Capítulo 1.

Lorelai miró el intenso azul en los ojos de su nieta Lori y los primeros rulos castaños emerger de su cabeza. La pequeña había jugado todo el día y acababa de beber toda la botella de leche que Lorelai le había preparado, pero se rehusaba a dormir. Al contrario, tenía los ojos muy despiertos y no dejaba de reír ante las caras graciosas que ponía su abuela, quien la sostenía entre sus brazos sobre el sofá de la sala de estar.

-Lori, Lori… ¿Cómo me llamo? Lorelai, ¿Puedes repetirlo? Lorelai -La bebé intentaba imitarla, pero con ocho meses de edad apenas y salían unos murmullos de su boca- Te estás quedando atrás, tu mamá a tu edad ya podía caminar y lavarse los dientes.
-No le mientas, por favor -Dijo Luke, llegando desde la cocina con una botella de vino y dos copas, sentándose junto a ellas- Suficiente peso lleva teniendo una abuela como tú.
-¿Y cómo se llama ese hombre gruñón de ahí? Luke, ¿Puedes decirlo? Luke -Lori volvió a reír, intentando tomar la camisa de Luke.
-Es aterrador lo mucho que Lori se parece a ustedes -Luke dejó que una de las manitos de Lori tomara su dedo índice.
-¿Aterrador para quién?
-Para la única persona que permanece cuerda de aquí a una milla de distancia.
-Eres la única persona cuerda que me gusta.
-Debo ser un hombre muy afortunado.

Ambos sonrieron y se besaron por un buen rato hasta que Lori los separó con un gruñido. Lorelai rio.

-¿Por qué gruñes, Lori? ¿No quieres que bese a Luke? -Lorelai hizo el gesto de acercarse a Luke y Lori volvió a gruñir. Rieron- Lori, tienes que dejarme besar a Luke. ¿Ves este anillo? Este anillo en mi dedo anular demuestra que estoy casada con él y eso me da el derecho a besarlo cada vez que quiera, ¿Entiendes?
-Tiene sangre Gilmore, no creo que logres hacerla entrar en razón.
-Quizás crea que estamos demasiado viejos para besuquearnos así.
-Tiene un punto válido.
-Quizás tú estés viejo, yo estoy como lechuga recién cosechada.
-Creo que es la primera metáfora que haces con verduras en tu vida, pero estoy de acuerdo -Luke tomó su rostro con una de sus manos y la besó suavemente, pero Lori volvió a gruñir- Está decidida, no quiere que nos besemos.
-Lori, no seas pesada. Puede que tus abuelos estén algo viejos, pero son casi recién casados y tienen derecho a besuquearse.

Luke rio.

-Llevamos casados más de un año.
-¿Ves, Lori? Casi recién casados.
-Hemos estado juntos por diez años.
-Pero no con esto en el dedo -Lorelai indicó el anillo de su dedo anular- Es un objeto mágico, ¿Sabes? Hasta me hace comprender a Gollum. My precious, my precious…
-¿Y qué magia hace?
-A primeras, te puedo llamar "marido" frente a otras personas. "Hey, Lorelai, ¿Quieres ir a tomar el té a mi casa?" "Oh, no lo sé, tengo que preguntarle a mi marido primero" "Lorelai, ¿Qué hiciste el fin de semana?" "Mi marido y yo fuimos al cine y luego de compras al supermercado" "¿Quieres comprar ese vestido?" "Oh, no sé si a mi marido le va a gustar", ¿Te das cuenta? Es mágico.
-No.
-Y la mejor parte es que cuando estoy sola en un bar ya no me tengo que esforzar en deshacerme de borrachos que intentan agarrarme el culo. Les muestro el anillo y les digo que soy abuela, y bualá, corren como si los hubiera apuntado con una escopeta.
-¿Te intentan agarrar QUÉ?
-Déjalo, cariño.
-¿Y por qué estás sola en bares? ¿Cuándo haces eso?
-En la otra vida secreta que tengo, ya sabes -Lorelai besó a Luke y se acurrucó más a él, ganándose varios gruñidos y manotazos de Lori- Mañana vamos a tener una serie conversación nosotras dos, señorita.
-Hey, prende el televisor, está por comenzar la entrevista a Rory.
-¡Sí! ¿Quieres ver a tu mamá, Lori? ¿Quieres verla en televisión? -Lori rio y Lorelai prendió el televisor. El rostro de Rory apareció en primera plana de inmediato- Mira Lori, ahí está tu mamá. Salúdala -Lorelai movió la manito de Lori de un lado al otro- Si hay algo de lo que debes estar tranquila es sobre tus genes, mira lo hermosa que es tu mamá.
-Se ve bastante bien en cámara, sí.
-¿Se ve bastante bien? ¿Qué significa eso? -Lorelai fingió enojo- ¿Que se ve mejor que tu amada esposa, la que te despierta todos los días con una sonrisa, te lleva el desayuno a la cama y te masajea la espalda cuando regresas del trabajo?
-Cuando hagas esas cosas sabré que me has engañado con otro hombre.
-Sin duda alguna, mi amor.

