Aún no comprendía lo idiota que era, por tener la verdad ante mis ojos y no notarlo. Pero luego de descubrirlo estaba yo aquí, Isabella Swan, caminando descalza bajo la lluvia. Las lágrimas que caían por mis mejillas se mezclaban con la lluvia, nadie lo notaba entonces.

3 años de mi vida le había dado. Llenos de engaños. Tirados a la basura. Lo había conocido a mis 18, y luego de esto le siento un profundo odio. No noté cuan dentro de mis pensamientos estaba, hasta que un claxon llamó mi atención, lo podría distinguir entre millones.

Y ahí estaba frente a mí, Edward, mi mejor amigo desde pañales. Bajo la ventanilla del lado del copiloto y me miró con ojos desorbitados.

¿Qué haces aquí, pequeña? – preguntó preocupado, mientras caminaba hacia mí, cubierto por un paragua –. Ey nena, ¿Qué te sucedió?.

Lo hizo, Edward – dije con lagrimas de puro odio y rencor –. Lo hizo. James me engañó.

Maldito – masculló. Me pegó a su pecho y abrazó delicadamente. Luego de un rato volvió a hablar –. Vamos, pequeña, nos enfermaremos ambos.

Bueno – tomó mi mano y me dejé guiar hasta su volvo plateado. Una vez dentro prendió la calefacción al mango.

Abrígate, linda – extendió una manta y me la coloqué en los hombros, hasta que note que el también estaba mojado. La extendí y lo abrigué a él también –. Vamos a mi casa, ¿quieres?.

Si, por favor, Edward. Seguramente ya este en el mío tirando la puerta – expliqué, apoyando mi cabeza en su hombro. Una vez en su edificio dejó el coche en el estacionamiento y subimos a su departamento, cortesía de sus padres para su cumpleaños.

Toma, Belly, colócate algo de mi ropa mientras la tuya se seca. Tomate una ducha también, te calentara – Me tendió un par de toallas y una de sus camisas que utilizaba para ir a la oficina.

Gracias, Ed – besé su mejilla y me dirigí a la ducha.

El agua caliente cayendo sobre mi espalda era lo mejor que pude sentir en estos momentos, me hubiera quedado más tiempo pero Edward seguramente querría entrar, por lo que me apure. Sequé mi cuerpo y me coloqué la camisa. Salí y lo vi frente a la hornalla.

A ver, cobrizo – lo abracé por detrás, haciéndolo saltar levemente del susto –, acaso usas shampoo con olor a fresas o es para cuando viene tu puta, digo tu novia.

Mira, castañita – dijo girándose –, no uso shampoo de fresas, es para cuando viene mi mejor amiga, es decir, casi todos los días. Sabes muy bien, es mas, fuiste la primera en saber que termine con Tanya hace bastante tiempo.

Bien, bien, lo admito – levanté los brazos en señal de rendicion –. Al menos disfrutas mi compañía, ¿o no?.

Cierta, nena. Hare chocolate caliente, ¿si? – preguntó buscando las tazas.

¿Estás loco? – pregunté dándole un empujón – Quiero chocolate caliente, no petróleo.

¡Ey! No te burles de mis dotes culinarios – e hizo un puchero al estilo Alice, su hermana gemela.

Alice está contagiandote y a Rose – negué mientras servía el chocolate con unos macarrones.

¿Bella, puedo hacerte una pregunta? – preguntó acostándose en el sofá.

Claro, ¿Qué sucede? – dije acostándome también. Estábamos apretados como sardinas, pero cómodos.

Cuando te encontré a la vuelta del club de Alec, estabas llorando ¿Por que?. Bueno si se, pero ¿Con quién te ha engañado? – preguntó tomándome las manos con ternura.

Mira, Ed, todos sabíamos que ya no lo amaba. Pero al enterarme que me engaño con Victoria me sentí una inútil, me sentí como un trapo viejo al que usaron – expliqué con la cabeza gacha. De tan solo pensar cuanto tiempo me estuvo engañando, una furia crecía en mí.

Ey, nena – dijo levantándome y sentándome en su regazo –, no eres inútil. Él lo es, por no darse cuenta a la mujer que tenia al lado. Eres inteligente, exitosa, la mejor persona del mundo y…. – se pausó un momento e hizo una sonrisa picara – extremadamente sexy.

¡Edward! – dije golpeando su hombro levemente –. Gracias, Ed. Eres el mejor

Lo sé - dijo con una sonrisa que hacía que me derritiera, pero no entendía aun porque –. Ahora vamos a ver una película al cuarto, hace mucho no lo hacemos.

¡Sí! – dije saltando sobre sus piernas. Me levanté y agarré un balde de palomitas y refrescos –. Ahora vamos, prefiero el chocolate luego.

Veremos Remember Me, ¿sí? – preguntó acomodándome entre sus piernas y arropándonos a ambos.

¡Sí! Este Robert Pattinson allí. Es tan sexy – dije pensando en el sexy británico, y un pensamiento nada sano apareció en mi mente.

¿Más sexy que yo? Eso no te lo perdono, nena – frunció el ceño y fingió enojo.

Tu eres mejor – le di un beso en la mejilla y puse play a la película.

Tengo que recargar municiones – informó poniendo pausa –, e ir al baño.

Vale, ve– dije estirándome en la cama. ¡Delicioso!.

¿No prefieres que vayamos los 2? – dijo guiñándome un ojo y moviendo sus cejas repetidas veces.

Gracias, Ed, pero no quiero que abusen de mi – le guiñó un ojo de vuelta –. Ve al baño mientras voy por más palomitas.

Estuvo muy linda la película, Ed… - pero quedé sin habla al verlo dormido. Me pareció la imagen más tierna. Estaba hecho un ovillo y se aferraba fuerte a mi cintura. Intenté irme pero me atrajo hacia el, dejándome recostada a su lado.

Quédate – pidió adormecido acomodándose sobre mi pecho –. Buenas noches, Belly.

Buenas noches, Ed – acaricié su cabello y a los minutos se volvió acompasada. Yo cerré mis ojos y poco a poco comencé a dormirme, con una felicidad inexplicable.

Hola! Soy yo, de nuevo. Como les comente, en un ONE SHOT y Embarazo Adolescente, volvería con una nueva historia jijiji. Antes se iba a llamarse Amistad, amor y odio, pero cambié el titulo.

Que les pareció el nuevo cap? Gusta? No gusta? Háganmelo saber en sus hermosos y sensualones reviews.

Nos leemos en el prox cap!.

Besos y mordisquitos ;)