Waii!!! Gato! Gato! Gato! Demasiado azúcar para la autora! Autora no debe comer azúcar!!!! Waaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!! Escribir!!!!!

                    Silice Black....bajó la influencia del azúcar

(A/N) Lo que esta entre paréntesis con letra cursiva son las palabras exactas de las personas, que Harry recuerda; lo demás en paréntesis son los propios pensamientos de él.

Sé que puede resultar algo confuso, pero espero que le entiendan n_ñ

***

Capítulo I

[de periódicos y comidas rápidas]

***

...muchos magos y brujas se siguen preguntando si el Ministerio de Magia esta haciendo lo correcto permitiendo que el-niño-que-vivió, este bajo el cuidado de Sirius Black exconvicto, cuyo nombre fue limpiado hace algunas semanas en uno de los juicios más importantes, desde que Wilfred Parkins, cuya residencia aún es desconocida y rudamente se ha negado a dar entrevistas; fue acusada de utilizar su magia para coseguir un empleo como ilusionista en el mundo muggle.

Sirus Black, que había sido acusado de haber asesinado a 13 muggles y un mago; se ha negado a dar sus comentarios; muchas figuras importantes aún dudan de su inocencia y temen dejar en sus manos (las manos de un posible aliado del que-no-debe-ser-nombrado) a Harry James Potter, de tan solo 14 años de edad...

- Trece... casi cumplo los 14, pero aún no...

        Un chico de cabello negro albortado, de brillantes ojos verdes, sobre los cuales llevaba unas gafas redondas; cometaba con cierto aburrimiento; al mismo tiempo que cerraba un ejemplar del diario El Profeta, y lo colocaba sobre una mesa de madera, en el cual estaba apoyado, balancéandose ociosamente sobre su silla.

        A Harry le toma un instante respirar profundamente y hacer memoria de lo que había vivido las últimas semanas. Mirando a su alrededor no puede evitar más que sonreír y pensar lo afortunado que era.

        Hacía casi un mes (Harry no estaba seguro si debía contar los días que pasó en La Madriguera mientras terminaba el juicio de Sirius) que la vida del joven Potter había dado un giro inesperado; algo con lo que solo había soñado, pero jamás le había dado oportunidad de ilusionarse, en cierta ocasión lo hizo y terminó por decepcionarse, después de que algunos sucesos pisotearan sus esperanzas de abandonar a los Dursley.

        Vivir lejos de sus tíos y de su primo; vivir con alguien que se preocupaba por él (no es que descartará a los Weasley, pero estaban tan ocupados con sus propios hijos que Harry se convertía simplemente en uno más de ellos). Y aunque su nueva vida no era exactamente lo que llamaría "tranquila", no podía recordar otro momento en el que fuera más feliz (tal vez cuando fue a los mundiales de Quidditch, pero no lo comparaba mucho ya que eso solo había durado un día).

        Era como vivir en un sueño! Lo tenía todo! Absolutamente todo! Bueno tal vez exagaeraba... pero si tenía más de lo que jamás había pensado, y todo gracias a Sirius, a su padrino.

        Harry no creía que tán rápido su vida había cambiado; un día estaba encerrado en su habitación preguntándose por que todos tenían que seguir la estúpida dieta de Dudley; y al siguiente día se encontraba rodeado de magos haciéndole toda clase de preguntas.

- ¿Qué opinas sobre la supuesta inocencia de Sirius Black?

- ¿Sabías que se trataba de tu padrino?

- ¿Te sientes engañado por lo que pasa?

- ¿Qué piensas pasará?

- ¿Se ha tratado de comunicar contigo?

- ¿Deseas verlo?

- ¿Crees poder mirar a los ojos al asesino de tus padres?

- ¿Crees que tus padres tomarón la desición correcta al eligirlo a él?

        Se sacude la cabeza tratando de apartar sus pensamientos de aquéllas preguntas. ¿Qué si creía que sus padres habían tomado la desición correcta?, si de algo estaba seguro Harry era que sus padres habían tomado la mejor descición en el mundo, elegir a Sirius como su padrino.

        Habían encontrado a Peter Pettigrew en una emboscada del ministerio de magia; los cuales pretendían atrapar al propio Sirius; en su lugar atraparon al verdadero culpable... al traidor (es así como Sirius se refería de él).

