Disclaimer: KHR no es de mi propiedad, si lo fuese sabría hablar japo
Capítulo 1: Rinascere
Sora miró la nota de su examen una vez más. Seguía siendo un 27. Malditas matemáticas. Lo mejor sería esconderlo de la abuela, o estaría otro mes más sin paga. Con un suspiro resignado, Sora dobló la hoja de su examen y se la metió en el bolsillo de la falda del uniforme. Luego entró en casa de su abuela con una sonrisa.
-¡Tadaima!-saludó ella.
-Ah, ¡Sora!- oyó a su abuela decir, poco después apareció por la puerta de la cocina- Ven, quiero presentarte a alguien.
Sora obedeció extrañada. ¿A quién quería presentarle su abuela? Al entrar en la cocina no vio a nadie. Estaba a punto de preguntarle a su abuela dónde estaba quienquiera que fuese el que le quería presentar cuando lo escuchó:
-Ciaossu.
Sora bajó la mirada. Un niño, mejor dicho, un bebé le devolvió la mirada. Un bebé con traje y corbata, un chupete gigante colgado del cuello, unas patillas extrañas y… ¿Eso que estaba sobre su sombrero era un camaleón?
-Sora, te presento a Reborn-kun-dijo su abuela- a partir de hoy será tu profesor particular.
Las palabras dichas por su abuela se deslizaron lentamente por la mente de Sora hasta que ésta llegó a asimilarlas completamente.
-¡¿NANI?-gritó la chica girándose a encarar a su abuela, que ya no estaba detrás suyo- ¿Abuela?
-Ha salido a comprar hace un par de minuti-dijo Reborn-Eres incluso más lenta que Dame-Tsuna.
-¡No me llames…! Espera-dijo Sora- Ese nombre no es…
-El nombre del tuo padre, si.
La chica frunció el ceño. Su padre. Sora no sabía gran cosa acerca de sus padres, prácticamente solo conocía sus nombres y que vivían en Italia. Ah, y que su madre tenia un hermano, claro que eso lo sabía porqué éste vino a visitarla y se lo dijo. A parte de eso, solo sabía que la habían dejado con su abuela cuando tenía un año, desentendiéndose de ella. Nada más. Y ahora le venía el mocoso este comparándola con su progenitor. ¡Pues vaya gracia! Sora gruñó.
-Oye, mira, Reborn o como quiera que te llames- comenzó la chica- No necesito ningún profesor particular. Mis notas van estupendamente y…
-Este examen no dice lo mismo-comentó el pequeño enseñándole un examen de matemáticas.
Sora se fijó. Era un examen de su instituto puntuado con un 27. Con su nombre escrito en él. Sora se llevó la mano al bolsillo. Estaba vacío.
-¿Cómo…? ¿Cuando…?
-No importa-cortó Reborn- además, mi misión es otra.
-¿Eh? ¿Misión?
-Se. Mi verdadera misión es fare de ti una digna Undecimo capo de los Vongola.
Sora se le quedó mirando fijamente. Esto tenía que ser un bizarro sueño, ¿verdad? Porqué, cuando el mocoso decía capo, en realidad quería decir…
-¿Q-qué quieres decir con capo?-preguntó ella.
-Capo es capo.
-Pero… ¿t-te refieres a… c-capo c-como de la mafia?-preguntó la chica atragantándose con las palabras.
-Certamente-contestó Reborn tranquilamente.
-¡Ni hablar!-exclamó Sora-¡No pienso meterme en la mafia ni…¡Urgh!
La chica se doblo de dolor. ¡El mocoso le había pegado una patada! Indignada y todavía agarrándose el estomago le lanzó una colleja a Reborn, quien le había dado la espalda. Lo siguiente que supo era que estaba tirada en el suelo y ahora también le dolía la espalda.
-¿Pero qué es este crío?-murmuró la adolescente.
-Nunca me pillarás desprevenido-dijo Reborn mirándola desde arriba-Io sonno un assasino. Recuérdalo.
-¡¿Tú estas majara?-exclamó Sora incorporándose-¡Eres un bebé, ¿Cómo pretendes que me crea semejante idiotez?-Reborn le arreó una colleja.
-Igualita a Dame-Tsuna
-¡Deja de compararme con él!-exclamó ella furiosa mientras se levantaba del suelo.
-Oh, pero es que si sono iguali se mire por donde se mire-dijo Reborn- Pero eso es buono, te facilitará las cosas.- luego en voz baja añadió para si- O non possono.
