El mensajero de la oscuridad

Era una noche obscura y algo ventosa. Parecía que había nubes en el cielo por que ni el más leve resplandor de una estrella ni la luz de la luna, iluminaba aquella desolada región. Una joven cosía junto a una de las ventanas, con una diminuta vela a punto de consumirse. A pesar de eso no se había picado ni una vez, era claro que tenía ya experiencia.

El ligero viento chocaba contra las ventanas haciéndolas crujir, y de vez en cuando una ráfaga de aire se escapaba y levantaba un poco las cortinas.

Era, como se podía decir, una noche algo tenebrosa. Especialmente si estaba sola aquella joven. Pero no parecía preocuparse.

Para ella solo existía cose, por el momento. Muchas veces, su madre la había regañado por coser con tan poca luz pero ella tenía sus razones.

Su propiedad, pequeña pero la más productiva de la región, era la más alejada del reino. El camino pasaba exactamente por un lado, de aquella propiedad. Últimamente las cosas se ponían muy extrañas. No era que tuviera miedo o algo así, lo que quería en realidad era no atraer la atención de los viajeros que viajaban hacia el reino.

Ella pensaba que al ver una pequeña luz se acercarían y descubrirían una casa, o más bien un castillo, y querrían entrar en ella. Además ese no era el momento, la noche era muy oscura y tenebrosa. No le gustaría tener que abrir la puerta a un desconocido, más y cuando su madre, su "tío", su "primo" y su amigo no estaban.

Suspendió un momento su costura para mirar su habitación. La vela muy apenas iluminaba el lugar donde estaba cosiendo: la mesa y encima un costurero desordenado.

Lo demas estaba sumido en sombras iluminadas tenuemente por la vela. Enfrente de ella estaba su cama, la gran cama de sabanas de seda, también había, en el lado derecho de la cama, una mesita de noche. Lo demás eran muebles como mesas, sillones y sillas, acomodadas según su gusto. Alrededor de toda la habitación había unos pequeños candelabros de petróleo que al prenderlos había suficiente luz para cualquier actividad.

De repente el viento cobró fuerza y chocó contra todas las ventanas, haciendo que una, la ventana de su lado, se abriera con fuerza.

Algunos hilos cayeron al suelo y la vela se apagó. Un gritó de la habitación continua se hizo escuchar.

En medio de aquella oscuridad, la joven sonrió un poco. Con una destreza sorprendente cruzó la habitación, totalmente a oscuras y abrió la puerta.

La vista no cambio mucho cuando la abrió. Inmediatamente se abrió la puerta continua y un rayo de luz salió de ella. Una joven se asomó tratando de ver algo en la oscuridad, su cara expresaba miedo y preocupación.

Pero al distinguir a la figura que estaba en la oscuridad, sonrió un poco. La joven de la oscuridad se acerco a la luz, también sonriendo.

-vaya, me asuste un poco-comentó la joven poniendo una mano sobre su cabeza.

-no importa, esta bien-dijo la otra.

-veo que estabas cosiendo otra vez a oscuras, eso no esta bien. Tu mama se va a enojar-dijo la otra al ver la oscuridad de la habitación.

-lo que pasa. -la joven no quería decirle lo que le inquietaba. Después de todo, el hermano de la otra joven estaba extrañamente preocupado.

-pero no te preocupes no se lo diré-sonrió. Aquella joven llevaba un vestido verde botella que combinaba con sus ojos-pero.-dudó un poco-déjame ir a tu habitación, por favor-

-claro, nada más apagamos los candelabros-dijo la joven sonriendo.

Ambas entraron a la habitación, estaba casi igual a la de la joven, pero los muebles estaban acomodados de distinta manera.

La joven del vestido verde agarró un libro que estaba tirado en el suelo.

-¿estabas leyendo?-preguntó.

-si, lo que pasa es que me intereso mucho-dijo mientras ayudaba a apagar todos los candelabros. Cuando terminaron todo quedó a oscuras. La joven del vestido verde se acerco más a la otra que no parecía asustada.

-agarrate de mi, vamos a mi cuarto-dijo y ambas salieron. A la joven que tenía miedo se le hizo una eternidad, pero tan pronto como llegaron a la habitación de la joven sin miedo, prendieron todos los candelabros.

Una luz acogedora y caliente rodeo aquel cuarto oscuro. Cerraron la puerta y cada una empezó a hacer sus labores. La joven se sentó en un sillón cercano a la otra joven, que inmediatamente cerró la ventana y recogió los hilos que estaban en el suelo, los puso en la mesa.

Se sentó y volvió la cabeza hacia la ventana.

-lo siento mucho. pero es que no me gusta quedarme sola en mi cuarto, por eso estaba leyendo.a veces leer es mejor que morirse de miedo. -pero la otra joven no hablo. tenía los ojos fijos en la ventana.

-¿Tomoyo?-llamó la joven-¿pasa algo?-

Otra vez no hubo respuesta. La joven preocupada se levantó, temblando.

-¿Tomoyo?... que pasa.-volvió a decir.

Su amiga seguía con los ojos fijos a la ventana, sin decir nada. La joven ya estaba muy asustada se acercó corriendo a la ventana, con la intención de llamar la atención de la otra joven.

-Tomoyo. -la sacudió, La joven salió de su trance y miró a la otra joven.

-¿Qué pasa Sakura?-preguntó

-te he estado llamando y no me respondiste, por un momento. -

-hay alguien afuera-cortó inmediatamente

-afuera.-dijo la joven temblando-no estarás bromeando. -agregó mientras se inclinaba a la ventana.

Sabía a la perfección que afuera había un gran Roble, que ya estaba muy viejo y que si apenas tenía una hoja en toda la primavera.

En realidad no podía ver nada, pero fijando la mirada, algo había. dos puntos, sí, dos puntos rojos.

No, no era tan solo puntos rojos. eran ojos rojos, ojos que la observaban a ella y a Tomoyo.

Un escalofrío recorrió su cuerpo al sentir esa terrible mirada.

De hecho, su hermano y su amigo, andaban muy inquietos. Vigilando siempre la propiedad.

Las dos muchachas miraron asustadas como nunca aquellos ojos y estos parecían verlas. Después de una eternidad aquellos ojos subieron cada vez más alto hasta perderse en la oscuridad.

Después de un rato ambas muchachas se vieron sorprendidas..

¿Qué había sido eso?

Notas de la autora Holas aquí me tienen con otro fic, que espero terminar. Realmente este fic esta basado en la pelicula del mismo nombre (creo). Obviamente nos es igual, ya que tenía que hacer unas cuantas parejas, aunque creo que ya saben quienes son. En el próximo capitulo

La inquietante situación incomoda a todos los habitantes y un familiar del príncipe llega con noticias malas, Sakura descubre algo que podría cambiarle la vida a muchas personas y Touya descubre que hay "alguien" rondando por ahí.

Bye