The Words Forbidden.
Core BlodDrinker
Capitulo 1: The Unknow
I follow the moon to find a path away from the scorching sun...
I follow the stars to my abode, it's burning...
I seize the moment to hear a story no ones telling anymore
The worlds forgotten, the words forbidden.
Miró a su alrededor y suspiró. Aún no entendía bien como había terminado allí, pero estaba seguro de que ese no era su mundo, su querido Asgard. Thor dejó que sus ojos vagaran por el desértico paraje en el cual se encontraban, Mjolnir dio un par de vueltas en su mano y aquel desconocido cielo verde azulado, se vio plagado por un para de relámpagos. Angostó los ojos, tratando de ver mas allá de la colina donde estaba parado, sus pies hicieron crujir el amarillento pasto que recubría el suelo. Era definitivo, aquello ni siquiera era la tierra, la tierra de su Jane. Se llevó la mano a la frente, con la yemas de sus dedos palpó el corte que iba desde el nacimiento de la frente hasta su ceja derecha.
No estaba solo en aquel lugar desconocido.
-El gran Thor ha perdido su camino, pero que gran rey.- La voz detrás de él sono sarcástica e incisiva.
Thor no giró el cuerpo al escuchar la voz, intento ignorarlo como venia haciendo desde el día anterior. Al despedirse de sus amigos de la tierra y marchar junto a Loki, ambos habían terminado perdidos. La energía del Tesseract había fluctuado de una manera extraña y luego de una explosión, ambos habían terminado allí, un mundo completamente desconocido para ellos. Apenas al llegar la noche del día anterior. Thor se había dado cuenta de que ese planeta le era desconocido. No había luna en aquel cielo, no había constelaciones con las cuales guiarse, todo le era desconocido. Y además, habían perdido el cubo.
-El gran Thor se ha quedado sin palabras- La voz seguía con el mismo tono y unos pasos sonaron detrás de Thor.
Loki tomó una piedra que ocupaba toda su palma y se la arrojó a la cabeza de Thor. No es que le disgustara su 'libertad' momentánea, pero le encantaba sacar a relucir la ineptitud de su hermano mayor, el elegido de Odín. Bah, él solo había tenido un pequeño inconveniente en la tierra, no lo consideraba un fracaso, solo un retraso a lo inevitable. Había estado tan cerca de destruir y gobernar ese insignificante mundo. Tan cerca de matar a esa humana que su hermano trataba de proteger, insulsa humana que Thor decía amar. Su nariz se frunció en clara muestra de desagrado, tan solo recordarla le daba asco. Le hubiese encantado poder saborear el momento exacto cuando la humana muriese en sus manos, ver la angustia e impotencia en los ojos de Thor… verlo confundido, perdido y desolado. Una sonrisa de pura satisfacción curvó sus labios, eso hubiese sido maravilloso.
Thor no siquiera se molesto en esquivar la roca, que dio justo en la parte posterior de su cabeza. Desde ayer había sido así, cuando habían aparecido en aquel inhóspito paraje, cuando se habían dado cuenta que estaban varados en un lugar desconocido. Cuando los ojos de Loki lo miraron sonrientes y triunfantes la noche anterior, Thor termino por darse cuenta de que estaban en problemas o mas bien, él lo estaba.
-Hermano, tratemos de pensar en una solución- Dijo Thor con calma, por que Loki quería hacerlo picar el anzuelo, justo como había hecho el día anterior. Volvió a tocarse la herida de la frente, su hermano menor se la había hecho con una piedra filosa, después de hacerlo cabrear la noche anterior. La carcajada de Loki hizo que se diera vuelta y lo mirara con el ceño fruncido. –Vamos hermano, no puede ser tan difícil. Será como antes, juntarnos para triunfar.- La nostalgia en la voz de Thor pulsó algo dentro de Loki. Su carcajada fue disminuyendo de a poco, hasta que sus labios se convirtieron en un rictus perfecto.
¿Cómo antes? La expresión en el rostro del dios del engaño se endureció, con un gesto distraído se alisó la ropa. Su capa vede pendía con perfecta pulcritud de sus hombros… capa que no protegía del frío por las noches. Dio dos elegantes pasos y se acercó a su rubio hermano. Thor siempre tan confiado, siempre tan sentimental… siempre tan idiota.
