTALMENTE lo que decía era la mayor mentira del universo, y además se notaba lo poco seguro que soné al decirlo, pero esperaba que Mihashi aceptará eso...

— Oh...

Esa respuesta, infundada pequeño suspiro fue lo que hizo voltear a verle, y saber que se miraba algo, ¿triste?, no estaría más bien ¿aliviado?.. Su mirada estaba caída pero extrañamente sus labios dibujaban una sonrisa extraña.

— Abe-kun no tienes que p-preocuparte... Yo fuí e-el único q-que cayó...

No sabía si había comprendido lo que le decía, pero el hecho de que no estuviera enfadado, aunque más me extrañaría si lo estuviese, me tranquilizaba...

— Bueno...entonces, ¿podemos olvidar lo que paso? -en mi garganta se hizo un nudo, por alguna razón y la repuesta de Mihashi hizo que ese nudo llegará hasta mi corazón-

— S-si... - su voz era inquietamente más baja y temblorosa de lo usual-

Me dolía...

Pero decidí ignorarlo, porque si me dejaba llevar, sería arrastrado por estos sentimientos de los que quería despojarme...

Deje a Mihashi atrás, despidiéndome con un 'es hora de la práctica'

Sin embargo no me siguió, sino que llegó hasta después.

Fue la peor práctica que tuvimos y Momokan estaba molesta, Mihashi parecía fuera de sí, y yo pues no lograba atrapar bien ninguno de sus lanzamientos.

Sin embargo Momokan nos dijo que descansaramos y que mañana volveríamos a intentarlo, supuse que pensó que estábamos cansados.

Lo cual no era nada cierto.

Durante toda la práctica y aun después de ella, me apegue a Shinooka, hablando de datos de los otros equipos, y cualquier otra cosa que se me ocurriera para evitar cualquier contacto con Mihashi... esto no sólo lo extrañó a él, sino a los demás miembros, a veces podía sentir su mirada sobre mí, pero la ignoraba por completo.

Al día siguiente Mihashi no llegó.

Me preocupó mucho, los chicos no dejaban de preguntarme qué pasaba hasta que Momokan decidió llamar a su casa y su mamá contestó que era una fiebre ligera.

Y aunque todos se aliviaron por esto, yo no lo he estaba, ni un poco.

La pregunta de "¿Qué tan 'ligera' era esa fiebre?" rondaba en mi cabeza...

Ese día tuve un lidiar con esa gran intranquilidad durante toda la práctica, por supuesto, no lo hice muy bien.

Sé que los demás hablaban conmigo pero aunque asentía y estaba de acuerdo lo que hablaban, mi mente estaba en otro lugar.

"... Mihashi, que estés bien... "

El día siguiente llegó, mi corazón se sintió aliviado de verlo sentado, a pesar de que había decidido tener el menor contacto posible con él, con mis impulsos me acerqué

— Buenos días, Mihashi

Se sobresaltó ligeramente y me miró nervioso.

— Abe-kun, Bu-buenos di-días...

— ¿Estas bien?... de tu fiebre de ayer...

—... - se me quedo en silencio un momento- ah….s-si b-bastante b-bien...

— bueno, ya eso está bien entonces, te veo en la práctica.

Lo había notado bastante ido y balbuceaba más... Se parecía... Se parecía a como fue la primera vez que hablamos...

Transcurrió una semana.

Y aunque habíamos logrado coordinarnos en lo poco que interactuábamos en las prácticas, yo me sentía cansado de tener que evitarlo...

Porque si, no había dejado de gustarme Mihashi, ni un poco, además estaba muy preocupado, ese chico siempre fue muy descuidado y lo notaba más pálido...

Sé que no ha estado comiendo bien..

Tuvimos muchos partidos de práctica

Y las veces que negaba mis señas aumentaban...

No podía decir que estaba mal su decisión, porque era un hecho que no pensaba las jugadas como antes.

Pasó un mes y medio, Mihashi se miraba bastante pálido y cansado...estaba MUY preocupado, era seguro que no estaba cuidando de su salud... Pero…

¡ESO NO TENÍA NADA QUE VER CONMIGO!

¿Para qué me preocupaba en primer lugar?...

Él no es mi familia, no es nada, es solo un compañero...

Pero, ¿por qué no dejaba...de preocuparme por él?

¿De pensar en él?

A pesar de todo ese tiempo, la intensidad de esos sentimientos no se habían ido ni un poco.

¿QUE ESTABA HACIENDO MAL?

