hola, bueno aqui les traigo un fic ya terminado, por suerte lo he concluido hoy, para poder subirlo
es que queria tenerlo completamente listo antes de mostrarselos a ustedes.... para no tenerlos en la dulce espera
jajaja...
bueno no las entretengo mas...sepan si..que los personajes son pura y exclusivamente propiedad de JK. ROWLING
y bueno los que apareceran que no forman parte de HARRY POTTER... son puros inventos mios.. jaja y bien tambien he sacado algo de idea del libro titulado EL ORO DE LOS INCAS... para poder desarrollar la mas emosionante aventura romantica que se me ha ocurrido..o eso espero...pero solo ideas...la creacion del mismo es pura y exclusivamente mia...
aquella persona que tenga ganas de publicar mis fics en algun otro foro, o flog o blog o lo que fuere... no dude en consultarmelo asi le doy el permiso o no..ja...
y tambien todo aquellos que publiquen sin una autorizacion previa y sin mensionar los creditos del mismo...ES PLAGIO...
ante todo esto dejo escrito para que sepan y no comentamos ningun desagrado a aquellas personas que con esmero han escrito historias para que nos conmovamos y disfrutemos...
jeje
bueno me cope.... asi que sin mas....
DISFRUTENNN!!
The Fountain
Capitulo 1
Draco se había pasado la mayor parte de su juventud metido con mujeres de todas las clases, hasta que un bien día sentó cabeza y le pidió matrimonio a Pansy, su fiel amiga, compañera y porque no también su mejor amante.
Aun faltaba unos cuantos meses para que ese acontecimiento sucediera… pero que mas le daba, el estaba feliz o lo que para el consistía la felicidad, estaba cómodo esa era la verdadera realidad.
Por primera vez no tendría que pensar en el insufrible trío de oro, quienes por mucho tiempo lo habían despojado del todo.
Voldemort se había desquitado con el dejándole terribles cicatrices por todo su cuerpo y un hechizo poderoso lanzado por el señor de las tinieblas había logrado golpear fuertemente en el lado derecho de su pecho, el cual al parecer no había dejado secuela alguna, mas que simples mareos de vez en cuando.
Pero lo que si había dejado marca había sido el no haber podido matar a Dumbledore ni atrapar a Harry, eso era lo que había llevado a su familia a tal punto de la muerte… sus padres habían pagado caro su torpeza, con lo cual lo llevaba una vez mas a odiar a Harry Potter con todas sus fuerzas.
El era muy conciente que no seria capas de entregar a nadie a la muerte incluso a la persona que mas había odiado, aquel que se había llevado la gloria y popularidad e incluso se creía mejor que él.
Draco le tenía un profundo resentimiento producto de los celos fundados por su padre, Lucius Malfoy.
El tenia la mayor parte de la culpa del gran odio que sentía contra Harry, Draco lo sabia, su padre le había puesto en su contra desde el momento en que lo vieron en el expreso… su padre le había dicho que Harry Potter no era de confiar, que le querría sacar todo lo que el tenia y que lo destruiría y el no debía permitírselo.
Draco había pasado toda su vida odiando, pero en este momento, ahora cuando se daba cuenta que el era quien estaba del lado equivocado, ya no le importaba aunque ya no podía quitar de su corazón el odio que había crecido y mantenido toda su juventud.
Se levanto como todas las mañanas, luego de una larga noche de acción. Se desesperezo estirándose y de un salto bajo de la abocelada cama.
Una vez de pie, bostezo abiertamente mientras se despeinaba sus pelos rubios, se rascaba la panza y se dirigía adormilado al cuarto de baño.
Se miro al espejo y abrió el grifo dejando que el agua se escurriera por sus dedos mientras juntaba agua en ambas palmas y se agachaba para mojarse la cara.
Enjuago sus ojos y mojo su pelo al mismo tiempo que tiraba la cabeza hacia atrás cubriendo las paredes con las gotas que aun chorreaban por su largo pelo rubio.
Se miro al espejo una vez más y pronto una mueca se dibujo en su rostro y un dolor intenso le traspaso por todo el cuerpo paralizándolo.
Su piel blanca se volvió traslucida y su cuerpo se sacudió, las manos le temblaban y la estabilidad le fallo, sus brazos no tenían fuerza para seguir manteniéndolo en pie y se derrumbo en el suelo donde siguió temblando y el dolor no cesaba.
