Titulo: DEPARTAMENTOS COMPARTIDOS

NaruSaku, SasuSaku

Resumen: Okey… compartir un departamento no era fácil, lo aceptaba. Y más difícil tomando en cuenta que tus compañeros son dos chicos estúpidamente sexis y idiotas que no te dejaran vivir tranquila. /Parece que ser una chica ruda no me servirá con estos dos…/-En esta casa "Sakura-chan" nosotros mandamos…¿no es así teme ttebayo- sonrió el rubio/-Hmp -respondió el pelinegro

Disclaimer: Esta serie le pertenece al genio de Kishimoto-sama.

PROLOGO

Caminaba sola por la cuidad de Konoha con solo una meta, llegar a la pensión que su madrina le había indicado. Llevaba mas de dos horas caminando ¡¿cómo era posible que se haya perdido?!... mas encima en su primer día en la cuidad. Que tonta, pensó.

Se froto las sienes buscando algo de calma mental, los pies le empezaban a doler y su estomago comenzaba crujir pidiendo a gritos algo de comida, estaba cansada y si, necesitaba urgente una ducha calmada para relajarse, ¡jamás en su vida había caminado tanto! Volvió a mirar el papelito donde su madrina Tsunade le anotó -si es que se puede llamar así- las indicaciones para llegar a la pensión en la cual se alojaría este año escolar para así poder asistir a la preparatoria Konoha en la que le regalaron una beca por buenos rendimientos. Lo miro, lo giro, lo puso en forma vertical, horizontal, pero nada, no encontraba la forma de llegar al gran cuadrado de color que estaba dibujado en el papel que supuestamente sería el edificio.

Suspiró y levanto la cabeza para asegurarse de que ningún poste asesino se le cruzara en el camino, porque no quería chocar con uno -cosa que le habia pasado un millón de veces- y se fijo que al final de la vereda de al frente, justo en la esquina, un edificio tenía un letrero que decía " LA ABUELA CHIYO... departamentos compartidos" y suspiro satisfecha y feliz. Por fin había llegado al lugar que sería su hogar durante todo este año escolar.

CAPITULO 1:

LOS PROBLEMAS INICIAN,

COMPAÑEROS DE DEPARTAMENTO Y CONDICIONES.

Al entrar al primer piso del edifico, noto todo muy acogedor y espacioso, bastante lindo y espectacularmente limpio, por lo que tuvo una muy buena primera impresión del lugar. Observo un poco y se detuvo al notar a una anciana sentada cómodamente en un sofá del salón que seria para acoger a los clientes. Seguramente era la famosa "abuela Chiyo", la dueña de los dichosos departamentos. Se acercó a ella.

-Di-disculpe... ¿usted es la dueña?- pregunto algo nerviosa la chica.

La señora se giro hacia donde escucho que la llamaban y notó a la chica que un poco avergonzada la mirada.

-Si, ¿Que necesitas pequeña?- le respondió dulcemente la señora de cabello blanco.

-Eh... Soy Ha runo Sakura y-y mi madrina me recomendó este lugar para alojarme este año, dijo que había hablado con usted y...- la señora la interrumpió

-! Ohh Sakura!.. Claro, claro...!esa loca de Tsunade me dijo de ti y que vendrías ¡Como olvidarlo!, si me repitió como mil veces que cuidara de ti- la anciana rió con gracia, se paró del sofá y emprendió marcha- ven, ven... Que haces ahí parada?- comenzó a caminar en dirección a un mesón que había en el centro del salón, Sakura la seguía atentamente.

Saco un cuaderno de uno de los cajones y lo puso sobre el mesón, lo abrió y comenzó a observar su contenido pasando su dedo índice buscando algo. Cuando ya había pasado por lo menos 5 hojas, su dedo índice se detuvo en el centro de esta. Le hablo con interés.

-¿Tsunade te dijo que los departamentos que yo arriendo son compartidos, no es así?- le pregunto con curiosidad. La chica asintió mirándola con impaciencia.

-Mira, tengo solo el departamento número 7 con una habitación disponible -le dijo-y...-

-Acepto- Sakura le respondió con seguridad.

