¿Por qué tiene que amontonarse la gente cuando es la hora de la salida? Quiero irme pero no me dejan pasar, todos están ahí amontonados, susurrando cosas y no sé qué más, no entiendo que rayos hacen todos en el estacionamiento y ni sé porque miran hacia arriba, ¿acaso se acerca un meteorito? ¿Habrá un eclipse solar? Sea lo que sea a mí no me...
—¡Tori, no lo hagas!
Busco a Beck por ese grito tan raro, él también mira hacia arriba pero no veo a Tori, ¿y por qué grito? Quizá Vega este por hacer algo estúpido, algo que parece absurdo porque desde que comenzó a salir con ese idiota de Lanz, un maldito bolsa de mierda. Él es un hijo de perra, de verdad lo odio, por él Tori se volvió distante y muy callada. Sigue sentándose en nuestra mesa pero ella sólo se queda callada, sólo se queda mirando, quizá no note que yo la miró pero ella se volvió más triste.
No me interesa o eso quiero creer pero... Choco con Cat y me doy cuenta que ella viene llorando, ¿por qué llora?
—¡Jade! ¡Se va a matar! ¡Tori se va a matar! —exclama Cat muy alterada y sigue corriendo gritando que Tori se va a matar. Entonces levanto mi mirada y la veo ahí, sobre el edificio de Hollywood Arts y todo comienza a tener sentido. El grito de Beck, los llantos de Trina y Cat, que André haya chocado conmigo unos minutos atrás.
Algo hace clic en mi interior y dejó caer mi bolso y me echo a correr poniendo todo mi esfuerzo por llegar hasta la azotea.
Final del Flashback.
—Victoria, ven aquí, princesa.
Llamo a mi pequeña hija de cinco años al verla jugar en el jardín con Darky; es una hermosa niña de cabello castaño, rizado y unos hermosos ojos café. Es mi adoración, mi vida. Ella es mi motivo para seguir, para despertarme cada día.
—¿Sí mami? —pregunta ella con esa dulce voz, sonrío y la tomo en mis brazos para llenar de besos sus mejillas. Ella se ríe y me toca a mí recibir besos de su parte.
A pesar de sus cinco años, ella es una niña muy inteligente, muy curiosa, muy divertida. Ella es mi felicidad, mi alegría.
—Iremos a visitar a tu tía Cat, ¿qué me dices, pequeña? —Victoria sonríe y suelta un pequeño grito de emoción. Sonrío enormemente al ver ese brillo en sus ojos, ella es tan hermosa, tan pequeña, tan feliz.
Mi vida cambió desde ese día, desde el día en que Tori... He querido sacar ese momento de mi mente, poder olvidar pero no puedo.
—¿Y mami vendrá con nosotros? —Ella toma mis mejillas y yo me siento tan feliz de que ella mencione a su mami.
—Claro que sí, princesa. —Beso su mejilla una vez más y ella sonríe—. Sigue jugando, cariño.
—Sí mami.
Bajo a mi hija y ella corre de regreso al jardín a jugar con nuestro perro. Hago todo lo que está en mis manos para hacer feliz a mi hija, paso tiempo aquí en casa, salgo temprano del trabajo. Ya no soy aquella chica fría y sin sentimientos, ahora intento ser alguien mejor para mi hija.
Tori me hizo ver eso.
Flashback
—¿Tori? —la llamo llegando a la azotea, André me mira con suplica y él también llora, como Cat y yo no sé qué es lo que está pasando ni que fue lo que orillo a Tori a querer hacer esto.
—No te acerques —me responde y sé qué está llorando pero no entiendo que pasó.
Doy un paso más ignorando su petición y la mirada de advertencia que me dio André; no voy alejar.
—Dime que pasa Vega, ¿por qué quieres hacer esto? —le pregunto ante su mirada destrozada—. ¿Qué tienes? Habla conmigo o con André.
Tori niega y da un paso más hacia la orilla; mi corazón se acelera al notar que sólo le basta dar un paso para acabar con esto. Sólo basta un poco y yo no sabría qué hacer, en serio no sabría.