Juntos escucharon la entrevista un rato, sin impresionarse demasiado. Era la quinta entrevista que Rory daba por televisión sobre su best-seller Gilmore Girls y las respuestas no eran muy distintas. Lori, no muy interesada en el programa, prefirió jugar con la camiseta de Luke.

Luego de escuchar por enésima vez en televisión abierta a su hija decir que su madre era su heroína por haberla criado sola toda su niñez, Lorelai comenzó a mirar a Luke de reojo jugar con Lori. Siempre pensó que los años en que Rory era pequeña y eran solo ellas dos contra el mundo habían sido los mejores de su vida, pero ahora empezaba a sentir que estaba equivocada. Esos años, como bien decía su hija en cada entrevista, estuvieron cargados de angustias y preocupaciones: ¿Estaba siendo una buena madre? ¿La estaba criando bien? ¿Iba a tener dinero para su comida y sus pañales?

Fueron, a pesar de todo eso, años maravillosos, los mejores. Pero en ese momento, sentada junto al hombre de su vida, jugando con su nieta y viendo a su hija en televisión, sin otra preocupación que sacar la ropa de la lavadora y cambiar las sábanas de la cama, Lorelai sintió absoluta dicha. Una dicha especial, algo que en su juventud jamás hubiera logrado comprender. La dicha de mirar hacia atrás y sentir que, contra viento y marea, había hecho las cosas bien. Y, a pesar de que un tiempo sintió que algo les faltaba, pronto comprendió que lo que les faltaba estaba por llegar: Lori. Sus ojos azules, sus rulos castaños, su sonrisa juguetona. Ya no tenía que preocuparse de criarla bien, porque precisamente su trabajo era hacer lo opuesto. Tenía la alegría de esa pequeña sonrisa sin todo lo secundario, o al menos lo tendría cuando Rory regresara de su gira.

Su corazón estaba completo, y al mirar a Luke reír y jugar con ella, sabía que el de él también.

-Luke.
-¿Sí?
-Gracias por ser tan comprensivo con todo esto.
-¿De qué hablas?
-Ya sabes… por suspender nuestra luna de miel y quedarnos con Rory durante su embarazo, y ahora ayudándome a cuidar a Lori.
-Lorelai, no hay nada que agradecer. No había forma de que estuviera tomando sol y un margarita en México sabiendo que Rory estaba embarazada. Y Lori… -Luke sonrió, acariciando la cabecita llena de rulos de Lori- Lori es simplemente increíble.
-Salvo los llantos y los pañales.
-Salvo los llantos y los pañales.
-¿Te digo algo? Cuando Rory regrese de su gira del libro, tú y yo vamos a hacer tantas cosas sucias en México que nos deportarán.
-No hables de esas cosas frente a Lori.
-Va a sobrevivir -Ambos intentaron besarse de nuevo, pero el celular de Lorelai comenzó a sonar. Lo buscó en sus bolsillos, pero recordó que lo había dejado en la cartera. Tomó a Lori en brazos y se la pasó a Luke- Quédate con tu abuelo y pórtate bien, Lori.
-¿Esperas una llamada?
-No, no sé quién podrá ser -Lorelai corrió hasta el recibidor y sacó su celular de la cartera- Hola, habla Lorelai. Oh, es del hospital, deben estar listos mis resultados. Sí, me hice unos exámenes hormonales el otro día, ¿Ya están? Genial, ¿Cuándo puedo ir a retirarlos? … ¿Cómo? -El rostro de Lorelai cambió radicalmente a preocupación- ¿Está segura que eso dijo? Bien…sí, ningún problema, lo conversaré con mi marido. ¿Pero está segura que ése es mi resultado? Lorelai Gilmore-Dannes. O quizás solo Lorelai Gilmore, no estoy acostumbrada a usar mi apellido de casada y a veces lo olvido. Oh, entonces sí son mis exámenes. Entendido. Gracias, que tenga buen día.

