Universo Alterno.

I

Good morning, fucking world.

Es un día normal en South Park.

Eso es lo que pensó Kyle cuando abrió sus ojos y pudo ver la ventana de su cuarto, cerrada por supuesto, la fresca mañana hizo que se envolviera en sus tibias mantas sin ninguna intención de salir de su cama, aún era temprano, la alarma de su reloj aún no había sonado para indicarle que se levantara o llegaría tarde al colegio.

— ¡Kyle, despierta o llegaras tarde! — Escuchó la estruendosa voz de su madre, después varios golpes sobre su puerta. — Me iré a trabajar y llegaré tarde, no me esperes para cenar… — Kyle abrió sus ojos con sorpresa ¿Trabajar? ¿Desde cuándo su madre trabajaba?

—Solo debí escuchar mal. — Se dijo así mismo. Estirando su cuerpo por completo, no noto nada extraño, aunque Kyle no busco nada, ¿Por qué? Ayer después de haber terminado su tarea, se fue directo a la cama, no debería haber nada raro en él o en otra persona.

Sin embargo, algo se sentía... Diferente.

Y tan rápido como llegó, esa extraña incomodidad, se fue. Sintiendo que no debería preocuparse por cosas sin sentido, Kyle bostezo, después observó su reloj, con un jadeo ahogado lanzó el maldito reloj que seguramente ya no servía, Kyle corría de aquí a allá dentro de su habitación, buscando con prisa su ropa y su mochila. Ni siquiera se molestó en comprobar que los libros dentro de su mochila serían los que utilizaría hoy.

¡Faltaban solo cinco putos minutos para que sus clases comenzarán!

— ¿Por qué no me despertaste antes, mamá? —Grito el pelirrojo, pero, Kyle le gritaba a la nada, su casa estaba completamente vacía.

Sheila siempre le había dicho que era importante ir a la escuela con el estómago lleno, Kyle siempre refunfuñaba y le decía que ya no era un niño pequeño, que dejara de tratarlo así. Sin embargo, esa mañana cuando bajo a la cocina y no vio su desayuno, se sintió extrañamente vacío.

La sensación de que algo no andaba bien, volvió.

La cocina estaba completamente ordenada, limpia, más que limpia estaba completamente reluciente; parecía nueva, sin usar. Como si los quince años de uso jamás hubieran sucedido. No había manchas de grasa o del desastre con harina que Ike y él hicieron la semana pasada.

Obligándose a ignorar todos esos detalles, Kyle se apresuró a salir de casa. Ya tendría tiempo, más tarde le preguntaría a su madre.

Las calles y las casas lucían normales, era obvio, se dijo Kyle, fue solo ayer que tránsito por esas mismas calles.

Kyle caminaba lentamente, era un hecho que se perdería la primera clase, así que no veía sentido en correr como loco por todo el pueblo si de todas maneras su profesor no lo dejaría tomar la clase.

Kyle extrañaba sus días en la primaria, donde todo era relativamente más fácil. Extrañaba ser un niño, todo era menos complicado cuando solo tenía nueve años, durante su infancia estaban lejos los temas complicados como: la universidad, su futuro y el amor. En ese tiempo solo debía preocuparse por jugar, detener los planes malvados de Cartman y odiar al tipo.

Nada de extraños y conflictivos sentimientos. No confusión y definitivamente no un corazón roto.

—Buenos días. — Como era costumbre Kyle saludo a su vecina, solo que esta vez no hubo una sonrisa amable ni un "buenos días" de regreso.

Ella siguió apaleando la nieve con una mirada que decía "Vuelve a hablarme y estarás muerto."

Kyle decidió seguir con tranquilidad su camino, seguramente había tenido un día malo y eso era tener mala suerte ya que, prácticamente, el día apenas comenzaba.

Decidió tomar algo en la cafetería de la escuela, un café quizás. Tenía sueño, mucho sueño y no entendía porque, Kyle procuraba irse a la cama temprano, a menos claro que fueran vacaciones, fines de semana o días festivos.

La encargada de la cafetería usualmente solía tener un espantoso delantal amarillo, siempre estaba despeinada y el gran lunar que tenía en su mejilla derecha se veía espantoso con los vellos naciendo de él y siempre, siempre escupía a cada segundo.

Hoy Kyle no vio nada de eso.

Hoy quien lo atendía era una dulce y amable mujer de mediana edad, la cafetería olía a pan recién horneado y no a orina como es costumbre, su estómago gruño y estuvo tentado a comprarse algo más que café.

Una dona glaseada, no sonaba mal.

