Disclaimer: Los personajes y todo lo que sea referente a los libros de C.S Lewis no son mios, ok?

Después de muuucho tiempo

por fin publico otro fanfic! :D

Hace algun tiempo que planeaba subirlo pero nomas no tenia el tiempo xD, los capitulos seran cortos y seran alrededor de 3 o 4,

espero que les agrade y me lo hagan saber con sus reviews n.n

ADVERTENCIA: si no han leido la ultima batalla leanlo bajo su propio riesgo :P


Cuatro días atrás

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Cada mañana al salir el sol Susan Pevensie tenía una estricta rutina que no alteraba por nada del mundo. Lo primero que hacía antes de abrir los ojos era inhalar profundamente y embargarse de los aromas a su alrededor, le encantaba el olor a lavanda de sus sábanas, de su almohada y el esquicito olor del desayuno que se estaba preparando, también le gustaba escuchar como las aves comenzaban a cantar alegres, sintiendo que la hermosa melodía la entonaban sólo para ella, después de eso estaba lista para salir de la cama contenta.

Se miró a la espejo y se sonrió a sí misma, le encantaba ver que aunque se acabara de levantar seguía siendo tan bonita como siempre. Continuó con su rutina en cepillarse el cabello para que no luciera desordenado, después se dirigió a su armario y se pasó un rato revolviendo entre sus cosas para encontrar el vestido perfecto para ese día, después siguió el tiempo del maquillaje una tarea que le llevó otro rato más para después terminar por escoger el par de zapatos que usaría y unos cuantos accesorios para hacerla lucir tan radiante como siempre, como esperaban verla todos sus amigos cada día. Bajó alegre al comedor donde ya todos sus hermanos se encontraban desayunando al igual que su padre. El olor a comida le llegó enseguida en cuanto puso un pie dentro, y se sentó animada mientras su madre le servía con una sonrisa el desayuno.

- ¿Cómo amaneció la cumpleañera? -preguntó con un sonrisa mientras le daba un beso en la mejilla y un pequeño abrazo.

- Muy bien -respondió contenta- gracias mamá.

- Felicidades hija -dijo su padre dándole un fuerte abrazo.

- Gracias papá -respondió ella.

- Ya eres toda una mujer -dijo su padre orgulloso mirándola nostálgico. Susan estaba feliz por sus palabras, era lo que siempre había deseado- tengo que irme a trabajar, espero que pases un buen día querida.

- Claro que sí, papá -dijo Susan.

Su madre por otra parte entró a la cocina y sólo quedaron ella y sus hermanos quienes seguían viendo su plato de comida sin decir una sola palabra.

- ¿Y ustedes no piensan felicitarme? -preguntó confundida.

- Felicidades -respondieron vagamente.

- ¿Acaso no están felices por mí? -preguntó un poco molesta y dolida.

- Claro que lo estamos, Susan -respondió Lucy mirándola por primera vez- es solo que… -pero calló y miró a sus hermanos en busca de las palabras.

- Es lo que siempre deseaste -continuó Peter- felicidades por ser la adulta que siempre soñaste -dijo con sarcasmo.

- No entiendo su actitud -dijo Susan seria.

- Preferiste ser una adulta amargada y olvidar toda nuestra vida en Narnia -terminó Edmund molesto- ¿Quieres que estemos felices por eso?

Susan estaba verdaderamente molesta con su actitud y sus tonterías sobre su mundo imaginario que no superaban.

- ¡Todos ustedes son unos inmaduros! -les contestó molesta- ¡Hasta cuándo van a dejar de una vez por toda esas niñerías de su mundo imaginario! ¡Estoy cansada de ustedes y ¿Saben qué? Me alegro de haber madurado, no como ustedes que siguen con ese juego de niños, no los soporto! -terminó de decir saliendo molesta de la casa con un portazo. No sabía que pronto se arrepentiría de sus palabras.

- ¿Qué fue eso? -preguntó su madre saliendo de la cocina preocupada- ¿Por qué Susan gritaba?

- No fue nada, mamá -respondió Peter levantándose de la mesa.