Lorelai cortó y se encontró de inmediato con la mirada interrogante de Luke, frente a la que no se le ocurrió otra cosa que sonreír, muy falsamente.

-¿Era del hospital?
-Sí.
-¿Tienen los resultados?
-Sí.
-¿Y qué pasó? ¿Qué dicen?
-No lo sé.
-Lorelai, ¿¡Puedes profundizar alguna idea antes que me vuelva loco!?

Lorelai asintió, notando como con cada segundo el hombre más histérico del mundo -su marido- se preocupaba más y más. Volvió a sonreír.

-Mis resultados están listos, pero el doctor nos citó a ambos a una consulta mañana para entregárnoslo. Eso es todo lo que sé.
-Estamos hablando de los exámenes hormonales para saber si te llegó la menopausia, ¿Verdad?
-Los mismos.
-¿Y para qué diablos me querría citar a mí?
-Ehhh…
-Mierda -Luke se levantó tan rápido que asustó a Lori y ésta comenzó a llorar. Lorelai tomó en brazos a su nieta y comenzó a mecerla mientras a su marido le empezaba el ataque de pánico- Esto no puede ser bueno, Lorelai. Lo he visto en películas y en esa ridícula serie de doctores que me haces ver. Cuando llaman a ambos es porque son malas noticias.
-No necesariamente.
-¡Claro que sí! Mierda, mierda… -Luke comenzó a caminar de un lado de la sala al otro, desesperado- No puede ser, Lorelai…no puedes estar enferma…MIERDA, no, no…
-Cielo, tranquilízate -El histérico Luke no ayudaba a tranquilizar a Lori, que seguía llorando como una bestia- Puede que sea la menopausia.
-¡Si eso fuera no me habrían citado a mí!
-Tú sabes cómo son los médicos modernos, les gusta hacer parte al hombre también. Probablemente te citó para explicarte sobre los cambios que voy a atravesar y de qué forma afrontarlos.
-Lorelai… -Luke iba a seguir con su ataque de neurosis, pero Lorelai se acercó a él y le acarició el rostro con una de sus manos, sonriendo.
-No quiero que te preocupes antes de tiempo. Si estoy enferma, será preocupación mañana. No saquemos conclusiones apresuradas.
-Pero…
-Si tú pierdes la calma, ¿Qué me queda a mí? Por favor.
-Tienes razón, guardemos la calma.

Pero lo cierto era que ninguno estaba verdaderamente tranquilo. Esa noche, aunque los dos se besaron y sonrieron antes de dormir, la preocupación los mantuvo despiertos toda la noche. Ninguno le dijo nada al otro, porque se habían propuesto mantener la calma. Pero la idea de que Lorelai estaba enferma los acompañaba fuertemente, y no era una exageración. A pesar de las palabras de Lorelai, era bastante imposible que su doctor citara a Luke para explicarle sobre la menopausia. Esas cosas simplemente no pasaban. Cáncer fue lo primero que se les vino a la cabeza, y aunque se intentaban consolar con otras posibilidades menos peligrosas, era la enfermedad más probable para ellos.