-Pero...- la señora insistió

-Acepto señora. Como seguramente se lo explico mi madrina, de veras necesito un lugar donde quedarme, y si usted está dispuesta a arrendarme la habitación por todo lo que queda del año, no hay pero para no aceptar- le sonrió amablemente. Ya tenía la beca lista para entrar a la preparatoria de Konoha, lo único que necesitaba era un lugar donde vivir -lo mas importante para variar-, y si esa señora choyo, o como se llame, ya había hablado con su madrina y quería arrendarle la habitación del departamento no tenía donde perderse... ¿Por qué decir que no, si tenía la oportunidad en sus mano?. Quería quedarse, no le importaba vivir con un sicópata o con un demente, lo único que deseaba era encontrar un lugar para así asistir a la escuela que con tanto esfuerzo había conseguido entrar. Lo último que quería era defraudar a su querida madrina.

-Está bien chiquilla, solo espero que después no te arrepientas ¿Eh?- le dijo levantando su dedo- Ahora sígueme, te llevaré a tu nuevo hogar-

La chica asintió y la comenzó a seguir caminando detrás de ella. Comenzaron a subir las escaleras que estaban a un costado cerca de la puerta de entrada, pasaron el segundo piso y cuando llegaron al tercero la anciana Chiyo se adentró por el pasillo a su lado izquierdo que separaba las puertas de los departamentos. 1, 8, 10, le causaba curiosidad el hecho de que las puertas tenían numero desordenados y no por orden como debería ser, iba a preguntar pero se contuvo, no quería sonar grosera. Siguieron caminando y al final del pasillo, la anciana se detuvo frente a una puerta de madera, y supuso que aquel sería el departamento en el que viviría; y lo confirmo al notar el gran numero de color blanco que estaba clavado a la puerta, un 7 reluciente.

La señora golpeo esperando una respuesta.

-Así que este será mi nuevo hogar- pensó mirando la puerta

Al no recibir, la vieja Chiyo volvió a golpear pero con mas fuerza, para despues gritar:

-¡... Sasuke, Naruto; abran!- se pudieron oír unos pasos desde le interior y con un movimiento torpe la puerta se abrió, dejando ver a un chico de cabellos rubios en el umbral.

-¡Nee...abuela Chiyo!... ¿¡Me trajiste ramen ttebayo'?!- dijo el chico emocionado, claramente sin notar la presencia de la cohibida y seria chica aun lado de la señora-

-No naruto-kun, vengo a presentarles a su nueva compañera de departamento- dijo ésta, haciendo un ademan con la mano a Sakura para que saludara. La Haruno se mantuvo en silencio mirando al joven que la observo por primera vez con una ceja arriba.

Era normal, bastante normal a excepción de la tonalidad de su cabello, que era de un rosa pálido que le llegaba hasta más abajo de la cintura, algo demasiado sobre natural. De estatura normal, con piernas largas y... si, un buen trasero de esos que le gustaban a él, pero con la GRAN desventaja de que carecía de un buen busto, y unos buenos pechos para él era fundamental en una mujer y aparte de la cara de antisocial que tenía la muchacha, se vestía como una busca pleitos, con jeans rajado en las pantorrillas y muslos y un chaleco con capucha de color negra.

-No esta mal igual- pensó el chico- aunque le faltan unas buenas...-

-¿Esta diciéndome que ella se nuestra compañera de departamento?- el chico hizo una mueca y la chica frunció el seño. La estaba menospreciando.

-¿Quien será nuestra compañera de departamento?- pregunto la una voz seria que venía de la espalda del rubio. Un chico de cabello negro apareció en eso al lado de Naruto. Alto, bien fornido, de piel blanca, pero sobre todo serio, si su aspecto serio daba miedo, aunque no a ella, estaba segura que su aspecto serio espantaba a las chicas. Si alguien la mirara así a ella de seguro se apartaría del tipo. El chico andaba semidesnudo, solo con los pantalones, su torso estaba totalmente al descubierto dejando ver los resultados de unos buenos abdominales, asiendo que la chica se sonrojara un poco; bueno quien no lo haría, si un guapo, chico, serio se para frente a ella, con... con... bueno, así.

-Ella- dijo el rubio apuntándola con el dedo. El pelinegro la observó detenidamente de pies a cabeza, aumentando el notorio sonrojo en sus mejillas que la chica quería ocultar.

-¿Que tal Sasuke-kun?- le preguntó la anciana, éste le sonrió y asintió, como respondiendo un simple "bien".