- ¿Volvieron a pelear? -preguntó aunque sabía la respuesta- ¿Podrían intentar al menos controlarse hoy? Es su cumpleaños -les regañó.

- Lo sentimos -se disculpó Edmund.

- No volverá a pasar, mamá -le aseguró Lucy.

- Eso espero -dijo ella y regresó a la cocina.

Los tres se miraron un poco desanimados por lo ocurrido con su hermana hasta que Peter habló nuevamente.

- Será mejor que vayamos a casa de Eustace, nos deben estar esperando él y Jill para ir a casa del profesor.

- Es lo único bueno de este día -dijo Edmund- poder hablar con las únicas personas que creen en Narnia.

Susan caminaba por la calle aún de mal humor, no entendía por qué sus hermanos se aferraban a algo que no existía, ella ni se molestaba en recordar los juegos de su infancia, no tenían sentido y le daban dolor de cabeza. Estaba mejor así, siguiendo su vida como una persona normal.

Sumida en su pensamientos no vio al muchacho que se detuvo frente a ella hasta que se estrelló contra él.

- Lo siento -dijo sin fijarse quien era.

- No te preocupes, Susan, fue mi culpa por detenerme así -ella lo miró y reconoció al joven que le hablaba.

- Ah, hola Stuart -dijo ella sin mucho ánimo. Stuart era un compañero de clases, siempre la había tratado bien y aunque ella no le hablara mucho le parecía un buen chico, pero como todos sus amigos decían que era raro evitaba hablarle en público para que no pensaran mal de ella incluso cuando sus amigos decían cosas sobre él ella les seguía la corriente aunque en el fondo se sintiera incómoda por burlarse.

- No pareces muy animada para ser tu cumpleaños - le dijo mirándola preocupado- ¿Estas bien?

- Sí, estoy bien -respondió intentando sonreír- sólo tuve una discusión con mis hermanos.

- ¿Qué clase de discusión?

- Una tontería, no importa -dijo evadiendo el tema.

- Bueno así son los hermanos -dijo con una sonrisa- ¿Vas a algún lado?

- Eh, sí -dijo incómoda- quedé de verme con unos amigos para celebrar.

- Entonces no te detengo más -dijo comprensivo- sólo quería desearte un feliz cumpleaños.

- Gracias, hasta luego.

Y así Susan siguió su camino dejando atrás a Stuart. Un rato después se encontraba celebrando en un restaurant con sus amigos, olvidando por un momento la pelea con sus hermanos, mientras todos reían y platicaban.

Mas tarde regresó a su casa y para su fortuna sus hermanos no estaban ahí, su madre le dijo que habían ido a visitar al profesor Kirke junto con su primo y su amiga Jill, eso no hizo más que irritar a Susan porque sabía lo que estarían haciendo. Inventando más cosas de su mundo imaginario, no podía entender que un hombre mayor como el profesor les siguiera el juego a sus hermanos de ese tonto lugar, pero se forzó a si misma a no pensar más en ello y se encerró en su habitación a leer un libro, perdió la noción del tiempo hasta que escuchó el regreso de Peter, Edmund y Lucy. Los escuchó subir intentando no hacer ruido pues ya era algo tarde y sus padres estaban dormidos, escuchó sus voces a través del pasillo murmurando emocionados, no quería admitir que tenía curiosidad por saber de que hablaban pero cuando sus voces se acercaron más cedió a la tentación y se acercó a la puerta con sigilo.

-…Londres -fue lo primero que escuchó- muy de mañana iremos a buscarlos - dijo la voz de Peter.

- ¿Creen que sigan ahí? -dijo la voz de su hermana.

- Buscaremos otra forma si no -contestó Edmund.

Las voces se fueron alejando dejando a Susan intrigada, al parecer buscarían algo… ¿en Londres? No tenía sentido, pero pensándolo mejor nada de lo que sus hermanos hacían tenía sentido así que decidió que ya averiguaría después de lo que hablaban volviéndose a su cama para dormir.


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Hasta aqui el primer cap

en poco tiempo subire el que sigue

nos vemos n.n

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