Luke se pasó toda la noche pensando en las mujeres sometidas a quimioterapia que había conocido. Le dolía imaginar a Lorelai así, bajo tanto sufrimiento, sobre todo porque no había mucho que él pudiera hacer para ayudarla. Pensó que si bajara alguna clase de dios y le ofreciera curar a Lorelai a cambio de que se enfermara él, lo aceptaría sin dudarlo. Prefería someterse a ese suplicio que tener que ver a Lorelai pasar por él. No Lorelai, no.

Lorelai pasó la noche pensando en la posibilidad de morir. Descubrió que la muerte no le asustaba tanto como creía, sino que le asustaba la gente que podía dejar atrás. Pensó en Lori, en lo pequeñita y hermosa que era, y cuánto deseaba verla crecer y convertirse en toda una mujer, de la misma forma que lo vio con su hija. Pensó en Rory, que aunque ya era una adulta que podía cuidarse perfectamente, aún era inmadura, aún tenía mucho que enseñarle. Y, por último, pensó en Luke y en todos los años que les había tomado para ser una familia. Deseó retroceder el tiempo y besar a Luke la primera vez que lo vio y no ocho años después. Deseó no haber perdido tanto el tiempo.

Fue una noche muy larga para los dos.

0o0o0o0

-Aquí estamos.
-Sí.

Ambos miraban la puerta de la oficina del doctor de Lorelai la tarde del día siguiente, pero ninguno se atrevía a entrar. Querían congelar el tiempo por siempre y que las malas noticias no llegaran jamás. Luke, ansioso e inquieto, tomó a Lorelai de la cintura y le dijo con una voz suave pero decidida:

-Sea lo que sea que pase, voy a estar contigo en cada momento, Lorelai. No me importa lo que venga, voy a estar ahí. Vamos a enfrentar esto juntos y gastaré hasta la última de mis energías para que estés bien. Te lo prometo.
-Lo sé, Luke -Lorelai sonrió, liberando una lágrima y acariciando una de sus mejillas- De verdad te amo, ¿Sabes? Te amo como una adolescente.
-Y yo a ti.

Se besaron profundamente antes de reunir el valor para tocar la puerta y entrar a la consulta. El doctor de Lorelai los recibió con una amable sonrisa y los invitó a sentarse. Frente a frente con el especialista, Lorelai y Luke solo atinaron a tomarse las manos fuertemente.

-Así que tú eres Luke -Comenzó diciendo el doctor, acomodándose en el asiento- Lorelai habla tanto de ti en nuestras consultas que es como si ya te conociera.
-Sí, así es Lorelai… -Luke apretó más la mano de Lorelai para no perder los estribos y mantener la compostura- Doctor, no necesitamos más rodeos, ¿Qué dicen los resultados de Lorelai?
-Tu esposo es exactamente cómo lo describiste, Lorelai -El doctor rio y Lorelai sonrió cortésmente, empalideciendo conforme pasaban los segundos.
-Doctor -Luke se movía inquietamente- Sea cáncer o cualquier otra cosa, daremos la pelea hasta el final. No se preocupe por el dinero, tenemos ahorros. Y si no alcanza con eso, puedo vender mi cafetería, puedo ponerla hoy mismo en los anuncios del periódico si usted me lo dice.
-¿Tu cafetería? -Lorelai habló por fin, mirándolo seriamente- Claro que no venderemos tu cafetería. Venderemos el Dragonfly II.
-Pero has trabajado tanto en remodelarlo.
-¿Y eso qué? No venderemos tu cafetería.
-¿Y si no es suficiente? Venderemos la cafetería.
-Venderemos el Dragonfly I.
-Ni en un millón de años.
-No estoy preguntando, Luke.

Luke y Lorelai se embarcaron en una discusión sobre qué propiedades venderían y por qué, la que subió de tono cuando Lorelai propuso pedirle el dinero a Emily antes de vender la cafetería y por supuesto Luke se negó.

