DESCARGO DE RESPONSABILIDAD:

LOS PERSONAJES DE OUAT NO ME PERTENECEN.

ESPERO Y LES AGRADE ESTA PEQUEÑA HISTORIA Y GRACIAS POR LEER. :)

EL ATRAPA SUEÑOS

-vale, vale. Tú ganas- decía mientras calmaba su risa.

-lo sabía- sonrió de lado con suficiencia y beso su frente- siempre gano- se acomodó a su lado en la cama y le abrazo cariñosamente.

-cariño, ¡eres una tramposa!- exclamo, mientras colocaba un mecho de su rubio cabello detrás de su oreja.

-bien que te gusta que sea una tramposa- beso la punta de su nariz, para luego acariciar delicadamente su mejilla.

-me gustas más cuando eres juguetona- acerco su rosto al de la rubia a su lado, le miro intensamente con cariño y pego sus labios en un dulce y suave beso. Beso que la linda rubia profundizo.

Las manos de la rubia se deslizaban suavemente por la piel morena regalándole delicadas caricias que se iban perdiendo en algún punto la blusa gris, sus besos descendieron abandonado los carnosos labios rojos, y se posaron en el largo cuello la morena haciendo que esta soltara profundos suspiros y se estremeciera bajo su cuerpo. Quito la blusa que ya para ese momento le estorbaba y la lanzo lejos haciendo que la prenda se perdiera en algún lugar de la habitación, con su mano libre cogió una mano de la morena y entrelazo sus dedos llevándola a lo alto de la cabezada mientras recorría el valle de sus senos dando pequeños besos y lamidas sobre los duros pezones haciendo que la morena gimiera sin reserva alguna. con suaves mordidas recorría el camino por plano vientre en donde se quedó por unos minutos haciendo enloquecer a la morena que se movía inquieta y entre suspiros y ahogados gemidos le pedía que continuara.

La morena se estremeció al sentir como su juguetona rubia volvía a emprender el camino sobre su monte de venus, sintió como esta le regalaba un mordisco para luego mirarla con una sonrisa y mientras desabrochaba el botón de su short y lo iba bajando tan lentamente que le pareció un delicioso pero tortuoso movimiento que la lograba excitar aún más, sabia a que estaba jugando su rubia y eso la enloquecía, con desesperación por quererla sentir dentro de ella, enredo sus dedos en los largos cabellos dorados, la miro a los ojos y sin tener que decir una sola palabra vio como con una sonrisa triunfante su compañera volvía a bajar por su abdomen, la besaba, mordía y lamia tan deliciosamente que su cadera se movía por cuenta propia. Sintió la respiración caliente de la rubia acercándose a su intimidad y con desesperación grito su nombre.

-¡Emma!

Sentía el aliento cada vez más cerca de ella, que cuando se preparaba para sentir los suaves y carnosos labios en su intimidad, un ruido estridente le hizo abrir los ojos que hasta ese momento los mantenía fuertemente cerrados.

Cuando Regina abrió los ojos sobresaltada, su mirada vago por el lugar en donde se encontraba, desconcertada observo cada rincón de la blanca habitación y cuando reconoció el lugar se dio cuenta que estaba en su habitación, acerco la mano al diabólico aparato que rompía la tranquilidad de la mañana, apago su despertador y viendo la hora salto de la cama metiéndose con apuro al cuarto de baño, cuando salió de este se vistió con un jeans ajustado azules que hacia tornear sus largas piernas, una blusa holgada color crema, chaleco negro y por zapatos: botas de tacón alto que le llegaban a los tobillos, dándole una apariencia matadora. Miro la cabecera de su cama y vio colgado ese extraño amuleto que hace un par de semanas le habían regalo.

-"¡Gina, feliz cumpleaños!- había gritado su amiga de mechas rojas cuando la vio entrar en la cafetería de su abuelita- para que te cuide por las noches- le había asegurado cuando le extendió el amuleto"

-"¿un atrapa sueños, Ruby?- pregunto incrédula- ¿en serio?

