Disclaimer: Los personajes de CCS pertenecen a Clamp, (aunque no me molestaría que Shaoran fuera solo mío) sin embargo la historia es enteramente mía.

Hago esto sin fines de lucro, solo por la diversión de escribir.

N/A: hay un momento en la historia en que tal vez los diálogos sean un poco confusos pero tengan paciencia prometo que le entenderán.


Capitulo 1

Presentaciones

Pov Sakura

Mi nombre es Sakura Kinomoto, tengo 24 años y desde hace un año me fui de mi natal Tomoeda para vivir con mi mejor amiga y prima Tomoyo Daidoji en Tokio para comenzar a trabajar en un consultorio de psicología.

Mi padre, Fujitaka Kinomoto, es arqueólogo pero desde hace tiempo enseña en la universidad de Tomoeda, aunque de vez en cuando sale a alguna excursión; es algo que desde pequeña siempre me lleno de ilusión y quería seguir su camino, sin embargo termine enamorándome de mi profesión. Tengo un hermano mayor, Touya, es tan… tan, bueno mi hermano es muy sobre protector; estudió medicina y tiene una posición importante en el hospital general aquí en Tokio; a decir verdad, él trabajaba en una clínica en casa pero desde que decidí que quería vivir sola y en la ciudad, bueno no quiso dejarme venir sola así que decidió encontrar un lugar para él y su mejor amigo, Yukito Tsukishiro quien decidió estudiar gastronomía y poner un pequeño local para venir y así poder mantener un ojo en mí.

De verdad que agradezco a Yukito haber venido con mi hermano ya que él calma nuestras acaloradas discusiones, además de que siempre tuve un pequeño crush con él, es una persona amable, tan inteligente y es muy atractivo, cuando crecí un poco más entendí que lo que sentía por él era amor fraternal y le tenía una profunda admiración, lo considero como miembro importante de mi familia.

Tomoyo es una excelente diseñadora y encontró un muy buen trabajo aquí en Tokio en una de las revistas de moda más prestigiosas del país, al poco tiempo de nuestra llegada, conoció a un empresario inglés llamado Eriol Hiraguizawa y comenzó un romance el cuál va viento en popa.

Soy tan feliz por que mi amiga haya encontrado la felicidad con Eriol; me encanta la pareja que hacen y en verdad creo que son tal para cual. Ambos tienen gran habilidad de observación y deducción, al igual que ambos son tan misteriosos algunas veces, planean cosas a mis espaldas y siempre tienen un gesto en la cara que indica que saben algo que los demás desconocemos. A veces pienso que deberían ser ellos quienes estuvieran impartiendo mis terapias o que debieron estudiar mi carrera.

Son tan parecidos que a veces asusta, creo fervientemente que cuando convives demasiado tiempo con una persona, aprendes a adivinar lo que están pensando sin siquiera decir una sola palabra, además de ser gracioso cuando uno termina la frase del otro o complementan lo que están a punto de decir. Aunque Eriol no tenga nada que ver con el mundo del diseño, él siempre motiva a Tomoyo a que se supere constantemente y se rete a sí misma, al igual que ella hace con él, lo más maravilloso de la relación que sostienen es que se tienen una confianza infinita y se apoyan el uno al otro.

Yo, por mi parte, he intentado formar mi propia suerte con un consultorio en el que doy terapia. La psicología me apasiona, aunque en mis años de primaria y secundaria… he de admitir que me la pasaba en las nubes, siempre estaba distraída y bueno, muchas cosas pasaban desapercibidas para mí. Sin embargo, intenté por todos los medios, mientras estudiaba en la universidad, desarrollar estas habilidades de observación para dejar de lado mi distracción. Aunque confieso que la impuntualidad seguía siendo parte de mi vida, pero eso no aplicaba a mis pacientes, con ellos logré ser muy puntual y comprometida. Me considero una persona amable, noble, con sentido del humor, inteligente y carismática y pienso que la calidez que puedes brindar como ser humano es mucho más importante que la negatividad y pesimismo que puede existir en el mundo.

Esta es mi vida ahora y debo confesar que me encanta, no sabría que sería de mi sin estas personas importantes que me apoyan y me impulsan a seguir adelante siempre con una sonrisa y una gran disposición, aunque la vida sea difícil también puede ser tan emocionante y excitante, es todo un reto y siempre trato de verla con optimismo y una sonrisa.