-Antes te consideraba idiota, pero veo que el tiempo que has pasado con los humanos, te quemo la media neurona que aun te funcionaba.- Chasqueó sus dedos, enojado con él, enojado consigo mismo. Su plan de dominación era perfecto: Doblegar a los humanos, matar a la humana y encerrar a Thor para humillarlo a su antojo. Hubiese sido perfecto verlo sufrir, ver el dolor en sus ojos cuando matara a los mortales que consideraba sus amigos y la humana que decía amar. Disfrutar de ese momento en cuanto él se diese cuenta de que se había quedado solo, solo con Loki. Pero sus planes se habían frustrado y ahora se encontraba allí, en aquel lugar desconocido.
-¿Por qué lo haces?- Thor acortó de dos grandes zancadas el espacio que los separaba y tomó a Loki de un brazo para zamarrearlo un poco. –No saldremos de aquí si peleamos entre nosotros ¿Lo entiendes?- Le dijo con seriedad.
Loki desvió la mirada con algo de desgana, entrecerrando sus parpados y dándole a Thor una clara muestra de desinterés. Por desgracia, necesitaba de su hermano para recuperar el cubo y luego planeaba marcharse de allí solo a Asgard y dejar a su hermano librado a su suerte. Podía decirse que tenía una nueva travesura pensada.
-Bien, trabajaremos en equipo, si tanto quieres.- El menor de los hermanos Asgardianos dejo escapar aire por la nariz de una manera muy teatral. Sus delgados dedos se cerraron alrededor de la muñeca de Thor y separó con lentitud la mano de su hermano mayor, cortando el contacto entre ambos, pero sin soltarlo. Miró al dios del trueno a los ojos y compuso una creíble mueca de ternura, sonriendo de costado y mirando a Thor como si fuese un chiquillo. Había algo en el dios del engaño que lo llevaba continuamente a herir a Thor, algo que lo hacia sentir satisfecho. Darse cuenta que él afectaba a su hermano de aquel modo, de que después de todo lo que había hecho Thor seguía queriéndolo. Era una extraña y retorcida manera de demostrar amor quizás y Loki hasta se sentía idiota por pensar aquello. Soltó la muñeca de Thor y le dio un par de palmadas en los brazos, amistosas palmadas, como si no hubiesen querido matarse un par de días atrás. –Vamos, comencemos esta nueva travesía. Igualmente creo que necesitábamos vacaciones y además…- Loki se alejó de él unos pasos y Thor lo miró intrigado, algo confundido por el repentino cambio de humor de su hermano menor. -… no quiero que el enojo y la rabia hacia mi te convierta en una criatura verde y fea. Ya sabes, como tu amiguito.- Gestualizó con las manos, tratando de agregar énfasis al 'feo'.
Una sonrisa comenzó a asomar por los labios de Thor, jalando de sus comisuras cada vez mas. Se paso una mano por el cabello, tratando de dilucidar si su hermano le mentía nuevamente o estaba siendo sincero esa vez.
-El verde no combina con tus ojos, no te queda bien.- Y Loki sonrió con su típica sonrisa, esa tan compradora y seductora que solía engañar a todos, sonrisa con la cual conseguía lo que quería.
Y había logrado engañar a Thor nuevamente.
La carcajada resonó en el silencio de aquel páramo olvidado, Thor estaba teniendo un ataque de risa. Es que todo había sido tan dramático últimamente y escuchar ese comentario por parte de Loki… era todo tan ilógico, tan poco razonable y extraño, que le causaba gracia. Quizás ese tiempo que pasarían allí tratando de encontrar la manera de volver a Asgard, le serviría a Thor para hacer entrar en razones a su hermano.
-Bien, entonces comencemos a caminar. Debe haber alguna civilización por aquí.- Thor sonrío algo feliz, estar perdido ya no le resultaba tan dramático como antes. –Detrás de aquel bosque debe haber algo.- Señalo con su mano los grandes árboles que se alzaban frente a ellos a un par de metros. Loki siguió con la mirada la dirección que su hermano le mostraba e intentó que la mueca de fastidio no fuese muy notable. Pero no sabia cuanto tiempo duraría aquello, así que muchos de sus actitudes debería guardarlas en su bolsillo y seguir adelante.
-Tampoco creo que haga falta caminar mucho.- Thor Se acercó a Loki y pasó brazo sobre los hombros de su hermano menor, pegándolo a su cuerpo. Loki lo miró de reojo, algo molesto por la súbita cercanía. Apenas giró el rostro para verlo, pues median lo mismo y no hacia falta levantar el mentón para que sus miradas se cruzaran. Thor alzó a Mjolnir y tras sonreír con total confianza, ambos salieron disparados hacia el cielo, dejando tras de si una polvareda que cubrió el césped amarillo.