—¿Ahora te importa? No seas ridícula, Jade —me responder con sarcasmo y dolor, muerdo mi lengua para evitar soltar un maldito comentario que haría que ella terminara de saltar sin pensarlo más tiempo—. Nunca te he importado y ahora da la casualidad que sí, no me digas.
Ella suelta una risa llena de dolor y sufrimiento, algo que provoque en parte, pero sigo sin saber qué fue lo que paso, ¿qué le hicieron? ¿Quién le hizo tanto daño para que ella esté aquí? ¿Para que yo quiera suplicar que no lo haga?
—¡Está bien! Lo admito no debí decir que no me importabas y lo siento, Tori pero esta no es la manera de solucionar las cosas, si saltas no va a solucionar nada. —Doy un paso más, estiro mi mano y rozo sus dedos. Muerdo mi labio queriendo sujetar con fuerza a Tori y reparar cada pedazo de ella—. No lo hagas, piensa en todos los que te quieren, tus amigos y...
—¿Ahora soy tu amiga? —me interrumpe alejando su mano de mí y maldigo por no haberla tomado antes y jalarla hacía mí
—Jade por favor —suplica André y sé qué quiere que me aleje pero no puedo hacerlo, debo hacer algo más, debo intentar alejar a Tori de la orilla y ponerla a salvo.
¡No pienso perderla!
—Sé lo que he dicho y estuvo mal, eres mi amiga, la persona que más me soporta, la que no me tiene miedo, eres importante para mí y si no lo digo es tan sólo por mi maldito orgullo, ¡tú me conoce mejor que nadie, Tori! —Ella mira sobre su hombro, veo la duda reflejada, veo algo más que dolor ahí, veo un destello de felicidad y aprovecho eso para estirar mi mano y tomar su mano—. No lo hagas.
Trago saliva escuchando el suspiro de André, Tori mira nuestras manos entrelazadas y da un paso hacia atrás. No quiero dejarla ir, no quiero soltarla y no lo haré. No ahora que tengo su mano, me aferrare a ella hasta el final.
—Ven.
Estiro mi otra mano esperanzada a que ella la tome y poder tenerla entre mis brazos a salvo y segura. Mi corazón late más rápido a cada segundo que pasa y Tori no toma mi mano, mi miedo crece y siento como el sudor se acumula en mi frente. Esta situación me hace sudar y ahora no me interesa saber si estoy o no sudando.
El corazón me da un vuelco viendo que Tori volvió a dar ese paso que retrocedió, ¡mierda! ¿Qué más puedo hacer? ¿Qué es lo que tengo que hacer? Miro a André y él está en las mismas condiciones que yo, un paso en falso y Tori cae al vació. Regreso mi vista a la nuca de Tori y doy un paso más cerca de ella.
—Si tú saltas, yo salgo contigo —sentencio esperando que esto funcione y ella pueda alejarse de ahí.
Final del flashback.
No sabía que tan importante era Vega hasta ese día, quizá lo sabía pero no lo aceptaba, mi orgullo era tan grande que me impedía ver más allá de lo que acostumbraba, más allá de las sonrisas que ella me daba, más allá de sus "estoy bien". Siempre he querido a Tori, siempre me gustó su manera de ser, ella siempre se portó como una amiga y yo no supe valorar su compañía.
No me di cuenta de lo que sentía y de lo que perdía hasta ese día en Hollywood Arts. La tuve en mis manos y la deje ir. La tuve conmigo y no la valore.
Tomo la foto que tengo con ella de cuando hicimos la obra de Sikowits. Su tonta caja nos eligió para ser un matrimonio feliz y realmente fue un día muy divertido. Hacer la obra, tener esos ensayos y esa cita en Nozu, donde compartí mi tiempo y algunas cosas con ella. En ese entonces yo no sabía por lo que ella pasaba, lo que ella sufría.
Y a mis 23 años aún me sigo reprochando no haber prestado más atención a sus señales.
Ella no tuvo que pasar por eso, esa chica hermosa y linda no tuvo por qué sufrir así.
xxx
La noche llega y con ella el miedo a dormir, mi princesa ya quedó dormida, ella duerme tan tranquila, nadie perturba su sueño, ella es feliz y quiero que siga siendo feliz. Salgo de la habitación de Victoria y voy directo a la mía, la habitación está oscura, sola y fría, como estaba mi alma hasta la llegada de Victoria, hasta la llegada del amor de mi vida.
