Suspire pesadamente, no entiendo cómo me deje convencer de venir a esta fiesta, cuando lo único que quiero es estar en mi apartamento sumergida en la bañera y leyendo el último libro de Richard Castle. Pero como le dices que no a Lanie Parish, ella no acepta un no por repuesta y antes de que te des cuenta estas haciendo exactamente lo que ella quiere.
Observo por la ventana del taxi las luces de la ciudad y suspiro nuevamente, al menos es una fiesta de máscaras por lo que nadie sabrá quién soy y en cuanto Lanie se distraiga con algún chico lindo, podre huir de esta tortura.
Ni siquiera pienses en escapar Kate - Dice Lanie, como si pudiera leerme el pensamiento - Quiero que me prometas que esta noche te divertirás como la mujer joven que eres, y ya sabes que no acepto un no por respuesta. - termina con una mirada severa y sé que no tengo opción.
Lanie sabes que yo no soy así, pero por ti tratare, ¿ok? - Digo esperando sea suficiente.
Lanie me dedica una sonrisa y me entrega un antifaz, negro al igual que mi vestido, lo tomo y le devuelvo la sonrisa cuando el taxi se detiene frente al hotel.
Me coloco el antifaz negro, y aliso mi vestido, es un lindo vestido sin mangas, ceñido en la parte de arriba y suelto de la cintura hacia abajo. Respire hondo y me dispongo a entrar junto a Lanie, quien llevaba un lindo vestido rojo, completamente ceñido a su cuerpo y un antifaz negro muy parecido al mío.
Entramos en el salón, he inmediatamente nos dirigimos a la barra que estaba cerca de la pista de baile donde ya algunas parejas bailaban. En cuanto llegamos a la barra pedí un Whisky, necesitaba relajarme y nada mejor que alcohol para eso. En cuanto nos dieron las bebidas, Lanie se disculpó para ir a saludar a un amigo, y yo ya sabía que no volvería, por lo que me acomode en un taburete, mientras continuaba bebiendo. Luego de un rato y un par de tragos comencé a sentirme más relajada, observando desde lejos a las parejas bailar, pero llamo mi atención una pareja en particular, la cual bailaba muy pegados el uno al otro y se miraban con adoración.
Esa imagen me hizo sentir tristeza, ya que no había tenido buena suerte en el amor y todo parecía indicar que jamás la tendría. Pensando en eso pedí otro whisky el cual me sirvieron rápidamente, cuando me disponía a tomar el vaso, vi como una mano llegaba a él antes que yo, eso me molesto un poco por lo que levante la vista dispuesta a exigir me devolvieran mi bebida, cuando algo inexplicable pasó. Me quede allí hipnotizada, por unos ojos azules que me hicieron olvidarme de todo, menos de esos ojos.
Lo siento - dijo el dueño de esos hermosos ojos, con una tímida sonrisa en sus labios.
Deberías pedir tu propia bebida. - dije recuperando un poco la compostura, y el agrando su sonrisa, y yo sentí una sensacional extraña en el estómago.
Él se sentó junto a mí y pidió una cerveza, y luego se fue dejándome allí, sin volver a dirigirme la palabra y sintiéndome desilusionada por su actitud. Respire hondo y decidí que lo mejor que podía hacer, era beber y eso hice. Luego de varios tragos me sentía realmente mareada, y muy fuera de mi elemento, por lo que cuando el DJ comenzó a tocar música pop que te invitaba a bailar, no lo dude ni un minuto y me dirigí a la pista donde estaba Lanie con algunos de sus amigo y comencé a bailar, me deje llevar por el ritmo y por un momento le permití a la vieja Kate, salir y divertirse. Justo cuando comencé a disfrutar y sentirme libre, sentí unas grandes y fuertes manos en mi cintura, estas manos me acercaron a un cuerpo que se balanceaba al ritmo de la música, en cuanto sentí ese cuerpo pegado a mi espalda, me di la vuelta para ver quién era mi pareja de baile.
