Estaba sentada en una de las obras, sin duda no era lo correcto, lo sabía perfectamente, pero era el único lugar donde podía estar a solas a punto de gritar por el teléfono móvil.
-No creo que haya sido la mejor manera, estoy más enojada por las formas que por lo que estás haciendo, porque sabía perfectamente que iba a pasar esto- respiró fuertemente para tratar de calmarse- definitivamente no pensaste que lo que hacías me estaba dañando más, no pensaste que me estás lastimando más que si me lo hubieras dicho de frente.
La voz al otro lado de la línea apenas podía escucharse, las palabras casi no podían salir, probablemente reconocía el error y a la vez podía contenerse porque no estaba sola.
-Esto ya no iba a continuar, lo hice para provocarte… quería que tú me dejaras. Debo irme me están llamando.
Sollozando, contuvo las lágrimas con todas sus fuerzas.
-Tienes razón, no vale la pena. Cuídate mucho y recupérate pronto.
Después de tres tonos que marcaban el fin de la llamada, secó las tímidas lágrimas que amenazaban con salir, apagó las luces de la galería de arte y salió para continuar con su vida.
Lo sé, quieren matarme porque no he actualizado el fic anterior pero se me borraron mis archivos y… bueno es una larga historia. Prometo actualizar cambios y mañana tendrán el siguiente capítulo de este texto.
Saludos. Los quiero.