-Bueno los dejo para que se presenten. Sakura siéntete como en casa- la chica asintió con la cabeza- y ustedes dos por favor no sean malos con ella- tras decir esto la anciana emprendió camino hacia la escalera del lugar, y al llegar miro hacia atrás observando a la peli rosa que miraba retadoramente, con los brazos cruzados en su pecho, a los dos chicos frente a ella. La señora suspiro compadeciéndose de ella.

-Pobre chiquilla- fue lo que dijo antes de comenzar a bajar lentamente los escalones.

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Los dos chicos la miraban con curiosidad y a cada uno se le formó una sonrisa en el rostro. Estaban seguros que la chica traería un cambio drástico a la formo de vivir que tenían, pero aun así, no la dejarían tranquila, por lo menos por un tiempo, sufriría las consecuencias de aceptar vivir con dos hombres con las hormonas a flor de piel. El rubio pensó que la chica sería algo complicada de tratar, su cara y su seño no era de una chica normal.

-¿Cómo te llamas?- fue el pelinegro que rompió la atmosfera de silencio acercándose a ella, mirándola con una sonrisa coqueta

-Haruno Sakura- respondió simplemente

Cuando la anciana desapareció de la vista de los chicos, las caras de estos cambiaron drásticamente, pasando de miradas coquetas y "felices" a expresiones serias, incluso maldad pudo notar en sus ojos.

-Mira chiquilla, como vas a ser nuestro nueva "compañera"- enfatizó aquella palabra- antes de que te instales tenemos que aclararte ciertas condiciones-ttebayo'- dijo el rubio con los brazos cruzados en su pecho.

-Primero- Sasuke hablo- Está prohibido entrar a nuestras habitaciones sin tocar la puerta, menos cuando no estamos solos, tu entiendes- le cerró el ojo de forma picarona. Sakura mantuvo una expresión de asco, había entendido perfectamente a que se refería. "No entrar a sus habitación cuando están teniendo sexo con otras chicas" ese era el termino perfecto.

-Qué asco!-pensó.

-Segundo… Nada de novios y chicos en el departamento que no seamos nosotros dos, no queremos ser testigos de alguna escena porno u otra escena desagradable- dijo Naruto. Por suerte ella no tenia novio –ahora no- y no pensaba en sexo como para cometer alguna locura así.

-¡¿Escena porno?!... ¡Que se cree este cabeza de banana! ¡¿Qué soy una puta acaso?!- pensó.Iba a protestar pero la interrumpieron.

-Tercera. El fin de semana no nos levantamos hasta después de las 1 de la tarde, a si que está prohibido hacer ruidos hasta que todos estemos despiertos- agregó Sasuke. Esa le había gustado a la pelirosa. Era una dormilona de primera por lo que dormir hasta tarde no era un problema para ella.

-Esta es mía ¡Shannaro!-

Y cuarta y última –dijo Naruto- ¡Nada de tomar el ramen que está en la alacena ttebayo' ¡ese es solo mío!... Si algún día te llego a apreciar, a lo mejor te dé un poco dattebayo'- y termino asintiendo complacido.

Sakura los observo con un notorio aburrimiento. ¡Pero condiciones más estúpidas le habían puesto!

-Primero, no tengo porque entrar a una habitación ajena que no sea la mía. Segundo, no tengo novio y por ahora no me interesa involucrarme con algún chico y menos prestarme para una escena así de indecorosa. Tercero, duermo más que un oso en hibernación a si que no te preocupes por eso –miro a Sasuke- y cuarto… Si quiero comer ramen puedo comprármelo yo misma y me interesa realmente poco si me aceptas o no –está bien, la había jodido. Comenzó a pensar que desde ahora su estadía ahí, con eso dos, se haría problemática y mas con lo que dijo, pero no se arrepentía. Una de las cosa que le había enseñado su madrina es que nunca te debes arrepentir de tus acciones, asi como ella que nunca se arrepintió de casi matar a su novio –cuando todavía no era su novio-, en una ocasión que lo pilló espiándola mientras se bañaba. Estuvo a punto de morir porque le rompió sus dos brazos, seis de sus costillas, y también un número de órganos como un castigo. Y nunca se arrepintió, siempre diciendo "Se lo merecía por pervertido", sacándole mas de una sonrisa cuando le contaba la dichosa historia. Aunque claro Sakura Haruno no pensaba romperle las costillas a eso chicos –no por ahora- aunque las ganas no le faltaban.

