La llegada de Hermione

Harry se levanto de la cama, había tenido un sueño muy bonito, había soñado que montaba en un unicornio plateado con un cuerno dorado. Era una mañana soleada, su tía Petunia ya no le obligaba a levantarse cuando ella quisiera, porque tenia miedo de que Harry llamara a su padrino, aunque le había puesto una condición:

-Tendrás que hacerte tu la habitación, yo no te la pienso hacer como todos estos años.

Miró la mesa, estaba llena de libros de su colegio: Transformaciones, Pociones, Historia de la Magia, Adivinación, Cuidado de las Criaturas Mágicas, Defensa Contra las Artes Oscuras, etc.

Le quedaba aproximadamente una semana de vacaciones de verano, y repasó la lista de optativas , tenía que escoger otra (además de la que ya tenía, Adivinación) y no sabía cual. Ron su mejor amigo, le había mandado una carta que decía:

Querido Harry:

¿te han enviado ya la lista de las optativas?, mi madre dice que solo puedo elegir entre Aritmancia e Idiomas porque dice que el resto son todas para tomárselas a risa, como Adivinación, dice que todavía no se explica como pudo decirme que si que podía escoger Adivinación como optativa, cada vez que me pide que la explique como se hace la Adivinación y yo la digo que te lo inventas y ella se tira de los pelos. Bueno, ya había hablado con mis padres de que te vinieras a casa las dos últimas semanas, pero dijeron que teníamos que ir a visitar a Charles y que ya no podíamos hacer nada para que te vinieras a casa, porque ya habíamos reservado plaza en un hotel para seis personas (Percy dice que él no puede venir porque hay mucho trabajo en el ministerio desde que el Sr. Crouch desapareció de allí). Ya nos veremos en el Expreso ¿vale?

PDT: no envíes a Hedwig hasta Egipto, lo pasaría muy mal, ya nos veremos.

                                                                                                                        Ron.

Harry leyó la carta varias veces y sobre todo la palabra Aritmancia. Entonces recordó a Hermione; se le ocurrió la idea de que sus tíos la dejaran venir a pasar el resto del verano, bajó las escaleras y se encontró con su tío Vernon que estaba leyendo el periódico en la cocina, Harry preguntó:

            - ¿esto?...- dijo Harry – Tío Vernon...¿puedo traer a una amiga de mi colegio a aquí la ultima semana de vacaciones?     

Tío Vernon estuvo a punto de gritar a Harry, cuando se acordó de Sirius Black, el padrino de Harry al que si le estaba permitido hacer magia, puesto que el ya había pasado los cursos de la escuela de magia, y sabían que aunque estuviera muy lejos le mandaba a su lechuza y ella le encontraría.

- Bueno, -contestó finalmente- pero avísala de que la trataremos como te tratamos a ti. Ya puedes coger la lechuza esa latosa que tienes, y dila que si se quiere venir que se venga.

- No necesito a Hedwig para esto mientras me dejéis usar el teléfono... ¿puedo coger...?

- Si, si, utilízalo si quieres, pero cállate de una vez .

Harry se marcho corriendo hacia la salita de estar, descolgó el teléfono y marcó el teléfono que le dio Hermione por medio de una carta.

- Si ¿dígame? –contestó una voz que por lo que Harry supuso seria la madre de Hermione-.

- Hola, ¿esta Hermione? –dijo Harry-.

- Si, espera un momento – dejo puesta una dulce melodía mientras Harry esperaba a que cogiera el teléfono Hermione-.

- Diga – contestó finalmente Hermione.

- ¿Hermione?, soy yo Harry.

- ¡¡Harry!! ¿qué tal te va?.

- Bien, les he preguntado a mis tíos y me han dicho que si te gustaría venirte que te vengas a pasar la ultima semana aquí. El problema es que te van a tratar igual que me tratan a mi.

- Eso no es problema, me llevaré comida de mi casa y la compartiré contigo.     

- vale, ¿esta tarde a las 5?

- Vale, hasta luego.

Colgó el teléfono mas contento que en toda su vida, pensó que si hubiera habido por ahí algún dementor lo habría matado de lo contento que estaba.

Por la tarde como había dicho Hermione llegó a la casa de los tíos de Harry. Y cuando esta se presento ellos la dejaron entrar, sin dirigirla la palabra. Toda la semana estuvieron hablando de Hogwarts, nunca se había sentido tan feliz, y como además Hermione estaba conectada por vía lechuza al periódico de El Profeta, estaban enterados a la ultima de todo lo que ocurría en el mundo mágico. Fue la semana mas feliz de toda su vida en la casa de los Dursley, y Hermione comprendió por que Harry odiaba tanto a los Dursley.