Mirando tras la malla, observaba como practicaba con Tajima, sus lanzamientos eran más fluidos, y existía una conexión entre pitcher y catcher, además, Mihashi no negó ningún lanzamiento...

Mis ojos se estrecharon y mi mano apretó con fuerza la malla...

— Abe-kun

Una voz femenina me sacó de mis pensamientos y me di la vuelta hacia dónde provenía.

Era Shinooka, sostenía en su brazos el típico tablero de apuntes.

— Ah, Shinooka -mi voz sonaba muy apagada, ni yo supe por qué no pude controlar aquello-

— La práctica terminó -me sonrió-

Mire rápidamente el montículo y el ya no estaba ahí.

— Ummm... - asentí- Gracias…

Y comencé a caminar en torno a los vestidores.

— Abe! ~

Mientras me cambiaba, no sabía a donde había ido mi mente, pero no recordaba haberme cambiado, ni haber aceptado ir a comer con el equipo, la Voz de Tajima me sacó de ese extraño trance.

— Ah... ¿Qué pasa? - respondí lo más normal que podía aparentar-

— ¡No has pedido nada!, nosotros ya pedimos, así que hazlo

Mirando la situación tome el menú entre mis manos, mientras ellos seguían hablando.

De verdad no tenía hambre... todo lo que estaba ahí me parecía sin sabor. Quería irme a casa y domir…ese era el único momento en que mi mente estaba en paz…

Alcé mi vista y di cuenta de que estaba sentado al lado de Shinooka y Mizutani... Muy alejado de Mihashi que estaba al lado de Tajima...podía verlo…Estaba bastante callado, miraba hacia la mesa y cuando Tajima hablaba con él, él sonreía débilmente...

Pero... ¿Por qué?

¿Por qué me interesaba?

Mihashi estaba bien, si no lo estuviera iría al médico, él no era tonto, no pondría en peligro su salud, a él le gustaba ser pitcher...

Y no dejaría el lugar de ACE tan fácilmente…

Pensando en esas cosas apreté mis puños y no supe que expresión tenía, hasta que Shinooka advirtió que no era una muy tranquila.

— A-abe-kun ¿qué sucede? -me dijo en voz baja- parece como si algo malo pasara…¿está todo bien?

La voz de shinooka, seguro sonaba muy preocupada, pero realmente me sentía muy mal, mi corazón dolía... Quería irme...

Me levante y fui objeto de la mirada de todos los del equipo.

— Lo siento debo irme -y salí de ahí tan rápido como pude, no sin antes encontrarme con la mirada preocupada de Mihashi-

... Sus ojos parecían muy tristes...

Los demás me llamaron, pero no me detuvieron, bueno, no es como si les hubiese dado oportunidad.

Llegué a casa y subí a mi habitación...

La mirada de Mihashi me había desconcertado… ¿Cuánto tiempo había pasado de que no miraba a esos ojos directamente?

Pero ¿por qué?, ¿Por qué no podía dejar de pensar en él?.

Furioso arrojé mi almohada y mis sábanas, con un grito amargo que salió de mi boca... Simplemente quería dejar de sentirme así, ¿no podía? ¿No podía volver a ser yo?.

Mis gritos asustaron a mis padres, pues casi inmediatamente vinieron a mi habitación, tocaron la puerta pero yo no respondí, así que ellos entraron y encendieron la luz, ni siquiera me había dado cuenta que no estaba encendida.

Sobre la cama, sentado y ocultando mi rostro entre mis brazos trataba de alejar mi mente fuera se cualquier pensamiento.

— Takaya... ¿Qué te pasa? -era la voz de mi madre, se acercó a mí y me tomo el brazo con el que ocultaba mi rostro y lo alejo-

Pude verla de reojo y también a mi padre que se acercaba lentamente.

— ¿Paso algo en el club? ¿O en las clases?

Mi garganta estaba cerrada, no podía decir algo, parecía como si estuviera a punto de llorar, no quería, no quería hacerlo. Evite mirarlos a los ojos, pero las palabras empezaron a salir, mis emociones ya no podían mantenerse dentro de mí.

— ¿Cómo…puedo o-olvidar a al…guien? -mi voz era quebradiza, pero lo suficientemente fuerte para ser escuchada, ni siquiera pude ver la cara de mis padres...yo solo esperaba por una respuesta-

— ¿Por qué la quieres olvidar? ¿Esa persona te ha hecho daño?

