Bueno… Este es mi nuevo FanFic… Es el primero de FMA, los otros eran de D. Gray-Man… Primero:
Disclaimer: FMA no me pertenece, es creación de Hiromu Arakawa, y todos los personajes que incluye este FanFic que sean creación de ella, no me pertenecen.
Y Segundo:
Esta historia transcurre en el tiempo real, es decir, este año.
Capítulo 1:
Accidente.
Por las calles de Central, caminaban dos hermanos, el primero, un chico de 10 años, de cabello café claro y ojos del mismo color. El segundo era el hermano mayor, cinco años mayor, tenía unos ojos muy dorados y su cabello largo cabello, sujetado en una trenza, brillaba de su color rubio dorado con los escasos rayos de sol que escapaban de entre las nubes que nublaban el cielo. Ese sería un día gris.
- Rayos… Esto sí que queda lejos… - Decía y suspiraba el hermano mayor, mientras esperaba que la luz del semáforo cambiara a verde para poder avanzar.
- No debimos haber aceptado aquella invitación, sabiendo que quedaba tan lejos, hermano… - Decía el pequeño mientras el semáforo cambiaba a ese color que tanto habían esperado. Comenzaron a caminar por aquella calle larguísima.
- ¿Desde cuándo camina tanta gente por estas calles de Central? – Se preguntaba a sí mismo el rubio mientras bostezaba, ya iban por más de la mitad de la calle, sin embargo, la luz comenzó a parpadear. Debía apresurar el paso.
Aquella calle llena de gente sí que era una impedimenta para avanzar.
- Vamos, Al, - Decía el rubio a su pequeño hermano – Debemos apurarnos. – Agregó mientras él y su hermano comenzaban a escabullirse por entre la multitud que caminaba por la calle. Pero, de pronto, algo detuvo al hermano mayor, un fuerte golpe en su pierna izquierda, gran un tropiezo y cayó de rodillas al suelo. - ¿Qu…? – No tuvo tiempo de terminar de pensar aquella palabra, cuando se percató que el semáforo estaba en rojo.
- ¡¡Hermano!! ¡¡Corre!! ¡¡Hermano!! – Gritaba Al, mientras unos adultos lo sujetaban para que no se lanzara a esa peligrosa calle.
- Al… - Pensó instintivamente al escuchar su voz, intentó ponerse de pié, pero no lo logró, su pierna estaba dañada. Intentó otra vez, y una vez más, sus intentos eran inútiles, no lo lograba.
- ¡¡¡¡HERMANO!!!! – Gritaba entre sollozos el pequeño Al, aún sin poder zafarse de la gente que lo retenía. Ya era tarde. Un gran camión se acercaba.
- Este es el fin – Pensó el rubio con tranquilidad. No es que la muerte no lo asustara, sólo es que pensaba que ya no era posible salvarse ¿Para qué hacer esfuerzos inútiles? – Adiós… Al… - Dice a su hermano con voz quebrantada, sonriendo le al pequeño, mientras una pocas lágrimas corrían por sus mejillas.
Luego todo se volvió rojo. No escuchó ni vio nada, solo… Rojo
Charáaaan! Bueno… Un poco raro el primer cap… Solo eso
Bye-Nii!
Ori-Chan
