Hola a todos, por fin hallé un inicio para este fic, sin embargo les aseguro que se pondrá cada vez más interesante.
Espero que sea de su agrado.
Aclaración: Los personajes de este fic, no me pertenecen. Si lo sé, es decepcionante, pero carezco de $$$ y también de lo más importante; derechos de autor de los personajes jejeje.
0000000000
Cuando un genio se enamora.
Ayer, recién acababa de levantarme, tuve un fuerte presentimiento de que algo extraño iba a pasar. Peor aún. Algo extraño pasó…
Todo comenzó muy normal, desperté, me vestí, desayuné y demás. Cuando terminé mi rutinaria preparación me dispuse para salir de la mansión. Una vez afuera, me encontré con varios rostros conocidos; Gai-sensei, Lee, y Tenten. Todos con una cara sonriente, al parecer por ninguna razón inexplicable, bueno, al menos para mí.
Sin ni siquiera formular una palabra, todos comenzamos a caminar en silencio –lo cual me agradó mucho. ¡Oh, hermoso silencio!- por supuesto, nuestro destino era el campo de entrenamiento. Aquel campo, aquel que nos había visto crecer a todos. Sé que tal vez estoy hablando del campo cómo si éste fuera una persona, pero en realidad, significa mucho para mí. En ese lugar hemos tenido tantas experiencias tanto dolorosas como alegres. Rayos, estoy nostálgico y me he desviado un poco del tema. Continuaré.
Cuando llegamos al campo…
- Oigan - dijo mi compañera – después del entrenamiento… quisiera alguien acompañarme a…
- ¡Yo! ¡Yo! ¡Yo te acompaño! – gritó Lee- No tengo nada que hacer… así que puedo quedarme contigo.
- Chicos, déjense de tonterías, ¡Y que la llama de la juventud nunca se extinga en ustedes!
- ¡Claro, sensei! ¡Nunca lo defraudaré! – contestó Lee con un par de lágrimas convertidas en lagos corriendo por sus mejillas.
- ¡Oh, Lee!
- ¡Oh, sensei…! – Claro. Lo siguiente fue un abrazo.
- Chicos, derraman miel. ¡A entrenar! – chilló Tenten. – No vine aquí a perder el tiempo.
- Hmp – fue mi única respuesta.
Comenzamos a entrenar. Lee estaba con Gai-sensei y yo con Tenten, Tenten… mi compañera. Al parecer la única que no es tan excéntrica como los otros dos; Gai-sensei y Lee –maestro y compañero respectivamente – sinceramente, es espontanea, optimista y expresiva, - cualidades que admiro muchísimo en una chica- ya que todo el tiempo está sonriente, alegre y debo decir que de alguna manera… sólo con sonreírme, ella me dibuja una sonrisa y me hace sentir…
De pronto, algo me empujó.
- ¡Ay lo siento, lo siento, lo siento! –gritó Tenten corriendo hacia mí
- ¿Qué rayos…? –dije yo, desde… ¿El suelo?
- ¡Gomen, Neji! –siguió diciendo Tenten, angustiada - ¿Te encuentras bien?
- Está bien, no me pasó nada. –respondí entendiendo lo que había pasado. Ella me golpeó y caí al suelo.
- ¡Ay, Neji! ¿En qué demonios pensabas? T-tu nunca te distraes. –replicó ayudándome a levantarme.
- No estaba distraído. –dije en tono cortante
- Lo… lamento en serio. Pensé que me esquivarías fácilmen…
- Dije que estoy bien. Continuemos. –le interrumpí
Tenten no habló más y se dedicó a entrenar conmigo de nuevo. Hasta que…
- ¡Neji… oye, Neji! –dijo Tenten jadeando, mientras una gota de sudor le recorría la frente – Ya estoy muy cansada, no hemos parado en horas y…
- Descansa entonces.
Al instante le pedí a Lee que entrenara conmigo –cosa que no me agrada mucho ya que es muy exagerado, pero en vista de que Tenten estaba indispuesta…- ¡Lee!
- ¿Qué sucede?
- ¿Quisieras entrenar conmigo…? Tenten se cansó.
- Claro, amigo.
Después de un rato…
- Ahí te va, Neji, ¡Konoha Senpu! - gritó Lee mientras se disponía a golpearme.