La voz de mi mamá sonaba muy suave, que casi no pude contener mis lágrimas,

— No... -respondí-

— Entonces, ¿es alguien desagradable?, ¿Alguien que te hace sentí mal cuando la ves?

Definitivamente no, Mihashi no era desagradable... Y no era su culpa que ahora me sintiera así...

— No...-volví a responder- es solo...que… quiero olvidarme... porque…siempre estoy pensando en esa persona...

— Ah... Pero cariño, ¿eso no quiere decir que la aprecias mucho?, ¿No quiere decir que tal vez estás enamorado?

- ¡NO! -respondí de inmediato, casi gritando- no puede ser eso... porque... No me puede gustar alguien como él...

"¿Él?"

Había dicho él...

Pero ni siquiera lo consideré, estaba demasiado ensimismado, que las lágrimas ya habían brotado de mis ojos...Y con mucho esfuerzo hacia que pararan pero era imposible.

Mis padres se quedaron un momento en silencio, no pude saber qué cara tenían, no podía verles.

— Es alguien torpe... Débil... No tiene confianza en sí mismo... Y no puedo siquiera saber lo que piensa... Es insoportable y además... Es un... -a medida que hablaba el nudo en mi garganta se hacía más grande y mis lágrimas no paraban-

— ¿Es un hombre?

Mi mamá era muy asertiva, pudo darse cuenta de inmediato, pero estaba tan avergonzado que sólo cerraba mis ojos con fuerza.

— ¡Lo sé! -grité fuertemente- ¡sé que es un error haberme enamorado de él! ¡No sé cómo paso! Pero aun….aunque trate de alejarme de él….estos sentimientos no desaparecieron –mi voz se quedaba sin potencia cada vez más- quiero olvidarme de él porque esto es algo inconcebible...incluso cuando estuve con shinooka, incluso aunque…. no lo mirara en todo el día...-hice una pausa para trata de recuperar mi voz - Necesito olvidarme de él así que por favor... Díganme como...

Tape mi rostro con mis brazos tratando de limpiar mis lágrimas, aun sollozando.

Mis padres guardaban silencio y yo no podía saber en qué pensaban, probablemente me cambiarían de escuela...mi corazón se oprimió ante la idea…

— Querido... uno no escoge de quien se enamora...

Mi madre rompió el silencio y posó su mano en mi cabeza acariciándola.

— Todo lo que has hecho, es tratar de negar lo que sientes... y yo, creo que deberías decirle a él tus sentimientos…

Abrí mis ojos de par en par, mi madre... ¿Era mi madre la que hablaba? ¿Cómo es posible que quisiera que haga tal cosa? ¿Acaso no le importaba?...

— Creo que tanto tu padre y yo estamos algo sorprendidos...de que sea un hombre... Pero... - hizo una pausa y suspiró notablemente- sé que esos sentimientos dentro de ti son algo genuino y no. había visto que alguien pudiera causar esas emociones en ti...

La miraba atónito, no sabía que decir... ¿era real lo que pasaba?... Sin embargo…

Aun así yo...

— Pero... - intente decir-

— Además, lo que te causa dolor no son tus sentimientos por él, ¿acaso no es el hecho que quieras reprimirlos?

Mi mama había dado en el punto.

¿Pero cómo podía aceptar esos sentimientos tan fácilmente?...

Es por eso que me torturaba…

— Además sé que tu padre piensa lo mismo, o no, ¿Otosan?

Mi papa se sorprendió un poco y me miró antes se responder, luego cerró sus ojos y sonrió ligeramente.

— Debo decir que estoy aún MUY sorprendido…sobre el hecho de que se trate de un hombre... Pero creo…. que lo que tu madre ha dicho lleva toda la razón -me miró y puso una de sus manos en mi hombro- si ese chico pudo llegar a ese corazón tan cerrado y hacer que mi hijo cambiará su manera de pensar, por supuesto merece una oportunidad

Era como si todo eso fuera un sueño, aun sin creerlo completamente sonreí un poco a los dos... Mis padres eran muy maduros para poder aceptar todo eso más rápido que yo.

Abracé a ambos y me despedí de ellos para poder dormir.


Desperté rápidamente, esa mañana me sentía mucho mejor, no me había sentido así en un tiempo, mis padres no cambiaron su forma de tratarme, realmente... Tenía unos padres excelentes.

— Buenos días -saludé-

— ¡Ah! Buenos días Takaya, ahí tienes tu desayuno

La voz de mi madre era gentil como siempre.

En ese momento tome la decisión.

Dejaría este sufrimiento sin sentido.