El doctor los escuchó unos minutos antes de interrumpirlos:

-Chicos… Antes que llamen al periódico y pongan en venta su casa, ¿No quieren saber los resultados?
-Sí -Ambos respondieron a la vez, agarrándose de las manos de nuevo y sintiendo como el corazón se les comenzaba agitar.
-Bueno -El doctor sacó los resultados de una carpeta y comenzó a releerlos en voz baja- Tus resultados demuestran un altísimo nivel de una hormona llamada Gonadotropina coriónica humana.
-¿Y eso qué significa? -Luke volvió a intervenir, apretando tan fuerte la mano de Lorelai que parecía quebrarla en dos- ¿Qué enfermedad es, doctor? ¿Es grave? ¿Tiene cura?
-Se mantendrá en el cuerpo de Lorelai nueve meses y luego se irá, pero no creo que exista realmente una cura. ¿Recuerdan lo costoso que es pagar el colegio y la universidad? Ni hablar del dentista.

A Lorelai se le cortó la respiración.

-¿De qué está hablando? -Luke miró a Lorelai y al doctor repetidamente antes de sentirse un estúpido por quedarse atrás en la conversación- ¿Qué tiene que ver el colegio y la universidad?
-Lorelai está embarazada.
-¿Significa que no tiene cáncer?
-Sí, Luke, significa que no tiene cáncer.
-¡Lorelai, no te estás muriendo! -Luke se levantó de un salto de la silla y abrazó intensamente a Lorelai, que estaba más pálida que cuando llegó- ¡No estás enferma, Lorelai! ¡Vas a estar bien!
-Cielo -Lorelai tomó su rostro entre sus manos y le habló fuertemente- estoy embarazada.
-¿Ah?
-ESTOY EMBARAZADA.
-¿Qué? -Luke se desplomó en la silla y se puso más pálido que Lorelai y todo el polo norte- Pero…pero si estás con la menopausia. No puedes embarazarte con la menopausia.
-Pues no, no estoy con la menopausia. Aparentemente tus pequeños campeones encontraron el último huevo fértil que me quedaba.
-¿Es eso posible? -Luke miró al doctor- ¿De verdad está embarazada?
-Sí, Luke. Lorelai no deja de sorprendernos a todos, incluso a la madre naturaleza.

Luke se quedó en la silla como una estatua largos minutos, procesando lo que acababa de oír. Miró de reojo a Lorelai y la encontró negando con la cabeza y rascándose la frente, mientras que el doctor mantenía una gran sonrisa en el rostro. Se sintió confundido.

-No entiendo… ¿Esto es algo bueno?

Lorelai suspiró.

0o0o0o0

-Recuerda que tenemos que recoger a Lori de la casa de Lane
-Sí, lo recuerdo.
-Pero pasemos al supermercado primero, se nos acabó la papilla de fruta. En realidad nos queda la de mango, pero Lori la odia y la verdad es que solo la compro para comerla yo.
-Vale.
-¿Por qué no has encendido el motor de la camioneta?

Desde el asiento del conductor, Luke negó con la cabeza y miró hacia el horizonte, apretando su mandíbula. Lorelai se impacientó.

-¿Qué pasa?
-¿Qué pasa? Disculpa, ¿Acaso no estuviste en la misma habitación que yo?
-Sí.
-¿Y crees que no hay nada de lo que tengamos que hablar?
-No, no lo creo. Quedó todo muy claro. El próximo mes tendremos el primer control, ¿Crees que Ceasar te puede cubrir en la cafetería? Si no puede no te preocupes, puedo ir yo sola.
-Oh, genial, entonces tendremos al bebé -Ironizó Luke, apretando el manubrio con las manos- Me alegra al menos saber eso.
-Fui madre a los dieciséis años, claramente abortar nunca ha sido una opción para mí.
-¿¡Pero qué diablos está mal contigo hoy!?
-No necesitas gritarme.
-¿¡No!? Entonces dame una pista de cómo hablarte para recibir una respuesta medianamente coherente de tu parte.
-No sé qué más necesitas escuchar. Por supuesto que seguiremos con esto, dejaré de comer sushi y cambiaremos a café descafeinado, ¿Algo más?
-¿Sabes? -Luke seguía negando con la cabeza, furioso- Siempre pensé que el día que me enterara que iba a ser padre iba a ser el día más feliz de mi vida.
-¿Y no lo ha sido?
-¿Y todavía me lo preguntas? ¡Ni siquiera sé qué sentir!
-Puedes sentirte cómo quieras.
-Me encantaría, pero no puedo. Porque aparentemente, después de todos estos años, aún no te conozco ni te entiendo ni un poco. ¿Sabes lo estúpido que me sentí ahí adentro? Yo solo escuchaba buenas noticias, las mejores noticias de mi vida, pero tú estabas con esa cara de funeral, como si estuviéramos firmando una sentencia de muerte. ¿Cómo se suponía que me podía haber sentido? Digo, después de todo lo que hemos pasado, simplemente asumí que la idea de tener un hijo conmigo te haría feliz, pero no, no lo hace, entonces debe estar pasando algo malo que no me estás diciendo y me gustaría que me lo dijeras, o definitivamente no conozco ni la mitad de ti.