Los varones la miraron con la ceja izquierda levantada y Naruto sonrió con satisfacción.

-Qué bueno que hayas entendido "Sakura-chan"- a Sakura le salió una venita en su sien. ¡Odiaba que la llamaran así! Y más con ese tono tan… tan… sexi. Apretó su puño buscando la calma que necesitaba para no estampárselo en la cara de ese baka de cabeza amarilla.

Sasuke y Naruto sonrieron –de nuevo-, parece que era fácil hacer enfadar a la chiquilla con pelo de chicle.

-Entonces… ahora puedes pasar –le dijo Sasuke haciéndose a un lado para dejarla pasar. Ella tomo sus maletas y entró.

Observo todo el departamento. En sí era bastante sencillo, las paredes eran de un color castaño bien claro, casi llegando al blanco. Al lado derecho un mesón alargado separaba la cocina de la sala (tipo, cocina americana), al lado izquierdo había un pasillo con 4 puertas, que si no se equivocaba eran las habitaciones y el baño. Al centro había un pequeño living, con 3 sillones de color negro, uno de tres cuerpos que estaba frente al televisor y dos a los costados, y al medio había una pequeña mesita de madera con un florero que, casualmente, no tenía flores. Pudo notar también algunas fotos familiares de ambos colgados en las paredes.

La chica se dio vuelta a observarlos.

-No me han dichos sus nombres –dijo mientras los miraba seria- algo debería saber de ustedes, después de todo viviremos juntos por todo lo que queda del año- sonrió de manera arrogante levantando los hombros. Los chicos solo se limitaron a observarla en silencio. El rubio fue el que habló.

-Supongo que tienes razón "Sakura-chan" –de nuevo el tono sexi- Uzumaki Naruto, ese es mi nombre –respondió restándole importancia. La verdad era que a Naruto le interesaba realmente poco quien fuera la persona que ocuparía la habitación desocupada, aunque tenía que admitir que vivir con esa chiquilla chillona sería un poco molesto. Después de todo, ambos estaban acostumbrados a vivir los dos solos, ya que normalmente, el que llegaba a ocupar la otra habitación siempre terminaba yéndose antes de cumplir el primer mes.

La peli rosa mira a Sasuke.

-Uchiha Sasuke- Dijo él simplemente. La peli rosa se sorprendió un poco. Si no se equivocaba, "Uchiha" era el nombre de las empresas más famosas de Asia, dueño de "Uchiha Corporatión", una empresa que vendía los mejores autos de todo Japón, con socios como los famosos "Hyuga". Eran millonarios y Vivian en gigantes mansiones con cientos de coches descapotables y tenían departamentos de lujo. Y si el era un Uchiha ¿Por qué vivía en un lugar tan humilde y sencillo, como un departamento compartido?. Prefirió no preguntar nada, después de todo recién había llegado al lugar y no quería quedar de chismosa ni nada por el estilo.

-Oye… Sakura- La llamo Naruto, ella volteó a verlo.

-Tu habitación es la ultima del pasillo a la izquierda –ésta asintió- Aaah… y por favor no hagas ruidos molestos. Tengo el sueño delicado y seria desagradable despertarme en la noche por tu culpa-ttebayo', supongo que no roncas ¿o sí?- paso al lado de ella y el cerro un ojo, y entro a su habitación dando un portazo, dejando a Sakura con un tic en el ojo izquierdo. Ese chico sí que era un fastidio.

-No lo tomes en cuenta- le dijo el pelinegro mientras se sentaba en el sofá grande y prendía el televisor con el control remoto- él siempre tiene ese sentido del humor- la chica lo siguió con la vista y se sonrojo. Demonios, de nuevo fijando sus ojos en su cuerpo. Quiso que la tierra la tragara, cuando Sasuke se dio vuelta y la pilló observándole.

-Mierda- murmuro en voz baja. El chico levantó una ceja y sonrió con arrogancia.

-Bue-bueno yo… Iré a ver qué tal está mi habitación- dijo atropelladamente y se fue entrando por el pasillo. La primera habitación era el baño. Después estaba la habitación de Sasuke –lo noto porque estaba su nombre escrito en la puerta- y la tercera, era la de Naruto por la música que se escuchaba desde adentro. Y como había dicho el cabeza de banana la última era la que estaba vacía.

