Sesshomaru. El mismo demonio frio, sin sentimientos, con un corazón tan duro como una armadura. Lin la eternamente niña, alegre, radiante y ahora mas hermosa; sus dieciséis años dejaban ver que ya era toda una mujer y valla que era encantadora, aunque en ocasiones la tristeza que había en ella era mas grande que su ilustre sonrisa, la soledad la estaba matando lentamente.

Despertar en la mañana preparar el desayuno con todo el esmero posible y solo ver a Sesshomaru despertar, con los rayos del sol rosando su tez blanca y esos pulcrísimos ojos color caramelo lóbrego que observaban la fogata en el fondo para luego centrarlos en Lin que se acercaba con un plato de comida hacía el, le era mas que suficiente. Pero al parecer eso solo le molestaba mas de lo que entendía, después de eso despedirse de el, contemplando su hermosa figura que se movía majestuosamente a través del bosque; se quedaba parada allí hasta que la sombra desaparecía entre los matorrales, sin embargo, después de que estaba segura de que el ya no los veía comenzaba a llorar sin cesar con el único consuelo de Jaken; quien no comprendía aun el por que sus lagrimas. Después de unos minutos ella se paraba limpiaba sus ojos, que aun estaban cristalinos, y sacudía sus atavíos; le sonreía al pequeño demonio y le decía: - no te preocupes todo esta bien – sabiendo que estaba lastimada. Poniendo siempre una barrera alrededor de ella sin darse cuenta de que estaba llena de heridas.

Sesshomaru salía todas las mañanas para vagar por el bosque durante horas, para llegar a un rio y sentarse en la orilla en una gran roca, veía en el agua el reflejo de la mujer que mas amaba. Antes de que llegara el atardecer caminaba hasta llegar a un gran palacio, donde unas puertas enormes de madera se abrían ante el y dentro lo esperaba una bella mujer de cabello negro y unos ojos azules brillantes, con un kimono rojo y flores doradas, con una flauta en mano; el la tomo de una de sus extremidades con algo de brusquedad y la llevo por de los pasillos hasta llegar hasta sus aposentos, donde el se acostó y ella comenzó a tocar una melodía tan preciosa, que logro apaciguar al poderoso demonio, era al parecer muy joven de aproximadamente veinte años, quien no era nada tonta y bien sabía lo que quería. Dejo de tocar

-deja a esa niña – el abrió los ojos y volteo a verla

- te refieres a Lin ¿no es así?... ¡ha! A mi nadie me da órdenes – le contesto – sigue tocando

- debes dejarla, si estas con migo… es ella o yo – el se paro y se sentó en la orilla de la cama, le sonrió haciéndole pensar otra cosa, la beso en la frente y le dijo en voz baja

- ella – y salió de la habitación.

La mujer quien aun no salía de su asombro se asomo por la ventana viendo salir a Sesshomaru por la puerta principal, parecía que estaba bien pero la lagrima que rodo por su mejilla decía todo lo contrario. No iba a luchar por el, pero bien sabía que lo amaba, sin embargo, hacer algo para reconquistarlo era rebajarse al nivel de una humana y no estaba realmente dispuesta a hacerlo.

Sesshomaru, caminaba de regreso por un sendero aun mas largo, deseaba tanto caminar de la mano con… con ella. Pensaba solo en ella. De un tiempo acá no pensaba en otra cosa, ni siquiera podia concentrarse en las batallas, tratando de que a no le hicieran daño. ¿Pero por que ella? Podía tener a cualquier mujer a sus pies, pero no ¡la que quería a ella! Quería su amor todo. Debía tener tan siquiera una pista de lo que sentía por el. Sacudió su cabeza para quitarse esos pensamientos que le turbaban antes de llegar a donde se encontraban Jaken y Lin, ambos encendiendo una fogata para la cena de esa noche.

Se acerco a un árbol y se sentó debajo.

-¡Jaken! – dijo Sesshomaru –ve a buscar mas leña – cuando estuvo a punto de reclamar volteo a ver a su amo y vio que necesitaba decirle algo a lin y que no quería que el escuchara, así que sumisamente se marcho del lugar.

