For No One
You want her, you need her, and yet you don't believe her.
Se despertó otra vez más del mismo sueño. Todas las noches era igual. A pesar de estar agotado, los dulces sueños no llegaban a él, sus horas de descanso, aunque parecían infinitas, no servían, ni alcanzaban, para su propósito.
Sus sueños distaban de ser dulces. ¿Cómo podían serlo?
Lo que era peor, era una continua sucesión de sueños idénticos, o bien, la misma pesadilla recurrente.
Sin embargo, el sueño no era el problema. Podía lidiar con soñar todas las noches con que Bella lo dejaba para irse con un chupasangre que sólo lograría lastimarla. Que sólo la quería por el maldito aroma de su sangre. Comparado con eso, él no era un monstruo. Él la protegería. Si sólo ella pudiera entenderlo…
En fin, lo más doloroso era despertarse. El pensar por un instante que todo había sido un sueño, una fantasía, antes de que la dura realidad lo golpease como balde de agua fría. Darse cuenta que la verdad era lo que había visto en su sueño. Que durante toda la noche no había hecho más que pensar en ella.
Dándose por vencido, no iba a poder conciliar sueño, se levantó. Caminó por su casa, husmeando si estaba su padre, cuando recordó que se había ido a pescar con Charlie. Swan. El pensamiento le trajo otra patada en el estómago.
Luego de devorar lo que encontró en la cocina, sí, ni el sueño ni el dolor podían con su apetito; hizo lo contrario al resto de los humanos. Se desvistió para salir. No pudo evitar sonreír ante la ironía de ser un monstruo. Aún, no el monstruo correcto para Bella.
Ya en forma de lobo, comenzó a correr por el bosque, tratando de guardar su mente en blanco. Como recién eran las cinco de la mañana, los pensamientos de los demás no le llegaban, ya que todos conservaban su forma humana para dormir.
Corrió mucho, mas el ejercicio no lo cansó.
Se encontró a sí mismo en First Beach. ¿Cómo podía ser que su subconsciente lo llevase a ese lugar, en donde tanto tiempo había pasado con Bella, en donde la había conocido?
Ya humano, hundió sus pies en la áspera arena gris y miró el violento mar. Esas olas que casi acababan con la vida de ella. Entre las nubes, divisó el amanecer, los primeros rayos de sol iluminándolo.
Tirado sobre la arena, cerró los ojos. Esta vez, estaba tan deprimido que ni siquiera se permitió ponerse trabas en la mente. Por lo general, no se dejaba a sí mismo pensar demasiado en ella, unos minutos de alegres fantasías no valían el desasosiego de despertar.
Pero, esta vez no le importó.
There will be times when all the things
She said, will fill your head
You won't forget her
.
Originalmente escrito para A Beatle Contest, pero a falta de inspiración, quedó como drabble.
