Los jóvenes titanes no me pertenecen son propiedad de DC Comics.

Ha tu regreso

Capitulo 1

Apenas mis pies tocan tierra firme arreglo mi cabello.

-¿Nerviosa?

-Ha pasado demasiado tiempo.

-Entonces las heridas han sanado.

-Es enfrentar la cicatriz...

-¡Vamos! -me anima– es solo una misión entre las cientos que has tenido. Todo saldrá bien.

Los primeros rayos del sol apenas se asoman, hace frío y la torre tiene un aspecto sombrío bajo el manto de niebla. Lo escuchó alejarse lentamente, me da unas ultimas recomendaciones, pero su voz se distorsiona por el sonido de las olas y apenas logro entenderlas.

Tranquilízate.

No es momento de dudar.

Tengo que usar toda mi fuerza de voluntad para echar andar en sentido contrario al suyo cuando escucho la trompeta y presiento el portal inerdimensional a mis espaldas. No quiero sucumbir a la tentación de arrepentirme de esto y regresar junto a ellos. La arena cruje bajo mis pies y con cada paso que doy siento un estremecimiento interno.

Ser empatica es arma de doble filo, enlazar tus emociones con las de los demás para percibir el mundo como ellos lo hacen te permite adelantarte a sus acciones, pensamientos y decisiones. Pero¿Que pasa cuando debes separarte de ellos? Aquellos lazos unían se cortan de un tajo, quedando inertes, dolorosos y sangrantes hasta que cicatrizan en mí.

Repito mi mantra de memoria. Kole, Jerico, Herald. Mi equipo asignado por estos tres últimos años, prometieron esperarme con los brazos abiertos si algo salia mal. Es buen consuelo. Puedo creer en ellos.

Un rayo de sol toca la punta de la torre, dejando al descubierto el oxido y los defectos de estar en la intemperie. Tres años de carecías y descuidos.

Pareciera tan solo ayer cuando nos informaron que separar al equipo era la mejor opción para frenar la ola de delitos en todo el mundo. Aún puedo escuchar a Robin asegurar que solo serían un par de meses, tratando inútilmente de aminorar la tristeza que la noticia.

Sin embargo el tiempo pasó, el caos no disminuyó y los meses se convirtieron en años. No volví a ver a mis amigos en todo ese tiempo, y pensé que no los volvería a ver más cuando hace un par de días atrás me llegó un mensaje convocandonos nuevamente.

Rachel Roth ha regresado.

Llego caminando a la puerta de acceso de la ahora sede central de los titanes, lo cual es casi un milagro, porque alrededor está totalmente invadido de maleza y guano de gaviotas. ¿Desde aquí se comanda la organización? Está que da asco. No quiero ni pensar el escándalo que hará Robin cuando vea este panorama, si es que lo ve...si es que asiste a la reunión.

La presencia no era obligatoria. El mensaje dejaba claro que acudir era opcional, pues el emisor respetaba el apretado itinerario de héroes y nuestra obligación de cumplir con nuestros lideres de equipo primero.

En mi caso no hubo muchos inconvenientes. Herald, el jefe de mi equipo asignado, prácticamente me lanzó por un portal interdimensional hasta aquí. Pero Robin es su propio jefe y no se tiene piedad, trabaja las 24 horas al día, los siete días a la semana, los 365 días del año. No lo he visto, ni hablado con él en los tres años que estuvimos fuera.

-¿Quién osa perturbar mi santuario?–se escucha a través del intercomunicador una vez que toco el timbre.

-Cyborg, soy Raven abre la puerta.

-Raven tanto tiempo,no has olvidado la contraseña ¿Verdad?

-La he olvidado –miento- abre la puerta.

-Lo siento pero sin la contraseña no hay acceso, vamos, solo tienes que decir ¨Los titanes son la ley¨ y estas dentro.

-Es vergonzoso.

-Entonces olvídalo, no entraras a mi torre y no hay nada que puedas hacer al respecto para... ¡Ha! ¿¡Raven que haces aquí!?

