Repercusiones de un Legado.

Hola chicos/chicas les traigo un fan fiction que haré por capítulos, es algo mas descriptivo que mi primer fan fic, ojalá y les se de su agrado. Disfrutenlo

Capítulo 1: Un Nuevo Comienzo.

Estoy entre dos mundos y solo veo como mi padre sale de la ecuación por mi, como se une con nuestro enemigo, CLU. Es doloroso ver como pierdes a tu padre, de nuevo, por la misma causa, la red.

Hace tiempo me hizo una promesa, no la cumplió y aún así lo quiero; por eso me fui de la casa de mis abuelos a tan temprana edad.

Lo único que siento es abandono y felicidad, pero, ¿por qué felicidad?

Acaso me gusta Quorra… Siento que la debo proteger ante el mundo real, pues ella no lo conoce. Siento que tengo la necesidad de enseñarle todo el mundo y sus maravillas.

Sus ojos me generan curiosidad, de conocer como ve el mundo, y me recuerda a mi infancia cuando todo me sorprendía.

Veo como mi padre, Kevin Flynn, se convierte en una silueta distante, desapareciendo de mi vista y mi vida; dejándome el futuro de la humanidad en mis manos, Quorra.

El cuarto subterráneo empieza a brotar en mi vista, junto con Quorra abrazándome con fuerza, como si tuviera miedo de haber perdido a su mentor y estar al cuidado de su hijo.

Empiezo a tener conciencia de que ya estoy en el mundo real donde los peligros de la red se quedan cortos, y me enfoco en pensar que voy a hacer con Quorra, el como descubriré a que se refería mi padre con "Ella cambiara el mundo entero".

Guio a Quorra para salir del centro de videojuegos, al salir, me encuentro a Alan Bradley, esperándome en la puerta principal del centro, presiento que el esta consiente de la existencia de la red y que sabe todo lo que sucedió. Lo dice su mirada. Puede que el sea cómplice de mi padre y sus huidas a la red cuando yo tenia 10 años.

Lo único que le doy son las llaves del centro de videojuegos, no tuvimos comunicación oral alguna, solo contacto visual, y su mirada lo decía todo.

No tengo nada en mente, no pienso en lo que va pasar y lo que paso; quiero vivir este momento especial con Quorra.

La llevo a mi moto y le indico que se suba, pero se queda quieta mirándome, ella me dice - ¿Y ahora que sigue?.

Respondo de manera sutil, le deje mas preguntas que respuestas – Ven – le hago señas para que se suba a la moto y ella sube – Te tengo que enseñar algo especial.

Ella sube sosteniéndose de mi mano o eso creo, cuando su mano toca la mía me llego un recuerdo de que cuando estábamos sentados en la cubierta del Solar Sailer y me dijo que tiene curiosidad de ver un amanecer real y no una representación falsa y hermosa de la red. Y creo que es a donde la llevare, a un lugar hermoso, donde ella pueda disfrutar el mejor amanecer de su vida.

La llevó al único lugar donde yo se que no le sucederá nada, la playa a la que me llevo mi padre de chico, ese lugar donde mi padre olvidaba su trabajo, la red y su estrés y donde yo olvidaba la escuela y sus tareas; ese lugar donde no pasaba nada por nuestras mentes mas que felicidad de estar ahí juntos viviendo el momento.

Quorra y yo no sentamos en una roca grande pero rodeada de arena, suave y cálida. El sol empieza a salir de su escondite ante los males de la noche, y Quorra hace una expresión de asombro que me genera tanta empatía que hasta me hace sentir que no he visto un amanecer en mi vida. Ese gesto que hizo jamás se olvidara, es mejor que ver a un niño recibir algo que tanto quería.