        Harry pensó que la inocencia de Sirius sería declarada en ese mismo instante, pero estaba equivocado (escuchó a Sirius murmurar entre dientes algo como "burocarcia" y "patear el traser de Fudge"); de hecho, tardó más de lo que cualquiera hubiera pensado, a pesar de haber atrapado a Peter, y con la declaración de Dumbeldore y el profesor Lupin (Harry! ¿Cuántas veces te he dicho que no me llames profesor? Llámame Remus) Sirius había sido retenido en el ministerio por lo menos una semana (a Harry le pareció más que eso, pero Hermione llevababa bien las cuentas y dijo que había sido una semana exactamente).

        Pero finalmente, tras ese siglo de espera (ya sé Hermione, una semana!), el nombre de Sirius fue limpiado y este quedó en libertad, además de recibir una suma considerable por parte del ministerio (es lo menos que esos cerebro de troll pueden hacer por haberme tenido 12 años en Azkaban y un año como fugitivo). Y después de eso el tiempo comenzó a pasar de una manera mas rápida.

        Sirius acompañó a Harry a recoger sus pertenencias a la casa de los Dursley (aunque Harry insistió que todo lo de valor lo llevaba consigo), y este más tarde se dió cuenta de que las vedaderas intenciones de su padrino eran atemorizar a la familia y dejar en claro que de ahora en adelante Harry sería más feliz de lo que ellos jamás podrían serlo (Harry no pudo evitar sonreír como un bobo durante todo el tiempo que Sirius habló, dándole un adelanto de lo que sería su nueva vida).

        Y cada palabra que Sirius dijo fue cierta, cada una de ellas; y aunque el principio la casa no era lo que esperaba (aunque era mucho más grande de lo que él pensaba), después de una semana de limpieza intensa (cada vez que Harry cerraba los ojos no podía pensar en otra cosa más que en como quitaría el polvo de los altos candelabros).

        Sirius había despedido al elfo doméstico que habitaba ahí (Harry tuvo la impresión de que tan pronto como llegará a la esquina de la calle el elfo se suicidaría). Y aunque después de mirar el lugar se sintió vagamente arrepentido (pudo haber sido útil limpiando una que otra cosa, tú sabes, lo más peligroso para nosotros), pero tras meditar sus propias palabras Sirius siempre concluía que había hecho lo correcto.

        Harry se sentía complacido al ver la notable cara de asombro por parte de su padrino al descubrir las hábilidades de su ahijado para dejar el lugar reluciente de limpio ( ya decía yo que ese espejo no podía estar polarizado).Pero él se sintió aún mas sorprendido al ver todos los trucos mágicos que su padrino sabía, aunque principalmente no les encontraba otro uso más que levantar calcetines o algo que se le pareciese.

        Todo parecía miel sobre ojuelas (lo cual había sido precisamente su desayuno, ya que los días que a Sirius le tocaba "hacer de desayunar", ambos terminaban con cereal o algo que no involucrara más de dos pasos para preparar); y a pesar de que todos los días encontraba en la primera plana del periódico una noticia que le concernía a él o a Sirius (para que lees esa basura? De seguro están diciendo que te voy a lavar el cerebro y hacerte creer que eres una cabra de las altas montañas, para después tratar de envenenarte dándote de comer latas oxidadas) y por primera vez Harry Potter, pudo compartir con otra persona el sentimiento de ser una figura pública, acosada y criticada constantemente por los medios (gracias a Dios aún no usan la televisión); y el tener que ver su nombre casi a diario, en los títulares de la primera plana.

       Pero si alguna vez Harry se había sentido atacado... no era nada en comparación de cómo su padrino debía sentirse...

Asesino y Héroe bajo un Mismo Techo

Después de 13 años de la caída del que-no-debe-ser-nombrado; Sirius Black, renombrado mortífago, y mano derecha del lord oscuro; compartirá residencia con Harry Potter, el-niño-que vivió...

Black vs Pettigrew

"Tan solo temía por mi vida!", declaró desesperadamente el acusado (y probablemente inocente) Peter Pettigrew; al contrario de Sirius Black que se negó a concedernos un minuto de su tiempo...

¿Acasó el nombre no les dice nada?

La obscura figura de Sirius Black fue vista el día de ayer en un vecindario muggle; tras abadonar pudimos comprobar que en verdad se trataba de una figura maligna, que sin razón alguna atemorizó a la dulce familia, a la cual le había arrebatado de sus brazos al joven Potter...

Conde Black

¿Que nadie se ha dado cuenta de lo pálido que esta? Seguramente se trata d euna criatura obscura, solo de esa manera pudo haber escapado de Azkaban, seguramente se transformó en murciélago y voló de ahí...

- Pobre Sirius...

        Harry no podía evitar sentir compasión por su padrino (nah, solo están molestos por que me he negado a dar entrevistas, después se cansarán y empezaran a acosar viejecitas acusándolas de ser en verdad sauces parlantes que se forzaron a hacer crecer piernas en lugar de raíces), y sentirse más que nunca, molesto con el mundo mágico en general.