Quiso gritar y se dio cuenta que el aliento le faltaba, aunque nadie lograría escucharlo desde donde se encontraba.
Cerro los ojos esperando que así el dolor culminara e intento relajarse aunque le era imposible al sentir como su cuerpo se contraía como si millones de dagas fueran de apoco hincándose por cada parte de su cuerpo… llegando despacio muy lento a su corazón.
Una capa gruesa de sudor se deposito en su rostro y poco a poco la visibilidad se fue haciendo muy poco estable, casi no lograba distinguir los objetos que yacían a su alrededor, sumiéndolo a la inconciencia.
Pansy por su lado estaba encantada desde que era la novia oficial de Draco Malfoy pasaba días enteros en las tiendas de ropa, pidiendo todo lo que siempre había querido.
Era la elegida, la afortunada y por mas que viviera mucho tiempo alado de Malfoy una persona que solo la quería como amiga, ella agotaría toda su fortuna.
Era una persona muy egoísta Pansy, no pensaba mas que el su bienestar y muy poco sabia de fidelidad.
Como todas las mañanas se levantaba mucho antes que Draco y salía con sus amigas a gastar todo lo que mas podía de la herencia que aun no poseía.
Aunque a decir verdad nadie se animaría a enfrentar a la futura esposa de un Malfoy.
Y menos en los momentos en los que estaban viviendo… Aun quedaban muchos mortifagos resentidos con la muerte de Voldemort, muchos a los cuales el nombre le era imposible identificar y otros tantos que habían sido descubiertos y aunque juraron lealtad al ministerio les eran poco de fiar.
Pansy aun así incrédula de que la vigilaban muy de cerca, emprendió la marcha para volver con su novio y amante. Hizo tres movimientos y desapareció para encontrarse con la puerta de su apartamento.
Abrió feliz y entro llamando a los gritos a su amado.
-Draco…amor….llegue… no sabes todo lo que compre, la verdad que esas brujas tienen poco conocimiento de lo que verdaderamente es la moda, por suerte esto… ¿Draco? – dijo algo pensativa, solía salir siempre a su encuentro cuando llegaba y ella se ponía a platicar de todo lo que no le gustaba de magos y muggles que se le cruzaban. -¿Draco, estas en casa?- dijo dirigiéndose al cuarto. Al parecer todo estaba en orden… o mejor dicho en desorden, ya que los almohadones y acolchados habían volado por la habitación aquella noche.
Siguió caminando y llego a la puerta del baño donde al ver a Draco tirado en el suelo pálido como un fantasma hizo que gritara como una desquiciada.
-Draco!!! – dijo dirigiéndose a él, aunque no demasiado para no contagiarse si era que tenia algo contagioso – mejor voy a buscar ayuda – se dijo y salio histérica por la puerta preguntándose que era lo que le había podido pasar al rubio.
A los quince minutos de haberse desaparecido y aparecido en san mungo volvió con dos paramédicos que ayudaron a que Draco pudiera desaparecerse para ser trasladado al hospital donde especialistas podrían averiguar que era lo que le estaba sucediendo.
Draco aun estaba inconciente y aun así podía sentir el dolor que su cuerpo sentía y podía oír las idas y venidas de los paramédicos, pero no podía volver en si, no podía lograr hacer ningún movimiento…solo el pensar.
Pansy estaba nerviosa, no tenia muy en claro que era lo que tenia su futuro esposo pero lo que mas le molestaba era que aun no se había casado con ella, por lo tanto la herencia y el testamento no figuraba ella como total y única heredera de la fortuna Malfoy y eso le enfermaba, quería mantener vivo a Draco por lo menos hasta que sus labios formaran el si ante el mundo mágico al casarse… luego podía morir en paz para permitirle disfrutar de los goces mas enormes de lo que una bruja alguna vez soñó.
Se deambulaba inquieta de un lado a otro agarrando a distintos medí magos pidiéndoles alguna opinión, muchos estaban afligidos ante la desesperación de la muchacha y le daba pena el que su novio estuviera en el estado que estaba y solo se limitaban a decirle.
-Señorita Parkinson no se preocupe, contamos con los mejores magos, descubriremos lo que tiene y lo curaremos…tenga fe.
Y eso era algo que enervaba a Pansy, con lo cual decidió marcharse del lugar y volver mas tarde, total ya no podía hacer nada. Se acerco a la cama de Draco lo miro y susurro.
-Adios Draco, vuelvo mas tarde – y sin mas desapareció.