-Puedo teletraspórtame.

-¿Y porque no hacías eso desde un principio?

–¿Qué tiene de malo querer entrar como corresponde?-digo encogiéndome de hombros. En realidad quería posponer mi llegada en cuanto me fuera posible. En realidad no quiero estar aquí. Pero no lo digo.

Lo veo ponerse de pie tomar distancia de las computadoras y pantallas. Se detiene a un brazo de distancia y nos miramos detalladamente tratando de unir las imágenes de nuestros recuerdos con las que tenemos en frente. Ha cambiado, viste pantalones oscuros y una nueva armadura que lo hace lucir más...Humano. Pero su torso que en apariencia parece estar desnudo, no puede ocultar el movimiento de engranajes bajo la falsa piel cada vez que él respira. Sin poder evitarlo retrocedo, su nueva imagen logra intimidarme.

-Tranquila…es solo un cambio físico -susurra con algo de decepción en su voz- sigo siendo el mismo.

-Lo siento -respondo de inmediato concentrándome solo y solo en su rostro que es, a grandes rasgos, lo único que no ha sido modificado.

-Tú también cambiaste –sonríe melancólico– pero sé muy bien que sigues siendo la misma amargada de siempre.

-Y tú un escandaloso.

-¿Ves que tengo toda la razón?

La tensión comienza a disiparse. Comenta que soy la primera en llegar, que lamenta también el estado de la isla pero que se debe sobre todas las cosas a las gaviotas, sus nidos y su excremento corrosivo. Y que la única manera de recuperar la antigua gloria del exterior sería exterminando todas las aves de la cuidad.

-Raven -insiste cuando me dirijo a mi antiguo cuarto- me da gusto verte de nuevo.

Alegría se hace presente y le dedico una leve sonrisa. Es bueno estar en casa.

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Luego de una ducha, ya en ropa interior me dedico buscar entre mis maletas aún sin desempacar. No sé cuánto tiempo me quedare aquí pero traje suficiente ropa como para no tener que ir al shopping con Starfire por meses.

Como si eso fuera posible.

Un escalofrió recorre mi espalda y volteo rápidamente hacia la puerta, no es nada, talvez debería poner seguro o algo por el estilo porque si alguien entrara en este momento…

Me descubro pensando en él de nuevo, pero con una extraña sensación en mí. ¿A qué le temo?

Observo mi reflejo en el gran espejo de pie en frente de mí, creo que Cybord se equivoca en cuanto mis cambios, porque tengo la misma altura, el mismo grosor de cuerpo, y a excepción de mi cabello que ahora luce más largo creo que sigo siendo la misma joven a la que salvaron de su oscuro destino tiempo atrás.

Mis cambios no son visibles, eso está claro, es mi interior el que me preocupa. Desde que Trigón fue vencido se me ha otorgado la libertad de sentir, pero mis emociones aún son peligrosas y desde el día en que separaron a los titanes he aprovechado al máximo cada minuto en las dimensiones de Herald para ponerlas a prueba sin lastimar a alguien. He progresado, pero no es suficiente, debo ser cuidadosa.

El ruido del timbre me saca de mis pensamientos, con el reloj marcando las ocho no puede ser más que Robin. Fiel a su lema de aparecer en escena a la hora pactada o mejor no aparecer.

Me visto con ropa cómoda evitando mi habitual leotardo y salgo a esperarlo la sala, seria descortés no hacerlo, él aún sigue siendo el líder después de todo.

Cybord queda con la boca abierta al verme vestida de manera tan casual.

-¿Algún problema? -amenazo ante su constante mirada. Y señalando sus pantalones.

-¡Ninguno! –se defiende agitando sus manos delante de sí, pero luego pone cara picarona y susurra- pareciera que intentas impresionar a alguien.

-Te equivocas.

-Raven, mi niña realmente creo que... ¡Chico Bestia esta detrás de tí!

El sofá explota en mil pedazos.

¡Malditas sean tu bromas Cyborg!