- Harry, solo están buscando vender periódicos...

- Pero, pero no es justo Sirius! Si tan solo te dieran una oportunidad!

- La única oportunidad que necesito es la que me permita quitar la pintura de mi madre de la sala y ese feo árbol familiar.

        Así era siempre... Sirius jamás parecía molesto, siempre hablaba en un tono suave y tranquilo; se mofaba de los insultos que leía en los periódicos (a pesar de reprocharle a Harry por recibir el periódico este siempre lo atrapaba leyéndolo de noche en la cocina).

- Cancelaré mi subscripción.

       Harry se decidió finalmente... era lo menos que podía ser; sabía que si el periódico dejaba de llegar, Sirius jamás se molestaría en comprarlo.

       Miró su reloj, marcaba las 8:30.

- Sirius no debe tardar.

        Era su turno para hacer de cenar; y sorprendentemente, aunque Sirius era terrible para preparar desayunos, era todo un experto para preparar la cena (que preferes esta noche Harry, comida china o simplemente ordenamos pizza?). Se alegraba que a su padrino solo le tocará "preparar" la cena 3 veces a la semana, de lo contrario terminaría como su primo Dudley por consumir tanta comida chatarra.

- ¿Qué es esto?

        Se pregunta curioso notando por primera vez un bulto al otro extremo de la mesa.

        Estaba mal envuelto en periódico (Sirius debió envolverlo), y amarrado con una cinta negra. Al observar el paquete Harry no pudo contener su curiosidad; miro a ambos lados para cersiorarse de que no había nadie (quién iba a estar, nadie sabía como llegar a la casa más que él y Sirius, y este se encontraba fuera); y así, con sumo cuidado empieza a quitar la cinta lo más cuidadosamente posible, procurando no romper el papel para después poder volverlo a dejar como estaba.

- Puedes abrirlo con confianza.

       Harry se sobre salta al escuchar una voz familiar decirle a sus espaldas.

- Si... Sirius!

       Harry exclama con una mezcla de alegría y nerviosismo.

- El paquete...

- ¡Perdón! No quería, pero es que...

- Es tuyo...

       Sirius contesta con un gesto confundido al ver el esfuerzo de su ahijado por disculparse.

- Te lo traje en la mañana, olvidé decírtelo...

       El adulto se sienta al lado de su ahijado, el cual lo observaba con atención.

- Gra... Gracias.

        Harry baja la mirada aún algo avergonzado... que pensaría ahora Sirius de él?

- Harry?

- Sí, Sirius?

- Sushi o Pollo Kentucky?

        Ante esta proposición Harry no puede más que voltearse hacia su padrino y dedicarle una gran sonrisa, contestando de una manera alegre.

- Yo voto por el pollo.

- Entonces pollo será.

       Sirius se pone de pie y revolviendo el cabello de la cabeza de Harry, sale de la cocina para buscar el directorio.

- Esta en la mesita del té, detrás del sillón viejo!

- Gracias!

        Harry escucha a su padrino contestar; era necesario recordarle cada noche dónde estaba el directorio; a pesar de que cada noche estaba en el mismo lugar; digamos que Sirius no tenía exactamente buena memoria.

        Ahora su atención fue nuevamente captada por el paquete que hacía algunos segundos casi arrojaba del susto que le había causado, el escuchar la voz de su padrino detrás de él.

- Le diré a Sirius que me deje de comprar cosas o terminará por malcriarme...

        Harry comentaba divertido; desde que había puesto un pie en casa, cada día Sirius siempre llegaba con un nuevo presente para su ahijado: túnicas, libros, posters, dulces, equipo de quidditch; tantas cosas, que la enorme habitación que se había autdesignado; comenzaba a verse más pequeña.

- Tal vez no...

       Recapitó Harry al recordar que la última vez que había hecho mención de algo similar a su padrino, este se había propuesto a tumbar unas cuantas paredes para expandir la habitación de su ahijado.

- Una foto?

       Finalmente había terminado de desenvolver el paquete, que aunque ahora sabía le pertenecía; concluyó abriéndolo de una manera cuidadosa sin romper el periódico en el que estaba envuleto una marco de plata para fotografía.

        Un bebé en brazos de un adulto con rostro familiar. Eran Sirius y un recién nacido Harry; los que le sonreían a la cámara, mientras que Black sostenía entre sus dedos, la minúscula manita de Harry, obligándolo de manera suave a saludar hacia el frente. Vió como una y otra vez su padrino miraba con ternura al bebé en sus brazos y después le sonreía a la cámara, le sonreía a la persona que estaba tomando la fotografía...

