Para las musas, la navidad que llegaría mañana sería especial, pues era su última navidad como estudiantes. Bueno en esa parte me explico, era su última navidad siendo School Idols (Aunque dos de ellas se la gozaban de lo lindo con sexo y todo).

Por lo tanto decidieron pasarlo en grande juntas en la casa de campo de Maki (¿No pueden celebrar en un lugar que no sea de su propiedad?). Sin embargo no había resultado como lo esperaban, pues una tormenta realmente fuerte o más al puro estilo de Asgard había causado que fuera imposible que salieran de la casa y las obligaba a quedarse cerca al fuego de la chimenea.

-¡Que frío hace-nya!- Rin se encontraba arropada al lado de Hanayo, sentadas cerca al fuego con el resto de chicas, tratando de acumular todo el calor posible

-¡Te dije que trajeras ropa que pueda abrigarte más, Rin-chan!- Sonrojada, Hanayo temblaba por el tacto de la fría piel de la chica gato, lo raro es que la gata le quitó la camisa con tal ubicar su cabeza entre sus pechos (Se pasó de lanza con ser gay).

-Je je je, Kayochin… Pero así me siento bastante caliente… Y estoy muy muy caliente- Relamía sus labios con tal de hacer de las suyas

-¡Que alguien me ayude!- Ignorando las suplicas de la chica arroz, la gata subnormal se acercaba más y más hacia sus pechos

-Vamos Rin, no seas cruel con Hanayo- Llamando la atención de las dos chicas de primero, Nozomi alzó la voz desde el otro extremo de la sala, envuelta en una sábana con Eli (No sin antes guiñarle el ojo a Rin para que pudiera saborearse a su elfa para más tarde)

-¿O necesitas de algo de apoyo?- Ante la mirada atenta de todas, la adivina empezó a alzar sus manos y tratar de apretar cosas en el aire. Todas sintieron algo de escalofríos, porque sabían bien que aquella demente sexual no bromeaba. Por ello mismo, Rin fue más cuidadosa en sus acercamientos (Aunque recibió un mensaje de que la adivina le dejó unos buenos juguetes para hacerle del bueno a Hanayo o pastillas F junto a una caja de condones).

-Tú no seas cruel con tus kouhai, Nozomi- Eli aferrándose a su parte de la manta, miró fijamente a su desquiciada novia

-¿Será que prefieres que lo haga contigo, Elichi?- Sin dudarlo dos veces la adivina se acercó peligrosamente a la rusa

-No, no es necesario, Nozomi- La rubia acostumbrada a sus abusos (Y hasta a sus métodos de violación) se aseguró de colocar su lado en la manta de forma que protegiera su cuerpo aunque los resultados en intimidad eran fáciles de predecir (Pobre Eli)

-Chicas, no hagan tanto ruido- Bastante cerca de las llamas, el cabello rojo de Maki brillaba con intensidad mientras hablaba con los ojos cerrados, envuelta en una manta

-Honoka, Umi y Kotori están descansando…

-Sí, claro que están descansando- Irrumpió Nozomi entre risas

-… Bueno, el punto es que despertarlas contaría como una mala acción. Si lo hacen Santa no les traerá regalos

En cierta forma era verdad, ya que las tres chicas de segundo año estaban acurrucadas juntas, profundamente dormidas (Era eso o simplemente era un plan maligno del cual Kotori y Honoka se aprovecharían de la indecente). Aún así el comentario de la tsundere sobre Santa provocó que todas las chicas susurraran "Que linda" o "Está bien buena como para hacerle un buen tirón", eso mientras miraban como la pelirroja cerraba las ventanas ya que afuera un grupo de jetis se burlaban de ella por el comentario de hace unos momentos.

