Solo un pequeño drabble Malvie.
Espero que os agrade :)
— PRINCESA AZUL —
Puede que las puertas de una nueva vida se abrieran para ella en Auradon.
Pero Mal nada sabía de querer a nadie. Nada sabía de la vida en pareja.
Solo conocía a Jay y Carlos y en punto un tanto superior también a Evie.
La Princesa Malvada.
Gran sobrenombre para ella.
Malvada para los buenos, buena para los malvados.
Ella era su única amiga, y la necesitaba más ahora que estaba rodeada de princesas esnobs y príncipes que hacían un intento muy vano por ser gallardos.
"Esto es el siglo XXI queridos, todo eso acabo." —siempre tenía ganas de decirles ante lo incomoda que se ponía ante sus vidas de cuento de hadas.
Y, en el fondo, estaba celosa, porque ella nunca tendría un príncipe de cuento. Sí, ella tenía a Ben, pero él estaba hechizado, además de que el hijo de Bella y Bestia no la conocía como lo hacía Jay, no como lo hacía Carlos... y por supuesto nunca la entendería como Evie.
— Podrás con ellos, Mal —siempre le decía la peliazul en toda su "misión" de robar la varita para Maléfica. Desde que fallaron en el museo y Mal por poco no lo cuenta, de no ser porque la peliazul incluso había dejado correr su rimel para ayudarla—. Estamos podridas hasta la médula, ¿recuerdas?
Mal siempre asentía conforme con un simple "sí". Jamás se atrevería a decir lo mucho que le proporciaban las palabras de la joven.
Estabilidad. Seguridad.
Y por eso algo se rompió dentro de ella cuando vió a la joven princesa entristecida y sola tras la "declaración" de Ben. Sin saber que era ella misma la causante del dolor.
— Eres hermosa, Eve. Puedes tener a quien quieras, y no tiene porque ser un príncipe.
No, no era un príncipe a quien su mejor amiga queria... Pero esa persona ya estaba cogida... Aunque solo fuera temporalmente y por el bien de la "misión"... Seguía siendo demasiado doloroso.
Y después, aquella conversación con Ben la había echó pensar tanto.
Ella no sabía que era amar a nadie, lo tenía claro. Pero sabía, ella tampoco necesitaba un príncipe. Entonces, ¿por qué este vacío y anhelo en el corazón?
Entonces, en la coronación, cuando abrió su corazón a la bondad, lo supo, con solo compartir miradas. Y se sintió estúpida por no darse cuenta antes.
— Evie, no necesitas hacerte la tonta para ligarte a "un chico", eres muy lista.
Y la sonrisa deslumbrante que le regalo había sido todo para ella, en ese momento y por siempre.
Mal nunca tendría un príncipe, tampoco lo quería ni lo necesitaba.
Porque por mucho que buscase, Evie siempre sería su princesa azul de brillante vestido.
Teniendola a su lado, ¿qué más podría pedir?
