Bueno Pues Si... Esta es mi obra mas reciente. :3

Quiero Dedicarle el Primer Capitulo a Hiromi Di Lune !

Y de verdad espero q les guste!

Disclaimer: Naruto no me pertenece solo cojo prestado los personajes para escribir mi ideas.

El Drama de Hinata:

Sinopsis: Se conocían desde niños. ¿Porque ahora que eran adultos, Hinata despreciaba a Sasuke?

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Capitulo 1:

-Siéntate, Hinata.-dijo una voz entusiasmada.- Hace un siglo que no vienes por aquí.-continuo.- ¿Qué es de tu vida?-le pregunto Ino Yamanaka a su amiga Hinata Hyuga.-
-Lo de siempre- replico la aludida - Lo que pasa es que cuando una amiga se casa no me gusta molestarla.

Su rubia amiga soltó una carcajada.

-Hina-chan, tú nunca molestas.-replico.- Debes saberlo, es absurdo lo que dices.-

Contraria a la chica, nuestra protagonista siguió con su semblante intacto.

-¿Dónde está tu esposo?-pregunto cambiando súbitamente de tema.
- Sai, esta en la consulta.-replico.- Demo, luego subirá puedes hacerme compañía y lo esperamos juntas.
-No podre verlo.-dijo la chica, poniéndose en pie.- Quede con unos amigos en la cafetería.
-Pero Hina, si acabas de llegar…
-Ino, solamente pasaba por aquí, y me acorde que no te veía desde hacía dos meses.

La chica se puso en pie como ella, mientras se acercaba a su amiga. Mirándola detalladamente.
-Tienes un aspecto de aburrida-dijo.
Hinata se alzó de hombros. ¿Aburrida? Lo estaba. Si. Hacía mucho tiempo que estaba aburrida, aunque tratara de disimularlo.

Era una muchacha de unos 5'3 pies, más o menos alta, delgada, de unos 23 años, una pelinegra muy atractiva, ojos perlados y gran personalidad. Su familia estaba rodeada de lujos, pero nunca el dinero se le había subido a la cabeza, era muy sencilla.
-Pues no lo estoy, lo que pasa es que llevo una vida monótona.

Ino se quedo pensativa, ante la respuesta de la ojiperla, y continuo a mirarla con mas intensidad, lo cual incomodo un poco a la Hyuga.
-¡Ya se lo que te pasa!- reacciono muy efusiva.

Su amiga solo espero la repuesta de la impredecible rubia.

-Necesitas un novio, para que no tengas una vida monótona.-concluyo sonriendo ante su solución.

Hinata la miro con los ojos en blanco, para después rodar sus ojos de forma discreta, ya había tenido suficiente con este tipo de discusión en su hogar, para luego venir a casa de su amiga y le saliera con lo mismo, ya estaba harta. Era su problema mantener la soltería ¿no?
- Mira Ino, para tener novio hay que amar mucho.- dijo de manera cortante.-Y a decir verdad, no creo en ese tipo de amor.- continuo.

Su rubia amiga le soltó otra carcajada, lo cual irrito a la peli azabache.
-Hina, tienes una vida joven, y hablando así pareces de una vieja…
La aludida alzo su rostro con clara altanería, actitud que solo mostraba cuando alguien retaba algo que ella consideraba cierto.
-A cualquier edad se puede opinar.-

Ino negó con la cabeza.
-No sin tener experiencia.-aseguro.- El amor no es como lo pinta un novelista.- continuo. -Es mucho mejor.
-Oh! La eterna enamorada.-murmuro la Hyuga, aun así fue escuchada por la Yamanaka, que se sorprendía más y más con la actitud de su amiga.

¿Dónde había quedado la amable y discreta chica que ella conocía? Solo había una razón para su comportamiento, aunque no estaba del todo segura, es cuestión de correr el riesgo en este tipo de situación.
-¿Sabes que creo, Hinata?-dijo claramente agitada.- Que estas enamorada.-termino muy seriamente.