La joven al ver aquellos chismeos se quedó confundida, más bien lucía confundida ante su reacción

-Maki-chan, ¿Crees que ese viejo barrigón venga con este clima?- Modulando su voz, Nico miraba burlonamente a Maki, ante la horrorizada vista de las chicas que estaban despiertas… No sin antes recibir un puñetazo en el brazo por parte de Eli (A lo Mordecai con Rigby)

-¿Qué dices, Nico-chan?- Mirándola de reojo, Maki respondió- Es Santa, claro que vendrá

-He he, ya veo- Ocultando su risa, Nico se acurrucó sola en su manta, cerca de Maki. Eran las dos únicas que no compartían espacio (Por obvias razones), lo cual llamaba la atención de los demás.

-Nicochi, cállate y duérmete, ¿Quieres?- Tajante, Nozomi le encestó otro puñetazo pero en la cabeza, lo que provocó que soltara un grito de dolor. Todas las presentes comenzaron a reírse y fue un milagro que todas las chicas de segundo año…

-¡Dejen dormir al prójimo, maldita sea!- Gritó Honoka que por suerte estaba entre sueños… Bueno al menos hicieron un milagro de que ninguna de las tres fundadoras no despertara en ningún momento.

Las horas iban pasando y las chicas (Ahora con las de segundo año también) iban recordando momentos que habían pasado juntas. Desde aquel primer concierto hasta lo que vivían en ese momento (Incluyendo las pendejadas que hacía Nico y las desgracias que le pasaban a Nico), sin embargo el clima empeoraba a cada paso a pesar de que era Nico era el saco de chistes del momento.

-¡Qué frío hace!- Gritó Nico, tratando de abrigarse más con su manta- ¿No hay forma de subir la temperatura? ¿Un fuego más grande tal vez?

-Algo más grande sería peligroso, Nico-chan

-Como tu actitud y tu popularidad, hasta en los doujins donde te acuestas con muchos hombres- Comentó Hanayo pero generó una mirada fulminante de la tsundere

-Lo mismo que tu sobrevaloración como tu supuesto ship con Nicochi- Comentó Nozomi

-Al igual que los crackships con Honoka, Umi y Rin- Comentó Eli

-¡¿Cómo te atreves?! Mi corazón le pertenece a Kayochín- Reclamó Rin

La pelirroja ignoró los comentarios (Cuando eran algo ciertos), prefirió denegar el pedido exagerado de la loli, se acurrucó bajo su manta lo mejor que podía, tratando de ocultar el frío que sentía

-Nicochi, ¿Por qué no compartes con Maki-chan?- Maliciosamente Nozomi lanzó una sugerencia- Así ambas podrían calentarse, ¿No?

-¡Yo no siento frío, Nozomi!-Sonrojada, la pianista se defendió- Pero si Nico-chan no podrá aguantarlo, no habría más remedio, supongo

-¡No tengo tanto frío, no importa!- Sacando sus manos de la manta, Nico fingió lo mejor que pudo

-¡Nico Nii sólo necesita del calor de sus fans para sentirse a gusto!... Y también de mis películas porno y mis revistas hentai

Una hora después…

No lo soportaba más, Nico volvió a meter sus manos rápidamente a la manta, pues se le habían congelado… Literalmente

-Nicochi, date prisa y acomódate al lado de Maki- Molesta como ansiosa, Nozomi ordenó directamente- Aparte ni dejas dormir

-¿No habría problema con eso, Maki-chan?- Avergonzada, la loli ojicarmín miraba fijamente a la pelirroja, con la mitad inferior de su rostro cubierto por su manta

-Yo, pues, ah… ¡No!- Nerviosa, Maki se preguntaba por qué ver a esa enana subnormal de esa forma provocaba que su corazón se acelerara… Posiblemente se sentía (En un ámbito que hasta ella desconocía)

-Si no hay remedio… Pero no es realmente como si me importara- Entró en Modo Tsun

-Pelo de menstruación, no entiendo lo que nada de lo que dices- Refunfuñando, la loli enterró su rostro en su manta, ignorando los reclamos que hacían sus compañeras ya que desde hacía una hora que ninguna de ellas no podía pegar un ojo, ni siquiera hacer del bueno con sus respectivas waifus.