— ¡Hey, Kyle!

— ¿Qué sucede Stan?

— ¿Qué sucede? Estoy enojado porque no llegaste a tiempo. — Stan lucia molesto y Kyle quería entender la situación ¿Molesto por que no llego a la primera clase? ¿Además por qué Stan estaba fuera y no en el salón de clases?

—Lo siento me quede dormido. - Kyle le restó importancia a sus propias palabras, no era la primera ni la última vez que sucedería.

— ¿Qué sucede contigo hoy? — Kenny salió de la nada, pellizco su mejilla y Kyle la golpeó lejos de su cara.

— ¡Eso dolió pendejo! — Kyle acaricio su mejilla.

—Sip, ese es el Kyle que conozco.

— ¿Quieres ir a divertirte un poco? escuche que el nerd de Cartman ya regreso a la escuela.

— ¡¿No jodas, volvió?! — Kenny lucía bastante entusiasmado con eso. — Pensé que se quedaría de por vida encerrado en su cuarto como el maldito antisocial que es. Nuestro pequeño conejillo volvió… ¿Qué le haremos esta vez?

— ¿Por qué no lo encerramos en el locker del conserje? Oírlo suplicar siempre es vigorizante.

Kyle solo podía preguntar qué demonios estaba pasando ¿Cartman un nerd? ¿Volver a la escuela? ¿Antisocial? ¿Por qué sus amigos hablaban así de Cartman? Cartman no era precisamente un ángel, pero, ellos toleraban al gordo culón, porque, aunque les cueste admitirlo, eran amigos y querían al culón hijo de puta… ¡Demonios! Cuando viera a Cartman le daría un buen golpe.

— ¡AJA! Quieren engañarme… — Leas apuntó, llegando a la conclusión más lógica que su cerebro pudo darle. — ¿Dónde están las cámaras? ¿Dónde está Cartman? ¡CARTMAN NO VOY A CAER!

Stan y Kenny lo observan con sorpresa y confusión, ¿Qué mierda pasaba ahí?

— ¿Qué te pasa Kyle? ¿Tú mamá volvió a darte un poco? — Entonces Kenny junto sus dedos y los llevó a sus labios, aspirando fuertemente. — ¿Todavía estás bajos los efectos?

—Estás muy raro.

—Stan…

—Hey, marica…

—Butters… — Susurró negando levemente, era Butters o alguien que compartía su misma cara, él no era el dulce chico amable y de buenos sentimientos que Cartman solía manipular. Él simplemente no podía ser Butters. Butters era torpe y tímido, el Butters que él conocía jamás se peinaría de esa manera por miedo a que sus padres lo castigaran, tampoco sonreía de esa manera tan altanera y jamás los llamaría "maricas" y definitivamente no sería el centro de atención de tantas chicas.

— ¿Cartman no está aquí? —Kenny y Stan lo saludaron con algún código extraño al mover sus manos de un lado a otro chocando sus palmas o sus puños.

—Nop, también lo estamos buscando, ya sabes para divertirnos un poco.

Cuando Butters quiso hacer lo mismo con Kyle, este salió corriendo de la cafetería.

Todas las caras que vio en su huida le resultaban familiares y al mismo tiempo extrañas.

Wendy y Bebe se besaban en los casilleros. La forma de vestir de Wendy le recordó la vez que se vistió de chico, y Bebe ya no vestía como una puta barata, falda larga, cabello recogido, blusa sin escote, una gruesa chamarra que la protegiera del frío y ni una gota de maquillaje.

Vio a Token, el tipo parecía ser él, sin cambios significativos, más allá de la ropa de segunda mano, su suéter estaba lleno de remiendos y parches... Token se parecía a Kenny en su época más pobre.

Vio también a Timmy y Jimmy en el patio ligando con chicas. Jimmy ya no necesitaba las muletas para caminar y Timmy ya podía decir más que su propio nombre.

Se topó a Craig, esto no pareció cambiar nada, seguía siendo un maldito hijo de puta que abusaba de los más pequeños.

Entonces, lo vio… reconocería ese abrigo rojo en cualquier parte del mundo:

— ¡CARTMAN! — Grito y desvió su camino, necesitaba una puta explicación y si tenía que recurrir al mismísimo demonio para tenerla, pues lo haría. — Culón…

Todo el mundo miraba y Kyle se sentía incómodo. ¿Por qué demonios estaban fuera? ¿Acaso las clases se había suspendido? ¡Regresen a sus jodidos asuntos, maldición!

Descanso un momento y trató de regularizar su respiración, necesitaba ejercitarse más seguido.