-¡Lin! Acércate – Sesshomaru le hiso una señal con la mano indicándole que fuera

- dígame señor Sesshomaru – estaba algo temerosa, ya que hace mucho que no tenían una conversación y ahora que el le hablara debía ser algo realmente serio

- cuéntame más de ti….- sus brazos estaban cruzados y tenía los ojos cerrados

-¡¿Qué? – la niña estaba realmente sorprendida por la petición de su amo

- si quieres no te estoy obligando

- no, no esta bien…- la niña no sabía muy bien por donde empezar –pues no tengo muchos recuerdos, la verdad solía jugar con mi hermano por las praderas, y mama me enseño a coser; mi hermano era el que siempre se la pasaba cuidándome y cumpliendo mis caprichos me decía: -"mi niña" –para todo. Un día unos bandidos trataron de robarme o al menos eso creo, intervinieron mi padre y mi hermano, pero los mataron después se interpuso mi madre y sucedió lo mismo, hui corrí lo mas lejos que pude; viví sola durante mucho tiempo, días y días sin comer, siempre sucia y… - ella no pudo contenerse y comenzó a llorar, hacía mucho que no pensaba en sus padres y su hermano mayor, le traía tantos recuerdos mencionarlos. Sesshomaru se acerco a ella y la abrazo recargándola en su hombro, tratando de consolarla le dijo:

- tranquila a mi lado no estarás sola - las palabras de la joven le habían conmovido un poco su duro corazón, le dio valor para decirle todo lo que pensaba en ese momento

- hace ocho años que deje de estar sola – recordando la ves que la revivió con su espada y comenzaron el viaje juntos – ya jamás lo estaré, ¿verdad?

- no jamás… mi niña – ella volteo extrañada ¿Por qué le nombraba de esa manera?

Tomo su mentón y lo acerco a el, pudo sentir su respiración muy cerca, sintió sus benditas lagrimas caer en su mano y las limpio con su nariz las que rodaban por sus pómulos, estuvo a unos segundos de confesarle que tal vez estaba enamorado de ella; pero sintió los torpes pasos de su sirviente que se acercaba de regreso. Agradeció tanto el que hubiera llegado u ocurriría algo de lo que después se hubiera arrepentido para siempre. Se alejo de ella y se marcho sin dar explicaciones.

Jaken noto sobre todo el sonrojo y la agitación de la chica, no quiso ni cenar, estuvo muy extraña, muy pensativa

No entiendo Lin no durmió muy bien esa noche. Ya entrada la madrugada llego Sesshomaru y se paro al lado de la chica, se quedo observándola por unos minutos y se quito el peluche que traía con el, lo desenrollo y como una manta lo puso sobre ella; Lin se ajito un poco, pero el se acerco a ella y le dijo al oído: -esta fría la noche – ella solo entre dormida y despierta le contesto: –gracias –

A la mañana siguiente, Lin despertaba y cuando vio la manta de su amo en primer instante se impresiono, luego la tomo entre sus manos y la acerco a su rostro olio por un buen rato el aroma impregnado en aquella tela que era tan suave. Después llego Sesshomaru quien al verla haciendo tal acción pasaron un millón de cosas por su mente, pero realmente no sabía ni que pensar, estaba tan confundido. La joven se puso de pie rápidamente

-buenos días señor Sesshomaru – se agacho y doblo lo que la cubrió durante la noche para después dárselo a su amo – gracias…

El no dijo nada solo la tomo y la puso en sus hombros

-Lin, ¿A dónde vas a comprar la comida? – Sesshomaru le daba dinero a la nena para comprara la comida de todos los días pero jamás supo a donde iba a comprarla

- pues… cerca de aquí hay un pueblo y ahí esta un mercado al cual voy a comprar

- pues bueno, hoy te acompañare a comprar el desayuno – la niña se sonrojo un poco, tomo una canasta y se dirigieron hacía allá.

Iban caminando, ella iba muy seria cuando en otras ocasiones siempre platicaba hasta hartar a Sesshomaru el que no lo hiciera significaba algo muy malo, pero de todas formas el no iba a iniciar una conversación

-señor Sesshomaru… - como se esperaba - ¿Por qué quiso acompañarme?

