los personajes no me pertenecen son de sus creadores y DC. Soy nueva escribiendo este tipo de histirias espero que lo disfruten.

Ya estaba harta de las constantes escenas entre Robín y Starfire.

Desde hace tres meses para acá, no había lugar en donde yo pudiera estar descansando tranquilamente.

En esta ocasión, estaba tomando una taza de té en compañía de un buen libro antes de ir a dormir. Pero ellos como siempre tenían que arruinarlo con sus arrumacos y besos. Lo que en realidad me molestaba, era que pareciera que lo hacían a propósito siempre frente de mí.

Rayos!!!

No se podían ir simplemente a aun hotel?

Tome mi taza de té, cerré mi libro de golpe, y me fui rumbo a mi habitación.

-Creo que se molesto la amiga Raven- dijo una agitada Starfire

-No lo creo. Tal vez esta celosa?- dijo un Robín con picardía- Y si mejor vamos a tu habitación!

Me enfurecieron sus estúpidos comentarios.

Decidí meditar para evitar querer mandarlos a una dimensión demasiado lejana. Pero ese no era mi día, al parecer nada los detendría. Pude sentir por medio de mi conexión con Robín como se encontraba algo excitado en la cama de la alienígena. Imaginando un sinfín de fantasías eróticas cada vez que tocaba su cálida y dorada piel.

-Maldita sea Robín! No puedes controlar tus estúpidas hormonas?- dije golpeando mi cabeza con la palma de mi mano- Pareciera que lo haces a propósito!

Sus pensamientos estaban haciendo que yo deseara ser tocada de la misma forma que era tocada Starfire. Antes de que decidiera participar en un trió sexual me saque el leotardo, me di una larga y relajante ducha fría. A ver si eso calmaba la lujuria que había despertado en mi. No era malo, al final de cuentas era mitad humana y también tenía mis necesidades. Pero las había mantenido a raya estos últimos años. Mientras el agua resbalaba por mi pálida piel, sentía como se relajaban mis músculos. Al parecer Robín ya se encontraba mas tranquilo; cerré mis ojos unos minutos y en un instante sentí como una mano intrusa tocaba sin censura mi cuerpo. Me quise girar para verlo- no lo hagas es mejor así- me susurro Robín. Al mismo tiempo me acorralaba en la ducha empujando mi cuerpo y rostro hacía los azulejos del baño. El contacto frio de la pared me hizo estremecer. Mientras, una de sus manos bajaba a mi intimidad y jugaba con ella. Su boca besaba mi espalda. Pequeños gemidos escapaban de mí pero estos fueron callados, con uno de los dedos de mi líder. El cual comencé a chupar.

Abrí los ojos.

No había nadie.

Maldita sea Robín!

Que no sea lo que me estoy imaginando. Porque yo misma te cortare tu hombría y se lo echare a los perros. Salí aun mas frustrada y opte mejor por dormir.

Rogándole a Azahar.

Para que esto me ayudara en mi situación!