Capitulo 1: El comienzo de una larga
Historia
Bella POV
Cuando llegue a Forks, creí que mi vida entera estaba cayendo en un inmenso agujero. Cada parte de aquel pequeño pueblo me recordaba a la mujer que más ame y que amare en mi vida, "MI MADRE", mi querida Renee. Mi nombre es Isabella Swan, tengo 20 años, siempre viví junto a mis padres Charlie y Renee Swan. Cuando alcance la edad de 10 años decidimos alejarnos de Forks. Nos fuimos a vivir a Phoenix. Un lugar inmensamente soleado, era el paraíso o eso creíamos todos.
Mi madre acaba de morir, se le fue detectado un cáncer sumamente invasivo, en cuestión de semanas mamá se encontraba en una cama postrada y sufriendo grandes dolores. Creo nunca existirá dolor más grande que ver agonizar a las personas que mas quieres. Que ironía del destino, mamá quiso abandonar Forks porque sentía que se estaba muriendo en este lugar, sin posibilidades de surgir, pero en realidad Phoenix fue el lugar en el que terminó falleciendo.
No fue buena idea volver a este lugar, lo se, lo presiento. Pero debía acompañar a Charlie, no le podía obligar a quedarse sabiendo el dolor que esto conllevaría para él.
Puedo quizás rescatar el hecho de que una sola cosa me alegra de estar aquí, y es el hecho de que podré volver a ver a mi viejo amigo Jake.
Lo necesitaba, lo necesite desde el primer momento que estuvimos lejos. Siempre fue un gran amigo, un casi hermano. Hacíamos millones de travesuras. Molestábamos a nuestros amigos Quil y Marina, ya que eran más pequeños que nosotros. Les decimos cosas tales como:
"… si te comes una barata tendrás súper poderes…" "… mira (le indicaba una olla de mis juegos de cocinita llena con gusanos)… spaghetti…"
Está bien acepto que fuimos malos, pero éramos tan solo unos niños.
Una vez instalados en casa me acerque a Charlie que estaba sentado en la cocina tomando un vaso de jugo de naranja. Podía ver en sus ojos la tristeza cuando miraba de reojo el lugar que ocupaba antiguamente mamá.
¿Cómo estas Charlie?- le pregunte mientras apoyaba el mentón en su cabeza y le acariciaba los hombros.
Bien cariño- dijo dando un gran suspiro.
Yo también la extraño…- dije ahogando la melancolía en mi tono de voz.
Lo sé cariño… se que tu también estas sufriendo, y se que soy sumamente egoísta al traerte a este lugar y alejarte de todo lo que es tu vida en Phoenix… lo siento pequeña.
No tienes de que disculparte- dije tratando de fingir una gran sonrisa y empequeñecer el hecho de que me alejaba de mi mundo, de mis amigas y de mi novio- mi deber esta contigo, y por lo demás, bueno ya tendremos tiempo después…
Gracias bells se que haces un gran esfuerzo estando aquí.
Ven vamos- dije mientras tomaba su mano y lo obligaba a pararse.
¿Qué haces bella?- pregunto intrigado por mi comportamiento.
¿Crees que Billy o Jake se pongan contentos con nuestro retorno?- pregunte con ilusión.
Yo creo que si bells, pero el viaje ha sido agotador, quizás lo mejor será posponer la visita hasta mañana.
Pero…- y en definitiva terminé por aceptarlo, el día había estado cargado de energía así que quizás de verdad era mejor quedarnos en casa y mañana por la mañana ir a visitarlos.
Ok… ganaste- lo miré sorprendida, no había insistido, pero quizás era él quien tenía más ganas de ir a ver a su viejo amigo- Busca una chaqueta, por si no lo recuerdas es muy frío por aquí.- Comencé a dar brincos por toda la casa, buscando un abrigo para mi y otro para Charlie, las llaves del coche. El viaje a la Push fue eterno. Cada vez ansiaba más el poder rodear la cintura de mi mejor amigo con un gran abrazo. Poder besar sus mejillas y pedirle que nos demos una nueva oportunidad como amigos…
¿en que piensas bella?- pregunto Charlie sacándome de mis fantasías.
En Jake…- dije sin poder contener un suspiro.