-¡Nico-chan!- Maki estaba a punto de alzar demasiado la voz, pero tomó una respiración profunda y se relajó un poco antes de seguir hablando- Sólo compartamos las mantas

-¿Estás segura?- Sin levantar la mirada, Nico susurró y apenas se le escuchaba

-¡Sólo ven de una vez!-Gritó

-¡¿Pueden dejar de tsunderendear y dejar dormir bien de una puta vez?!- Gritó Eli

-Eh, lo siento- Ligeramente frustrada, a la tsundere loliconera le costaba mucho mantener la voz baja y como consecuencia se ganaba las miradas y quejas de sus demás compañeras

Una vez más encaró a su loli, digo, a su juguete sexual, digo… A su querida rival

-No sería bueno que te enfermes en Nochebuena, ¿Verdad?

-De acuerdo, ahí voy- Lentamente, Nico se fue acercando a Maki, que no podía evitar que su corazón se acelerara poco a poco (Aparte de que sentía que algo le mojaba las bragas), viendo como la pequeña figura... Quizás ardiente, quizás tierna, quizás apretada, quizás caliente, quizás algo varonil, quizás excitante, quizás violable…

Se metía debajo de su sabana para acomodarse a su lado y podía sentir el abrigo de la loli rozando su piel, si ese roce que la hacía mojarse y excitarse por dentro e imploraba que la hiciera sentir más mujer o más zorra de lo que era (Aunque esa última parte estaba debatible).

"Muy cerca", pensó la pelirroja, pero aun así no sentía ningún sentimiento de molestia, tan sólo un nerviosismo extraño (Aunque ignoraba que despertó en su interior cierta sensación que desconocía y aparte en un ámbito que ni tampoco conocía).

Mientras tanto Nozomi observaba maliciosamente viendo la escena, feliz por como sucedían las cosas, sólo faltaban que dieran el siguiente paso para dar con el rapidín y listo.

Así el tiempo fue pasando en completo silencio y cada una de las chicas se iba quedando dormida, pero tal como se temía la propia Nico no podía conciliar el sueño

-Maki-chan- De repente la loli susurró muy cerca del oído de la tsundere provocando que ésta se sobresaltara

-¡Kyaa! ¡Nico-chan!- En ese momento la pianista no era más que un montón de nervios

-¿Te desperté?

-No, no podía dormir- Con tal de no despertar a sus amigas (Y también de no ser la causante de unos buenos putazos) decidió bajar también su tono de voz, y ambas empezaron a conversar en susurros

-¿Por qué no?

-No importa, ¿Por qué me llamaste?

-¿Hm? Bueno- Ignorando la curiosidad que sentía por la respuesta de Maki, Nico prosiguió

- ¿No te molesta que esté a tu lado?

-¿Qué clase de pregunta es esta?- Maki estaba sorprendida, no entendía por qué le preguntaba tales cosas a esas alturas… Aparte de lidiar con ese algo desconocido que despertó, en ese ámbito que desconocía, en ese pequeño ardor ahí abajo que no comprendía

-¿Cuánto tiempo hemos descansado juntas? Si me molestara te lo habría dicho hace rato

-Es que no eres muy honesta con tus sentimientos, Maki-chan- Esa última frase fue como un balde de agua fría o como un puñetazo mental para la tsundere quien no sabía responder ante eso. Sí, era verdad que le costaba expresarse en ocasiones, pero se sentía feliz de que Nico estuviera ahí tan cerca… Para luego desgarrarle la ropa y hacerle del bueno… Momento, ¿Qué diablos? ¿Se estaba excitando así de la nada? ¿Por qué se sentía caliente?

Todo eso aparte de esa extraña última parte se resumía en pensamiento bastante vergonzoso e inmoral, por no decir desquiciado como para poder decirlo en voz alta.