Aunque a veces, como este día, que me parecía interminable entre paciente y paciente trate de terminar con las consultas rápidamente y cuando por fin di por terminado el día, maneje directamente a casa, estaba bastante cansada.

Pensé que sería una buena idea pasar a comprar comida al local de Yukito pero antes decidí mejor llamar a Tomoyo para preguntar si quería que pasara por la cena ya que, honestamente, no tenía muchas ganas de cocinar y tampoco quería que ella lo hiciera, sin embargo me dijo que Eriol estaría para la cena y que prefería hacerla.

Llegando al departamento me dio la bienvenida mi hermoso gato regordete Kero, era un gato divino de color dorado pero era flojo y muy glotón, comía todo lo que nosotras le dábamos de comer y aun así maullaba para que le diéramos del postre en turno. Aun así es tan cariñoso y fiel, sus ojitos denotan una gran ternura y reflejan la pureza de su gatuna vida.

Un exquisito aroma salió a mi encuentro cuando pasaba junto a la cocina, entre a ver qué cocinaba mi amiga y me corrió del lugar, argumentando que era una sorpresa y que debía esperar hasta que Eriol nos acompañara, esboce una cara de insatisfacción y le enseñé la lengua de forma infantil así que por lo mismo decidí dirigirme a mi habitación para tomar una ducha y quitarme el estrés del día, poniéndome más cómoda. Al terminar salí a la sala para ver en qué podía ser útil y me encontré con que Eriol ya había llegado.

-Hola Eriol, ¿qué tal tu día? – pregunte un poco más relajada de cómo había llegado.

-Hola Sakura! Muy bien, la verdad un poco cansado tenemos nuevos proyectos en la empresa y el área de recursos humanos tiene contemplado la contratación de nuevo personal.- dijo a manera de platica mientras se retiraba la corbata del cuello.

-¿En verdad?, suena divertido… al igual que extenuante- comente divertida, sabía a donde se dirigía la conversación.

-Sabes que la oferta sigue en pie, me ayudarías mucho si pudieras apoyarme, confío mucho en tu criterio- comentó de forma dulce para ver si esta vez podría convencerme.

-A decir verdad las cosas por el consultorio van muy bien, hay varios pacientes a los cuales daré de alta y me quedaré con el tiempo libre así que lo pensaré, ¿te parece?- Enarque una ceja y dibuje una sonrisa en mis labios. Para ser honesta, me gustaba tanto el área laboral como el clínico así que esta era una oportunidad, sin embargo la prioridad la seguían teniendo mis pacientes.

-¿Otra vez hablando de trabajo?- pregunto Tomoyo saliendo de la cocina con ese tono maternal de preocupación ya que pensaba que tanto Eriol como yo no nos dábamos un descanso apropiado.

Sonreí para mi amiga, ya que me divertía su preocupación, todos trabajábamos al mismo ritmo y ella, tan bondadosa y dulce como es, siempre trataba de cuidarnos, claro que en cuanto un diseño nuevo se le metía en la cabeza no paraba hasta verlo realizado, por buena o mala suerte, ella siempre me pedía que fuera su modelo y terminaba realizando las prendas inspiradas en mí, o eso decía… a decir verdad aquella costumbre la adquirió a muy temprana edad, en la primaría siempre hacía lo mismo y yo solo me sonrojaba y moría de la vergüenza pero al final siempre cedía.

-Amor! Por fin has salido de la cocina- Eriol camino a su encuentro y la abrazo para después darle un tierno beso.

Tomoyo acepto de muy buena gana los brazos y labios de su novio. Aunque se sonrojaba porque yo estaba presente, yo solo reía disimuladamente.

-Necesitas ayuda con algo Tomoyo, yo pongo la mesa para que puedas cambiarte a algo más cómodo- dije conmovida por el esfuerzo de mi amiga al prepararnos la cena.

-Muchas gracias Sakura, iré rápido a cambiarme.- una dulce sonrisa enmarco su rostro.

Sonó el timbre inesperadamente y Eriol atendió, mi hermano fue a darme una visita sorpresa ya que esa noche no tenía guardia en el hospital y trajo consigo a Yukito.

-Hermano! Yuki! ¿Cómo están? ¿qué hacen aquí? – sonreí para luego abrazarlos de bienvenida.

-Hola monstruo, qué tal Eriol – dijo a modo de saludo mi "querido" hermano. Me enfurecía que me dijera de ese modo.