La Hyuga, se sorprendió pero es acción solo duro segundos para, luego mirar a su amiga como si hubiera dicho una ridiculez, pero eso era solo un acto e Ino vagamente se lo presentía.
-Ino-chan, cariño, siempre has visto visiones.-le dijo, agarrando su bolso.-Ahora me voy.-
-Espera Hinata.-llamo la rubia- Desde que me casé no he hablado contigo, ya ha pasado un año y medio.-le dijo agarrando la mano de su amiga, como se le tuviera compasión, cosa que irrito a la ojiperla, mientras la miraba con cierto recelo.

-Tengo un hijo y experiencia suficiente para darte un consejo.- dijo.- Echo mucho de menos cuando íbamos de compras y las largas conversaciones.- admitió, causando un cálido sentimiento a su interlocutora.

-¿Por qué no esperamos a que venga Sai y almorzamos los tres juntos?- pregunto entusiasmada ante el nuevo plan.

Sin embargo Hinata no compartía esa línea de pensamiento.
-Lo siento Ino.- dijo con un poco de culpabilidad.-Realmente tengo que irme. Otro día vengo con más calma.- le prometió, al ver como se opacaba el brillo e los azules zafiros de su amiga.
-¿Mañana?- le pregunto con su habitual alegría.

Hinata hizo un gesto.
-Prefiero el jueves.-dijo.- Ojala no esté Sai, me emocionan los hombres enamorados.-dijo sarcásticamente.
-Ay Hina, nunca pensé que fu era el tipo de burlarte de los demás.- comento con su semblante serio.-Pero creo que tienes una careta para ocultar tus sentimientos, por eso te comportas de esta manera tan irracional.- le dijo como si pudiera leerla.

Hinata solo se alzo de hombros. Solo eran palabras, estas el viento se las lleva, y aunque era su amiga, no le importaba saber su opinión al respecto de su actitud ni lo que hiciera. Ino estaba casada, y ella no, era su libertad la que le importaba, o eso se trataba de convencer, pero ella muy en el fondo sabía que su amiga tenía razón.

-Sayonara, Ino.- se despidió secamente. Desapareciendo por la puerta de la casa, dejando a su amiga estupefacta.

La chica en el interior de la casa solo suspiro. Lo cierto era que no entendía a su "nueva" mejor amiga, y cada vez se le hacia difícil buscar la raíz de su comportamiento. Iba a ser muy dificultoso para ella el ayudarla, solo quería lo mejor para Hinata. Pero ¿Por qué ella no quería ser ayudada?

¿Qué era lo que le causaba el alejamiento y esa amargura?

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El debate tenía lugar entre la pareja que estaba frente a Uchiha Sasuke, el cual ese encontraba en completo mutismo.

Hyuga Hiashi estaba furioso, y su esposa, Hiromi Hyuga, trataba de tranquilizarlo.

-Cariño, deja a Hinata en paz, solo tiene 23 años.

-Pronto cumplirá los 24 y parece que tiene 60 por su dejadez.- se quejó, el patriarca con el ceño fruncido.- ¿Verdad, Sasuke?- le cuestiono, dirigiéndose directamente a su socio.

El pelinegro titubeo. Sabía que el asunto era delicado, y le molestaba que hablaran de Hinata enfrente de él. Sasuke era socio de la compañía Hyuga desde que su padre, Uchiha Fugaku murió, además era muy amigo del matrimonio Hyuga a pesar de la diferencia de edad, pues el tenía 34 años.

-¡Por Kami Hiashi!- dijo la dama -¿Qué sabe Sasuke de Hinata? Él no la conoce como a nosotros.-aclaró.

-¡Por favor! Sasuke no es tonto y ve que Hinata no se porta como las muchachas de su edad.- dijo.-Ella coquetea con todos, demo no se decide por ninguno.

