Lo sabe, es consciente de ello. Lo ha sabido desde hacía tiempo ya. No le sorprende ver el resultado de esta estúpida guerra que tanto él como su hermano habían provocado. Y no le interesa saber que es lo que le espera, porque tiene claro a donde va a ir a partir de ahora. Sus manos están manchadas por la sangre de miles de personas, él no es inocente. A matado, a torturado, a visto sufrir a muchas personas y no ha echo nada... Él no es inocente.

Pero le da igual, no se arrepiente; sabe que hizo mal pero no se arrepiente absolutamente de nada. Lo ha hecho por su hermano, ha luchado por su hermano, ha llorado por su hermano; y a pesar se que está encerrado sin saber cuando es de día o de noche, sin saber del exterior, sigue pensando que él es inocente. Sigue esperando a su inminente desaparición.

Todo le da igual, ya no va a derramar ni una mísera lágrima más. No va a gritar. No tendría sentido. No quiere dar lástima a los malditos aliados. ¿Porqué todo ha acabado así? No tiene ni idea; ¿Porqué él y no su hermano? Porque West tiene que vivir, tiene que ser fuerte; ¿Porqué son tan crueles con él? Porque él lo ha sido con todas aquellas personas que ha asesinado.

Pero no le importa, no tiene porque importarle. Ha tenido una vida muy larga donde lo ha pasado genial, donde ha llorado y también enamorado. No puede hacer nada si el destino está escrito.

Sonrie porque es lo único que puede hacer ahora. Él es inocente, no ha hecho nada; y tiene más que asumido que ya no es inmortal, que solo es una simple nación más en la historia, una nación que fue olvidada.