Me desvisto, me meto al baño y lleno la tina y entro en ella para relajar mis músculos después de un día difícil en el trabajo. Todo el día estuve en reuniones con los socios de la empresa de mi padre, después de aquel día, termine Hollywood Arts y me dedique a la empresa de mi padre, deje mi sueño de lado y heredé todos los negocios de mi padre.
Cierro mis ojos y dejo salir el aire regresando el tiempo a aquel día donde me di cuenta de muchas cosas y donde perdí otras importantes.
Flashback.
—No lo harías, Jade —responde Tori queriendo soltar mi mano pero yo me aferro a ella, no pienso dejarla ir.
—Soy Jade West, la persona que se atreve a todo, tú saltas y yo salto —respondo con firmeza y confiada esperando que con eso ella pueda aceptar mi propuesta y alejarse de la orilla.
Tori me mira, una vez más, sus lágrimas siguen cayendo por sus mejillas, no sé si esto sea buena señal o no pero puedo aprovechar esa oportunidad para jalar a Tori a mis brazos. Desde hace tiempo había querido hacerlo, tomarla y retenerla entre mis brazos, pero no quiero cometer un error y que eso le cueste la vida a Tori.
—¿Por qué debo creer en ti? Nunca te has preocupado, ¿por qué ahora debería creerte? ¿Sólo porque estoy en esta posición? ¿Y luego qué? ¿Te irás como los demás, me dejarás, ¡te burlaras de mí!?
—Tori por favor, sólo toma la mano de Jade y aléjate, vamos a hablar, por favor —comenta André totalmente desesperado por alejar a Tori de la orilla—. No estás sola, nos tienes a nosotros, a tus amigos, Tori.
—Tú no sabes nada André, tú estabas muy ocupado con tu novia como para que yo acudiera a ti, no vengas a decirme esto ahora —responde Tori y comienza a luchar por zafarse de mi agarre—. ¡Ya suéltame, Jade!
Ella comienza a forcejear y por un error ella se resbala y cae pero aún tengo su mano sujeta y no permitiré que caiga, no lo haré, no la dejare caer, no la dejaré ir.
—¡No te voy a soltar, no lo haré, Tori! —exclamo sintiendo que llorare en cualquier momento—. ¡André, ayúdame!
—Sólo déjame, Jade. —Niego a su petición luchando por no dejarla caer, por no soltar su mano. André se coloca a mi lado y logra sujetar la mano de Tori pero ella sigue forcejando y eso hace más difícil que mantenga su agarre.
—¡Basta, Tori! Por favor, te lo ruego, sólo déjanos ayudarte, prometo no irme, ¡por favor! —exclamo apretando mis dientes por el esfuerzo que hago, abajo se escuchan gritos y exclamaciones y yo sólo ruego por no soltar a Tori.
Final del flashback
Abro mis ojos descubriéndome llorando, recordar ese día aun me duele, sólo han pasado cinco años pero no puedo olvidar, no puedo dejar de pensar en eso. En el día que supe lo que sentía por Tori.
—¿Jade? —Me giro hacia la puerta del baño y sonrío un poco a pesar de las lágrimas—. ¿Qué pasa, amor? ¿Por qué lloras?
—Sólo recordaba —susurro agachando mi cabeza y secando mis lágrimas—. Recordaba todo lo que tuvo que pasar para que estuviera junto a ti.
Tori sonríe y entra por completo al baño, ese día no terminó en una tragedia gracias a que ella pudo dejar ayudarnos y ahora la tengo a mi lado, conmigo, siendo felices las tres juntas, con nuestra pequeña hija.
—Te amo y ese día es algo que no podremos olvidar pero estamos aquí, viviendo felices, con nuestra hija, Jade, te amamos, mi vida. —Sonrío y acepto el beso que ella me da, en definitiva, ella y Victoria son mi vida.
—Te amo, mi bello ángel.
Salgo de la tina y me abrazo a Tori sin importar si termino mojando su ropa, sólo quiero sentirla conmigo, cerca de mí, sentirla mía, porque desde ese día, Victoria Vega fue, es y será mi único y verdadero amor.