-"solo cógelo y veras que te cuidara y quien sabe hasta te puede mostrar lo que tanto anhelas- dijo y desapareció así como había llegado"

Recordó el extraño sueño que había vuelto a tener, cogió el amuleto y lo miro atentamente "si no fueras un regalo ya me habría desecho de ti" pensó.

Bajo las escaleras y sin tiempo de preparar su propio desayuno pensó que sería mejor pasar por la cafetería que más cerca le quedaba. Cuando dentro en Granny´s todas las miradas se posaron en ella. Se acercó a la barra y Ruby la recibió con una gran sonrisa.

-¿lo de siempre?- pregunto, cuando tuvo la afirmación de su amiga, sirvió un café negro y se lo puso enfrente- entonces, ¿mala noche?

-si- respondió la morena con desgana.

-¿otra vez la rubia calentona?- cuestión moviendo las cejas de arriba abajo con una sonrisa juguetona.

-pufff- bufo y afirma con la cabeza- sí, no sé porque sueño con esa rubia, ni siquiera la conozco y realmente dudo que la llegue a conocer en algún momento- dio un primer sorbo a su café y degusto el agradable aroma y sabor de este.

-quien sabe, tal vez esos sueño húmedos que tienes con aquella rubia quiere decir que necesitas un buen polvo- dijo sin perder la sonrisa característica de ella.

-llevo más de un mes soñando con ella, Ruby y, ¿Cómo sabes que tengo sueños húmedos con ella?- volvió a arquear una de sus cejas.

-por la cara de frustración sexual que te cargas- respondió sin más.

Regina puso los ojos en blanco, era típico de su amiga, para ella todo tenía que ver con sexo y nada más que sexo. Tirarse un buen polvo de esos que si te vi no me acuerdo y listo, todo como antes.

-¿en serio, Ruby?, ¿Por qué todo tiene que ver con sexo para ti?

-porque el sexo, amiga mía, es lo mejor que hay en esta vida- Sonrió de medio lado y le guiño un ojo.

-Ruby sabes que te quiero, pero a veces eres una gilipollas de lo peor- se levantó de la silla y pago por su café- bueno, tengo que irme. Nos vemos luego.

-está bien, está bien- alzo las manos en rendición- tienes razón, pero siguiendo con el tema de tus sueños, una de dos. O necesitas ese buen polvo o debo comenzar a creer que pueden ser recuerdos de otra vida. La anciana que me vendió el atrapa sueños dijo algo raro acerca del dios de los sueños y algo de tejer y entrelazar los destinos- puso un gesto pensativo.

La morena suspiro e hizo un gesto con la mano en forma de despedida y salió de la cafetería. Conociendo a su amiga como la conocía lo más seguro es que se lo hayan vendido cuando está en ebria a mas no poder. Emprendió el camino la calle principal y se perdió en una vuela de las esquinas.

Ya en la noche cuando la morena volvía del trabajo a su casa, comenzó a preparar su cena, prendió la televisión de la sala y puso en el DVD una película de comedia, después de un largo día de trabajo, lo único que le apetecía era relajarse un rato. Se acomodó en el gran sofá, coloco una botella de vino blanco en la mesita de enfrente y con copa en mano se relajó viendo la película que unas cuantas sonrisas le había robado. Para cuando la película había termina llevo todo lo que había usado a la cocina y ordeno antes de irse a dormir.

Subió las escaleras con paso perezosos, llego a su habitación, se puso su pijama de seda que consistía en una blusa morada y unos pantalones cortos que dejaban ver sus estilizadas piernas, se metió en la cama y muy pronto para su suerte cayo por primera vez en un profundo sueño.