Lorelai miró a Luke y luego de guardar silencio un buen rato, le dijo:

-Es solo que esto no estaba en nuestros planes. Se supone que solo seríamos los dos, que nos iríamos de luna de miel, que viajaríamos a algún sitio, quizás nos iríamos de excursión. Se supone que solo íbamos a ser los abuelos, los que malcriaban, a los que visitaban todos los domingos a almorzar -Luke escuchó pacientemente a Lorelai hablar- ¿Me entiendes?
-Sí, lo entiendo -Luke quitó las llaves y se las tiró a Lorelai, bajándose de la camioneta.
-¿Dónde vas?
-¿¡Que dónde voy!? ¡Me voy a mi puta cafetería!
-¿¡Caminando!?
-¡Sí, caminando, porque no soy capaz de pasar otro minuto más encerrado en esta porquería junto a ti!
-¡Luke!
-No, Lorelai, ni siquiera lo intentes. Puede que para ti unos cochinos tragos y unos mariachis sean más importante que tener un bebé, pero no para mí, y no estoy interesado en entenderte, ¡No esta vez! ¡Vete tú en la maldita camioneta!
-¡No sé conducir con la caja de cambio!
-¡Llama al maldito remolque!

Luke cerró la puerta de la camioneta de un portazo y se alejó dando largos y furiosos pasos. No entendía cómo después de conocerla por más de veinte años, Lorelai podía seguir desconcertándolo. Pero incluso dentro de sus propios estándares, había cruzado la línea. Y la estaba odiando. Nunca, en todos los años que la conocía, pensó que podría llegar a sentir odio por Lorelai, pero eso era lo que estaba sintiendo. La estaba odiando. Ni siquiera cuando pensó que tenía una aventura llegó a odiarla, pero en esos momentos era todo lo que podía sentir.

¿Cómo es podía llegar a ser tan egoísta? La misma mujer que se fue a los dieciséis años de la casa de sus padres para criar sola a su hija estaba ahora diciéndole que prefería irse de luna de miel que tener a su hijo. SU HIJO. La misma que lo arrastró a esa clínica de mierda para que otra mujer tuviera a su bebé apenas dos años atrás. La misma que le ofreció adoptar. Ésa no era Lorelai, ésa no era la mujer con la que se casó.

Entonces Luke se detuvo de golpe. Ésa no era Lorelai. Se volteó y miró la camioneta: seguía en el mismo sitio, con Lorelai adentro. Corrió de regreso y la encontró en el mismo lugar que la dejó, llorando desconsoladamente. Abrió la puerta y con un nudo en la garganta, le dijo:

-Lorelai, ¿Qué está pasando?
-Tengo miedo, Luke.
-¿Miedo de qué?
-Miedo de perder al bebé y romper tu corazón.

Como tantas otras veces, Luke se sintió un estúpido. Pero no, no era como otras veces. En ese momento, se sintió como el mayor retrasado mental de la historia. Miró a la mujer más bonita del planeta llorar de esa manera por su culpa y pensó que no la merecía y que nunca sería capaz de merecerla.

