Capitulo 1
Era tal y como se esperaba, Jeff no dejaba de sonreír ante tal presencia, creyendo que todo era simple sueño. Sumiso y callado, dejó que esas manos lo rodearan por completo, dejándolo más apaciguado que el agua. Slender por su parte no dejaba de acariciarlo, quería demostrarle todo lo que sentía por esa alma en pena, puro amor y felicidad.
- Slender…
- ¿Qué pasa?
Antes de contestar, Jeff le abrazó el cuello con sus brazos, teniéndolo cara a cara.
- Te amo.
Sosteniendo un cuchillo en la mano derecha, empezó a cortar y masacrar el cuerpo sin vida del cadáver que sacó del cementerio. Le extirpo todos los órganos internos y los guardo dentro de una bolsa de basura, dejando solo la piel y huesos del difunto.
- Qué esplendido será el banquete de hoy…JAJAJAJAJAJAJA!
Esa risa macabra retumbó por todo el bosque, haciendo más temible su presencia que la de los animales.
Al llegar a su casa, cortó todo ese mejunje de tripas y las devoró por completo, sin dejar nada. Luego, extrajo de una heladera vieja una botella de whisky, y bebió sin dejar una sola gota, apenas podía razonar con la poca conciencia que tenia, una mezcla de deseo intenso de matar y auto satisfacerse lo excitaba, quería conciliar todo eso masturbándose, pero el licor lo invadió dejándolo en un profundo sueño.
Al día siguiente, trató de recordar lo de anoche, y seguido de eso pensó en sacarse las ganas matando a algún que otro humano. Fue hasta el epicentro del bosque y buscó alguna víctima, pero todo lo que había era solamente árboles y arbustos. Cansado de buscar y no hallar nada, decidió volver a su casa.
- Maldita sea, en este lugar no hay un carajo.- dijo Jeff furioso y agobiado. Y era cierto.
En aquel bosque en su pasado era un lugar vacacional, todas las personas en sus tiempos libres iban y disfrutaban de la naturaleza, pero a causa de varios asesinatos ocurridos allí el peligro se adueño del bosque siendo lo que es ahora, un gran desierto de árboles y un cementerio.
Sacado de sus pensamientos, esa sensación de excitación lo adueñó de nuevo. Jeff quiso contenerse, pero ese sentimiento terminó por ganarle, bajó su mano derecha hacia su parte íntima y empezó a frotarla con gran devoción. Su cuerpo y esa sensación le pedían más, así que se bajo el cierre del pantalón y saco el miembro de allí, hasta empezar a acariciarse explícitamente, finalizado en masturbarse.
Estaba sudando y no dejaba de lanzar gemidos de placer, mientras se masturbaba su otra mano le recorría por todo el cuerpo acariciando cada zona, lo gozaba pero cada vez sentía que quería más y más. Cuando llegó a tal punto de eyacular, gritó hasta quedar de rodillas en el suelo, dejando esparcido todo el semen allí.
Después de esto, el sentimiento desapareció completamente, dejando el cuerpo de Jeff sudoroso y excitado de tales acciones.
- Un día,… algún día…
El reloj dio las 2 de la tarde.