Y ¿que hay con eso? te lo pregunto porque te vez un poco, mas bien bastante preocupada.- No deseaba mentirle, siempre hemos sido de una enorme confianza, me criaron con el concepto de la verdad ante todo, además no debía dejarlo hacer conjeturas erróneas.
No sé si Jake estará dispuesto a ser mi amigo otra vez… eso me ha tenido muy preocupada…- y solo lo solté, me sentí casi al borde de las lágrimas cuando lo confesé.
Cariño, me extraña que te preocupe una cosa como esa. Ustedes han sido muy buenos amigos, esas cosas no se olvidan fácilmente. Aunque bien debes darle su espacio. Se sentirá bastante raro el tenerte otra vez aquí.- dijo acariciando mi rostro- te lo aseguro cariño, todas las veces que conversaba con Billy, él me decía que Jake te extrañaba muchísimo. Así que con aquella información, creo que te recibirá con lo brazos abiertos. Quien sabe, quizás se puedan hasta enamorar, así ya no vez mas a ese Alec.
¡Papá!- dije con reproche- no me gusta que te refieras de forma tan despectiva a mi novio, Alec es un gran hombre- me molestaba que siempre lo rechazara, no era malo conmigo y de hecho estuvo apoyándome mucho con la enfermedad de mamá.
Bells, el no es hombre para ti… ese muchacho va en busca de… otras… cosas…- dijo con un tono que me resulto un poco extraño de descifrar.
¿Así?... y según tú, ¿tras de que va?- dije insidiosamente.
Bella… tú mejor que yo lo sabes…
Si lo supiera ¿crees que te lo preguntaría?...- durante unos segundos quedamos en completo silencio- y bien… ¿me responderás o no?
Bella, el es un hombre y tu una niña aun… y por el bien de él espero que lo sigas siendo. El problema de el es que pide mas de lo que tu estas dispuesta a dar…- ¡El error más grande de mi vida! Me lo repetía una y otra vez. Esa es una de las cosas que tiene en contra el hecho de tener gran confianza con tus padres, después terminan sacándolo para su propio beneficio. Hace unos meses Alec me invito a su casa, quería que cenara con su familia. Como era de esperar yo respondí con un rotundo SI. Pero cuando llegamos a su casa me di cuenta que todo era mentira. Él había preparado una cena romántica para dos. Después de disculparse como diez mil veces, resulto ser una de mis mejores cenas en el mundo. Comimos comida Italiana, nos tomamos una copa de un exquisito vino. Pero cuando todo termino, resulta que comenzó a ponerse muy cariñoso. Me abrazaba, me besaba los labios y acariciaba mi espalda bajando hasta la cintura, una y otra vez. Hasta que para culminar la acción me arrincono entre la pared y la puerta a la entrada de su recamara, posicionando su cuerpo pegado al mío, no puedo negar que la ansiedad y el deseo que sentía era magnifico y embriagador. Pero cuando sentí su intimidad erecta contra mi muslo, me cohibí completamente. Alec respiraba agitadamente.
Mi bella eres con quien quiero pasar el resto de mi vida… te amo mi linda bells…
Por favor Alec…- dije de forma desperada apelando a su cordura, ya que no sabría si podría detenerme a tiempo- aun no, aun no estoy lista.
Bella- dijo besándome el cuello, mientras guiaba mi mano hasta su entrepierna- ¿es que no me amas?... ¿es que dudas del inmenso amor que siento por ti?
No cariño… es solo que… Alec… No quiero… no… por favor… no terminemos mal la noche… Alec por favor
Yo podría mostrarte una forma de pasarla muy bien- dijo besando el escote en mi pecho.
Alec por favor… no quiero todavía… si me amas no me obligues a acariciarte de esa forma- dije mientras el color carmesí inundaba mi rostro.
Esta bien bells… solo para que te des cuenta que te amo… pero que no puedo dejar de desearte- dijo soltando mi mano, la cual escondí tras mi espalda.
Gracias- dije posicionando mis labios contra los suyos.
Bells… siento lo que dije cariño… no quise hacerte sentir mal… es solo que no me gusta ese chico, pero también se que Jake es solo tu amigo… discúlpame hija… no quise hacerte sentir mal…- dijo mi padre sacándome de mis cavilaciones.