- que, ¿no puedo? ¿Te molesta? - ojala no respondiera la segunda

- no solo se me hace extraño, siempre se va por la mañana o a veces no esta

- ya deja de hablar… me molesta tu voz - la verdad es encantadora

- si – la niña estaba verdaderamente triste le molesta mi voz

Llegaron al pueblo, el de su manga izquierda saco una bolsita azul celeste que emitía un tintineo

-ten, aquí tienes dinero, compra lo que sea necesario – y entrando estaba el mercado, ella le contestaba a todos con mucha amabilidad y hablaba tan sutilmente que era imposible no adorarla con tan solo verla, esto hacía que naciera un nuevo sentimiento en Sesshomaru algo que no lograba reconocer muy bien, solo sabía que le molestaba y que no deseaba sentirlo algo parecido a lo que le llaman "celos", apretó su puño y esto lo noto Lin quien lo vio de reojo

-señor Sesshomaru ¿esta bien?

- si, no es nada – ella le sonrió, ¡diablos! Si seguía haciendo eso la adoraría más y no podría separarse jamás de su lado, que difícil se le hacía dejarla de ver aunque fuera por un instante

-¡mire señor Sesshomaru! – le gritaba Lin desde lejos agitando los brazos, el se aproximo hacía ella, fingiendo estar fastidiado, cuando estuvo a su lado vio que a la niña le brillaban los ojos viendo unos maravillosos antifaces, de varios colores, amarillos, rojos, azules, con listones plateados y dorados. La pequeña estaba encantada contemplándolos

- ¿puedo comprarme uno? – le pregunto la niña

- no lo gastes en boberías – le contesto con un tono muy grosero. Pero al verlas mas de cerca se le ocurrió una idea que no era nada mala, al contrario esto le beneficiaria a encontrar muchas respuestas, le ayudaría a estar al lado de Lin sin que ella ni nadie se diera cuenta… ella se adelanto algo cabizbaja, él aun guardaba unas monedas.

Ya de regreso por el camino, Lin iba brinque, que brinque como una niña pequeña pero eso le encantaba a Sesshomaru, mientras mas pudiera ver esa hermosa sonrisa, pasara lo que pasara no le importaría. Llegaron al campamento donde se encontraba Jaken; lin saco la comida que compro en el pueblo y se puso a prepararla, antes de que estuviera lista Sesshomaru se puso de pie

-me voy, regreso mañana temprano – y se marcho. La joven de nuevo empezó a llorar pero esta vez mas disimuladamente.

Sesshomaru se fue, pero tomo un camino diferente, regreso al pueblo y lo que compro fue algo a lo que los citadinos se les hiso muy extraño de su parte, pero no hicieron preguntas, sabían que los podía matar con un solo rasguño así que prefirieron guardar silencio por su bien.

Con discreción, en una parte alejada del bosque Sesshomaru se cambiaba de ropa, amarraba su cabello de manera que no se notara lo largo que estaba, se puso un sombrero negro ya desgastado y una máscara negra, que cubría a la perfección su rostro, quedo irreconocible

No puede ser la idiotez que voy a hacer pensaba mientras se aproximaba a donde en ese momento debería estar durmiendo Lin. Cuando llego a tal lugar, Jaken estaba profundamente dormido y la muchacha estaba sentada frente a la fogata al parecer aguardando a que algo sucediera

¿Me esta esperando a mi? no podía ser que ella lo esperara toda la noche.

Se acerco en sigilo, cuidando de que nada delatara su figura, cada vez mas y mas cerca y al parecer la distraída joven no se percataba de que el ya estaba detrás de ella. Le tapo la boca, trato de gritar pero no pudo, su respiración aceleraba conforme Sesshomaru la alejaba de Jaken, el podía notarlo pero no le importo una vez que la tuvo cerca. Ella solo veía que los ojos de aquel hombre se le hacían conocidos pero no lograba reconocerlo, sus manos estaban cubiertas por unos guantes cafés corroídos, el hombre no hablaba solo veía a Lin que temblaba de miedo, se acerco un dedo a la boca y le dijo que guardara silencio; de una bolsa dentro de su capa saco un antifaz amarillo, con brillos dorados y un listón plateado, era el que esa mañana le había fascinado, la señorita lo tomo y le dijo en voz baja: -gracias…- realmente el ya no aguantaba las ganas, si no hacía lo que había estado esperando desde hacía ya mucho tiempo se ahogaría en su propia desesperación, la ansiedad corrompía sus ganas de…; tomo la cara de la chica y la beso, ella solo se quedo plasmada, el trataba de que ella le correspondiera pero se abstenía. Lo empujo del pecho para tomar un poco de aire, estaba algo perturbada por el beso tan repentino, sus mejillas se ruborizaron

