La vida era perfecta hasta el momento. Había quedado huérfano a los 22 y a cargo de sus hermanos gemelos de 14, Hotaru y Zafiro, pero afortunadamente, sus padres habían amasado una pequeña fortuna con su empresa de publicidad, y desde que se habían unido al misterioso socio que nadie conocía, había logrado dedicarse a lo que de verdad quería, la medicina.

Tres años después de la tragedia, Darien Chiba estaba satisfecho. Tenía una hermosa prometida a la que amaba, sus hermanos terminarían el colegio ese año y él entraría a trabajar en el mejor hospital de todo Tokio. ¿Qué podría salir mal?

Michiru Kaio, la hija mayor de un matrimonio disfuncional que terminó independizándose y pidiendo la custodia de su única hermana, tenía todo arreglado, una buena carrera en el modelaje y la música, un prometido que la amaba y con el que estaba segura, su vida sería perfecta, y a su hermana a punto de terminar el colegio. Había logrado todo lo que sus padres nunca creyeron posible y se dedicaba de lleno al prometedor futuro ante ella.

Para Kenji Tsukino, su regreso a Tokio, después de más de 25 años lejos, era una forma de canalizar el dolor que esquivó por tanto tiempo. Su vida con Selene, su esposa fallecida, había sido perfecta. Se conocieron y se enamoraron en las calles de Tokio, fue su modelo predilecta y cuando le propuso matrimonio y alejarse de todo para criar a una familia en un lugar pacífico, ella no lo dudó. Así fue como terminaron en Osaka, donde todos sus sueños se derrumbaron ocho años después de partir.

Pero Selene le había dejado el mayor regalo, Serena y Sammy, unos chicos maravillosos, a los que les temía la mayor parte del tiempo y por los que sentía lástima, en especial por su hija mayor, que con ocho años, se convirtió y asumió el papel de la mujer del hogar y empezó a cuidar de su hermano recién nacido aún siendo una niña.

Aún con el peso de esa tragedia encima, Kenji se las arregló para darle lo mejor a sus hijos y 17 años después estaba satisfecho de su trabajo como padre soltero. Su posición económica y las inversiones que había hecho con Selene le permitieron entregarse a sus hijos sin poner un pie en la empresa que tenía y de la que nadie sabía, era dueño. Y como si fuera poco, su pequeña familia había crecido tres años atrás, cuando Haruka Tenou apareció en sus vidas introduciendo algo de picante, un picante que aceptaba con buen humor.

Haruka Tenou, una mujer independiente, fuerte, amorosa con quien la aceptaba, pero orgullosa con quien la rechazaba, empezando por su padre, apareció en la vida de Serena cuando la encontró en la universidad leyendo un libro e intentando ignorar a un patán que la asediaba. Había llegado a Osaka huyendo de su padre después de confesarle su homosexualidad y para no aburrirse, decidió alternar su carrera de modelo y corredora de autos con algún estudio universitario que, seguramente nunca iba a usar. El día que salvó a Serena, se enamoró perdidamente de esa rubia alegre e inocente, pero pronto descubrieron, ambas, que su relación era más fraternal que otra cosa y terminaron como hermanas bajo el mismo techo.

Cuando todo en la vida se ve en perfecto orden, llega, siempre, una situación que amenaza con destruirlo todo, pero es en ese momento en que Darien, Michiru, Serena, Haruka y Kenji, descubrieron que las amenazas que aseguran giros de 180 grados, no siempre son tan malas y pueden llegar para reparar lo que desde un principio estaba dañado.

Esta es una historia diferente y loca... Aunque al principio no lo parezca, es un S&D, además adoptaré una pareja que nunca he usado H&M en sus versiones femeninas... Amor, pasión, comedia y la grandes vueltas que da la vida se apoderarán del futuro de los personajes, dándoles un giro de 180 grados.

Nota legal: los personajes no me pertenecen, son creados por Naoko Takeuchi para su manga Sailor Moon, pero la historia es completamente original, solo me pertenece la idea.


Prólogo

- Cuando será que me van a hacer caso ustedes tres! - divertida, una rubia de largos cabellos amarrados en un a coleta alta y descuidada, entraba en la sala de su casa tras un día largo recogiendo algunos documentos antes de partir - Voy a llamar a profesionales para que lo hagan.

- Hija, déjanos, somos dos hombres y... Haruka, creo que podemos empaquetar una mudanza - Kenji dejaba el cuadro que intentaba amarrar y cubrir con una sábana para acercarse a su hija mayor y darle un suave beso en la mejilla - tienes todo?

- Sí, papá, todo está listo para irnos - Serena miró a su hermanito y a su mejor amiga forcejeando en el suelo con la silla mecedora que alguna vez perteneció a su madre - Ustedes dos, dejen esa silla antes de que la destrocen! - gritó y los dos rubios frente a ella terminaron tendidos en el suelo.