Llegué a la escuela bastante temprano, no había nadie más que los de servicio, salude y me senté, esperando a un Mihashi entrará

Pero no llegó.

El profesor anuncio que se había ausentado por una fiebre.

¿Cuantas fiebres iban ya?, en todo un mes había faltado al menos 3 veces por esa razón. Después de la práctica iría a verle.

Al término de las clases Tajima e Izumi salieron rápido del salón, yo me apresure a guardar mis cosas pero fui interrumpido por una chica.

— Disculpa, ¿dónde esta Tajima-kun? -se trataba de la presidenta del grupo -

— Ah, acaba de salir al club...

— Ummm... Oye, tú conoces a Mihashi-kun, ¿cierto?

Cuando escuché su nombre mi estómago dio un vuelco, y me puse nervioso pero logré controlarlo.

— Eh, si - contesté-

— ¡Ah! ¿Podrías entregarle las tareas y el resumen de la clase de hoy? Normalmente Tajima-kun lo hace...pero ya tengo que irme y…

— Ah, c-claro…

— ¡Muchas gracias! -se inclinó y se fue-

Bien, ahora tenía más de una razón para ir a su casa.

La práctica transcurrió normal, al término de esta, guardando mis cosas, Shinooka apareció detrás de mí.

— Abe-kun, ¿puedo hablar contigo un momento?

— ¿Eh? Claro -volteé a verla deteniéndome de lo que hacía-

— Te espero detrás de la cancha

— Si... - asentí con la cabeza-

Luego que se fue comencé a recibir comentarios insinuantes de los demás.

— Oye oye, así que Shinooka va en serio ¿eh? Me avisas cuando sean dos gorriones enamorados jajajaja -Tajima reía y los demás lo apoyaban-

Yo no tenía idea de que exactamente querían decir, pero termine mis cosas rápido y me dirigí a lugar citado, tenía curiosidad por lo que iba a decirme.

Shinooka estaba de pie mirando hacia el interior de la cancha me acerque y cuando advirtió mi presencia se volteó hacía mí.

— Abe-kun..

— ¿Que sucede Shinooka?

La distancia entre nosotros era muy poca, podía notar sus expresiones muy bien y lo primero que noté fue un rubor que apareció rápidamente en sus mejillas.

— Yo…no tenía planeado decirte esto... - hizo una pausa y me miró- pero creo que hubieron ciertas cosas que me ayudaron a decidirme... -bajo su mirada y luego volvió a verme-

Me miró por unos pocos segundos, yo realmente comenzaba a pensar en las palabras de Tajima "¿sería verdad?" me comencé a poner nervioso, pero luego Shinooka lo dijo:

- Abe-kun... Me gustas...

Sus mejillas estaban aún más rojas, su voz había sido fuerte y clara, sin ninguna pizca de duda. Al terminar de comprender la confesión que acababa de recibir me puse nervioso, las palabras de Tajima cobraban todo el sentido ahora.

Después del corto silencio entre los dos, la miré decidido a responderle.

- Shinooka... Me halaga escuchar eso, en serio... a decir verdad es inesperado - puse mi Mano detrás de mi nuca en un ademán de nerviosismo-

Shinooka me miraba, como si esperara ansiosa toda la respuesta.

Pero mis sentimientos estaban claros ahora.

No podía mentir.

— Pero... No puedo corresponderte... Lo siento -me incline ante ella, esperando que pudiera comprenderme sin salir lastimada-

— Yo... ya tengo a alguien a quien quiero proteger...

Pasó un momento y un viento fuerte nos envolvió como para recordarnos que estábamos ahí.

— Ya veo... - respondió con voz apagada-

Me incorporé y noté que nuevamente miraba la cancha, el crepúsculo hacía que su expresión se mirara más triste, ¿o tal vez era solo mi idea?

— Ya lo sabía... - continuó, mirándome a la cara- después de todo, a ti te gusta Mihashi-kun

Mis ojos se abrieron grandemente, la sorpresa que tuve para su confesión se quedaba corta con esta.

— ¿Q-qué?... -mi mente estaba paralizada- ¿C-cómo? -"¿de verdad era tan evidente?" pensé-

— Ayer, mirabas a Mihashi desde aquí, ¿no? Tu expresión era amarga y dolorosa -respondió- pero aun así, había calidez en ella.

Shinooka sonrió, pero no podía estar más confundido,

— ¿Calidez?...

