Esta es mi nueva creación, ya saben mi cabeza loca creando tonterías.

La historia es mía, junto con los personajes no reconocidos. Todos aquellos personajes que reconozcan son propiedad de L.J. SMITH y de STEPHENIE MEYER.


Después de que Edward abandonara a Bella, ella intento superarlo y dejar de lado el mundo sobrenatural, accedió a mudarse con Charlie a un nuevo pueblo e iniciar una vida normal. Pero no todo va a ser normal en su nueva vida y menos cuando un sexy y sarcástico chico de ojos azules interfiera en su camino…. Nuevos problemas, nuevos amigos, nuevos amores. Una nueva etapa llena de éxtasis para Isabella Swan.


The lonely- Christina Perri

Capitulo 1.- LUTO

Llovía, una gran tempestad se desataba fuera de mi casa y yo la contemplaba a través de mi ventana, pero eso no era nada importante para mí, de hecho nada tenía sentido ya. Nada importaba. Yo estaba perdida, fuera de lugar. Era consciente de que el tiempo pasaba, pero yo no formaba parte de esos cambios. Estaba estancada en mis recuerdos, no encontraba la forma de poder avanzar.

Se dice que cuando un ser querido muere, un doliente puede pasar de dos a doce semanas, o incluso hasta seis mese, para asimilar la perdida. Claro está que esto se aplica en el luto. En mi caso nadie murió, era algo casi imposible, por no decir totalmente imposible, pero se sentía de la misma manera, era como si todos ellos hubieran muerto. Y yo, yo atravesaba las etapas del luto.

Primero llego la negación.

No podía creerlo, me negaba a aceptar que ellos, que decían quererme, se hubieran marchado, dejándome botada como quien deja un servilleta de papel sucia. No asimilaba su partida y menos aun de Edward, de él que decía amarme más que a su propia existencia, si claro, como no, más que a su existencia, mentiroso. Y también estaba Alice, ella que se hacía llamar mi mejor amiga, mi casi hermana, otra mentirosa, se fue sin siquiera despedirse, igual que todos. Pero a pesar de todo, no podía ser cierto que se hubieran ido, no, ellos no podían irse.

Al final lo comprendí, se fueron sin mí…. Y llego la ira.

Me enfurecí. Principalmente mi ira fue dirigida a Edward por ser un idiota integral, por no valorarme lo suficiente y considerarme buena para él, por no amarme como decía hacerlo, por mentirme tanto tiempo, por dejarme sola en el bosque, joder, como si no supiera que era propensa a los accidentes. También me enoje con Alice, por no despedirse, por hacer una estúpida fiesta que no quería, por ser una muy mala amiga y por cambiar mi guardarropa el tiempo que estuvimos juntas. Con Jasper, ese idiota que intento beberse mi sangre. Con el resto de la familia por ser despiadados y no despedirse, por hacer que me sintiera parte de su familia cuando ellos no me consideraban como tal, porque no abandonas a tu familia como abandonarías un mueble viejo que ya no te gusta. Todos excepto Rosalie, ella nunca me vio como tal, pero también me enoje con ella por ser una estúpida y vanidosa vampira prepotente y creerse mejor que yo. Vampira estúpida y malditamente resentida. Me enoje conmigo misma por ser tan crédula y pensar que un vampiro con tantos años como Edward podría fijarse en mi, una simple humana con un gran olor, por ser tan torpe y cortarme con un estúpido papel de regalo, y por amarlo. Joder. Y de nuevo contra Edward, vampiro idiota, voluble, sobre protector y que brilla como nena. Pero después de putear contra él, tanto como me fue posible, llego el dolor emocional, saltándose la parte de la negociación.

Llore, llore y llore, por cada rincón, a cada momento. Llore, grite y patalee, pero nunca fue suficiente, no lograba deshacerme de ese dolor que inundaba mi ser, siempre estaba ahí, no se iba. Deje de lado mi vida, era como una muñeca sin vida, bacía, no sentía nada que no fuera dolor, nada tenía sentido, no había calor que me llenara, o frio que me congelara, el sol perdió su calidez, no era feliz, y solo estaba esa sensación oprímete, aplastante y devastadora que lastima desde lo más hondo, sentía la perdida en cada poro. Gritaba, no había noche que no tuviera pesadillas que me recordaran todo lo que me había sido arrebatado de la forma más cruel. Me perdí entre tanto dolor, no pude seguir, mi vida se congelo en el mismo momento en que Edward se alejo de mí.