No te preocupes se que no lo hiciste con maldad… solo espero que no me lo saques en cara, o si no de esa forma no volveré a confiar en ti…- dije casi amenazándolo.
Esta bien mi niña… esta bien…- A los minutos estábamos en la Push. Aquella casa seguía igual, pero un poco más modernizada. Le habían cambiado el color, era de un blando invierno precioso, pero su esencia era la misma, se respiraba la misma tranquilidad. La luz de la sala estaba encendida. Al parecer nadie se dio cuenta de nuestra llegada, pues cuando llegamos a la puerta nadie salio a recibirnos. Charlie me abrazó, casi como infundiéndome valor, me conocía tan bien, se daba cuenta que mi corazón estaba a mil y que mi respiración se había trasformado en un silencioso jadeo.
Tranquila bells. Parece que te desmayaras.
Que tonto- le trate de responder con una sonrisa irónica pero solo logré esbozar una extremadamente nerviosa.
Tranquilidad bella, tranquilidad…- Llegamos a la puerta de entrada, Charlie toco bastante fuerte. De momento pensamos que nadie saldría a nuestro encuentro, pero se escucho una risa estridente que se nos aproximaba. Sin duda alguna sabía quien era el dueño de aquella contagiosa risa, podría poner mis manos al fuego y se, no me quemaría. Nos abrió la puerta un muchacho muy alto, de pelo y ojos negros. Tenia el cabello ni tan corto ni tan largo. Su piel era preciosa. Un color cobrizo… así como… no se un… color… magnifico. No pude detallarlo más, solo me di cuenta de que el muchacho que estaba frente a mis ojos era HERMOSO. No quedaba rastro de aquel muchacho pequeño, con ojos de inocencia. Nos observo con gran detalle, primero a Charlie y después a mí. Me observo de pies a cabeza. Por ultimo posiciono sus ojos en los míos y los suyos se abrieron como platos… no cabía duda, le habíamos dado una gran sorpresa.
Ho… hola… ¿Charlie?- fue lo único que pregunto.
Pues si hombre, ¿Que acaso ya no me reconoces?
Wow… en realidad, me sorprende mucho. Anda pasa- dijo haciendo sañas en dirección a él. Y a mi, aún nada. Entramos la casa por dentro estaba irreconocible, era hermosa, incluso la visión no nos permitía apreciar la ampliación que le había hecho, en el que antes era el jardín trasero. El color del interior era idéntico al exterior. Ese hogar emanaba una tranquilidad absoluta. Por fin me sentí en casa…
Wow Jake- dijo asombrado Charlie.- no recordaba que tu casa fuese tan hermosa
Es que… emmm… no lo era… de apoco… emmmm… hemos ido arreglándola…- dijo con un tono atontado.
Oh… ya veo… y bueno- dijo Charlie acordándose de mí- esta es bella… ¿la recuerdas o no?- pregunto con un tono juguetón
Bueno si…- dijo muy seguro Jake, casi podría decir que esbozo una pequeña sonrisa, pero después se coloco serio y sus ojos fueron melancólicos- nada mas que a pasado mucho tiempo… están diferentes… eso es todo… sorprendido…- fue lo que acoto, aun sin dirigirse directamente a mí.
Bueno… ¿y mi amigo Billy?
Fue al mercado… por unas cosas… dijo que volvía enseguida…
Ah…- fue lo único que pronuncio mi padre.
¿Lo quieren esperar?- pregunto y de una manera que me pareció mal educado.
Si no te molestamos- respondí bruscamente.