- Perdón cabeza de bombón - Haruka se puso de pie y fue hasta Serena que aún estaba a un lado de la puerta para saludarla de la misma forma en que lo hizo Kenji - Creo que eso de empaquetar cosas no está en mis habilidades.

- Sere, es solo que Haruka no quiere ayudar - Sammy, el más alto de los tres y un chico bastante guapo, también llegó hasta su hermana y madre para estrecharla con fuerza en sus brazos - trajiste mis documentos?

- Si, tengo los documentos de todos y el teléfono de un equipo de mudanzas que cubre el servicio de empaquetado - meneó una tarjeta y rió ante la expresión de alivio de sus acompañantes.

Desde que su madre murió, Serena Tsukino, una niña de ocho años se convirtió en el apoyo más grande de su padre. Selene Tsukino había muerto gracias a una complicación con el parto de Sammy y aunque el dolor los tomó por completo, padre e hija tenían un gran compromiso con el pequeño bebé que quedaba sin su madre.

Cuando cumplió diez años, ya sabía cocinar y mantener, a medias su casa. Había tenido que crecer antes de tiempo para ayudar a su padre y servir de "madre" para su hermano. Aprendió a cambiar pañales, dar tetero y enseñarle a hablar, lo que años después resultaría en una relación cercana y sobreprotectora de lado y lado.

Haruka era otro cuento en su vida. Gracias a su necesidad de asumir grandes responsabilidades, Serena creció sin amigos y sin tiempo para dedicarles y cuando ingresó a la universidad para convertirse en la gran maestra que siempre soñó, terminó convertida en un ratón de biblioteca antisocial, hasta la tarde en que conoció a Haruka.

- Flashback -

- Oye, Serena, deja ese libro y mírame, deja de ser anticuada - un joven de cabello platinado, alto, de buen porte y tono arrogante permanecía de pie al lado de la rubia que, aunque concentrada, ya estaba irritada con la persecución - ahh ya se! - dijo más alto de lo normal el hombre apoyando las manos en la mesa - Tu Sammy no te deja hablar con nadie...

- Con mi hermano no te metas, Diamante! - Gritó la rubia poniéndose de pie para enfrentar a su compañero de clases desde que eran unos niños - Sabes que Sammy es intocable.

- Más que tu hermano parece tu marido! - la tomó del brazo y la haló para apresarla en sus brazos - Tú necesitas un hombre como yo! - agregó con voz amenazante.

- Suéltame Diamante... - pidió casi rogando.

- O sino qué? - respondió Diamante más fuerte.

- O si no, tendrás que vértelas con mis amigos! - una rubia alta, vestida con bastante sofisticación, de cabellos cortos y mirada fría apareció tras Serena y estampó un puño en el rostro de Diamante obligándolo a soltar a Serena - Métete en tus asuntos, imbécil y déjala quieta, no te lo diré de nuevo - soltó mientras halaba a Serena y la ponía tras ella.

- Ahora bateas para el lado opuesto Serena? - dolido y sobándose, Diamante se burló - Esto no se queda así...

- Estás bien, bombón? - Haruka se giró a ver a la sorprendida y asustada chica que veía desde que empezó el semestre.

- Sí, gracias - se miró las manos y empezó a recoger sus cosas de la mesa - tengo que irme.

- Espera, puedo acompañarte - Se ofreció ayudándola con sus libros - Me llamo Haruka Tenou.

- Serena Tsukino - respondió la pequeña rubia alisando un poco su vestido - Gracias, Diamante lleva molestándome por muchos años - empezó a caminar con su mochila al hombro seguida de Haruka que llevaba sus libros.

- Ya no lo hará, te lo aseguro - y con un cruce de sonrisas, inició una amistad que finalmente se convirtió en una hermandad.

- Fin de Flashback -

- Eres una genio - Haruka le arrebató la tarjeta - Dame eso, Tokio, allá vamos! - gritó y todos rieron en señal de apoyo - Sosténte que los Tsukino y Haruka Tenou regresarán!

- Haber si así se corrige esta mujer y consigue novio... - dijo Kenji abrazando a Haruka por la cintura y conteniendo la risa.

- Haber si así este hombre decide rehacer su vida - respondió Haruka abrazando a Kenji por los hombros - Mañana comenzaremos una nueva vida - agregó y todos asintieron.

Estaba decidido, Osaka ya no era un lugar para ellos, Kenji, Serena y Haruka habían conseguido empleos en la capital y el traslado de la escuela de Sammy estaba listo. Solo era cuestión de un par de días para iniciar sus nuevas vidas lejos de los viejos recuerdos y sin tener idea de lo mucho que cambiarían sus vidas para siempre.


Espero les guste esta nueva historia... Recuerden que me encuentran en face como Nix Sophie...