— ¿Q-qu-que…?

Los libros que Cartman sostenía cayeron al piso.

"Química avanzada", "Derivadas", "Calculo". Por un momento creyó que Cartman había husmeado en su casillero y robado sus libros.

Eso no le importó en lo más mínimo cuando su mirada se elevó y se topó con la de Cartman.

— ¿Ca-car-Cartman? — Era Cartman no había duda alguna. Aunque estuviera un poco más delgado, aunque llevara lentes que lo hacían ver como un puto nerd, aunque temblaba como gelatina y parecía que en cualquier momento se pondría a llorar.

Jamás en su vida había visto a Cartman de esa manera, tan débil… tan… indefenso… tan… temeroso…

—Estoy aquí... — Kyle escucho la fina línea de su voz. —Regrese como me dijiste... Así que, ¡Por favor, deja de molestar a mi familia! — Casi suplico.

— ¿Qué está pasando aquí? ¿Qué clase de broma es esta? — Kyle tomó los hombros del castaño y comprobó que realmente había perdido peso y mucho, su ropa ayudaba a disimular este hecho, Kyle frunció su ceño… no entendía ni una mierda.

—Me lastimas… — lo escucho susurrar y de inmediato lo liberó del fuerte agarre. ¿Dónde demonios estaba el gordo que siempre solía insultarlo? ¿Dónde está Cartman, el nazi que odia a los hippies y por sobre todo odia a los judíos? ¿Dónde demonios estaba Cartman? ¡El Cartman que mató a su propio padre y enloqueció a su medio hermano!

— ¿Kyle? ¡Ya comenzaste con la diversión! ¡Bien ese es el Kyle que recuerdo!

Cartman tembló cuando vio a Kenny y Stan acercarse a ellos y Kyle lo noto. Observó a su alrededor y todas aquellas personas que habían estado viendo, poco a poco se alejaban, algunas murmuraban algo, otras apartaban su vista.

—Cartman no sabes cuánto te extrañamos, — exclamó Stan. — Los exámenes eran un infierno sin ti.

—Y solo porque necesitamos ese cerebro tuyo, dejaremos pasar por alto lo que tu queridísimo padre fue a gritar a nuestras casas.

¿Padre? ¿Cartman tenía un padre?

Entonces Kenny apartó a Kyle y sonrió antes de golpear la mejilla del castaño.

— ¿Qué demonios haces Kenny? — Kyle detuvo al rubio antes de que este diera un segundo golpe.

—Entiendo, entiendo… quieres ser el primero en darle la bienvenida ¿Cierto? Pero no seas tan rudo o ya no podremos divertirnos nosotros.

—No entiendo qué está pasando, pero no deberías pegarle ¡¿Acaso no recuerdas que Cartman es nuestro amigo?! Nos jode pero es…

— ¿En serio Kyle que te metiste? — Es Stan quien se acerca mirándolo con preocupación.

—Yo creo que se enamoró de él… —Kenny jala con fuerza su muñeca para liberarse del agarre del pelirrojo. — Desde que se follo al nerd ha estado muy raro… —Algo dentro de Kyle se rompió cuando escucho aquella declaración.

Kyle busco la mirada de Cartman… esto ya ha ido muy lejos solo para ser una simple broma.

—¡KYLE, STAN, KENNY!

—¡Oh mierda, es la perra de Wendy!

—Nos vemos después Kyle.

Kyle observó distante mientras sus amigos corrían lejos de ahí, Cartman se puso de pie y corrió lejos, quizás a casa, quizás a esconderse o quizás al baño para vomitar. Kyle no pudo moverse para detenerlo, tampoco quería hacerlo.

Los libros de Cartman se quedaron en el piso.

Wendy llegó a su lado y comenzó a gritar cosas que no entendida.

— ¿Cuándo dejaran de molestar a Cartman? ¿No crees que ya han sido demasiado crueles con él? Te escondes tras tu padre para hacer lo que quieras, eso no es tener huevos Kyle.

Kyle quería que Wendy se callara.

Kyle no quería entender qué pasaba, él solo quería regresar a casa.


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-Es un capítulo piloto, así que depende de la aceptación de los lectores para que se continúe o no.

-Es una loca idea que surgió después de ver el capítulo SpookyFish (2x15) la tenía en mi mente y hasta ahora es que pude escribirla.

-Habrá mucho OOC, así que, en dado caso de continuar esta loca historia, por favor ten en cuenta este hecho.

-Kyman (KyleActivo x CartmanPasivo)

Perdón por cualquier falta ortográfica.