Eran sus típicas mañanas.
-Ahh, ahh A-AOMINECHI mas ahhh!- lo escucho gemir, y no pudo evitar poner esa sonrisa socarrona en su cara sabia que a él le encantaba esa sonrisa, si no ¿de que otra manera lo tendría así?, con sus piernas blancas alrededor de sus caderas, con sus uñas rasguñándolo a más no poder en la espalda, con su boca gimiéndole justo en el oído en tono insinuante.
-Guarda silencio ahh los vecinos se molestaran, joder Ryota eres tan estrecho ahh- el moreno no pudo terminar la frase con coherencia ya que el rubio había apretado mas sus piernas en torno a su cuerpo y había hecho la unión todavía más placentera.
-Como rayos me pides que me ahh calle ahh si lo haces demasiado fuerte ahhhh- esa sonrisa no se iba de su cara y no creía que se fuera eN un buen rato, ¿además a quien no le gusta que su pareja les diga que lo hacen demasiado bien?
-muérdeme Ryota muérdeme más, como a ti te gusta.- el peli-azul decía la frase mientras se enterraba mas en el, usando un tono ronco y seductor que sabia a su pareja le encantaba.
-Ahh Daiki yo-yo voy a ahh- el rubio se arqueo dejando escapar su orgasmo entre sus vientres mientras Daiki lo alcanzaba en apenas unos segundos.
-Joder ese fue uno de nuestros mejores polvos- el moreno se acostaba a su lado abrazándolo por la cintura y acurrucándolo con él.
-Daiki ¿Cuánto llevamos saliendo?- el rubio le pegunto con un tono preocupado y ¿triste?
-Dos años tres meses, ¿Por qué amor?- okey era obvio cuando el moreno le decía "amor" al su pareja era por que en verdad estaba preocupado.
-¿Recuerdas cuando nos prometimos no amar a nadie más que no fuéramos nosotros?, ¿cuándo nos entregamos por primera vez?- el rubio no pudo terminar la frase ya que ante los ojos atónitos de su novio el lloraba en silencio.
-Tranquilízate por favor, ¿por qué lloras?, Ryota me estas asustando, ¿acaso te lastime?- el moreno decía todo tan rápido y nervioso que apenas se entendía, se estaba asustando de ver a su chico llorar tanto.
-Perdón Aominechi, perdóname por no cumplir mi promesa de solo amarte a ti- el rubio lo tomo de las manos mientras las entrelazaba para seguir hablando.
-Ahora somos tres- el corazón del moreno parecía detenerse ¿Qué significaba eso? ¿Su novio se había enamorado de alguien más? ¿Lo quería dejar? ¡¿Ya no lo amaba?!
-No es nada de lo que tú crees- el de ojos dorados lo detuvo de todo pensamiento mientras dirigía sus manos juntas al vientre.
-Aquí- hablo quedito y calmado como si no hubiera llorado hace apenas unos minutos –aquí está el tercero – los ojos azules no pudieron hacer más que abrir los ojos a más no poder
-Daiki, estoy embarazado- lo dijo en un susurro y con una sonrisa de amor puro en su rostro –tendremos un bebe, los dos, un chiquito, con tus ojos o con los míos, vendrá a quitarnos nuestras horas de sueño, vendrá a sacarnos canas verdes, vendrá a exigir nuestro amor, vendrá a- no pudo terminar de hablar ya que unos labios lo estaban besando a más no poder, y unas lagrimas caían en sus mejillas, pero no eran sus lagrimas eran de él, del padre de su hijo.
-Gracias Ryota, gracias por todo- lo seguía besando desesperadamente mientras sus manos acariciaban el vientre aun plano de su novio en donde ahora crecía su pequeño hijo o hija.
Y le importaba un carajo todo el mundo él quería seguir así, con su novio entre sus brazos, con su hijo en el vientre del mismo y con él, con la sonrisa más grande que el mundo no cabía en su felicidad, joder iba a ser padre, con la persona que mas amaba y con las ganas de que aquel pequeñito que ya hacía en el vientre de su novio llegara rápido
Ser padre es una gran aventura, y Daiki se dará cuenta de eso en aproximadamente nueve meses.
Ser padres no es nada fácil y si no, pregúntenle a Daiki y Ryota que están a punto de cruzar por tan difícil proceso acompañados de sus experimentados amigos y su pequeño y precioso milagro
Parejas: AoKise (principal) KagaKuro, MidoTaka, MuraAka.
