Después de años de no pisar esa vieja escuela, allí se encontraba, mirando las impotentes torres con sus miles de ventanas por las cuales los alumnos se asomaban para observar la gran luna llena.
Pensó en las muchas veces que el mismo se asomaba para poder contemplar la luna antes de escaparse con sus amigos para acompañar a Lunático. En ese momento se dio cuenta de que su amigo debería estar por allí deambulando desde hacia rato.
Volvió a transformarse en perro y espero sentado junto al sauce boxeador mientras esperaba ver a su viejo amigo asomarse por allí. Lo que no imagino es que su amigo no asomaría su cabeza hasta la próxima mañana ya vestido con sus viejas ropas y con cara cansada. Se encaminó rápido tras Remus al castillo, en donde entro después de el.
Visitó lugares queridos por él dentro del colegio, y revivió memorias mientras veía a otros estudiantes correr por los pasillos. De pronto vio a un niño regordete que le recordaba a Frank Longbottom, por lo cual lo siguió. El niño se dirigió a la casa de Godric. Su vieja casa. Y la de sus viejos compañeros. Al acordarse de ellos no pudo soportar la tristeza y unos gemidos salieron de su garganta. Pero claro, al estar convertido en perro, no sonaron nada amigables para el chico que salio corriendo, al seguirlo se encontró con Crookshanks, el gato que tanto lo había ayudado. Era realmente el gato más inteligente que había visto en su vida. Cuando lo vio, Crookshanks corrió hacia el con un papel en su boca. Sirius se convirtió y agarro el pedazo de pergamino. Felicito al gato con unas palmadas ya que ahora tenía como entrar a la torre de Gryffindor. Crookshanks le había facilitado su entrada, dándole un pergamino con las contraseñas de la torre.
Días más tarde Sirius seguía escondido dentro del bosque prohibido esperando su nueva oportunidad para ver a su ahijado. La última vez no había salido muy bien. Hasta un día en que encontró su oportunidad.
Sirius vio como los tres Gryffindors, entre ellos su ahijado que cada día era más parecido a James, observaban desde lo alto como decapitaban a ese gran hipogrifo. Y derepente noto que el pelirrojo Weasley tenía a la horrible rata de Scabbers en sus manos. Se transformo en Canuto y se encamino a Ron. Al atacarlo vio como Peter se retorcía con fuerza, pero el chico no la soltó para su gran suerte. Los encamino en ese momento al sauce y a su entrada siendo el gato de la chica el que lo ayudo a calmar.
Después de un rato de pelear con el pelirrojo al convertirse en si nuevamente, Harry y Hermione llegaron a la casa de los gritos. Gracias a Remus que llego mas tarde, su querido ahijado no tuvo oportunidad de matarlo, no que lo creyera poder.
En el momento en que vio a Remus darle la mano y abrazarlo, supo que este sabía la verdad. Y que lo perdonaba por todo lo que había pasado. Y le pedía perdón por no haber ido por el, por no apoyarlo durante esos 13 años. Y Sirius lo miro a los ojos y ambos supieron que nada estaría mal de ahí en adelante, que ahora estaban juntos y que todo estaba perdonado.
Al explicarle todo a Harry, Sirius sonrío como en el pasado lo había hecho ya que ahora su ahijado quería irse a vivir con el.
Momentos más tarde, una persecución se abrió ya que Remus se transformo en hombre lobo, nadie se había enterado de la luna llena de esa noche. Sirius intento detenerlo, pero al llegar los dementores no pudo hacer mucho más.
Días mas tarde cuando Sirius se encontraba en el despacho del profesor, Harry y Hermione llegaron a salvarlo. Al salir del despacho con los dos chicos volando sobre Buckbeak se sintió vivo por primera vez desde que entro a la cárcel de Azkaban. Al despedirse de Harry y Hermione, Sirius emprendió vuelo hacia su nueva vida. Una vida en que disfrutaría de su ahijado lo más que pudiera antes que tuviera que partir nuevamente.