-Ven -Le dijo, tomando una de sus manos y haciéndola salir de la camioneta. Frente a frente, Luke tomó su rostro humedecido entre sus manos y la besó intensamente, y se fundieron en uno de los abrazos más cálidos que habían compartido jamás- Eres la mujer más increíble del mundo.
-Por supuesto que quiero tener a tu bebé, cariño -Luke sentía como su pecho se empapaba de lágrimas- No me importan ninguna de esas tonterías que te dije si a cambio tengo una criaturita que tiene la mitad de ti. Tendría cien hijos contigo si pudiera solamente para ver cien veces el increíble padre que eres y los cien maravillosos niños que tenemos.
-Soy un estúpido por haberte creído.
-Pero ya tengo cincuenta años, ¿Sabes? Mi cuerpo ya no es el de antes, y escuchaste al doctor, la posibilidad de perderlo es demasiado grande.
-Si eso llegara a pasar, y no va a pasar, lo superaremos. Seguiremos adelante con nuestros planes.
-No, Luke, no lo entiendes. No soy capaz de verte sufrir así. No soporto la idea de romper tu corazón, de todas las personas, no puedo rompértelo a ti.
-Lorelai…
-Tú lo reparaste -Luke la miró sin comprender, y por cualquier explicación, Lorelai le indicó con una mano su propio corazón- Por eso, no puedo romper el tuyo.
-La única forma en que podrías romper mi corazón es si te cansaras de estar conmigo y me dejaras.
-Espero que sepas que eso no pasará, ni aunque lo quieras -Lorelai se quitó secó las lágrimas con la manga de su camiseta- De aquí a los gusanos de la tierra, mi amor.

Ambos sonrieron y se besaron. Pero Luke notó que Lorelai seguía con la misma mirada triste y preocupada que en un principio. Suspiró.

-Lorelai, lo hecho, hecho está, ya es demasiado tarde para arrepentimientos.
-Lo sé.
-Pero me está volviendo loco verte así.
-Lo siento.
-El doctor dijo que a los tres meses el bebé se afirmaría al útero, ¿Verdad? Que antes de eso era mucho más probable tener un aborto.
-Me sorprende lo atento que estabas, pero sí.
-No hablaremos del embarazo hasta entonces, ¿Qué te parece?
-¿Enserio?
-Sé que los dos lo tendremos en la mente constantemente, pero si no lo hablamos y algo pasa, dolerá menos. Estoy seguro.
-No sé si no hablar al respecto funcione.
-Al menos tratemos. Tú trabajarás media jornada en los Dragonfly porque quieres pasar más tiempo con Lori. Beberás descafeinado porque finalmente aceptaste que tienes un problema de adicción.
-Drogadicta.
-Y no beberás alcohol porque empezaste la dieta.
-¿Me estás diciendo gorda?
-Enfócate, Lorelai.
-OK.
-Y yo trabajaré menos en la cafetería y pasaré más tiempo contigo, ayudándote con Lori. Le daré a Ceasar un aumento.
-¿Estás seguro?
-Sí.
-Tendrás que cocinarme el doble, porque como dejé el café estaré muy ansiosa.
-Lo sé.
-Y puede que me den unas ganas locas de comer sandía, o papas fritas, o donas glaseadas -Entraron a la camioneta.
-Lo sé.
-Y voy a estar de muy malhumor, con síndrome de abstinencia una o dos semanas.
-El síndrome de abstinencia no dura tanto.
-Significa que tendrás que hacer maratones de Grey's Anatomy conmigo, o puede que decaiga y vuelva a tomar café.
-Vale.
-Y mis pies me duelen, podríamos hacer una rutina en la que me los masajeas un buen rato antes de dormir -Luke le dio esa clásica mirada y Lorelai rio. Con la camioneta andando y de camino a Stars Hollow, Lorelai acarició la mano de Luke que estaba sobre la caja de cambios y le susurró:- Gracias.

Luke sonrió y también acarició la mano de su esposa, tratando de no pensar en lo que les esperaba por delante.

Continuará.