Regina sentía como algo suave subía por una de sus piernas bajo la manta que la cubría, soltó un pequeño bufido en forma de protesta y volvió a acomodarse en una nueva posición, cuando estaba ya cómoda de nuevo, volvió a sentir una suave caricia en su brazo derecho y una suave risa con una caliente respiración bajo su cuello, abrió los ojos lentamente y una cara muy familiar la recibió con un dulce beso.

-shhhh- le silencio poniendo un dedo en sus labios- sigue durmiendo cariño.

-Emma- dijo con la voz pastosa del sueño.

-hola, amor- la rubia se acostó a su lado y la contemplo con cariño plasmado en los ojos.

-llegaste…- Regina se abrazó a su compañera y suspiro bajo su cuello acomodándose en el hombro de la rubia para poder dormir más cómodamente.

-¿me extrañaste?- pregunto la rubia acariciando los cortos cabellos de la morena que estaba entrando en sueño nuevamente.

-siempre te extraño cuando estas de servicio en la comisaria- respondió con un suspiro.

-lo siento, hoy fue un día muy liado- se disculpó besando su frente- siento haberme ausentado todo el día.

-no te preocupes cariño, ahora estas aquí, conmigo- le miro y beso sus labios.

Regina se colocó sobre las caderas de la rubia, quien soltó un suspiro al sentir como la morena profundizaba el beso, sentía la lengua de la morena vagar por su cavidad bucal y no tuvo mejor idea que unirse a la batalla de lenguas que luchaban por llevar la voz de canto.

La morena comenzó a mover sus caderas al sentir como su compañera exploraba su abdomen con suaves carisias, Emma le comenzó a regalar excitantes mordiscos por la base baja de su cuello, cosa que le hizo soltar un gemido, pero ella no estaba dispuesta a que su adorada compañera se hiciera con el poder, cogió las manos de la sheriff y las coloco sobre su cabeza, la miro directamente a los ojos y le sonrió de lado, beso sus labios con apuro mordiendo su labio inferior con tal fuerza que le hizo sangrar. Bajo con besos y mordidas por el cuellos de la rubia haciendo que sus suspiros subieran de tono hasta que esta soltó gemidos necesitados.

De un solo movimiento le quito la camisa haciendo que los botones salieran esparcidos, su compañera le lanzo una mirada sugerente, y ella volvió a regalarle besos en el cuello hasta llegar a su clavícula en donde se detuvo y mordió mientras una de sus manos exploraba y acariciaba sobre el sujetador negro de la rubia, que ya para ese entonces había enredado sus largos dedos en los cortos mechones negros de su alcaldesa. Regina desabrocho con delicadeza el broche delantero del sujetador y se lanzó a succionar los duros pezones sonrosados de Emma, su mano libre se paseó despacio por el plano abdomen de la rubia con destino al sur y se perdió entre los muslo de esta. Emma para este entonces con la respiración entrecortada y sonoros gemidos se mordía los labios para tratar de calmarse un poco, pero la verdad era que no quería perder por completo el control, quería que Regina la guiara hasta que el placer, pero aún era muy pronto.

En un moviente ágil se colocó sobre la morena, que con un respingo frunció sus cejas para luego regalarle una sonrisa coqueta y atrajo hacia ella devorando sus labios y arañando su espalda salvajemente, cosa que a ella no le disgustaba. Tan pronto como había desaparecido la blusa y el sujetador rojo de la morena comenzó la deliciosa tortura de devorar sus senos y llevarla a la locura, le encantaba cuando la alcaldesa le suplicaba con la mirada.

