Disclaimer: Digimon y sus personajes no me pertenecen.
Advertencia: Shonen-ai – KenxTakeru
Capitulo
Existen 9 reinos, todos dominados por las 8 luces: el valor, la amistad, el conocimiento, la sinceridad, la pureza, el amor, la luz y la bondad… se preguntaran por el noveno, el noveno se encuentra a la sombra de los demás… y eso es porque la esperanza era tan poderosa, que todos los demás reyes se sintieron amenazados por ella, porque siempre aparecía cuando había problemas ofreciendo su ayuda, y para algunos reyes y reinas era un golpe a su orgullo pedirle ayuda a un reino que no tenía su propia luz , y que aun así poseía un extraño, enigmático y tan bello poder, que les asustaba.
A pesar de lo mucho que les asustaba el reino de Hope, hubo un príncipe que se enamoró de la heredera al trono del reino de la esperanza, jurándole amor eterno la había desposado. A pesar del gran amor que compartieron, la Hermosa Reina falleció después de haber dado a luz a su segundo hijo, al ser su hermano mayor elegido por la gema de la amistad, quedo destinado a permanecer en la oscuridad, siendo así nombrado príncipe heredero del Reino Hope. Destinado a ser la guía de un reino sin una gema, porque la esperanza era tan intermitente, brillaba y en ocasiones no… que no era considerada lo suficientemente fuerte para tener una gema. O al menos eso es lo que querían creían los demás reinos.
Por eso y solo por eso era condenada a vivir en la oscuridad hasta que su presencia fuera realmente necesaria, era por lo mismo que toda su tecnología y conocimiento siempre era algo desconocido para todo el mundo. Y sobre todo, no tenían idea de qué forma tenían sus guardianes. Y eso era lo más preocupante de todo, porque era bien sabido que sus guardianes eran poderosos y sobretodo… muy sobre protectores.
Abrió sus ojos azules mientras trataba de reconocer el lugar… pero no lo logro, era sin duda el lugar más horrible en el que había estado, y no solo eso se encontraba encerrado, suspiro pesadamente mientras trataba de observar a través de las rejas, pero era imposible estaba demasiado oscuro.
Escucho una carcajada al otro lado y supo que su verdugo no tardaría mucho en aparecer, por instinto se movió hacia el rincón mas alejado de la puerta, como si esa poca distancia le brindara protección, volvió a conjurar todos los hechizos de protección que conocía, pero su magia estaba demasiado débil como para brindarle una protección adecuada.
Observo los ojos fríos de su captor y se horrorizo.-
— Veras… ya me canse de tus escudos y de ¡no poder tocarte! — Sonrió cruelmente mientras lamia su labio inferior y observaba al chico rubio que se encontraba en el rincón de la celda— necesito todo tu poder… sobretodo el que tendré una vez que estemos enlazados. —
— No — susurro con horror mientras que cerraba los ojos, sentía que con cada paso que daba, se esfumaba su libertad. Con cada paso que daba se levantaba una condena sobre él, en la que al final terminaría muerto. Pero, él no deseaba morir, deseaba volver a ver a su hermano, a sus amigos y a todas las personas que dependían de él. Abrió los ojos lleno de determinación y ataco al que por varios días había sido su verdugo, le dio en el hombro provocando que el peliazul soltara un grito de dolor, ahí lo supo, las defensas de la celda habían cedido, su amo estaba lastimado y por lo mismo habían cedido, en ese momento deseo estar lejos de él, deseo estar en un lugar seguro.
— No te atrevas — la voz de ese chico resonó en la oscuridad— ¡NO TE atrevas Takeru! — gritó muy molesto, pero el rubio había desaparecido.
Sintió la hierba cálida debajo de él, y aspiro el olor del campo, después de varios días en la oscuridad no había algo mejor que sentir los rayos del sol calentar su cuerpo… sonrió aunque no tuviera fuerzas ni para abrir sus ojos, aunque estuviera cansado, incluso si moría en ese lugar debido a sus heridas, no le importaba, cualquier lugar era mejor que la horrible celda en la que estaba encerrado. Había escapado de ese horrible emperador. Él… nunca sería nada con ese horrible ser… primer muerto. Y al parecer así seria. Sus ojos permanecieron cerrados un buen rato mientras su respiración se volvía mas agitada, si no recibía ayuda morirá en un par de días y si tenía suerte serian solo unas horas más.