Hiromi le dedico una mirada dura a su esposo ante ese comentario, tanto que el Uchiha se sorprendió, nunca había visto esa faceta en esa persona dulce y gentil. En cambio su esposo se hizo el desentendido, aunque sabia que tendría problemas después.

-Mi hija no es ninguna coqueta.

Hiashi bufó siguiendo con su indiferencia.

-¿Sabes quién está enamorado de Hinata?-le dijo al pelinegro.- Inuzuka Kiba.- siguió.-Es absurdo que no lo acepte.- catalogó ignorando completamente a su esposa, quien rodó sus ojos a lo que su esposo relataba.

Sasuke en cambio no estaba seguro de que pensar. En esas intimidades no tenía ni voz ni voto. Entonces ¿para que Hiashi le decía sus discusiones familiares?

Era como si él fuera el saco anti estrés de su socio, cosa que lo irritaba. Sabia que era una situación muy incomoda, puesto que conocía a Hinata, y hablar de ella así le resultaba incorrecto, como si le molestara la conciencia.

-Querido creo que debes despreocuparte de eso.- dijo Hiromi tratando de restarle importancia al asunto, y de por si cambiar la actitud alterada de su esposo.

-¿Despreocuparme de lo que haga mi hija?-pregunto, para luego dirigir su atención a Sasuke- ¿Oyes eso Uchiha?

El ojinegro se puso nervioso. No quería meterse en ese problema familiar, prefería hallarse lejos, ni siquiera pensar en las soluciones de este altercado. Era irónico pero, cada vez que se encontraba en casa de sus amigos, la conversación rondaba siempre a lo mismo. Hinata.

-Hiashi.-llamo la mujer.- Si tanto te preocupa la situación, habla con ella.-

-¿Yo?-se señalo.- Yo no voy a decirle nada. Te lo comento a ti que eres su madre, para que le digas que no me gusta su comportamiento. Hanabi nos causa menos problemas.-

-Hinata no causa ningún problema.- defendió con tono alterado, para después calmarse y seguir con su voz habitual.-Además Hanabi está estudiando y Hina ya termino la universidad…

-Ahora que busque un esposo y forme un hogar. Es lo que debe hacer.- interrumpió Hiashi con los brazos cruzados.

Hiromi era una mujer muy amable y compresiva, pero cuando se trataba de la terquedad de su esposo todas esas cualidades se esfumaban, un dato muy conocido para el amigo que se encontraba presente entre ellos, para evitarlo se maldijo al hacer lo que hizo a continuación...

-Yo creo- dijo el pelinegro al fin-que Hinata es muy joven para casarse.- si, eso fue lo que siempre anduvo pensando, en un inicio no lo comentaría, pero como era un tema que siempre agobiaba al Hyuga patriarca decidió decírselo. Todo por acabar la estúpida conversación, que por alguna razón, estaba incluido.

-No hay ningún obstáculo, ni si quiera la edad. Ese es el destino de un hombre y una mujer: casarse.-concluyo Hiashi, causando un bufido cansado en los demás presentes.- ¿Y tu Sasuke? Tú también tienes edad para eso.- añadió el Hyuga.

No sabía si lo había dicho para vengarse de que su socio no lo apoyara, o lo hizo por simple "cortesía". Pero al Uchiha nunca le ha gustado que se metan en su vida y menos con ese tipo de insinuaciones.

-Mira Hiashi, yo no me caso.- espetó firme.- Metete con tu hija, pero a mi déjame en paz.

La situación se puso tensa, pues a Hiashi no le gustaba que le escupieran las palabras de esa forma, por unos segundos se conocieron las asesinas miradas de negro y perla.

-¿Y por qué no te casas, Sasuke-kun?- dijo la Hyuga, tratando de desviar la conversación.