Sin que Regina se lo esperar se deslizo por su monte de venus y le regalo la primera caricia por encima de la braga roja que ya estaba muy húmeda, comenzó con cortos movientes sabiendo que eso llevaría a su morena a la locura total, y no se equivocó, la morena bajo su cuerpo comenzó rápidos movientes de carera haciendo que su boca apretara más su intimidad. Cuando por fin dejo de jugar con la cordura de Regina, Emma le quito las bragas y estas se perdieron en algún rincón de la habitación, soplo sobre el duro botón rosado de la morena haciendo que esta arqueara la espalda, con una sonrisa en sus labios comenzó a succionar el botón de nervios de la morena que movía sus careras mientras con sus dedos enredados en los largos cabellos dorados estrujaba y empuja la cabeza de está manteniéndola prisionera entre sus piernas. Los gemidos de placer no se hicieron esperar para Emma, que para ese momento exploraba libremente cada parte la intimidad de la morena, su lengua jugaba en la entrada de Regina penetrándola con vehemencia, a veces en círculos, a veces solo mordía, besaba y chupaba hasta hacer que la morena explotara en roncos gemidos, cuando sintió que Regina estaba por llegar a la cúspide del placer abandono el sur subiendo entre besos hasta llegar a su boca, cosa que hizo a la morena soltara un gruñido de frustración.

Regina rasguñaba los costados de su compañera, sintiendo como esta acomodaba sus piernas y las entre cruzaba con las suyas, entre besos comenzaron un moviente vaivén que cada vez se comenzaba a hacer más fuerte y rápido haciendo que ambas llegaran al orgasmo con un grito de libre pasión.

Cuando los cuerpos perlados por las pequeñas gotas de sudor se unieron en un abrazo bajo la manta, Emma beso la frente de la morena, se quedó contemplando el sereno gesto y la suave respiración de esta, dando por hecho que su morena dormía profundamente.

-buenas noches, cariño.

Regina se despertó por el incesante sonido que provenía de su celular, alzo la mano y comenzó a tantear en la mesa de noche, cuando lo cogió identifico quien la llamaba y no era nadie más que su querida amiga Ruby.

-espero que sea de vida o muerte, porque si no, espero que tengas seguro médico- contesto con la voz pastosa y soñolienta.

-que humor, en serio Gina, necesitas un buen polvo. Escucha, conozco a un tipo que está más bueno que el pan y….- dejo de hablar cuando la su amiga la interrumpió al otro lado de la línea.

-deja de decir sandeces y dime que quieres- respondido con un gruñido.

-vale, vale- bufo soltando un suspiro- ok, escucha. Esta noche las chicas se reúnen y me pidieron que te invitara ya que hace tiempo que no nos reunimos todas. ¿Qué dices? ¿Noche de chicas?- pregunto, esperando una respuesta afirmativa.

Regina se lo pensó un momento pero ya que no tenía planes para la noche decidió que sería agradable reunirse con sus amigas. Después de todo era sábado y no tenía ganas de pasar la noche viendo películas solas en el sofá.

-okay, está bien- fue la escueta respuesta de la morena.

-¡genial!- exclamo la otra morena entusiasmada- esta noche en el rabbit hole. No te cortes y me vayas a plantar a última hora, eh. Mira que te conozco.

-hasta la noche Ruby- respondió para luego colgar.

Regina trato de que el sueña la atrapara de nuevo pero ya era tarde para que eso sucediera, el sueño había sido espantado con la llamada de su amiga. Se levantó de la cama, fue hasta el cuarto de baño en donde se dio una refrescante ducha, se arregló y bajo a preparar su desayuno.

Paso todo el día y la tarde en casa, para cuando vio el reloj ya era hora de que se arreglara. Se puso un vestido negro corto y sin tirantes, encima se había puesto su chaqueta de cuero negra y salió en su Mercedes Benz rumbo al bar donde quedo con Ruby y las otras chicas.

No pensaba beber mucho pero igual la estaba pasando bien, en la mesa se encontraba Ruby, Ashley, Timk, Ariel y un desconocido que fue presentado como Graham, primo lejano de Ariel.

La noche estaba pasando de lo mejor entre tragos y una amena conversación entre las chicas que se ponían al día con sus asuntos de estudios y trabajo, o eso pensó Regina hasta que Graham le invito a bailar.