- Escucha mocoso-comenzó ella-no se quién seas o de qué conozcas a mi padre, ¡pero a mi déjame aparte de todo este embrollo de la mafia! ¡Yo no tengo ninguna relación con ello y…!
Reborn, ignorándola, volvió a pegarle, esta vez en las rodillas, haciendo que cayese otra vez al suelo.
-Claro que estás relacionada con la mafia, Sawada Sora- dijo Reborn- Después de todo, eres la figlia de Vongola Decimo.
-¿Qué…qué quieres decir?-preguntó ella temiéndose lo peor.
-Qué el tuo padre, Sawada Tsunayoshi, es el Decimo capo de los Vongola.
-Pero… ¡¿Por qué yo?-inquirió Sora desesperada-¡Ni siquiera conozco a mi padre! ¡Y seguro que hay mejores candidatos que yo!
-Y tanto que los hay- dijo el pequeño-De hecho, el successore ya estaba decidido.
-¿Y por qué estás aquí diciendo chorrada y media, si ya hay sucesor?-preguntó Sora exaltada.
-Questo morti.
-¿Qué?
-Que está morto.
-Oh, pues que lástima-comentó la chica medio mordazmente.
-Y tanto- asintió Reborn- Iba a ser un capo magnífico, el tuo fratello.
-¿Mi qué?
-Hermano-contestó Reborn con una sonrisita casi triste.
-¡¿Qué yo tenía un hermano?-preguntó Sora impresionada.
-Sí
-Esto me supera-murmuró ella.
Justo en ese momento, la abuela volvió cargando un montón de bolsas. Entre ambas comenzaron a colocar lo que la abuela había comprado en los armarios y, mientras su abuela se dedicaba a charlar alegremente con Reborn, Sora se dedicaba a asimilar la conversación anterior. Hasta hace una hora escasa tenía una vida normal y monótona, y su familia se reducía a su abuela y a su tío y su familia (su tía y su itoko), a los que veía de Pasqua a San Juan. Ahora era la futura capo de una mafia italiana de la que jamás había oído hablar, tenía un profesor particular que era un bebé hitman y tenía un padre capo mafioso y un hermano muerto. ¿Cómo coño se comía eso?
-¡Ah!- exclamó la abuela sacando a Sora de sus pensamientos.
-¿Qué pasa?-preguntó la adolescente.
Sin embargo, su abuelo le ignoró y comenzó a rebuscar en bolsas, bolsillos y su bolso, mientras murmuraba "no puede ser que lo haya perdido…"
-¿Abuela? ¿Qué se te ha perdido?
-El anillo de tu abuelo-contestó ella sin dejar de rebuscar.
El anillo del abuelo, claro. Su abuelo había fallecido hacía unos seis años en un derrumbamiento. Lo único que encontraron de él fue su anillo de casado, que enviaron a su abuela. Era su tesoro.
Su abuela salió de la habitación, murmurando que iba a mirar si se lo había dejado en algún cajón.
-Cuando he llegado lo llevaba puesto-murmuró Sora pensativa- Ha debido perderlo en la calle.
-¿Y qué harás?- preguntó Reborn.
-¿Qué quieres que haga?-preguntó ella- No se por dónde ha pasado ni dónde ha ido. ¡Es imposible que lo encuentre!
-Entonces-dijo Reborn sacando una pistola y apuntándole-Muore.
Y disparó.
Sora lo sintió como a cámara lenta."Y… ¿ya está? ¿Estoy muerta? ¿Todo ha acabado?" se preguntó mientras caía "Pues menuda mierda de vida he llevado. Y encima me muero así, tan fácilmente. Soy patética. Por lo menos debería haber intentado encontrar el anillo del abuelo"
En ese momento una llama naranja claro emergió del orificio de bala en su cabeza, volviéndose cada vez más brillante. Entonces la llama la rodeó, rasgándole la ropa, y Sora se levantó.
-¡ENCONTRAR EL ANILLO DEL ABUELO COMO SI FUESE A MORIR!-gritó mientras salía corriendo.
-¿Reborn-kun?-preguntó la abuela asomándose a la puerta- ¿A dónde ha ido Sora?
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Namimori era una ciudad pacífica y tranquila, donde no pasaban demasiadas cosas interesantes. Por eso, cuando una chica de unos quince años pasó corriendo y gritando en ropa interior por la zona comercial, nadie supo muy bien cómo reaccionar. Finalmente, optaron por fingir que no había pasado nada y seguir cada uno a lo suyo. Todos excepto un chico con el pelo recogido en una coleta baja que se quedó mirando hacia donde la chica había desaparecido.