Abrió la puerta y observo la sencilla habitación frente a sus ojos. Era pequeña. La cama estaba pegada a la pared del lado derecho, había un escritorio de madera al otro lado, un closet pequeño al frente de la cama. No había nada que la impresiona mucho, a excepción de que… ¡Tenia una ventana gigante y un balcón! Dejo las maletas en el suelo y se acercó a la ventana. La abrió y dejó que el viento le acariciara la cara de forma suave. Cerró su ojos por un minuto dejándose llevar por la grata sensación y un rato después los volvió abrir, sonrió levantando su vista al cielo nocturno y estrellado, pidiendo como único deseo: Que sus días en Konoha fuera realmente placenteros. Sonrió mas cuando escucho que desde la habitación de al lado la canción "Paradise City" de los Guns'N Roses. El cabeza de plátano tenía buen gusto.

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Uzumaki Naruto llevaba por lo menos dos horas sin poder conciliar el sueño. Desde que había apagado la radio, no había podido cerrar un ojo. Tantos pensamientos idiotas se amontonaban en su cabeza que prefería mil veces que el teme de Sasuke lo golpeara a volver a rondar el mismo tema toda la maldita noche.

Imágenes para nada decentes pasaron en su cabeza que le hicieron sacar una sonrisa. Tenía una nueva compañera de piso y quizás pensaba en divertirse un poco con ella, después de todo el era un chico con hormonas y ella una chica indefensa viviendo con dos machos en un departamento. Rio con gracia al percatarse de su pensamiento pervertido. Cientos de chicas en la escuela babeaban por él –cientos de chicas con falda corta- y vivir casi toda su infancia con su padrino, como único familiar vivo, no ayudaba en nada a mejorar su pervertida mentalidad, tomando en cuenta que su padrino era un viejo que se pasaba espiando los baños de chicas –por lo que se gano el apodo de "Ero-sennin" de parte del rubio- Un pervertido de primera.

Sonrió de nuevo al recordar a su –pervertido- padrino, realmente ese hombre era la única persona –junto con su amigo Uchiha- que había estado siempre con él, desde bebé siempre había sido así. El viejo lo había educado, criado y hasta malcriado en algunas ocasiones, enseñándole todo lo que el sabia –todo se refería a "todo"- y brindándole todo el cariño que solo un padre habría podido darle, padre el cual nunca conocía al igual que su madre, ya que murieron cuando él había nacido. Aunque claro, sabía cómo fueron gracias a las maravillosas historias que su padrino solía contarle. El viejo normalmente se mantenía y sobrevivía escribiendo libros hentai para mayores de edad viajando por todo el mundo "recopilando información" –como solía llamar espiar a las chicas en los baños públicos- para sus libros XXX.

Hace por lo menos 3 años Naruto había decidido volver a Konoha con la meta de encontrar un lugar estable para estudiar y terminar la escuela, arrendando la habitación en la que ahora se encontraba, que podríamos decir que ya le pertenecía, aunque claro, Jiraiya solía visitarlo a abastecerlo de comida y cosas para la casa, especialmente con ramen de distintos sabores que traía de distintos rincones del mundo, momento como ese era cuando se alegraba de tener a Ero-sennin en casa. En eso, una idea se le cruzó por la mente. A lo mejor si iba a la cocina y comía algo el sueño volvería.

Un ramen nocturno-Dattebayo'!- pensó

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Se había parado de la cama y caminado hacía la cocina con el único fin de olvidar la desagradable conversación con su novio – ahora ex novio- que la había llamado hace algunos minutos. Que aparte de haberle gritoneado exigiéndole explicaciones de su mudanza, la había mandado –literalmente- a la mierda diciéndole que no quería una relación a distancia, porque ambo sufrirían y bla bla bla. Era obvio que se quería deshacer de ella.

Porque, aunque ustedes no lo crean, Haruno Sakura si tenía novio, un chico con el que llevaba 5 meses de estar juntos. A pesar de no ser tanto tiempo, la chica se había enamorado de él, era obvio estar triste ¿cierto? Prácticamente tenía el corazón partido con un pedazo en cada mano a punto de tirarlo por la ventana del tercer piso con tal de parar de sufrir. Aunque desecho la idea al pensar que seguramente la estaba engañando con alguna perra del barrio y su mudanza solo fue una escusa. Que fuera a la mierda él y su "amor".