No… no molestan… ustedes son amigos de Billy, y estoy seguro que saltara por toda la casa tan solo con ver tu auto afuera Charlie.- Sentí sus palabras como un puñal insertado lentamente en medio de mi corazón. ¿Por qué estaba tan molesto? ¿Tan indiferente? ¿Por qué ahora ya no me correspondía con esa maravillosa sonrisa como cuando éramos niños? ¿Es que ya no quería ser mi amigo? ¿Es que ya tenía muchos y no me necesitaba como yo a él? ¿Es que ya no me quería? ¿Ya no existía nuestra conexión? Mi cabeza trabajaba a mil por segundo. Estaba claro, algo le pasaba conmigo, si bien esperaba que me criticara por perder el contacto o por alejarme tanto o por no responder sus llamadas estos últimos 6 meses. Nunca, nunca me espere esa indiferencia. Esa desigualdad, el hecho de no interesarle que yo había vuelto, me sentí fatal. De la nada apareció en el umbral de la puerta que daba a la sala con la televisión una chica preciosa, con un cabello color castaño claro, un rostro delgado, sus ojos eran de un verde precioso y su piel era muy parecida a la de Jacob, pero no con esa exquisitez particular del. Esa chica era preciosa, nunca podría compararme con su belleza, jamás Jake podría preferirme a mí por sobre ese rostro de ángel. En este momento todas mis inseguridades aparecen. Ella era su mujer, él la poseía y la amaba. Y como no amarla si era la belleza misma personificada. Jamás Jake podría amarme como la ama a ella… pero y ¿Qué me importa si me ama o no? Yo tengo novio, además con Jake somos solo amigos… ISABELLA SWAN NO CONFUNDAS LAS COSAS…
Hola…- miro a Jake con curiosidad.
Gina- dijo poniéndose rojo y mirándome de reojo. Conociéndolo, se puso muy nervioso, porque empezó a morder su labio inferior
¿Quiénes son?- dijo aun observándolo mientras le tomaba la mano.
Son Charlie y su hija Isabella.- jamás me había llamado Isabella. Estoy segura que mi rostro se descompuso, pude ver a Charlie como me observaba con una mirada melancólica- Amigos de mi padre.- ¿Por qué Jake me hacia esto? ¿Por qué estaba tan enojado?
ah… - dijo la muchacha observándome detenidamente.- y bueno… ¿no me presentaras?- dijo interrogativamente la muchacha que tenia un cuerpo y un rostro precioso.
Por supuesto cariño- Esa chica era su novia ¿Por qué nunca me lo contó? ¿Por qué me molestaba tanto?- ella es Gina… mi novia…- Me dolió y excesivamente, pero ¿Por qué? Yo tengo novio también y el no se enojo… o ¿si?
Un gusto conocerlos, Billy siempre habla de ti Charlie…- dijo la muchacha. Completa la oración, vamos chica, completa la oración, decía en mi fuero interno. Eh chica, vamos, es el turno de que dijera algo como "¿tú eres bella? ¡Por fin te conozco! Jake me ha hablado mucho de ti". Nos quedamos unos segundos en completo silencio… aquellas palabras tan anheladas por mi corazón nunca llegaron.
Bueno bella- dijo mi padre- será mejor que nos vamos, es tarde y creo que Billy va a tardarse… mejor venimos mañana…
Si gustan…- dijo Jake. Su actitud me indigno así que por fin me arme de valor.
¿no quieres que estemos acá?- pregunté rudamente.
¿Cómo?- trato de demostrar que no entendía lo que preguntaba.
¿Qué si deseas que nos vamos "JACOB"?- enfatice en la pronunciación de su nombre, ya que pocas veces lo llamaba así, mas bien solo cuando estaba enojada con el. Frunció el seño.
Que ocurrencias bella… ¿Por qué Jake querría que nos fuésemos?- mi padre trataba de bajar la tensión en la sala.
No lo se, por eso se lo estoy preguntando.- volví a mirarlo, esperando su respuesta.
Wow veo que con el tiempo te haz puesto paranoica- dijo con una mueca sarcástica en el rostro.
Me largo- fue lo último que dije, me di la vuelta y me aproxime a la puerta, ya no quería estar en esta casa si no era bien recibida, pero quedé asustada cuando antes de que yo pudiese abrir la puerta se abriera de golpe dejando entrar a un joven muy guapo y de pelo rubio. Tenía unos ojos celestes hermosos.
¿Bella?- dijo el joven con enorme curiosidad- Dios bella ¿eres tú?- Me miro como tratando de asegurar que no era un espejismo y de que realmente estaba ahí frente a él. De primer momento no lo reconocí, pero cuando se me acerco supe que se trataba nada más y nada menos que de Quil. Tiro al suelo sus cosas, creo que era su mochila y su chaqueta. Se me acerco y me abrazó. Me elevo del suelo y comenzó a darme vueltas en el aire.- Oh dios bella, no sabes que contento- decía sin parar de reír y darme vueltas.