-¡no!- él con una voz descompuesta le inquiero

-¿Por qué no? ¿Estas enamorada de otra persona? – trato de sacarle una respuesta

- n-n-no, yo no dije eso- comenzaba a tartamudear

- entonces, ¿Por qué no vienes con migo?, vivirías mejor que con el

- ¡nuca digas eso!, el es mi amo y además yo…- estuvo a punto de confesar algo de lo que no estaba ciertamente segura

-tu estas enamorada del él ¿no es así? - le sonrió discretamente y fue cuando sintió que le daba algo en la mano, beso su mejilla y se marcho; Lin observo lo que sostenía era una rosa azul, preciosa. No se había alejado mucho, regreso a donde se suponía su amo debería verla y vio que todo seguía igual, como si nada hubiera pasado, se sentó debajo de un gran roble se recargo ahí, hasta que el sol comenzaba a iluminar el cielo fue cuan callo vencida por el sueño.

Sesshomaru estaba mas feliz de lo que creía, aquellas palabras aunque no confirmaban mucho pero eran algo, debería encontrarles un sentido pero jamás iba a aceptar que lo que hacía era por tratar de conseguir su amor y un beso, le alegro olor en sus labios aquella pura esencia que decía que jamás habían sido tocados por nadie, solo por el.

Cuando llego Sesshomaru ya a medio día vio que ella todavía no despertaba y que en su mano derecha sostenía la rosa que la noche anterior el le regaló, despertó a la niña echándole un poco de agua en la cara, simulando estar molesto, por la aparición de esa flor

-¿Qué sucede? – Lin tallo sus ojos con bobería tratando de quitarse el sueño

- nos vamos de aquí, levántate – la chica volteo a verlo incrédula; habían permanecido dos semanas en el mismo lugar. El que de un día para otro haya cambiado de opinión no era muy normal que digamos, debía haber una razón fuerte por la cual el deseaba irse.

- por mi no hay problema pero ¿Por qué?

- por que yo lo digo – contesto Sesshomaru, pateo a Jaken y lo levantó, la chica monto a A-un y comenzaron su viaje, deambularon por varias horas; Lin iba entretenida oliendo su rosa y examinando su mascara tan bella que combinaba con el atuendo que llevaba ese día.

- ¿Quién te dio eso? – pregunto Sesshomaru, sin siquiera voltear atrás, pero Jaken de curioso no se contuvo y miro lo que la niña traía en manos

- no lo se – realmente no sabía, no se le ocurrió preguntar su nombre; y jamás le cruzo por la mente el que su amo era ese hombre que beso la noche anterior

- si no sabes de quien es, ¡tíralo!

- ¡no es un regalo y los regalos no se desprecian! – contesto

- has lo que quieras – solo el se dio cuenta de que la felicidad lo inundaba, que deseaba voltearse y decirle que le alegraba tanto su respuesta, eso podía significar que tal vez ella sentía algo por el.

¡Solo es un juego, no debo dejarme llevar! pensaba, su orgullo era una venda que le cegaba ver cuanto amaba a su protegida

-Aquí nos vamos a quedar de ahora en adelante – frente a ellos, se dejaba ver una bellísima casa, color claro, con grandes ventanas, estaba ubicada entre arboles que la ocultaban de casi cualquier cosa o peligro

- ¡¿de verdad? – Lin grito desde atrás, corrió a verla más de cerca, estaba tan entusiasmada, parecía una pequeña con juguete nuevo

- si….- contesto él con un voz antipática

- ¿Por qué lo hace amo? – pregunto Jaken

- no tengo por que darte explicaciones – el veía que ella estaba tan preciosa ese día mas que otro, esa mañana se veía realmente resplandeciente.

- ¡señor Jaken! Mire aquí puede dormir usted - la niña apuntaba a una tela tirada que había en la entrada de manera chistosa

- ¡oye niñita…!- camino hacía ella elevando su bastón queriéndole pegar pero frente a su amo no podía hacer absolutamente nada. Sesshomaru agacho un poco su cabeza y rio para si mismo, guardando su felicidad.