Cuando llegaron a la pista de baile sonaba música muy movida para el gusto de Regina, que quería mantener un poco la distancia entre ella y Graham, pero este al parecer no entendía el mensaje y se pegaba a ella asiendo que la morena se sintiera incómoda.

Regina no sabía cómo había pasado exactamente pero de un momento a otro se encontraba contra una pared siendo besada por Graham que comenzaba a acariciar su cuerpo paseando sus manos de sus careras hasta la parte baja de su espalda. Cuando volvió a sentir como sus labios eran apretados nuevamente a su cabeza le llegaron imágenes de una hermosa rubia abrazándola dulcemente, entonces recordó sus extraños sueños que cada noche tenia, sintió un pinchazo que le encogió el corazón y se separó rápidamente del hombre, que al ver que lo empujaba y se retiraba la sujeto del brazo con violencia y la atrajo hacia su pecho.

-¿a dónde vas?- pregunto con la respiración entre cortada.

-a casa- respondido volviendo a separarse de él.

-bien, eso me gusta más- sonrió de medio lado y aflojo el agarre.

-sola- le corto, haciendo que perdiera la sonrisa. Se soltó por completo del agarre del chico y camino lo más rápido que sus piernas le permitieron.

Cuando llego a la meso con las chicas, cogió su bolso y se despidió de ella. En el camino solo pensaba en llegar a casa y meterse bajo las suaves mantas en su cama, su gesto que hasta ese momento se encontraba serio se fue relajando cuando aparco en su cochera. Dentro a casa y se cambió los más rápido que puedo para poder meterse en su cama. Cayo en un profundo sueño apenas su cabeza toco la almohada.

-te atrape- dijo la hermosa rubia, cuando le pillo y comenzó a dar vueltas con ella en una abrazo sobre la arena del mar.

La suave risa de la morena era un bálsamo de ternura para la rubia que se regocijaba con la dulzura que Expedia la bella morena entre sus brazos.

-te amo- dijo Regina con una linda sonrisa cuando se puso de frente a su compañera y le beso con tanto amor que se permitió guardar ese agradable momento en una parte muy preciada de su memoria.

-también te amo, Gina- le miro a los ojos y beso la punta su nariz para luego abrazarla.

Regina despertó con una gran sonrisa y toco con la punta de sus dedos sus labios que aun guardaban el agradable y dulce sabor de los labios de la hermosa rubia. Pero su sonrisa se perdió cuando miro a su lado y no encontró a nadie, entonces recordó que solo había sido un sueño.

Los días pasaban muy rápido y con ellas, venían las noches las cuales le regalaban a la bella morena los mejores sueños que jamás pensó que podría tener, pero como ella sabía, nada dura para siempre. Y como todas las noches, Regina se acostaba con una linda sonrisa ya que siempre esperaba encontrarse con su bella rubia, pero esta vez fue diferente. Esta vez todo cambio.

-hola, amor- saludo con un beso a su morena que estaba echada en la cama y la mirada soñolienta pero con una sonrisa.

-hola, cariño- la morena le abrazo nada más sentirla a su lado.

Se quedaron abrazas durante un buen tiempo, Regina comenzaba a quedarse dormida nuevamente cuando el móvil de Emma sonó llamando la atención de ambas.

-no conteste- le suplico entre despierta.

-lo siento, cariño. Puede ser David- cogió el móvil y contesto solo con monosílabos- perdona, amor, es de la comisaria, hay un problema con unos borrachos y tengo que ir- beso la frente de su compañera y se levantó de la cama.

-por favor no vallas, tengo un mal presentimiento- se sentó en la cama y le miro con preocupación.

-tranquila, cariño. No pasara nada- dijo para tranquilizarla, se acercó y la beso profundamente con amor- volveré pronto, lo prometo- volvió a besarla y se alejó desapareciendo por la puerta.

Si Regina hubiera podido saber lo que pasaría esa misma noche, jamás le hubiera dejado ir.