- Debió ser Papá...

       Ahogó la nostalgia que estaba por invadirlo con un suspiro; sería ilógico pensar en esas cosas, cuando hace unos segundos recordaba lo afortunado que era.

- El hombre del pollo se negó a traer la orden, dijo que la última vez duró buscando la casa 2 horas y no encontró ningún número 12.

- Lo mismo te pasó con el hombre de los tacos... olvidaste quitar el hechizo de invisibilidad de la casa...

- Oh cierto.

        Sirius dice tranquilo como si de pronto recordara toda aqélla historia del repartidor furioso.

- Bueno pedí pizza.

- Con...

- Queso y extra queso.

- Bien!

        La comida rápida era nueva tanto para Harry como para Sirius; habían probado las delicias de la comida china, el sushi, la pizza, el pollo asado, las hamburguesas, tortas, tacos, comida congelada, papas fritas, tantas cosas que los muggles denominaban "comida chatarra".

       Y ambos sujetos habían aprendido dolorosamente que combiar todos estos platillos era una pésima idea... sobre todo si le agregas unos cuantos litros de helados.

       Entre sus favoritos estaba la pizza de queso y extra queso (Harry, en serio, debes dejar de comer esas cosas, mi Papá dice que pueden provocar caries); también les gustaba las hamburguesas rellenas de catsup con mayonesa   mostaza, pero lo favorito de ambos eran papas fritas cubiertas de helado de chocolate (oh Remus no hagas esa cara, te apuesto que nunca lo has probado).

       Era obvio que algunos de sus propios amigos desaprobaban su forma de vivir (y no es que quisiera señalar personas pero la Sra. Weasley había amenazado con difundir que Sirius era animago si se enteraba que "el pobre Harry" se volvía a enfermar del estómago). El profesor Lupin (Harry! Dime Remus!)... Remus (suena extraño llamarlo por su nombre de pila); los visitaba constantemente, creía que era la única persona (además de Dumbeldore, claro), a la que Sirius le había mostrado la casa (los repartidores de comida no cuentan).

- Somos tú y yo cuando cumpliste 6 meses.

        Harry mira a su padrino confundido por algunos segundos, hasta que este, al notar la expresión de su ahijado señala la fotografía que este aún tenía en sus manos.

- La foto.

- Oh!

        Exclama avergonzado al haber sido tomado desprevenido una vez más.

- Sí, la foto,es muy linda, gracias Sirius.

       Sin quererlo Harry se abraza a la foto, pegándola contra su pecho; sería oportundo preguntar que si la persona a la que saludaban era su padre?

- James tomó la foto.

        Sirius parecía haber desarrollado una capacidad extraordinaria para leer los pensamientos de Harry con tan solo mirarlo unos cuantos segundos.

- ¿En verdad?

        Qué estúpida pregunta, ¿por qué Sirius le iba a mentir?

- Sí, en verdad; James insistió en que me tomaría esa foto y me la daría para que finalmente te soltará "Puedes cargar la fotografía en lugar de cargar mi hijo".

        Sirius termina de decir con una sonrisa burlona, al parecer recordando el momento.

- Ya veo...

        A pesar de la enorme confianza que Harry le tenía a su padrino, debía que aceptar que a veces se quedaba sin palabras; después de todo no tenía demasiado tiempo de conocerlo; a decir verdad todo el año lo había considerado un traidor que había asesinado a sus padres, y escapado dela cárcel para matarlo.

        Y sin embargo ahí lo tenía frente a él. En unas pocas semanas Sirius había logrado ganarse el corazón de su ahijado; este lo adoraba; y sabía a ciencia cierta que su padrino, aunque a veces poco expresivo, lo quería más que a nada en el mundo (tal vez no más que a su vieja frazada de franela ala cual se aferraba todas las noches, pensando que Harry estaba dormido y nadie lo veía).

        Podía notar que había momentos en los que no solo él se sentía incómodo por el silencio; Sirius también; estaban en la misma situación; se conocieron por un año hace trece años, en los cuales no cruzaron palabra (a excepción de "perrito!", la cual Sirius le había contado a Harry que había sido su primera palabra, aunque no estaba tan seguro de creerle eso, tal vez después le preguntarí al profesor.. err.. Remus).

- Harry?