Luego, empezó a correr.
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Sora se encontró arrodillada en un callejón, aferrando el anillo de su abuelo en una mano y en ropa interior.
Entonces entró en pánico. ¿Qué había pasado? ¿Cómo había llegado allí? Por qué era un hecho que no iba a creerse lo que su memoria le mostraba. Porqué aquellas imágenes no eran reales, ¿verdad?
-¿Sa-Sawada?-preguntó una voz a su espalda.
Sora se heló. No. Eso no podía estar pasándole. No a ella. Con el cuerpo en tensión y alzando una súplica a todos los dioses que conocía y alguno inventado, fue girando lentamente, intentando en todo momento tapar la mayor parte posible de su semidesnudez. Entonces encaró a la terrible y cruel realidad. En la entrada del callejón había un sonrojado adolescente de pelo caoba.
-Ku-Kurosawa-murmuró con un hilillo de voz, pero intentando ser todo lo despectiva posible-¿Qué haces aquí?
-La pregunta aquí es-dijo Kurosawa, con un tono rudo también-¿Qué coño haces corriendo por la calle medio en pelotas? ¿Eres más idiota de lo que creía o simplemente te has vuelto chalada?
-Y-y-yo-tartamudeó sora-¡No lo sé, ¿vale?
-Entonces creo que me decantare por la opción de chiflada-concluyó Kurosawa dándole una larga mirada. Luego se puso aún más rojo y, apartando la vista, se quitó su chaqueta par luego tendérsela- Tápate, ¿quieres?
Sora la cogió, también roja, y se la puso. Gracias al cielo, le llegaba hasta medio muslo. Luego, la chica corrió fuera del callejón en dirección a su casa, dejando a Kurosawa atrás.
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Solo una vez dentro de su casa, Sora se permitió pararse a tomar aire y calmar su ritmo cardíaco.
-¿Lo has encontrado?-preguntó Reborn.
-H-hai-contestó jadeando-¿Q-qué ha sido eso?
-La bala de la última voluntad.
-Me he quedado igual-dijo Sora.
Entonces Reborn procedió a explicarle a la adolescente sobre la bala especial de los Vongola y cómo fue creada por Vongola Setimo.
-Wow-se asombró la chica. Luego se dio cuenta de algo-Un minuto… ¿Qué habría pasado si no me hubiese arrepentido de no buscar el anillo?
-Io sonno un assasino-replicó el niño encogiéndose de hombros.
-¡¿NANI?
-¡Oh, Sora! ¿Donde habías ido?-preguntó su abuela apareciendo.
-Abuela-musitó la chico olvidando momentáneamente a su profesor particular-¡Mira lo que he encontrado!-añadió alegremente mostrándole el anillo.
-¡Sora! ¡Lo has encontrado!-exclamó cogiendo el anillo de manos de su nieta. Luego la abrazó fuertemente- Arigatô. ¡Esto se merece una buena cena!
Y se fue tarareando alegremente a la cocina.
-Allora que me fijo,-dijo Reborn-¿De dónde has sacado la chaqueta, Sora?
-¿Ah?-Entonces la chica se acordó del enfado que traía con el hitman. Eso, sumado al hecho de recordar exactamente QUIÉN la había encontrado en el callejón, hicieron que pusiese una mueca de enfado y gruñese-De un gilipollas de mi clase-contestó subiendo las escaleras a paso fuerte.
Poco después un portazo resonó por toda la casa. Reborn, abajo, sonrió.
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Frases y palabras extrangeras: (según google)
Guardando il cielo: Buscando el cielo
Rinascere: Volver a nacer
Tadaima: he llegado/ya estoy en casa
Ciaossu: Ciao+ossu(saludo japo), es como siempre saluda Reborn
-kun: Sufjo bastante utilizado en la relación "superior-inferior" para referirse al inferior, también se utiliza entre jovenes cuando no hay mucha confianza. Equivaldría al "usted", pero no tan fuerte como -san. Normalmente se usa con nombres de hombre, y si el hablante es mujer, indica cierta familiaridad o cariño con el interlocutor.
¿Nani?: ¿Qué?
Dame: inútil, es como la gente llamaba a Tsuna
Certamente: Por supuesto
Fíglia: hija
Hai:sí
Arigatô: gracias
Itoko: prim.
O non possono: O puede que no