— ¿Cómo decirlo?...-miró hacia el suelo- Esa expresión, solo la haces cuando de verdad amas a una persona y deseas estar a su lado

— ...- miré al suelo- No sé cómo sabes eso...pero... -miré a Shinooka frente a mí, quien sonreía forzadamente-

— No puedo contradecirte... -le respondí en un tono calmado relajando mis músculos y expresiones, al final ella tenía razón-

— ¡Ya veo! - sonrió ampliamente-

Comenzó a caminar en dirección hacia mí y extendió la mano

— Te deseo lo mejor, esfuérzate por Mihashi-kun -su mano seguía extendida y noté que temblaba-

Extendí mi mano y tome la suya; un 'gracias' salió de mi boca, mientras ella seguía sonriendo.

De camino a la casa de Mihashi, recordé las últimas palabras que Shinooka me dijo 'debes decirle lo que sientes', pero aún no sabía cómo lo haría...

Al llegar, toqué la puerta y la señora Mihashi salió a atenderme.

— ¡Ah! ¡Abe-kun! ¡Qué sorpresa! ¿Qué haces por aquí? -preguntó dejándome entrar-

— Eh... Pues, escuche que Mihashi estaba enfermo..

— ¡Oh sí! ¡Pero es solo una ligera fiebre! Ren estará bien, ya le di su medicina...

Hubo un silencio corto, ella me miraba como si esperara una razón mas formidable para estar ahí...¿o tal vez estaba demasiado incómodo?

— Ta-también traje los apuntes de las clases de hoy... –sacándolo de mi bolso-

— ¡Ah! ¡Muchas gracias por traerlas hasta acá!

Nuevamente hubo un silencio aún más incómodo, o la señora Mihashi quería que me fuera o tal vez era muy despistada, si fuera el caso "ahora entiendo de donde lo sacó Mihashi", pensé.

— Si no es mucha molestia... ¿Podría ver a Mihashi? -decidí decirlo francamente-

— ¡Ah! ¡Claro, claro! Discúlpame, he tenido la cabeza en otro lado el día de hoy jaja -respondió levantándose de la silla- vamos, es subiendo las escaleras.

Suspiré aliviado, la señora Mihashi me advirtió que podría ya estar dormido pero aun así me condujo hasta su habitación, golpeó la puerta y una voz dentro contestó, mi corazón comenzó a latir nuevamente.

Era la voz de Mihashi.

— Ren, tienes visitas -dijo entrando-

Yo la seguí, y de un momento a otro pude ver el pálido cuerpo de Mihashi y su peculiar cabello sentados en la cama mirando hacia la puerta. Cuando él me miró fue imposible no ver su cara de sorpresa. La señora Mihashi nos dejó solos y cerró la puerta tras de sí.

— ¡A-abe-kun! -su voz temblaba, no pude evitar sonreír visiblemente, no había notado cuanto había extrañado esa voz y forma de hablar tan únicos en él –

— Cuanto tiempo, Mihashi - me acerque hasta la cama-

En cada paso que daba pude ver como el nerviosismo en el crecía y cuando llegué frente a su cama sus ojos dejaron de verme. Mihashi estaba despeinado, su labios secos, su piel verdaderamente más pálida y notablemente más delgado.

— ¿Cuánto pesas?... - mi voz era suave, quería que pudiera sentirse cómodo conmigo-

—... Yo... - hubo una pausa- d-deje de p-pe-pesarme...

— ¡¿Qué?! - eleve mi voz causando un susto en el- ¡¿Por qué?!

— E-es que... Ya n-no era n-necesa...rio...

Pude notar sus manos temblando, estaba claramente asustado, quería transmitirle tranquilidad... Y solo sabía una manera de hacerlo.

Me acerque a su cama y tome su rostro entre mis manos, su rostro estaba cálido y mis manos heladas, el me miró con ojos muy sorprendidos y sin pensarlo mucho acerqué mis labios a los suyos y los uní. Esta vez no era un "accidente" y moví un poco mis labios besando los suyos totalmente, luego de un momento me separé de él, pues sentí que ahora todo su cuerpo comenzaba a temblar.

Al separarme de él vi como sus ojos lagrimeaban, tal y como el día que tome su mano por primera vez, ¿estaba tan asustado?.

— Y-yo... P-pense que... Que... A-abe-kun m-me odiaba... -con sus manos trataba de remover sus lágrimas- p-porque... él... Se a-alejaba de-de m-mi - su voz temblaba en un hilo, mientras sollozaba-

Me senté en el borde de su cama junto a él y tome una de sus manos atrapándolas con las mías, si yo estaba helado, él lo estaba el doble.