La morena no podía conciliar el sueño, desde que su rubia había salido por la puerta de su habitación su corazón le comenzó a doler, tenía el mal presentimiento de que algo malo pasaría y eso se hizo saber a la media hora cuando su celular sonó rompiendo la tranquilidad de la noche. Miro el móvil y vio como llamada entrante a David.

-¿David?- contesto con preocupación en su voz.

-lo siento, Regina…- fue lo único que dijo el rubio.

En la habitación de la morena se escuchó un golpe seco y luego los gritos llorosos de dolor.

Regina se había despertado de un sobre salto y con lágrimas en los ojos, luego grito un nombre que se perdió entre las cuatro paredes de la blanca habitación.

Durante una semana no había salido de casa, y por las noches lloraba hasta caer agotadamente dormida, no sabía cómo explicar lo que sentía, pero lo único que sabía era que sentía un dolor tan grande que le apretaba el pecho y cada noche era una tortura. Desde esa noche en la que perdió a su extraña rubia, no había vuelto a soñar con ella.

UN AÑO DESPUES

Los días fueron pasando y con ellos los meses hasta llegar al año, por lo cual la morena ya se encontraba mejor desde que había dejado de soñar con esa linda rubia, a pesar de que ya no dolía como antes aun la llevaba presente en sus pensamientos.

-¿ya te enteraste?- pregunto la morena de mechas rojas.

-¿de qué?- pregunto frunciendo el entrecejo.

-hoy llega la hija de la será Blanchard - respondido con una sonrisa.

-¿sí?- inquiero- no sabía que la señora Blanchard tuviera una hija.

-lo que pasa es que cuando tú llegaste, la hija de la señora Blanchard había ganado una beca para estudia en Los Ángeles, y pues se fue una semana antes de que tu llegaras- explico.

- oh- fue lo único que dijo y se quedó con un gesto de estar pensando. Lo que hizo que Ruby se fuera cuando la llamaron en la mesa tres.

-parece que llega hoy- dijo cuando volvió, sacándola de sus pensamientos.

-espero conocerla pronto- dijo mientras cogía su bolo y pagaba por su café- bueno, me voy, nos vemos luego Ruby.

-hasta otra- se despidió la camarera.

Regina estaba por cruza por la calle principal, cuando una suave voz a su espalda llamo su atención.

-disculpe, señorita- llamo haciendo que la morena parada y volteara a verla de frente- ¿me podría ayudar a encontrar una calle?- pregunto con una sonrisa tímida.

-heu…- articulo, cuando volteo y vio a una hermosa rubia que le pedía indicaciones.

-¿señorita?- volvió a preguntar.

-sí, disculpe- dijo con la cara sonrojada de vergüenza al quedarse como tonta viendo a la rubia. Sacudió su cabeza y trato de centrarse en la desconocida- si claro, disculpe. Regina Mills- se presentó extendiendo su mano.

-Emma Swan- respondió la rubia estrechando la mano de la morena con media sonrisa.

Cuando la morena siento la calidez y suavidad de la mano de la rubia una agradable corriente eléctrica le recorrió el cuerpo haciendo que se estremeciera.

-¿nos hemos visto antes?- inquiero la rubia sin soltar la mano de la morena.

-tal vez en tus sueños me hayas visto- respondió, perdiéndose en la mirada esmeralda de la rubia, sonrojándose un poco.

Luego de unos momentos en los cuales ambas estaban perdidas en la mirada de la otra, emprendieron un camino desconocido, pero un camino seguro.

ESPERO LES HAYA GUSTADO ESTE ONE-CHOT.

DISCULPEN SI HAY ALGUN ERROR, SOBRE TODO SI NO LES PARECIO BIEN LOS MOMENTOS LEMON, PERO ES LA PRIMERA VEZ QUE ESCRIBO ALGO QUE LLEVE MOMENTOS LEMON :P.

Y GRACIAS POR LEER.