-Hola pequeña Sakura, quisimos pasar a saludar y ser parte de la cena- interrumpió amablemente Yukito ya que sabía que pronto explotaría contra mi hermano.

-Bienvenidos, que bueno que están aquí, ya estamos listos para comenzar a cenar- Tomoyo salía de su habitación con una sonrisa en su rostro.

-Si pero hay que agregar dos lugares a la mesa- comento Erio muy divertido, seguramente la expresión de mi rostro denotaba mi enojo al cariñoso apodo que me daba mi hermano.

En cuanto todo estuvo listo nos dispusimos a cenar una rica comida italiana acompañado con un delicioso vino tinto que habían traído mi hermano y Yuki. Hablamos de cosas triviales, de todo lo que sucedía en nuestras vidas. Mi hermano preguntó cómo se encontraba papá ya que no había tenido tiempo de despedirse de él cuando tuvo que viajar a Egipto para una nueva excursión; Yukito preguntaba por la salud de mi tía Sonomi y cuándo sería su próxima visita/inspección a nosotras, cosa que hacía seguido. Así siguió la cena con bromas y comentarios, aunque estaba cansada me encantaba lo que veía ya que parecíamos una familia unida y feliz, aunque bueno eso éramos.

Al finalizar todos ayudamos a levantar la mesa y me dispuse a lavar los platos, claro que, tanto Yukito y Eriol quisieron ayudar pero después de la magnifica cena y las atenciones que trajeron, los alenté a que fueran a descansar, tomando un digestivo o tal vez que seleccionaran una película para que todos viéramos, a Tomoyo le dije que aprovechara el tiempo antes de que Eriol tuviera que regresar a casa.

Touya, tan terco como es, me ayudo y juntos terminamos más rápido para calentar un paquete de palomitas para disfrutar de la película, la cual no recuerdo porque casi al inicio mis ojos comenzaban a cerrarse. Cuando me percaté que no podría ver la película me despedí de todos deseándoles buenas noches y me retire a mi habitación.

-"Vaya, ha sido un día largo"- suspire dejándome caer en la cama. Kero maulló en señal de cansancio, lo cargue para subirlo a la cama, mi gato era, a veces, un poco perezoso, pero me encantaba y era muy buena compañía, agradecía que cuando yo no podía estar en casa, Tomoyo se encargara de él, las dos lo queríamos mucho y Kero nos quería por igual, a los únicos que no quería era a Eriol y a mi hermano, el segundo lo tenía bien merecido porque lo trataba con indiferencia pero con Eriol… bueno se puede decir que eran celos.

Generalmente Kero dormía conmigo, digamos que de vez en cuando Tomoyo tenía alguien más que le hiciera compañía por las noches, mi amiga se apenaba cada que eso pasaba aunque yo le asegurara que no tenía ningún problema con que pasaran la noche juntos, aunque también Eriol prefería dormir en su casa porque mi lindo gatito siempre terminaba arañándolo de más.

Cheque algunas cosas antes de retirarme a ponerme la pijama y le escribí un rápido correo a mi padre para que se enterara de las novedades que había contado Touya en la cena y lo que sucedía conmigo, que honestamente no era mucho, apague las luces y me metí en mis suaves sabanas.

En cuanto toque la almohada caí rendida a los brazos de Morfeo, pero nadie me prevendría para lo que soñé aquella noche…


Notas del autora: Hola! ¿cómo están? como ven ya estoy de vuelta con otra idea y bueno quiero ver que les parece la introducción porque en sí pasaran muchísimas cosas jejeje

Ojalá dejen muchos rvs para ver si continuo con la historia.

¿Qué habrá soñado Sakura?, Tomoyo y Eriol son novios! jajaja siempre me ha gustado su pareja aunque sea unos secundarios a Sakura y Shaoran...

Adelantos del próximo capi...

Esa noche al llegar al evento, todos lucían trajes de época y se veían muy bien combinados...

...yo sentía una mirada penetrante sobre mí, la cual me hizo sentir nerviosa, buscaba al dueño o dueña de aquella mirada que me desconcertaba...

Siempre que mis amigos se ponían melosos trataba de darles su espacio por lo que divisé que el salón tenía una terraza, me excuse argumentando que quería tomar un poco de aire fresco...

En ese momento la luna iluminaba el lugar dándole una presencia mística y encantadora.

Espero sus reviews!

saludos...