Pero debía salir adelante, seguir, luchar, intentarlo por mis padres, por mí, por todo aquello que estaba dejando atrás. No podía vivir en el pasado recordando lo que pudo haber sido, tenía que recuperar mi vida. Vivir, eso debía hacer. Y cuando llegue a la parte de la negociación, Charlie me agarro con la guardia baja y encontró una brecha entre mis pensamientos.

Le habían ofrecido un nuevo trabajo, un asenso como director del departamento de policía en un pueblo en el estado de Virginia llamado Mistic Fall. Tendría un mejor sueldo, en un estado mucho más cálido que Forks. Y eso era lo que ambos necesitábamos, el siempre había vivido en Forks, en ese clima tan frio, y yo necesitaba alejarme de todos los recuerdos y tentaciones que me rodeaban, necesitaba un lugar donde ellos no pudieran estar, donde no pudieran vivir plenamente. Y qué mejor que un estado soleado.

Después de pensarlo mucho decidimos mudarnos, puse mis condiciones. Quería una casa un poco más grande, un baño propio, un auto nuevo, porque el cacharro que yo tenía no podía figurar en nuestra nueva vida. Y lo hicimos, papá acepto el trabajo y comenzamos a buscar una casa por internet, la encontramos, se ajustaba a nosotros, era de dos pisos, con dos habitaciones en la parte superior con baños privados y otro medio baño en la planta baja, una cocina y un comedor, una sala y un estudio, la casa era sencilla pero era buena para nosotros, además de que estaba todo amoblado. Nosotros pusimos a la venta nuestra casa y vendimos los muebles, dejamos solo nuestras cosas importantes. Para nuestra sorpresa la casa la habían comprado en poco tiempo y nos habían ofrecido más de lo que esperábamos, con el dinero por la venta podríamos comprar perfectamente la otra casa y nos sobraba dinero. La compra había sido anónima, así que nos sabíamos quién era el nuevo dueño.

Yo le conté a Renne que nos mudaríamos, y mi madre se alegro por mí al comprender que estaba saliendo adelante, y ella se ofreció a regalarme un auto, junto con Phil, el cual también se preocupo por mí durante mi etapa depresiva. Dijo que ellos elegirían el auto y yo no tenía permitido reclamar nada. Según sabia, Phil estaba ganando más en su trabajo, ahora tenían un departamento y mamá seguía trabajando.

Papa ya me había inscrito en la preparatoria de Mystic Fall, de nuevo entraría a mitad de semestre y seria el centro de atención. Ya había presentado todos mis exámenes necesarios para no tener problemas en la nueva escuela. Solo nos restaba terminar de empacar nuestras cosas para poder irnos.

Con la tempestad desatándose fuera de la casa, me levante del marco de la ventana y me dirigí a la cama, donde estaban algunas cajas, para seguir guardando mis pertenencias. Pero como la vida no es tan buena conmigo tropecé con una tabla del suelo que estaba un poco salida, me sobe ligeramente las palmas y después intente levantar la tabla que estaba fuera de su sitio. Baje las escaleras en busca de algo que me ayudara a levantar la tabla y en el armario de papá halle un martillo, fui a mi habitación y me senté en el suelo, levante la tabla y lo que encontré me paralizo. Mis cosas, todas, estaban debajo de esa tabla.

"Sera como si nunca hubiera existido", claro cómo no, el hubiera, no existe.

De nuevo me sentí pasar por las etapas del luto, sentí la negación atravesar mi cerebro, la ira inundar todo mi ser, el dolor me golpeo fuerte, la negociación conmigo misma, pero lo más importante fue cuando llego la aceptación. Al fin lo acepte.

Ellos se habían ido. Y yo me sentí mejor, más libre. Ya no tenía relación con los Cullen, yo no formaba parte de su vida ni ellos de la mía. Y sonreí, después de un largo tiempo pude sonreír. Y era el momento de comenzar a vivir mi vida sin ellos, de salir adelante y dejar atrás el dolor que había opacado mi alma por lo que parecía tanto tiempo.

-Bendita Aceptación- susurre.