ADVERTENCIA: Esto es Yaoi, y posiblemente meta algunos drabbles sexosos, si no te gusta dale return a la página anterior.
Descarga de responsabilidad: HQ! no es mío, si lo fuera hubiera apresurado el encuentro carnal entre Kuroo y Oikawa SE AMAN aunque no se conozcan xD (?
Dedicado: A una bella personita que cumpleaños muy acertadamente el 31 de octubre y a la única que ayudaría a ocultar un cadáver. Le adoro el todo
Cronopios del autor: Sí, sí. Soy una maldita insaciable, pero es que cuando se trata de HQ!... daría mi mano izquierda por la serie (?, a otros temas, este compilado es una antología de 15 drabbles o one-shotscon tema diferente cada uno, se seleccionaron 14 parejas -el KageHina por ser el más canon se repite-. Ambas escribimos sobre las mismas parejas y los temas, se supone que sería uno por día pero... somos muy flojas y vagas así que serán publicados cada dos días a partir de hoy hasta que lleguemos al día 31 que es el cumpleaños de mi compañera de locuras. Sin más, pues disfruten el primer shot!
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Oktober Sweet Drabbles
por St. Yukiona
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3 de octubre: KageHina. Zanahorias.
Si hubiera sabido desde antes que un maldito pastel de zanahoria iba a ocasionar todo semejante embrollo se hubiera abstenido de llevarlo a la escuela. Es más, ¿a quién mierda se le ocurría llevar un pastel de zanahoria a la escuela? Nada más ni nada menos que al Poblador B de la historia a quien le había parecido "tierno y amable" llevarle a Hinata un pastel de zanahoria tras escuchar que le gustaba aquel vegetal, que era su cumpleaños y que nunca había comido aquel postre muy típico de la gastronomía norteamericana.
Mismo pastel que ahora Kageyama se comía a manos llenas alegando que era su favorito, dejando, de paso, no sólo a Hinata sin probar el pastel sino al resto del Karasuno con todo y profesores incluidos.
Obviamente, el genio se llevó una reprimenda por parte del capitán y del entrenador, así como el odio de todos en el equipo incluido el desprecio absoluto del sol del Karasuno, pero mascullaba que había valido la pena…
Que había valido la pena el que Hinata no comiera pastel de alguien más sin antes probar el que él con asistencia de su madre había hecho para el del cabello naranja y que ahora esperaba en casa del moreno.
Estúpido Hinata y su estúpida sonrisa que volvía esclavos a todos los que se cruzaban en su camino, con Kageyama envuelto en el mismo paquete.
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Bonus
—¿Exactamente qué haces?
Kageyama ocultó sus manos detrás de su espalda buscando ocultar con aquello su miserable intento de pastel de zanahoria. Pero tras la mirada inquisidora de su madre supo que no tenía caso arriesgar la vida. Dejó la mescolacha negruzca y viscosa sobre la mesa. Los siguientes 15 minutos la madre del menor los pasó comparando el platillo de su hijo con diferentes formar de vidas amorfas además de mantener cerca un sartén de metal para coger a palos a aquella cosa por si comenzaba a cobrar conciencia. Cuando se aburrió cogió la desgracia culinaria del genio del volley.
—Deshagamonos de esta cosa antes de que Stephan King se entere que la tenemos y quiera demandarnos por plagio o uso ilegal de su contenido —murmuró desechando la abominación en la basura de la cocina y obligó a Kageyama a llevarlo al incinerador que había afuera.
Para cuando Kageyama regresó, la madre de éste dio una explícita clase de cómo era la mejor forma de hacer un pastel y cuál era el secreto de la familia Kageyama guardado durante milenios.
—¿Y me vas a decir cuál es el secreto? —preguntó Hinata mientras daba otro bocado enorme a la rebanada de pastel, era el tercero que se comía en el lapso de media hora que llevaba sentado en la mesa de la bonita casa del setter.
—Sólo come idiota… sólo come… —ordenó empujando la cabeza del bloqueador mientras que desviaba la mirada sonrojado.
Ni de coña le diría que el ingrediente secreto era una pizca de amor, pero a él se le había pasado la mano con eso último.
—¡Está delicioso!
—Cállate, mierda.
Sí, se le había pasado la mano.
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St. Yukionna.
Quien los ama de corazón, costilla y pulmón.