Hiromi sabia que esas discusiones no tenían solución cuando su pareja las planteaba; se quejaba todo lo que quería, pero cuando Hinata llegaba el no le decía nada. Pero con Sasuke las cosas cambiaban, pues era como el hermano menor que Hiashi nunca tuvo, y aunque lo apreciaba, no podía evitar meterse en la vida de él, no queriendo entender que el era un hombre que podría valerse de si mismo.

Uchiha fue el primero en romper el contacto visual con su socio, para dirigirse a la Dama Hyuga con una radiante sonrisa.

-Sencillo; no he encontrado a la mujer que me interese lo suficiente para dejar mi soltería.- le contestó galante.

-Muy pronto la encontraras.- animó Hiromi.

Sasuke chasqueo su lengua. - Soy una persona que no cree en el amor.- dijo el con una sonrisa melancólica.-Dudo mucho que exista alguien que me pueda enamorar.- dijo.- Además prefiero que sea así, todas las personas que amo se han ido, no quiero amar en vano.- termino causando cierta lástima en la mujer peli azabache.

Estuvieron en silencio por unos instantes.

-Eres un tonto.-opino Hiashi, rompiendo esa atmosfera silenciosa que se había formado.

-Gracias, Hiashi.- sonrió torcidamente el pelinegro.

-Por favor…no vayan a pelear.- pidió la ojiperla.

-No te preocupes Hiromi.-le resto importancia el Uchiha.- Cuando mi padre aun vivía, recuerdo que tenían de estas discusiones, pero después de un rato se abrazaban.- término con una risa, haciéndole recordar al matrimonio al niño interactivo de antes.

-¡Ay ya! Dejemos los sentimentalismos.-dijo Hiashi un poco rosado ante ese recuerdo, cosa que no paso por desapercibido.

-No sabia que el gran Hyuga tenía ese tipo de expresión.- se burló Sasuke.

Hiashi se puso rojo de la ira, pero cuando iba a responder el ojinegro se le adelanto.

-Bueno, tengo que irme.-dijo poniéndose de pie, y dirigiéndose al umbral de la salida de esa terraza.

-Imagino que tienes una cita.-dijo altanero el Hyuga.- Tú de santo no tienes nada.

-Hiromi por favor, defiéndeme- dijo el joven riendo, saliendo definitivamente del lugar.

Cuando el se fue. La Hyuga miro a su esposo con seriedad, para luego proceder a darle en la cabeza a su esposo:

-Eres un impertinente.- regaño la dama.-No te puedes meter en la vida de Sasuke-kun así…

-Tiene que casarse.- interrumpió Hiashi sobándose el lugar afectado, sin abandonar el semblante serio.

-Por lo visto todo lo arreglas con el matrimonio.-objeto.- Creo que no deberías juzgar al prójimo por ti mismo.

-Pues insisto en que Sasuke debe casarse.- declaró.- Y Hinata tiene que aceptar a Kiba Inuzuka. Díselo así.

-¿Y por qué no se lo dices tú?- cuestiono, mientras comía un rollo de canela.- Yo no pienso hacerlo.- admitió con completa tranquilidad.

-Eres su madre.- le acuso.

-Y tu su padre.- recordó su esposa.

Hiashi la observo exasperado.

-Yo siempre he sido un cero a la izquierda.-dijo el.- Siempre lo seguiré siendo, y prefiero serlo siempre.-pauso por un momento para tranquilizarse.- Lo que deseo es que Hinata deje de fantasear. Lo que tiene que hacer es enamorarse, casarse tener hijos y un hogar.

Hiromi suspiro pero decidió no responder, su esposo era muy terco, y a pesar de que lo había instruido para no siempre imponer su autoridad de forma exagerada, nada podía cambiar las opiniones de él.

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Madre Mia... Lo hice,creo q llorare!

Correccion: Al paso q vamos, puede q sepan de mi ;D

Me alimento de Sus RR

Y desde ahora les digo q Adoro a mis Futuros Lectores! :DD

-Emilee