Quil- fue lo único que alcance a decir, no aguante mas, le respondí con vehemencia su abrazo.
Dios bells, no lo puedo creer…- me deposito en el suelo- ¡estas aquí! Dios si que estas aquí- decía tocando mi rostro
Si aquí estoy…- dije respondiendo a su efusividad con una grande y radiante sonrisa
Estas tan cambiada… tan linda bells…- sonreía tan verdaderamente.
Gracias Quil… por el… recibimiento… si hubiera sabido que sería así habría ido directo a tu casa…- dije riendo.
Bueno, en ese caso aquí estamos… esta es mi casa ahora, desde que murieron mis padres.- Fue como una bofetada en mi interior, como una patada en el estómago. No tenía idea de aquello. La cara de mi padre era de tristeza no de sorpresa, y eso me extraño.
¿Qué?- dije inmersa en un torrente de jadeos.
No te preocupes bells no tenías como saber… no hay problema paso hace años, lo e ido superando… poco a poco pero superando…- dijo con una sonrisa melancólica. Lo abracé tan fuerte como pude, él decía que lo había superado, pero la muerte de un padre jamás se supera. Nos quedamos así unos minutos sin escuchar ni una palabra de ni uno de los presentes hasta que poco a poco nos fuimos separando, lo miré directamente y acaricié su rostro con todo el amor que pude, él era mi amigo y de esta forma le demostraba cuanto sentía haber estado tan lejos y sin haberlo podido ayudar- No tenías como saberlo Bella- me miró fijamente.
Lo siento tanto Quil- estaba casi al borde de las lágrimas- pero en algo te equivocas- Al final me voltee mirando directamente a los ojos de Charlie.- Tenía como saber.- dije mirando furiosamente a mi padre y luego a Jake- ¿hace cuanto murieron?- pregunté otra vez.
Lo siento bella.- dijo mi padre mirando hacia el suelo.
¿Por qué? ¿Por qué?- grite con odio- Tenía derecho a saber- Tú- indiqué a Jacob- ¿Por qué mierda no me dijiste nada? ¿se creen que soy idiota, que al volver no me daría cuenta?- no estaba solamente enojada, estaba indignada.
Bella yo…
¿Tu qué?... ¿Cómo demonios podrías explicarme el hecho de dejarme al margen de la muerte de los padres de mi amigo?- me acerqué tanto que me vi casi tentada de golpearlo.
Bella…- dijo Quil con preocupación en la voz- no te enojes con ellos, deben tener razones fuertes para eso, te las pueden explicar pero quizá deban hacerlo en otro momento, quizás Charlie se sentiría mas relajado también- no podía entender que hubiese alguna razón que pudiesen darme para entender el hecho de que me mintieran.
No hay razón que valga- estaba casi al borde de las lágrimas- estuve todo el tiempo pensando en lo que te pudiese haber hecho para que me trataras tan fríamente durante la noche, ahora no me interesa te pasaste de la raya, así como tu yo también tenía derecho de saber- me alejé y miré a mi padre- Vamos a casa. Allá podremos hablar tranquilamente…- dije con lástima en la voz. Me daba lástima y mucha pena que mi padre me hubiese omitido tanta información. Me dirigí a Quil.- Lo siento tanto amigo, no quise estar lejos de ti en esos momentos tan difíciles de tu vida… nunca lo supe… lo siento.- dije abrazándolo y pegando mi rostro en su pecho- lo siento mucho- sentí que mis ojos soltaban lágrimas.
No te preocupes bella- dijo mientras levantaba mi rostro para mirarme a los ojos, pero se sorprendió cuando se percato de que estaba llorando- bells no, por dios, no.- dijo casi en un tono suplicante- por mi bella, por favor no llores cariño…- Sentí que una persona quiso acercarse pero que se detuvo a medio camino, debió haber sido Jacob… no, obvio que no fue él, debe haber sido Charlie, que se sentía culpable por mis lágrimas.
Te juro que vendré mañana, para que podamos hablar extendidamente, me comprometo contigo, ¿Ok?
Ok- respondió Quil. Me fui de aquella casa que traía tantos maravillosos recuerdos a mi mente. Me aleje sin mirar a tras.