Mi rostro está ardiendo de vergüenza, me arrepiento de no llevar puesta mi capa para poder ocultarlo. A esto me refería con lo de ¨ser cuidadosa¨. Mis emociones me asaltan a cada momento si nos las logro reprimir a tiempo, y por alguna razón son especialmente sensibles a la mención del chico verde. Respiro un par de veces intentando calmarme pero es imposible con el hombre maquina estallando en risas a mi lado.

Para mi fortuna el ascensor llega trayendo consigo al nuevo habitante, bueno creo que el individuo es Robin porque aunque lleva antifaz y usa el cabello como quien se lo peina con el viento, lo dudo.

-Bienvenido. Emm… ¿Robin? –pregunta Cyborg tan confundido como yo.

-Es bueno verlos de nuevo –saluda observando alrededor y percatándose del maltrecho sofá- veo que comenzaron a remodelar sin mi.

Ahora es más alto que yo, su traje que ha sufrido pequeñas modificaciones lo muestra algo siniestro.

-Estoy ansioso por saber la razón de nuestro encuentro, una misión dificultosa si has tenido que llamarnos ¿He? Cyborg. Quiero los detalles cuanto antes.

-Pues -tartamudea el susodicho- no he sido yo quien los mandó a llamar.

Robin parece confundido, me pregunta con la mirada si acaso he sido yo la autora del encuentro pero no es así. Nos ponemos tensos.

-Chicos calma -pide el moreno con risa nerviosa- todavía faltan dos integrantes, es muy temprano para este tipo de preguntas.

Pero nuestras miradas llenas de curiosidad les exigen una explicación.

-Robin porque no te calmas, bajas el arma lentamente. Y tú Raven ocultas esos ojos rojos un momento -pide de nuevo- Starfire ya se encuentra en la puerta de acceso ¿No quieren darle la bienvenida como se merece?

Ni siquiera he oído el timbre sonar, es obvio que es un truco. Esto me da muy mala espina Robin...¿Robin? pero el líder obedece sonriente y con prisa corre a su habitación a prepararse para el reencuentro. En serio chico maravilla muestra algo de sentido común ¿Cómo pueden engañarte de esa forma y tú caer tan fácilmente?

Cyborg aprovechando mi distracción se aleja silbando una canción.

-Aún sigo aquí –le advierto y se detiene en seco.

-Raven...-se ríe algo perturbado y sin escapatoria- ¡Mira detrás de ti!

-Podrás engañar a Robin con esas babosadas, pero no a mí.

-¿Engañar a quién? -pregunta una dulce voz a mis espaldas. Es Starfire.

-Bienvenida Star – saludo rápidamente no sin antes preguntarme cómo le hizo para entrar sin contraseña ni timbre.

-¡Ho amiga te ves radiante!

-Igualmente –respondo con algo de culpa, creo que fui muy cruel con el hombre máquina. Pero la culpa desaparece cuando el mismo casi me derriba para poder abalanzarse sobre la recién llegada.

-¡Mi niña, como ha crecido!-se entusiasma tomándola de la cintura y elevándola- ¿Dónde está mi diplomática preferida?

-¡A mi también me da gusto verte! -dice Star entre risas suspendida el aire. Por un instante me pregunto cómo será estar en su lugar.

La escena no me sorprende en absoluto, Cyborg ha cuidado de nosotras durante todo este tiempo aun sin poder vernos en persona, nos considera a ambas sus hermanas pequeñas. En realidad creo que lo hace con cada titán bajo su mando, no es sorpresa que algunos lo consideren un hermano mayor, o un padre.

-Felicitaciones por tu desempeño como mediadora intergaláctica -Robin acaba de ingresar a la sala y trae en su cabeza peligrosas cantidades de gel para el cabello.

La sonrisa de la princesa desaparece.

-Saludos -dice una vez que es depositada con suavidad en el suelo- ruego que nuestra convivencia sea provechosa.

Acto seguido extiende su mano a modo de saludo formal.