— No hay manera...-respondí llamando su atención- no hay manera de que pudiera odiarte...

Mihashi volvió a verme, las lágrimas aun caían pese que él las había removido, tome una de mis manos y limpie las lágrimas que amenazaban por salir.

— No hay manera de que pudiera... Porque…, te amo...-mire a sus ojos directamente y estos me miraban a mí-

— Abe-kun, ¿me ama?.. -me respondió débilmente-

Asentí, sonriéndole, sus mejillas se tornaron aún más rojas que de costumbre, y su mirada bajó para luego terminar de secarse sus lágrimas y apretar sus labios.

— Así que... quiero saber que sientes acerca de mi...

— Yo... - respondió casi de inmediato- yo también... A-mo a.. A-be-kun...

Levante su rostro para que me viera.

- Eso, ¿eso cierto? -pregunte mirándolo fijamente y seriamente- ¿me amas de la misma manera en la que yo lo hago?

Mihashi me miró sorprendido, pero luego tranquilizó su rostro y me miró suavemente.

— No… - lo miré sorprendido, quería decir que... - porque y-yo a-amo m-as a Abe-kun… de-de lo qu-e él me... Ama...

Mi rostro se tranquilizó después de escuchar eso mis labios dibujaron una sonrisa irremediable, tome mis manos y despeiné su cabeza.

— Tonto... Me asustaste -le di un rápido beso en su mejilla- pero entonces ahora ya sabes, que no tienes por qué tenerme más miedo...

Mihashi asintió sonriéndome justo como lo había hecho esa vez, esa sonrisa era verdaderamente preciosa, estaba seguro que si la hiciera a menudo, no podría estar tranquilo a su alrededor,

Era una sonrisa, que sólo me hacía a mí.

Mi corazón palpitó con fuerza que no pude evitar besarlo de nuevo.

— A-abe-kun... B-besan...dome me h-ha-ce muy f-feliz -sus mejillas estaban rojas y creo que las mías también, porque sentía mi cara arder-

Me despedí de él, no sin antes asegurarme que comiera algo, y que se pesara.

Pesaba 48 kilos, realmente había empeorado, no debió haber comido bien y por eso sus defensas estaban bajas. Tenía que pensar en una nueva dieta para que Mihashi recuperara esos kilos perdidos rápidamente.

Pero aparte se eso, había logrado decirle lo que sentía y aun más…

Era correspondido...

Fue cuando me di cuenta que cualquier sufrimiento que hubiera sentido ante no se comparaba a la gran felicidad que sentía ahora.

Llegue a casa pasada las 8 PM, ya había avisado que pasaría por la casa de Mihashi, así que no hubo problema alguno.

— Bienvenido, Takaya, ¿qué tal la escuela? - pregunto mi madre mientras me servía la cena-

— Estuvo muy bien... -respondí tranquilamente-

Me sentía en el cielo, en una nube, jamás…jamás me había sentido de esta forma…nunca pensé que tanta felicidad podría ser permitida.

— Vaya... no pareces alguien que estuvo llorando la noche anterior

Me avergonzó que lo dijera de esa forma.

— E-eso... ¡No!

— Jajajajaja, tranquilo - respondió juguetonamente- ¿y que tal?... ¿Lograste hablar con el chico? Aunque ya me lo supongo

Mi cara empezó a arder, y Asentí.

— Él también... Siente lo mismo que yo...

Mi mamá se sorprendió por un momento y luego sonrió.

— Eso es bueno, ¿no?

— Si... Estoy muy feliz ahora... -confesé- Mamá…gracias por ayudarme...

— No tienes que agradecerlo -posó una mano en mi cabeza y la acarició- verte feliz es lo más importante…pero bueno, ¿están saliendo ahora?

Mi mente se puso en blanco.

— ¿S-saliendo?... ¿A-a que te refieres?

— Ya sabes a que si son novios ahora…

El tono de mi mamá sonaba tan 'evidente' que mi cara hervía.

— N-novios... - repetí con dificultad-

No es como si no lo fuéramos, en realidad, eso era... ¿No?... Pero escuchar esa palabra, de alguna u otra manera me desconcertó.

— Ah... s-supongo...

— Bueno, entonces a tu padre y a mí nos gustaría conocerlo, cuando tengas tiempo pregúntale que día puede venir, ¿bien?

No me dio tiempo de responder…

O tal vez si…

Mis padres conocerían a Mihashi como mi novio

No había manera de que estuviera tranquilo.