— Owww— escucho una voz dulce y bondadosa— ¿estás bien? — eso fue lo último que escucho antes de perder por completo la conciencia.
¿Cómo esta? — preguntó un chico de unos 19 años, su cabello era castaño.
— Esta mejor… me ha tomado tiempo pero he podido curarlo— contestó un chico peliazul.
— Ken, creo que no deberías haberlo salvado— susurro preocupado el castaño.
¿Por qué no? ¿no fuiste tú quien me enseño que nunca había de negarle la ayuda a una persona? — le cuestionó con molestia.
— Ya lo sé, pero, En vista de todo lo que pasaste para poder curarlo. Su alteza, No es normal que una persona no responda a la magia curativa y lo sabe—le hablo en un tono bastante político.
— Ya, ya lo sé, una persona que no responde a la magia curativa o está bajo una maldición o…—
— O es malvada ¿no lo entiendes Ken? pudiste haber traído a un demonio al castillo— continuo el mayor, ahora en un tono menos formal.
— Pero, Davis… era necesario y…- la voz del peliazul fue interrumpido por el sonido de la puerta.
— Adelante— la voz de Ken sonó política.
— Su alteza— susurro un hombre de cabello castaño— ha llegado esto del reino vecino— Ken le observo con una cara que decía ¿Cuál reino? — del reino de la amistad…su alteza Matt ha mandado esto, al parecer su hermano menor. El príncipe Takeru, alteza real del reino Hope ha desaparecido y pide su discreción en caso de que se encontrado— termino de explicar el hombre mientras pasaba la imagen anexada en la carta
— pero si es —
— El chico que salvaste— exclamo Davis muy sorprendido.-
¿demonio?- susurro ken con algo de ironía— de haber muerto en ese campo habríamos soportado la ira del renio de la amistad y del de hope… estaríamos en graves problemas— susurro ken con seriedad.-
— Ah… se me olvidaba, hay un anexo que dice que — continuo el hombre— que el príncipe Takeru no debe ser tocado por nadie… de preferencia debe ser trasladado por medio de la magia— ken abrió los ojos horrorizado.
— Porque se supone que no podemos hacerlo—
— Aquí dice que estaría en peligro de muerte— Ken se puso más pálido.-
— La persona que lo toque ¿o? — Pregunto Davis muy preocupado mientras se acercaba a Ken que parecía a punto de desmayarse.-
— Me temo que no específica… dice que de ser así, debemos llamar a su alteza Matt para que venga a ver qué puede hacer. — concluyo el hombre con seriedad.
¡Entonces que esperas! ¡Tráelo inmediatamente! — ordeno Davis al ver que Ken no saldría pronto de su estupor.
— ¡No puedo creerlo! ¿Voy a morir? —
— ¡Tranquilízate Ken! Creo que debemos esperar a ver qué tiene que decir su alteza Matt… pero ya te decía yo. ¡Has traído a un demonio!
— No es un demonio — susurro ken — no puede serlo ¿acaso no lo viste? — pregunto muy consternado. —
— ¡Claro que lo vi! eso lo hace peor. Todo mundo dice que es mejor alejarse del reino de Hope… nadie conocía el rostro del chico, al menos nadie fuera de su familia real. Me temo que fuera de Hope solo su hermano le conoce… ya que sus padres han muerto.
— dicen que el reino de hope esta maldito, y su príncipe es el más maldito de todos… demonios ken ¿Cuánto más te hará sufrir tu bondad? — ken le dirigió una mirada molesta.
— Hablas igual que él ¡Y sabes que odio eso! —
— Discúlpeme su alteza— contestó Davis algo apenado, Ken odiaba recordar a su hermano mayor, aquel que había traicionado al renio de la bondad… ese que se había unido al lado oscuro muchos aseguraban que era culpa del reino de Hope…. Por que como el reino de Dark se ocultaba en la oscuridad.