        Este se vuelve a sorprender al escuchar la voz de Sirius; ahora le resulataba muy constante perderse en sus propios pensamientos por horas, hasta que Sirius llegaba y le preguntaba sobre como la había pasado hasta ahora (no tan mal), Harry casi siempre contestaba, no estaba muy seguro de que su padrino quisiera saber de todo lo que le había acontecido, aunque tarde o temprano se lo tendría que decir, antes de que alguien más lo hiciera, con palabras exageradas ( el muchacho casi muere desangrado cuando ese colmillo atraveso su brazo); a Sirius no le gustaría escuchar eso... no lo tomaría muy bien.

- Harry, te sientes bien? ¿Quieres que te traiga algo?

        Este abre los ojos de par en par al sentir una mano contra su frente; se encuentra con los ojos de Sirius que lo miraban preocupado.

- No, estoy bien... perdóna, pensaba en algunas cosas.

- Seguro? Por qué puedo traer ahora mismo a la Señora Pomfrey.

         Esos eran los comentarios que le decían a Harry que Sirius no tomaría demasiado bien las noticias sobre sus aventuras pasadas; con un simple estornudo su padrino se alarmaba y durante todo el día no lo dejaba salir de cama, alegando que la casa estaba muy fría (pero Sirius, estamos en Julio).

         A veces pensaba que su padrino lo cuidaba demasiado, pero no le molestaba, solo no estaba acostumbrado a que se preocuparan tanto por su salud, cuando con los Dursley a un simple estornudo lo mandaban a encerrar para que no contagiara a los demás miembros (estas lleno de gérmenes, no te me acerques!).

- Creo que tienes algo de temperatura...

        Sirius murmura pensativo colocando su mano sobre su propia frente. Ante esto Harry se sonríe y tomando la mano de Sirius la baja de su frente, asegurándole con una voz suave.

- Estoy más que bien Sirius, tranquilo.

        Solo era en esos momentos que Sirius parecía tranquilizarse y volver a recuperar su sonrisa de siempre.

        Habían pasado semanas desde que Sirius había recuperado algo de color en su piel amarillenta; y con su dieta de comida rápida tan bien balanceada, había recuperado algo de peso (Harry, dime la verdad, estoy gordo?) ; ante la insistencia de Remus se había cortado el cabello (de hecho solo acepto hasta que Harry mencionó que se vería más joven con el cabello mas corto). Sus ojos azules, una vez oscuros y hundidos en el rostro; habían recuperado cierto brillo, llamando la atención de cualquiera que pasaba, era un azul muy claro.

        Los harapos que una vez uso habían quedado atrás; Harry había notado como a Sirius no le gustaba usar túnicas, como a los demás magos; por el contrario su guardaropas consistía en pantalones de vestir y playeras, principalmente de color negro.

        Ante todo esto Harry debía aceptar que su padrino, no solo se veía mucho más joven, si no que era una persona digna de admirarse y que probablemente gozo de mucha popularidad entre la población femenina, durante sus años como estudiante, en Hogwarts.

Ding...Dong...

- Esa debe ser nuestra pizza.

         Harry sigue a su padrino con la mirada, hasta que este se pierde al dar vuelta en la sala. Escucha como abre la puerta y la voz del repatidor; segundos después Sirius regresa con una caja que fácilmente le llegaría a las rodillas (y consideremos que Sirius no es bajo de estatura, si no lo contrario).

        Sonreía alegremente, como siempre solía hacerlo desde que se mudaron.

- Le cena esta servida...

- Humm Sirius...

- Dime Harry?

- Olvidamos las bebidas…

***

        -.- son las 3:00 am exactamente. Tengo sueño y no puedo mover mi cuello...ayy... el capítulo no salió tan bien como esperaba! Debo culpar al azúcar, es como alcohol en mi organismo! Bueno... bueno espero al menos les haya gustado y que por ningún motivo sigan las recetas culinarias de Sirius... que aunque son excelentes, no son buenas para la gente que no tiene estómago de acero.

         Sé que Sirius suena algo serio... pero es por que no esta acostumbrado, mmm si creo que lo representé muy serio en este capítulo, pero les aseguró que cambiará. Sí, yo sigo insistiendo que tiene los ojos azules, pero asi se ve hermoso, no?

       Harry habla demasiado consigo mismo, pero que esperaban? Con los Dursley no tenía exactamente mucha gente con la cual hablar, y considerando que Hedwig nunca le contestaba (demos gracias por eso).

      Sé que puede resultar algo confuso tanto paréntesis dentro de la historia, pero recuerden que son aclaraciones y notas que Haryr o los otros personajes se hacen a si mismo; lo que esta en cursiva es simplemente el recuerdo de las palabras exactas de las demás personas; con el tiempo se acotumbraran... eso espero.

     No duden en comentarme cualquier duda.