HOLA! BUENO ESTO ES ALGO QUE ME SURGIO UN DIA VIENDO UNA PELI DE NICOLAGE CAGE... ¿QUE TIENE QUE VER? PUES EN VERDAD NO SE COMO LO RELACIONE CON EL MUNDO DE HP, PERO ESTO ES LO QUE ME SALIO... ESPERO QUE LES GUSTE...
INTRODUCCIÓN
No sabía exactamente que hora era, solo que debía ser muy temprano, porque aún no amanecía y en la estación no había casi gente... solo un par de vendedores de "El Profeta".
Él viento era muy helado, tanto que su nariz y sus mejillas estaban completamente colorados por el frío. Y su cabello castaño era azotado por el viento. Los vendedores pasaron muy abrigados y temblando. Pero a Hermione no parecía importarle demasiado el clima de ese lugar, puesto que a pesar del frío no llevaba mucha ropa, unos jeans muy gastados y algo rotos junto a una fina polera de color gris eran su único abrigo, y unos guantes que tenían los dedos cortados, mostrando los finos y largos dedos de Hermione, que le daban un aspecto bastante rebelde.
Estaba tan cansada, los últimos días no había podido dormir, estaba feliz, porque volvería de donde nunca se debería haber ido, pero por otro lado sentía miedo... ella ya no era la de antes, la vida no había sido nada amable con ella.
¿Y si ellos también habían cambiado, después de todo ya habían pasado cinco años desde que había dejado Hogwarts. Si, quizás ellos habían cambiado, pero estaba segura de que en el fondo aún eran los mismos chicos con que ella había pasado los mejores años de su vida.
Miró el reloj, eran las cuatro y media. Aún quedaba mucho tiempo, solo que no había podido aguantar la ansiedad en su casa. Además no veía las horas de salir de allí, esa casa, esas calles, esa ciudad... le traía recuerdos que intentaba olvidar. Solo la aliviaba el hecho de saber que pronto estaría lejos de allí, con la esperanza de que esos fantasmas la dejasen en paz una vez por todas.
¡Por Dios, que no sabía como había llegado a ese extremo! Si tan solo se hubiera quedado cerca de ellos, estaba segura que ahora no estaría en esa situación, huyendo de esa ciudad. Se había ido de noche, escondiéndose para asegurarse que nadie la siguiera, ya no podía arriesgarse, mucho menos después de lo ocurrido la semana pasada.
Se removió inquieta en su asiento. Le estaba doliendo la espalda, ese maldito dolor que la seguía a todos lados, como para recordarle de donde había venido. Dejó a un lado su mochila, lo único que tría como equipaje, y se puso de pie. Dio unos cuantos pasos a modo de estirar un poco las piernas. En verdad que las cosas habían cambiado... decidió comprar una edición del diario "El Profeta". Lo hojeó distraídamente. Solo un titular le llamó la atención:
"EL MINISTERIO DE MAGIA HA INFORMADO QUE SE ENCUNTRA SOBRE LOS PASOS DE UN SUPUESTO ESPÍA, EL CUAL HABRÍA ESTADO ROBANDO INFORMACIÓN CLASIFICADA"
Hermione suspiró algo nerviosa, sabía que ese titular era falso, no estaban ni cerca de quien había sido el culpable. Pero aún así se sentía intranquila. Solo querían simular que la situación estaba bajo control, para no alarmar a la gente... ja... como siempre lo hacían, probablemente inculparán a algún inocente para ocultar sus faltas... pero en fin, a ella ya no le importaba... solo quería salir de ese lugar, se empezaba a sentir ahogada.
Se podía sentir a lo lejos una locomotora avanzar hacia la estación, volvió a mirar la hora, ya casi eran las seis, ese debía ser su tren.
Volvió a tomar su mochila, y miró por última vez hacia atrás. Suspiro amargamente... por fin saldría de ese maldito lugar, por fin... sabía que en otra situación la antigua Hermione hubiera llorado, pero ese ya no era su caso... los años habían pasado, y no en vano, si algo habían hecho esos años eran haber endurecido su carácter, ya no era la dulce Herm... y eso era lo que mas la asustaba¿Qué pasaría si ellos, quienes habían sido sus amigos se dieran cuenta de lo que en verdad había pasado? No podía permitir que eso suceda... no entenderían... y fue allí que juro antes de subir al tren, que pasará lo que pasará ellos nunca se enterarían.
Miró su mano, un anillo de plata en la mano izquierda con una gran piedra de jade relucía majestuoso. Eso era lo único que la seguía atando a su pasado, ese pasado que quería olvidar, por el que ahora huía en busca de una mejor vida. Lo observó por unos momentos, luego a la estación casi vacía, nadie tomaba el tren a esas horas. Ya nada le quedaba en ese lugar, nada que realmente valiera la pena, se sacó el anillo y lo depósito en el mismo banco en que segundos antes había estado sentada, sobre el periódico que había leído. Y ahora sin mirar atrás subió al tren, segura de que lo que vendría sería mucho mejor de lo que dejaba en aquel lugar. O al menos eso creía ella.
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BESOS GRY
