¡Hola!, me presento, soy Usagi-chan, y he venido a subir un drabble de mi pareja Hyuuriko, porque este fandom está pobre de ellos. Espero y les guste, y antes que nada, quiero dedicar esto a Rasen, ya que sin su grandioso fic "Addicted to you", nunca me habría aventado a escribir algo de KNB.

¡Espero les guste!, ¡A leer, dejen sus reviews preciosos si gustan!

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{ Bakka love }

Porque a estas alturas, los miembros del equipo de Seirin no sabían si mirar con lástima u orgullo, a su capitán de cabellos oscuros y gafas de aumento. Ya que no les cabía en la cabeza, como se le había ocurrido enamorarse de su entrenadora, la (algunas veces) dulce, violenta y creadora de comida tóxica: Aida Riko.

Y la verdad, pese a que Teppei les decía que Riko tenía muy buenas actitudes que la hacían una buena mujer, estos no le creían ni un poquito, ya que esta Riko que veían y, los hacía correr sin descanso alguno, era la que ellos creían verdadera.

Por lo que, mientras ven a su capitán y a la entrenadora, no pueden evitar pensar que Hyuuga había sido un completo estúpido al caer ante los "encantos" de la chica Aida. Ya que ¿para qué arriesgarse? Si Hyuuga intentaba algo con Riko, esta seguramente lo obligaría a comer su dudosa comida, luego se enfermaría, o en el peor de los casos moriría, sin contar, al sobreprotector padre de Riko.

¿Acaso Junpei quería morir tan joven?

— ¿Ya habrá hablado a una funeraria? —preguntó Kuroko con toda la indiferencia del mundo.

—Algunas veces pienso que nos odias en secreto Kuroko—secundó Taiga.

—Para nada Kagami-kun, pero por si las dudas todos tienen que tener listos el lugar y la hora de sus entierros.

— ¡¿Por qué no te has contado también en esto?! —preguntó Kagami asustado del fantasma del equipo.

—….

—Mitobe tiene razón—dijo Koganei—No es momento para discutir esto, sino, para hablar del idiota del capitán y la entrenadora.

—Yo creo que se ven bien juntos…—murmuró el pobre de Teppei al sentirse ignorado.

—Pero no importa aquí lo que pensemos—interrumpió de pronto Izuki—La entrenadora es tan densa que ni piensa.

Sus amigos lo miraron aburrido, ¿Qué no se cansaba de crear esas rimas estúpidas y sin sentido?

— ¡Oigan ustedes! —Gritó Riko mirándolos— ¡Qué creen que hacen ahí platicando como señoras chismosas en medio del mercado!

— ¡Así es! —Le secundó Junpei— ¡Grupo de holgazanes, ahora pónganse a correr!

Claro, como el capitán estaba enamorado de la entrenadora, la apoyaba en todo sin discutir, y ahora, le daba por darles también castigos matadores como los que Riko siempre les da.

—Vaya Hyuuga-kun, hasta que veo haces algo de provecho para el equipo, creí que no te gustaba mi manera de tratarlos.

—Al contrario Riko, yo nunca he cuestionado tus tratos como entrenadora. A decir verdad, no creo que haya mejor entrenadora que tú. Sin ti… estaríamos perdidos.

La chica se sonrojó, y Junpei creyó que era porque se había puesto nerviosa ante su comentario (el cual era para eso mismo), pero luego, la chica puso las manos sobre su cintura y mostró una sonrisa presumida.

— ¿Hasta ahora te das cuenta de mis capacidades Hyuuga-kun?, ¡pues claro que soy la mejor entrenadora, no por nada ganamos la copa de invierno!

—Yo…

—Pero ni creas que por elogiarme te salvas de dar vueltas como los demás.

—Riko lo que quiero decirte es…

—¡A correr Hyuuga-kun!

El capitán asintió, mientras se iba a alcanzar a Teppei y Taiga, al mismo tiempo, que todos lo miraban con lástima.

Pobre, pobre y desdichado Hyuuga Junpei, no había sido su culpa el ser estúpido, y enamorarse de la chica más densa del planeta; Aida Riko.

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# Usagi-chan.