Sesshomaru repasaba lo sucedido la noche anterior, pensaba cuando es que se podía repetir. Mientras tanto Lin estaba muy nerviosa, sabía que solo su olor la podía delatar, no quería que su amo lastimara a aquel "joven" con el que se encontró la noche anterior, no sabia realmente por que pero deseaba volver a verlo. Sentía curiosidad.

Esa misma noche

-¡Jaken busca mas leña! – Ordeno Sesshomaru; el pequeño se marcho sin decir nada- ¡Lin! – ella se acerco decaída rezando para que no se diera cuanta de su torpeza y sus nervios de todo el día

- dígame señor Sesshomaru

- ¿Qué hiciste ayer en la anoche? – sabía lo que había pasado, pero esperaba escuchar su respuesta

- pues….me dormí hasta tarde, solo eso, nada fuera de lo normal

- no me mientas y mírame a los ojos – deseaba que se diera cuenta de que el era el tipo de la mascara, y si ella insistía en eso el le confesaría la verdad; la joven volteo a verlo y se sonrojo por un instante, sabía que a su amo no debía ni conseguiría mentirle, así que lo mejor era decirle la verdad antes de que se enterara por otra parte

- un hombre llego al campamento….- Sesshomaru se hiso el impresionado aunque muy dentro de el se alegraba de que lo contara de manera que sus mejillas se tiñeron de rojo - el no hablo mucho con migo me regalo la mascara y la flor y…. - ¿es que piensas decirme que te beso? pensaba él mientras esperaba su respuesta – y se marcho sin decirme quien era – la niña estaba a punto de empezar a llorar por el miedo, sus ojos se veían cristalinos y esto inquieto mucho a Sesshomaru; se puso de pie y abrazo a la niña demostrándole que no estaba molesto

- perdón señor Sesshomaru, ¡juro que no lo volveré a ver!

- no hay problema, solo cuídate, no quiero que te haga daño – estaba consiente de que el de la mascara era el, pero trataba de olvidarlo y ser el mismo, procuraba "desconocer" que era el quien beso a Lin y le dio la flor y el antifaz que tanto le encantaron a la niña

- ¿esta molesto? – le pregunto Lin con inocencia

- no. Pero tendrás que contarme cuando lo veas y que hablas con el ¿de acuerdo?

- ¡si! – lo sonrió, y se abochorno mas cuando las garras de Sesshomaru limpiaron sus mejillas con delicadeza, acerco su rostro a el y justo cuando iba a besarla se desvió y se lo dio en la frente

- descansa mi niña – se despego de ella y salió de la casa; Lin se quedo con las manos en su pecho y unos minutos después entro Jaken, y se extraño de que la niña estuviera tan seria

¿En que estará pensando esta niña? Jaken la observaba desde lejos, de repente se reía y luego se ponía juiciosa

Todavía no era tan noche cuando Lin salió para tomar un poco de aire fresco, pensaba que ahora que se había mudado el hombre de la noche anterior ya no la encontraría jamás, así que se paseo libremente por el boscaje espeso, pensaba y pensaba en su amado Sesshomaru… frente a ella venía caminando un hombre con la cara cubierta, y llevaba una vestimenta que se le hacía conocida. Cuando paso a su lado el hombre la detuvo tomándola por uno de sus brazos, la acerco a el, ella trato de gritar y zafarse pero todo fue en vano, el la tenía bien sujetada por la cintura

-¡eres…tu otra vez! – la chica comenzaba a agitarse

- si soy yo de nuevo ¿te molesta? – la chica negó con la cabeza, por que la verdad no sabía que decir

- ¿Cuál es tu nombre? ¿Por qué llevas una mascara? – las preguntas que mas le atormentaban

- eso es lo que menos importa, lo importante es… ¿estas enamorada de alguien? – de su respuesta dependía el que la siguiera viendo o que se resignara por siempre a ella

-pues… no lo se ¿Por qué me pregunta eso?

- simple curiosidad

- ¿eres un demonio? – a lo que el le contesto

- tal vez si o tal vez no, ¿estas enamorada de tu amo verdad? …

CONTINUARA….