Se secó una lágrima fugaz que rodó por su mejilla. Ella no se permitía llorar.

Tomo un vaso un lo puso debajo del grifo, lo lleno de agua y se lo llevo a la boca para tomarse el agua en un segundo. Lo dejo en el lavadero y salió de la cocina, pero cuando paso por el living se acercó al ventanal que estada detrás del televisor. Abrió la cortina y la vista panorámica desde el tercer piso del departamento, la dejo con la boca abierta y embelesada, sin duda la vista nocturna de Konoha era hermosa, la luces de la cuidad alumbraban cada calle, se veía grande y esplendorosa. Un leve carraspeo de garganta la hizo salir de sus pensamientos y notar una cabeza amarilla que la mantenía la vista en ella, tenía la mano tapándose la boca y estaba un poco sonrojado. La chica levantó la ceja y lo miro con notorio aburrimiento.

-¿Qué pasó? –le pregunto y éste la miro unos minuto y después se largo a reír como un loco burlándose de ella, pero seguía un leve tono rosa en sus mejillas-¡¿Eeeh?!... ¡Porque diablos te ríes!-

-Nada, nada Sakura-chan –dijo el rubio y se adentro en la cocina todavía riéndose un poco. Sakura escucho como abría la alacena y ponía un poco de agua a calentar, supuso que se prepararía un de sus dichosos ramen instantáneo. Su estomago crujió, recordándole que no había ingerido comida en todo el día, sorprendiéndola a ella y al chico que pasaba por enfrente con un vaso de plástico humeante y un tenedor, asiendo sonreír al rubio y sonrojando a la chica de la vergüenza.

-Si quieres saca algo del refrigerador, se nota que nos comido nada- le dijo retomando su camino hacia su habitación oliendo el humo que salía de su ramen, pero antes de entrar por el pasillo, se detuvo y la miro sexi- Aaah... y si sigues levantándote "así" a mirar por la ventana de noche, creo que serás muy buena compañera de departamento- y se fue. Sakura se sorprendió y se observo de pies a cabeza, se puso tan roja como un tomate ¡A QUE IDIOTA SE LE OCURRIRIA LEVANTARSE A LAS DOS DE LA MAÑANA EN ROPA INTERIOR! A si, a ella. Ahogó un grito y se puso a hacer una pequeña rabieta silenciosa. Primera noche ahí y ya, el rubio de cabeza de banana la había visto media desnuda. Por un momento quiso tirarse desde el ventanal. Sintió unos pasos por enfrente de ella y levanto su cabeza rosa y observo como Sasuke camina en dirección a la cocina y entraba.

Suspiro

Lo mejor era salir silenciosamente de ahí para que el otro chico no la viera en…

-Hmp- se sobresalto y noto al pelinegro observándola. Se sonrojo y esta vez no solo porque estaba en ropa interior, si no porque, la mirada del chico la hacía ponerse nerviosa- Parece que el dobe de Naruto no te aclaró la quinta condición –lo miro con atención- Está prohibido andar "así" por el departamento, menos cuando estamos nosotros –Sakura solo asintió avergonzada ante la voz neutra y fría de Sasuke-…porque corre peligro chiquilla, mas, viviendo con dos hombres- le dijo y se metió a su habitación. Sakura se sorprendió.

Al encontrarse sola en la sala tuvo solo un pensamiento.

-¡Trágame tieeeeerraaaa!- y empiezan los problemas

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Listo!

Me llamo Gisela y este un nuevo fic. Bueno en realidad pocas veces he escrito un fic por lo que no tengo mucha experiencia. A sí que discúlpenme la falta de ortografía y la redacción. Se me ocurrió cuando estaba comiéndome un maruchan con mi hermana chica. Ojalas les haya gustado el primer capítulo –algo largo creo yo- Y solo habrá segundo si es que lo desean.

Amo el narusaku y el sasusaku por lo que todavía no me decido que será. Aunque me llama la antencion mas el Narusaku ya que fanfiction está llena de sasusaku. Supongo por la cantidad de fans que tiene está pareja –no me digas- … y eso.

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¡Jané!