- ¡Ja! Muy cerca esta vez, Lee - respondí con tono burlón después de haber esquivado su poderosa patada - pero en verdad creo que te ha sido imposible tocarme hoy. Acaso…
- ¡Neji! Ya déjalo en paz. - gritó Tenten, quien se hallaba sentada a la sombra de un árbol - creo que ya deberían descansar, ya está a punto de oscurecer.
- ¡Querida pupila mía! -dijo aquel hombre al que todos los ahí presentes llamamos maestro - ¡Deja que la llama de la juventud arda libremente en tus compañeros!
- Pero, sensei… - replicó mi compañera
- Pero nada, ahora deja que entrenen más.
- De hecho – diferí – ya estoy cansado, incluso fastidiado. – agregué – Regreso a la aldea.
- ¡Ey, Neji! –gritó Tenten, con mucho entusiasmo por cierto – ¿Me acompañarías a…
- ¿Qué no, Lee iba a acompañarte?
- Quisiera hablar contigo.
- …
- A solas. –eso último que escuché de Tenten, me sorprendió
- Como sea –concluí.
- ¡Chicos, nos vamos! –gritó Tenten a forma de despedida
0000000000
-¿Y bien? ¿De qué quieres hablar? –dije por fin, después de un largo silencio
- ¿Por qué no esquivaste mi ataque?
- ¿Por qué estás obsesionada con eso? –contesté irritado
- No estoy obsesionada, sólo es curiosidad. Tú nunca te distraes de esa manera, ¿Qué estabas pensando?
- …
- Neji, puedes decírmelo.
- No hay nada que decir, no estaba pensando y no estaba distraído – dije mientras me miraba con ojos de incredulidad
- Te conozco bien, Hyuga.
- No era nada, ¿De acuerdo?
- Ne…
- ¿Y por qué te interesa tanto saber qué es lo que pensaba?
- Ya te dije, simple curiosidad.
- … -Abrí mi boca. Pero nada salió. –Tenten río entre dientes confirmando su victoria en cuanto a mis argumentos- Será mejor acabar con esto. –pensé
- Bien, te escucho. –dijo Tenten quitándose un mechón de cabello de la cara y dispuesta a escuchar mi respuesta
- El campo de entrenamiento. –le solté
- No es eso. –dijo
- ¿Qué?
- No es el campo de entrenamiento en lo que estabas pensando. –respondió muy segura- ¿Acaso lee mi mente? –pensé
- ¿Cómo sabes que eso no es verdad?
- Porque te conozco. Por favor, Neji. El campo de entrenamiento no es algo que te quite el sueño. Debió haber sido otra cosa. Dímelo.
- Lamento ser repetitivo, Tenten, ¿Pero qué importa en qué estaba pensando?
- No es común que te distraigas.
- ¿Y eso qué?
- Que quiero saber que pensabas.
- ¡EN TI! ¡PENSABA EN TI! ¿CONTENTA? –mientras me sonrojaba igual que Hinata-sama, o al menos así me sentí, sonrojado como un jitomate en su mejor punto.
- … -se quedó atónita
- ¿Y ahora qué?
- ¿Qué pensabas de mí? –me dijo transformando su rostro sorprendido en un rostro amable que me miraba tiernamente
- … - De nuevo abrí la boca sin que nada saliera. No sabía que contestarle.
- Dímelo, Neji. ¿Qué pensabas de mí?
Por primera vez, Tenten me observa atentamente con una mirada profunda… cómo queriendo entrar y leer mi mente con sínica libertad, y debo decir que lo está logrando, pues por alguna razón yo he bajado la guardia y estoy realmente nervioso…
-¿Neji?
- ¿Q-qué decías?
- ¿Qué pensabas de mí? –repitió quedamente con aquella voz… tranquila y dulce
- N-no piensas dejarme hasta q-que te diga, ¿cierto? -¿Yo? Hyuga Neji… ¿tartamudeando? Tenten tiene razón, debo estar enfermo, muy enfermo.
- Pues… -en ese instante se me ocurrió un plan
- ¿…sí?
- Te lo digo mañana –continué con una sonrisa maliciosa mientras desaparecía en la oscuridad
- Neji… ¡NEJIIIII! –gritó enojada al verme huir
- ¡NOS VEMOS! –me despedí aún con la sonrisa en la cara, ya que sabía que Tenten me seguía viendo
Cuando empecé a correr por los árboles, alcancé a escuchar que Tenten decía algo… pero no entendí muy bien. Creo que dijo: ¡Maldición!
X