Quedo atónita, creí que eran pareja desde el viaje a Tokio. ¿La distancia y el tiempo pusieron fin a su relación? Y al parece no soy la única en enterarme, el chico maravilla esta casi tan impactado como yo.

La mirada de Cyborg confirma mi sospecha y me advierte no hacer preguntas al respecto.

-Raven –llama Star girandose hacia mi de repente– ¿Me ayudas con mi equipaje por favor?

Asiento y antes de desaparecer por los pasillos junto a ella, miro por el rabillo a Robin . Ha quedado congelado en su lugar en completo silencio

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He estado en mi cama desde hace horas, ni siquiera he salido a almorzar.

Chico Bestia ha tardado demasiado.

Mis emociones no han parado de hacer preguntas o de chillar en su descontento.

¿Dónde está?

¿Le habrá pasado algo?

¿Se olvidó de nosotras?

¡Es un idiota por hacernos esperar!

Yo solo las he ignorado. Centro toda mi atención en la moneda de un centavo entre mis manos rememorando el momento en que me lo fue obsequiado.

Parece muy lejano ahora con Cyborg luciendo más paternal que de costumbre, con una Starfire madura y reservada, ahora…con un Robin sin la situación en sus manos. Estoy agotada, demasiadas emociones.

Todos han cambiado más de lo que esperaba y de la manera menos esperada, Chico Bestia no será la excepción.

Seria mejor que no apareciese. Así la imagen que tengo de él se quedara intacta y resplandeciente una temporada más en mi cabeza.

Lentamente me levanto y busco mi calzado. Quiera o no tendré que ir al living, Cyborg amenazó con hacer estallar mi puerta a no ser de que saliera y comiera algo.

Tomo mi centavo de la suerte y me encamino. Una vez allí me encuentro con Star alimentando a sedita, Robin al borde de la depresión en la cocina y Cyborg jugando videojuegos que, ha falta de sofá, se sentado sobre una diminuta silla frente a la pantalla.

-Raven que suerte que hayas salido, estaba a punto de dinamitar tu puerta.

-Gracias, por no hacerlo.

-A cambio ¿Podrías ir a recibir las pizzas para la cena, por favor? -me pide, sin despegar la mirada de la maldita consola- estoy a punto de pasar de nivel y el timbre a sonado ya un par de veces.

-Sabes, puedes poner pausa he ir tu.

-Se perdería la magia -responde arrogante.

El timbre de nuevo.

-Yo puedo ir -ofrece Star- ¿Creen que aceptaran garg´coc como pago?

-No lo creo –respondo. Dejarlo en manos de mi amiga es mala idea, y con Robin susurrando cosas en un oscuro rincón de la cocina me resigno- vale iré yo.

Una vez en la puerta me encuentro con el típico adolecente lleno de acné que las pizzerías tienen por repartidor, pago y tomo los paquetes. El muchacho hace sonar su garganta como exigiendo una propina, una propina que no tendrá porque estoy tan furiosa que le cierro la puerta en la cara, literalmente.

Sé que no debería desquitarme con el mocoso pero ira tiene el control de mí en este momento y no tengo alternativa, si la reprimo, timidez tomara su lugar y lograra hacerme llorar.

Apenas doy tres pasos y escucho el timbre de nuevo. ¿¡Acaso no entendió que no habrá propina!?

Talvez un chapuzón en el mar lo haga entrar en razón. Tiro los paquetes de pizza y abro la puerta dispuesta a deshacerme del molesto repartidor.

Quedo inhibida, tanto así que ni siquiera ofrezco resistencia al abrazo del extraño.

-Te he echado de menos, Rae -susurra a mi oído. Mis emociones han quedado en completo silencio al igual que las olas que rodean la isla.

Es él.

Garfield Logan ha regresado.

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Espero les haya gustado. Como verán lo escribí desde la perspectiva de Raven para mostrar sus sentimientos y expectativas de manera más personal. El próximo capítulo será desde el punto de vista de chico bestia y (si la inspiración y sus reviews me acompañan) los demás escritos serán en tercera persona.

Gracias por tomarse el tiempo de leer.

Connor Kurasay