Disclaimer: todos los personajes le pertenecen a Masami Kurumada, yo no gano dinero escribiendo esto.
Prólogo
Hades había muerto y su reino desaparecido. El Gran Eclipse del dios del Meikai había sido anulado para siempre y el sol acariciaba la tierra que parecía suspirar aliviada, deseosa de un nuevo período de duradera paz y armonía entre dioses y humanos. Sin embargo, las guerras mitológicas no eran lo único que aquejaba al planeta.
Ha pasado un año desde el final la Guerra Santa. La polución corrompe cada vez más al mundo. La contaminación perjudica tanto al ambiente como al mismo corazón de las personas.
Athena… ¿Es acaso ella quien debe tener potestad y autoridad sobre este planeta? ¿Por qué dejar este mundo en manos de una diosa cuyo honor ha desaparecido debido a que se embelesó por los humanos? ¿En qué estaba pensando Zeus? Los caballeros de Athena habrán detenido el objetivo de purificar al mundo de la humanidad, pero ésta terminará destruyéndolo y también a sí misma.
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10 de la Mañana en Italia.
- Señor Julian, por favor despierte.- musitó una voz femenina, algo difusa.
- mh… ¿Qué hora es?- preguntó el joven debajo de unas sábanas blancas.
- Son las 10 de la mañana.-
- ¡No puede ser! ¡Es tarde, el barco va a zarpar en menos de 3 horas! – prorrumpió Julian, incorporándose rápidamente.
- No se preocupe, el señor Sorrento previó que usted despertaría tarde así que arregló un cambio de horario. Además, sabemos que no se ha acostumbrado al cambio de horario, usted viaja mucho. – respondió la criada, y salió de la habitación dejando ropa para el joven que alguna vez fue Poseidón.
Luego de unos minutos, Julián bajó las escaleras hasta el comedor, donde Sorrento lo esperaba pacientemente con dos tazas de té y leyendo el periódico.
- Muy buenos días, señor Julián.-
- Buenos días.-
- Se ve que le preocupa algo. Últimamente se lo ve muy cansado así que por eso arreglé un cambio de horario en la rutina.- explicó el joven flautista.
- Pero eso no está bien, Sorrento. Es muy egoísta eso de quedarse a dormir cuando podríamos estar haciendo felices a toda una legión de niños en el mundo. Y no es que esté preocupado, aunque recientemente sueño que en mis manos tengo una especie de jarrón parlante que se queja mucho.- expresó Julián, reflejando su rostro en la taza de té.
- ¿Un jarrón que se queja? Eso es nuevo.- dijo Sorrento, algo sorprendido. "Podría ser…"
- No es sólo eso. Dice cosas sobre la destrucción del mundo.- aclaró el joven de cabello celeste.
- Me parece que necesita descansar más, señor. – opinó el antiguo Marine, mientras pensaba: "Puede que el señor Poseidón esté intentando comunicarse con el joven Julián Solo como aquella vez en la guerra con Hades. Sé que no puede recordar nada de eso, pero debo asegurarme."
- Es en serio. En ese sueño veo gente como termitas, y muchas cosas quemándose. También veo una guerra, pero no hay gente en ella, hay sólo desolación, y el mar se torna negro. – agregó Julián.
- ¿Hay algo en especial que diga esa ánfora?- preguntó Sorrento. "Quizás confirme si es un mensaje el señor Poseidón."
- Espera, yo no dije ánfora en ningún momento.- replicó Julián.
- Suena mejor que "jarrón parlante"- respondió el flautista.
- ¿Me estás cuestionando?-
- c-claro que no, señor.-
- Como sea. Hay muchos niños en el mundo esperando por nosotros, Sorrento. Así que dejemos de darle tanta importancia a estos detalles y vámonos.- culminó el joven Solo.
El barco zarparía a las 3 de la tarde. La brisa del mar acariciaba a los viajeros que recorrían el mundo en el fin de hacer felices a muchos niños. Lo lograban con la música de Sorrento y las donaciones de caridad de Julián. Mientras éstos estaban parados en la costa, pudieron vislumbrar una columna de humo negro como tinieblas que parecía rasgar el cielo. Aquella columna se originaba en un barco que parecía haber tenido un accidente con su combustible, y una mancha negra abría paso al fuego sobre la superficie del mar.
- Ese debe de ser algún barco que naufragó.- opinó Sorrento, acercándose al agua y recogiendo un caracol. En ese mismo instante, algunos peces muertos se acercaban a la costa, y el aire se inundaba de peste.
- Es increíble, realmente. Mira cuantas vidas se han perdido.- dijo Julián, mirando con rencor aquel terrible paisaje.
