Disclaimer: Los Juegos Del Hambre continúan perteneciendo a Suzanne Collins.

Aviso: Este fic participa en el minireto de Noviembre del Torneo Entre Distritos En La Arena, del foro Hasta El Final De La Pradera.

Suzanne Collins, if you read this, please, forgive me.

(Versión adolescente de Sussie en el fic)


—¡Que batalla más intensa, señoras y señores! Los tributos del 2 y el 6 se disputan la corona, ¡y parece que ninguno quiere ceder! —Exclama Claudius Templesmith, acompañando las imágenes.

En la plaza del Distrito 2 se ha congregado toda la población. Vitorean y gritan, animando a su tributo. Sólo una persona permanece callada, con el ceño fruncido por el disgusto y los brazos cruzados.

Resopla.

—Imbécil.

—¿Por qué tan gruñona, Sussie? —Chillo por encima del gentío para que me oiga?— ¡Tu hermano lo está haciendo genial!

Ella resopla.

—Mi hermano es un imbécil, Clove. —Responde frunciendo el ceño, acentuando su mal humor.— Todo esto, los juegos, son una gilipollez. Se lo dije, ¡y él va y se presenta voluntario!

Reniega por lo bajini, con los dientes apretados. Suzanne siempre se ha opuesto a la sociedad, aunque a mí me parece una estupidez. Somos uno de los distritos más ricos de Panem. Somos el más glorioso, el distrito que más vencedores tiene. En otras palabras, somos los más fuertes.

De todos modos, aunque tengamos opiniones opuestas, es mi mejor amiga. Te dirá las cosas a la cara, directamente. Es lo que más me gusta de ella.

—¡Éso tiene que doler! —Exclama Claudius y los vítores aumentan.

En la pantalla, Martius, el hermano de Sussie— le ha abierto una brecha a la tributo del 6, del pecho hasta la cadera, que cae al suelo. Trata de ponerse a gatas y levantarse, pero cae de morros, con los brazos bajo su peso y temblando.

La multitud vitorea a Martius, yo entre ella, gritando que acabe con su oponente. A mi lado, Suzanne da un pisotón contra el suelo, molesta. Más adelante, veo a los padres de mi amiga y a su hermano pequeño. Su padre tiene sentado sobre los hombros a su hijo menor, de nueve años. Los tres animan a nuestro tributo. Por su lado, Sussie aprieta los dientes.

Sé que es irónico que ella deteste los Juegos y que su hermano haya logrado ofrecerse voluntario. Y sé que no le gusta nada, pero va a tener otro vencedor en su familia, y eso sería una gran suerte. Después de todo, es difícil ofrecerse como tributo y conseguirlo.

Miro la pantalla. Martius se limpia la sangre del corte que tiene en la mejilla y se acerca a la chica, tendida en el suelo. Le pega una patada en el costado y ella gime, pero no parece tener fuerzas para moverse.

La sangre al rededor de la tributo del 6 tiñe cada vez más la arena del suelo. Ella sigue temblando, sin moverse. Martius le pega otra patada. La chica gime, pero sigue inmóvil. Nuestro tributo suelta su espada y saca un cuchillo de su cinturón. Se arrodilla junto a su oponente, dispuesto a rematarla.

Agarra el hombro de la chica y le da la vuelta. Cuando gira a la tributo, ella le incrusta velozmente una daga en la tráquea. Martius cae de lado frente a su rival. Trata de arrancarse el arma del cuello, pero las manos le tiemblan demasiado. Están en el suelo uno frente al otro, agonizando. Martius deja que las manos caigan al suelo, abatido.

El cañonazo suena y Claudius grita:

—Y nuestro vencedor es ¡Ella Wright, del Distrito 6!

Suzanne grita y la sostengo en un abrazo para que no caiga. Grita y llora, de rabia y dolor. Le diría que ha sido una muerte envidiable, llena de honor, pero ella lo negaría. Me agarra del hombro y dice, tragándose sus lágrimas:

—Algún día todo cambiará. La gente está harta de verse morir.


597 palabras. Como le gusta al límite torturarnos, porque me habría encantado terminar con una escena de Clove admitiendo que Sussie tenía razón, y que le habría encantado verlo, puesto que se dio cuenta de cuanta razón tenía su amiga durante su lecho de muerte (momento en que lo confiesa).

En fin, espero que os haya gustado.