En cuanto vi esos ojos azules que tanto me hipnotizaron unas horas antes, volví a sentirme libre y continué bailando, pegándome más a su cuerpo. Antes de darme cuenta, él se acercó a mí y deposito un suave beso en mis labios, fue solo un roce, pero desato una infinidad de sensaciones en mi cuerpo, sentí como se separaba de mí así que coloque mis manos en su cuello y lo volví a acercar a mí. No quería que ese momento acabara nunca.
Cuando por fin nos separamos el dejo su frente sobre la mía y pude ver una bella sonrisa salir de sus labios, y esa sonrisa me impulso a hacer una locura, algo de lo que nunca me creí capaz.
Sácame de aquí. - dije con un hilo de voz, sabiendo lo que mis palabras implicaban, no lo conocía, no sabía su nombre pero aun así deseaba salir de allí con él y que me llevase lejos donde pudiésemos hace más que besarnos. El me observo un poco sorprendido pero al ver que yo no dudaba de lo que había dicho, tomo mi mano y me saco del salón, hacia el vestíbulo, pensé que me llevaría a otro lugar pero se dirigió al elevador. Justo cuando llegamos el elevador se abrió dejando salir algunas personas, el tiro de mí suavemente para que entrase y después presiono el botón de su piso, pero yo no le preste atención ya que en lo único que pensaba era en volver a besarle y ya que estábamos solos así lo hice.
Eres hermosa - dijo el entre besos. Luego se separó un poco viendo directamente a mis ojos y pregunto - ¿estás segura de esto?
Lo vi durante unos segundos ante de responder - SI - dije él sonrió de una forma que te desarmaba por completo - Pero tengo una condición - dije viéndole seriamente. La expresión de él cambio a una muy seria. - Sin rostros, ni nombre - dije señalando nuestros antifaces, vi como su rostro dudo unos segundos, para luego simplemente besarme.
Un cosquilleo en mi cuello, me hizo despertar, aunque no abrí los ojos inmediatamente, ya que sentía que mi cabeza estaba a punto de explotar, tenía la peor resaca de la historia y sabía que en cuanto abriera los ojos sería peor, por lo que me quede con los ojos cerrados un momento. De repente volví a sentir el cosquilleo en mi cuello por lo que decidí abrir un poco los ojos, en cuanto se acostumbraron a la claridad me di cuenta que no estaba en mi apartamento por lo que me sorprendí un momento y de repente algunas imágenes de la noche anterior comenzaron a aparecer en mi mente, eran un tanto borrosas y no las entendí bien. Así que decidí que lo mejor sería levantarme y salir de allí, y fue cuando me di cuenta de los fuertes brazos que me abrazaban por la espalda y me pegaban completamente al cuerpo de alguien más. Esto cada vez era peor y muy extraño. Yo no era de las que tenían rollos de una noche, pero eso no fue lo que más me sorprendió de la situación, si no el hecho de sentirme tan cómoda y segura en brazos de un desconocido. Eso era una sensación nueva para mí pero a la vez muy placentera.
Con cuidado me deshice del abraso y me levante busque mi ropa y en el mayor silencio posible me dirigí al baño a cambiarme y arreglar un poco, en cuanto me vi al espejo vi que aun llevaba puesto el antifaz, y note una pequeña marca en mi cuello. Al Salir vi al hombre que me hizo sentir segura durante unos minutos, me di cuenta que no recordaba mucho de la noche anterior y que no estaba segura de quien era. También note al igual que yo él llevaba su antifaz puesto aun.
Suspire una parte de mi quería ver su rostro y la otra salir corriendo de allí lo ante posible. Respire hondo y me di la vuelta para salir de la habitación, cuando llegue la puerta me gire para verle y susurre un gracias, antes de salir de allí, sentí que le debía ese gracias por hacerme sentir bien y segura. Por extraño que parezca sentí que parte de mí se quedaba allí, con él y me inundo una sensación de tristeza y pérdida, que no supe cómo explicar.