-No te preocupes por ello, está bien- Al final, Maki decidió formularlo de otra forma

-¿Entonces por qué no puedes dormir, Maki-chan? Desde hace rato has estado mirando fijamente la chimenea

-¿Me estuviste mir…?- La pelirroja se detuvo a mitad de la frase. Incluso pensar en que la loli la mirara fijamente la sentirse rara… Y excitada… Se sentía rara, quizás feliz… Raramente feliz, felizmente rara… Rareza feliz… Que por extraña razón conllevaba con fuerzas el despertar de su apetito sensual.

-…No es nada…

-Quiero saberlo, Maki-chan. Todas duermen tranquilamente y tú no, eso me preocupa, ¿Sabes?

"¿En qué momento Nico-chan se volvió tan madura?"... ¿Adorable?... ¿Excitable?... ¿Violable? Y toda palabra que termina en ble… El punto era que Maki pensaba todo eso, de hecho estaba acostumbrada a ver a una Nico diferente.

No pudo evitar sonreír pues pensaba que era una faceta nueva de la pequeña idol que más nadie conocía (Excepto ella y su familia, claro). Por eso, tan sólo por eso quizás no sería malo contarle lo que le preocupaba, al menos lo deseaba eso y de corazón.

-La tormenta de nieve solo empeora y se acerca la medianoche- Tras dudarlo por unos instantes la pianista prosiguió- ¿Crees que Santa pueda llegar? Y tuvimos que encender la chimenea, no podrá bajar por ahí-

Su rostro tomó un matiz triste y preocupado

-Si Santa no viniera este año… ¿Sería mi culpa? Nunca dejó de venir y ahora…

Al escuchar sus preocupaciones Nico se quedó mirando a Maki. Aquella chica tan serena y formal, proveniente de una familia rica y con un futuro brillante, ya sea como una doctora o como una compositora. Para la pequeña idol, no había nada que ella no pudiera lograr. Y aun así, se preocupaba honestamente por si Santa llegaría (Aunque no lo quisiese admitir).

-Maki-chan, Santa no…

-¿Sí, Nico-chan?- Sin embargo ante la mirada expectante de la pelirroja, se sintió totalmente desarmada e incapaz de romper su ilusión.

-Santa no se detendría por cosas así, permitir que tus amigas se abriguen en el frío cuenta como una buena acción, ¿No lo crees? Seguramente entrará por la puerta o algo así, una tormenta y una chimenea prendida no lo detendrán

-Nico-chan… ¡Si tienes razón!

En ese momento, Nico vio en el rostro de Maki la sonrisa más hermosa y autentica que haya visto en su vida, y no pudo evitar sonrojarse y quedar hipnotizada por ella

-Gracias, Nico-chan… Sabes estoy realmente feliz de que estés a mi lado.

-¿Maki-chan…?- Las palabras de la tsundere calaron en lo más hondo del corazón de la loli, que comenzó a sentir que su corazón iba a salir de su cuerpo… Aparte de que por alguna extraña razón miraba a sus notables pechos, en cualquier momento se le podría parar el taxi (Si es que lo tuviera).

-¡No, yo… Quiero decir, es como…!- Intentó usar el modo Tsun pero era inevitable, al pensar en lo que acababa de decir hace unos momentos, la pianista se puso roja como un tomate (Pelo de menstruación para otras personas) y balbuceaba cosas sin sentido.

-Gracias, Maki-chan- A pesar de que su corazón latía a mil por hora, la pequeña pelinegra tomó una respiración enorme y apoyó su cabeza en el hombro de la pianista- Solo… Gracias

-Está bien…- Incapaz de decir nada más, Maki comenzó a respirar para nivelar sus nervios aunque seguía lidiando con cierta calentura ahí abajo.

En cierta forma, sentir el cabello como el aroma de la pequeña ojicarmín en su cuello la habían sedado (O como decimos en Colombia, burundanga). No podía evitar pensar que deseaba que ese momento durara por mucho tiempo (Aunque tenía que lidiar con ese algo despierto, habría altas posibilidades de que algo bueno no iban a salir de ello).

No pasaron muchos minutos hasta que ambas también se quedaron dormidas, apoyadas la una en la otra.