Ken entro nuevamente a la habitación donde yacía Yakeru inconsciente, Takeru ese era su nombre, sonrió tímidamente mientras se sentaba a su lado Y acariciaba su cabello ¿Qué más daba? Al final de cuentas ya lo había tocado con anterioridad… ya estaba condenado— suspiro pesadamente mientras pasaba su mano por la mejilla del chico.
¿es cierto que estas maldito? — preguntó al aire mientras su mirada se perdía en la ropa del chico, traía una gema en el frente de su pecho, la observo con cuidado, era como la que el usaba, pero la insignia era diferente, mientras que la suya representaba la bondad, seguramente la del rubio representaba la esperanza.
Qué valor tan singular para un reino oculto en la oscuridad, a él siempre le había molestado que los demás reinos consideraran la esperanza muy poca cosa, sí el reino de hope había ayudado en tantas ocasiones a lo largo de la Historia y aun así, debido al miedo los habían condenado a la oscuridad, eso era lo que le esperaba al chico que estaba dormido en la cama.
Oscuridad por que los demás reinos no eran lo suficientemente tolerantes. Soltó un bufido lleno de molestia, en especial ese reino de la luz, detestaba a la pequeña y petulante heredera. No era nada como su hermano mayor, eran diferentes; la mocosa esa (aunque fuera de su edad) se creía hecha a mano, por otra parte su hermano mayor… Tai, era príncipe heredero del reino del Valor… él era diferente un tanto altanero, y sin embargo era una buena persona.
Mimi princesa del reino de la Pureza y Sora princesa del reino del amor. Ellas eran buenas personas, pero, algo renuentes a darle una oportunidad al reino Hope y por otro lado el príncipe Koushiro y el Rey Joe, ambos eran personas tranquilas y muy inteligentes; al menos eso decía todo mundo, pero, la verdad es que no eran nada tolerantes y luego estaba él, Matt, el rey del reino de la Amistad y hermano mayor de Takeru… todo mundo consideraba al reino de la amistad como un lugar de locos… desde que los padres de Matt y Takeru se habían casado. Supuso que la alianza de dos reinos tan poderosos era lo que le molestaba.-
Suspiro nuevamente y se recostó a un lado del chico rubio, que por primera vez en mucho tiempo se movió, alejándose un poco del peliazul, Ken se sorprendió un poco, no sabía si sentirse bien o mal… generalmente a las personas le gustaba su compañía, pero, no podía culpar la rubio por alejarse de él, no es como si fuera consciente de eso. O ¿sí?
Después de unos segundos en el que el rubio se revolvió un poco mas… abrió los ojos, provocando un sonrojo en ken, eran unos ojos muy hermosos, el rubio brinco sorprendido alejándose de ken, que se mostro herido por la reacción de Takeru, el le había salvado curándolo, y lo más probable es que su vida estuviera en peligro debido a que lo había tocado y así le correspondía, tal vez su hermano tenía razón y el sufría demasiado por culpa de esa bondad.
— ¡Ah! yo lo siento… pensé que— observó el lugar sorprendido. No había oscuridad, no goteras, ni cárcel— ¿Quién eres tú? — Pregunto con timidez mientras observaba los ojos azules de ken, se le hacían familiares, se parecían a los ojos de su verdugo.
Yo soy Ken, príncipe del reino bondad— Tk le observo confundido.-
—Pensé que… Osamu era el—
El nos traiciono, príncipe Takeru—susurro Ken con dolor mientras desviaba la mirada.
Solo Tk— Ken le observo sorprendió—solo dime Tk— dijo con una pequeña sonrisa mientras se sentaba en una posición más cómoda. — ¿tú me encontraste? — preguntó con seriedad, Ken asintió no queriendo decir que él le había curado y sobretodo que lo había tocado. —gracias— sonrió nuevamente.-
Quisiera saber ¿Por qué estabas en ese estado? — Tk hizo una mueca, era una sonrisa llena de amargura.
Tu no fuiste el único que fue traicionado— dijo mientras intentaba levantarse de la cama, pero aun estaba muy cansado, se dejo caer recostándose nuevamente— disculpa— rió cansadamente— creo que dormiré un poco mas— completo antes de cerrar los ojos.