Ya adentrados en el mar, a la lejanía se veía una nube de smog que coronaba a la ciudad. El joven magnate se había dormido en la cubierta con un libro sobre su cabeza, mientras Sorrento tocaba una suave melodía con su flauta. El cielo comenzó a nublarse. Luego de un rato, el sonido de las olas fue acompañado de un dulce canto lejano, como un clamor pidiendo auxilio. Hasta que, de pronto, se escuchaban golpes en el casco del barco. Sorrento se asomó a ver cual era el problema, mientras Julián seguía durmiendo. Aquello que golpeaba el barco era una silueta femenina, que portaba una dorada cabellera y una armadura de coral carmín.
- ¿¡Tethis! – prorrumpió el flautista, sorprendido.
- Sí. Soy yo. Sé que no es oportuno, pero necesitamos al señor Poseidón ahora.-
- ¡¿Pero cómo es posible que tú…? Espera, primero sube al barco, necesito que me des algunas explicaciones.- agregó el Marine atónito, y arrojó un salvavidas al agua. Julián seguía durmiendo profundamente.
Tethis pudo abordar el barco, llevando un ánfora, en sus manos. Se podía notar que estaba nerviosa y su aspecto estaba un poco desarreglado; algunas algas se habían enredado en sus cabellos y tenía manchas oscuras en su lívida piel. Sus manos parecían lastimadas, pero el sello que cubría el ánfora estaba intacto.
- No quiero parecer rudo, pero creí que habías muerto al rescatar al señor Julián.- dijo el anfitrióne cabellos grises, rompiendo el silencio. La tensión inundaba al ambiente.
- No, no había muerto. Cuando rescaté al señor Julián, recibí las últimas órdenes de Poseidon-sama. Su voluntad fue que recuperara el ánfora de Athena donde está sellado… - explicaba pacientemente la soldado, hasta que de pronto, afuera comenzó a llover.
- ¡a-ah! ¡El señor Julián se encuentra afuera! – prorrumpió Sorrento, levantándose de golpe y dirigiéndose a la salida rápidamente.
El joven fue detenido por Julián, que abrió la puerta empapado y con gesto adusto. No pronunció palabra alguna y miró sorprendido a la nueva pasajera del barco. Le resultaba familiar, pero no reparó en recordar quién era la muchacha, ya que su ropa mojada lo incomodaba por la manera en la que se adhería a su cuerpo. Prosiguió entonces a ir a cambiarse.
- Lo lamento, señor.- dijo Sorrento, e hizo una reverencia algo avergonzado.
- Como te decía, recuperar el ánfora de Athena en el Polo Norte fue una tarea complicada, pero las fuerzas en el mundo han diezmado desde que se estableció una aparente paz en el mundo después de que Hades desapareciera. – prosiguió la joven, y bebió un poco de té.
- ¿Pero cómo es posible? ¿Planeas desatar la guerra en este mundo una vez más? – preguntó el flautista, incomodándose.
- No realmente. No me malinterpretes. No deseo la destrucción de este mundo, de eso se trata todo esto. El señor Poseidón anhelaba purificar el mundo, no destruirlo. No tengo el poder como para liberarlo, pero debes saber que Dentro de esta ánfora no está sellado solamente el Señor Poseidon en un sueño profundo, sino también el alma de los demás generales de Marina.- prosiguió la joven.
Justo en ese momento, Julián cayó en un sueño profundo en su habitación mientras se cambiaba.
Continuará…
Nota de la Autora: y eso, queridos lectores, depende de ustedes. Este sería el Primer Fic en español dedicado en un 100% a los Generales de Marina. A decir verdad, este grupo merece mucho más amor y atención, así que voy a llenar páginas y páginas de sufrimiento para los lindos y casi imperceptibles Mariners si recibo su apoyo. Será un fic de aventura con notas de comedia, pero, como en mis otros escritos, seguiré una línea argumental seria, apegada a la trama y evitando los OOC. Sé que este prólogo estuvo bien tranquilo, pero esperen mucho sufrimiento, fanservice y demás para los lindos caballeros de mar. *wink*
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Aclaraciones:
Línea cronológica: este fic se ubica temporalmente después de la guerra con Hades y tomará en cuenta tanto los hechos del manga original como los del anime. No estoy segura de que tome en cuenta el Next Dimension, aunque quizás esté conectado porque comparten la misma línea temporal.
Los Mariners: estos guerreros de Poseidón me dejaron algo sorprendida, pues ellos son especiales, casi tanto como los espectros. Para empezar, ellos parecen NO tener experiencia en combate. Segundo, sus entrenamientos han sido un misterio, excepto por el de Kanon e Isaac. Lo que sí podría afirmar es que son fieles a Poseidón y quizás, sólo quizás, sus almas "despiertan" o son liberadas cuando Poseidón despierta de su letargo. De lo que estoy segura es que el destino es el que decide quienes serán los caballeritos del mar.
Tethis: no se dan detalles de qué pasa con ella al final de la serie, pero sabemos que rescató al joven Julián Solo. Algunos la creyeron muerta. Lo que vamos a aclarar de ella es que no es humana, como se explica en el manga, sino que es un pez que se transformó en humano.
